CAPÍTULO 2

La magnitud con la que percibimos la vida aveces es infinita, pero nadie cuenta que se puede llegar a limitar. 

En  ocasiones solía sentirme triste, cuestionar mi vida, veía que la vida de mis padres era difícil y sabían enfrentarlo, pero me preocupaba que yo no lo hiciera, ellos eran listos, astutos y llenos de vida, el sentimiento de tristeza e insuficiencia inundaba mi interior sintiéndome asfixiada, pero no lo comprendo cada día vivía el sentimiento. Cada día despertaba con una sonrisa y aun así me sentía insuficiente, aquel peso de esa noche se desvaneció.

No se si fue por el vaso de Whisky o por el beso robado de aquel  momento, estaba mareada de eso estaba segura, pero me sentí libre.

—Eros tienes un impresionante poder pequeña vampira — sonrió y toco mi nariz.

— Lo dudo mucho — suspire su aroma.

Narra Jay

¿se han imaginado el infierno? Supongo que muchos lo han hecho, durante años debo admitir que lo imagine como la iglesia lo pinta, con fuego, personas gritando, verdugos y demonios, pero jamás imaginé que el infierno sería cálido y menos que fuere de una belleza inédita. Eros esa chica que acaba de besar, una diosa en el amor pero un diablo para el desamor, ella logro atraparme, y no se como sucedió.

Mi día había empezando bastante mal, creo que en mi vida había sufrido tanto como esa mañana. Mi padre me había echado de la casa, mi madre creyó los chismes que sus amigas le contaban sobre mi, mi ex representante nos dio la espalda a mi banda y a mi, todo había empeorado. Mi hermana se caso y dejo de ayudarme y aunque sabia que debía seguir solo, era casi imposible.

Ese cupido gótico había logrado atraparme, y creo que me flechó, por que se llevo todo ese mal día con sus besos, tal vez fue necesario conocerla.

Me había descuidado, seguimos bailando, cuando una ráfaga de disparos hizo eco en el hotel, la musica paro de inmediato, la gente comenzó a gritar y aquélla chica ya no estaba donde la había dejado, pronto la multitud comenzó a correr, yo por mi parte buscaba con preocupación a Eros, era imposible no la veía era alta, y mucho mas con sus botas, pero aun así no la veía por ningún lado.

Los disparos seguían, y el local ya estaba medio vacío, comencé a correr a la salida, no sin dejar de buscar a la chica del pelo blanco.

Cuando salí del lugar divise el estacionamiento, era jalada del brazo de aquel chico de pelo negro y blanco, junto a ella iba la chica del vestido rojo y curvas de impacto. Me tranquilice, sin embargo me frustre, no pude pedirle su teléfono, mucho menos sabia nada de ella mas que su nombre.

¡Maldición!.

El carro ha había avanzado, no me quedaba mas que irme, comencé a caminar, de paso encontré una cafetería, Rose's

cafe, era moderno. Combinado con un estilo Vintage

El frío de la ciudad me impulso a salir entrar, no me había fijado del viento que azotaba con fuerza las calles de esta bipolar ciudad.

Era increíble, sus tonos grises y las frases en sus paredes le daban un tono cálido, las lamparas colgantes solo hacían mágico el lugar.

—Hola bienvenido, ¿puedo tomar su orden?— sonreí, frente a mi había una señora bastante guapa y con una mirada llena de confianza—

—No tengo mucho dinero, así que solo un café por favor — la señora me sonrió y se fue. 

Mi teléfono sonó, era un mensaje de mi padre.

“Bastardo no te quiero volver a ver aquí, duerme en la calle o en tu estúpida chatarra” AttBrad

Amaba a mi padre, nunca puso una mano en mi, durante años me dio cariño y amor, pero después cambio mucho, se volvió serio, amargado y ya nadie lo aguantaba. Mi madre callo en depresión, ¿razones? Ninguna o al menos nunca me dijeron nada, tiempo después mi madre conoció a una mujer con la cual salia siempre, ella armaba chismes sobre mi, y sobre mi banda, mi madre se los creía y por mucho tiempo, comenzó a tratarme diferente, dejo de verme como si hijo.

Me sentía tan mal, inservible, una escoria, mi noche iba genial, había conocido a Cupido gótico y termine en una cafetería sintiéndome como una m****a.

—¿Te encuentras bien?— pregunto la mujer—

—Si, si, estoy bien gracias— la señora había dejado mi taza con el café sobre la barra —

—No pareces feliz, cuando llegaste brillabas. pero parece que fuiste apagando tu luz — la mujer me miro como cariño y ternura.

—Sinceramente estoy mal — sonreí melancólico.

—¿Quieres contarme? — preguntó la joven mujer.

—Mis padres me echaron de casa, quiero ser una excelente estrella de rock, pero ellos no lo entienden, me bajan de mi nube, apagan mis sueños, mi madre dejo de verme como su hijo y mi padre piensa que soy un bastardo — no me había dado cuenta que estaba moviendo involuntario ente mis manos y mi cabeza cada que llegaba a una parte que me estresaba.

—Cariño, así somos los padres, yo nunca comprendí a los mios, sufrí bastante por su ausencia, pero finalmente encontré a las personas correctas que me ayudaron a salir adelante, logre mi sueño — Sonrió y miro la cafetería con orgullo — trabajé tanto para salir adelante, y el día de hoy tengo una hija, y un esposo que son mi motivación, tu necesitas alguien que te de fuerzas para alcanzar tus metas —

—Hoy conocí a una chica, no se como sucedió pero ambos nos besamos, no tengo idea ni de donde salio, solo se que tomamos unos vasos, bailamos y nos fundimos en un beso, lo sentí especial — no sabia por que le estaba contando mis intimidades a una señora la cual no conocía — Mi día iba de lo peor. Mi representante nos boto a mi banda y a mi, se escapo con todo el dinero que habíamos ahorrado durante 3 años para poder empezar a ser conocidos, se lo juro nunca luche tanto como para lograr algo así — las lágrimas habían comenzado a salir de mis ojos, me sentís inútil, y por extraño que suene no me avergonzaba contarle a esa mujer, mujer que para mi era un ángel caído del cielo —

—Los artistas mas reconocidos y queridos pasaron por mucho, iniciaron desde cero, y aun así lucharon y no se rindieron, ¿Te Imaginas que Queen hubiera abandonado su musica? Sería terrible — la mujer me miro con ternura, era horrible sentir ese amor materno por parte de otra mujer y no de tus propios padres — Te tengo una propuesta, ven el Sábado de la siguiente semana con tu banda, puedes dar un Show —

—Me encantaría pero no puedo, tengo que buscar un hogar, estudiar, simplemente no puedo — aparte mi vista —

—Vamos solo intenta lo, nunca sabes que cosas puedes encontrar en este lugar — la sonrisa de esa bella mujer me cautivo, sin pensar acepte su oferta, me levante del banco y saque mi billetera, iba a pagar pero ella se  negó — No, no, no, es un regaló, tal vez cuando seas famoso recomiendes la tienda — ambos reímos y me despedí no sin darle las gracias —

En este mundo si hay ángeles, solo que están ocultos.

Narra Eros

Tiene tiempo que llegue a mi casa, en todo el camino escuche a Efra la novia de Gary, hablar sobre lo asustada que estaba por lo ocurrido, me sorprendió que mi madre no me llamara, bueno es que nunca le dije que si salí de fiesta.

Efra era amigable, pero cada que la miraba a la cara era el mismo recordatorio del por que no tenia a  Gary.

Se habían quedado a ver películas, propuesta de ellos no mía, otra razón mas para soportar sus besos y sus cursilerías.

Pero no todo era malo Jay seguía pasando por mi mente, aun sentía los roses que sus labios me habían otorgado, sus dedos deslizando por mi espalda y bajando esta lentamente, sus pasos de baile, caí en cuenta que no sabia nada de el, solo su nombre.

Cuando empezó el tiroteó Gary me tomo del brazo, fueron segundos los que bastaron para que lo perdiera de vista entre la multitud.

—Cuentanos Eros, ¿quien era ese chico guapo con el que te estabas besando — pregunta Efra.

—Su nombre era Jay — dije cortante.

—¿Es tu novio?— mi mejor amigo soltó una carcajada que se le atoro una palomita por burlón —

—¿Ella con novio?— comenzó a reír aun mas — Eso es imposible, es como pedirle a Obama que deje de ser negro o peor pedirle a México que deje de comer tacos. 

—Vete a la m****a — le aventé una almohada pero esta callo en la cara de Efra la cual estaba indignada y me regreso el Almohadazo, pero esta vez le pegó a mi padre quien iba llegando por la puerta.

—Yo, yo-ooo disculpe señor, no fue mi intención — la chica comenzó a disculparse rápidamente, mi padre la veía confundido y a dolorido por el proyectil impactado en su cara —

Por otro lado yo aproveche el caos y escape lentamente, subiendo las escaleras con bastante sigilo, tanto que era invisible para esos tres.

Prendí las noticias y estaba pasando lo ocurrido esta noche en el antro.

—Un fuerte tiroteo registrado en uno de los Antros y bares mas elegantes de la ciudad han dejado un máximo de 5 personas muertas, hasta el momento no tenemos conocimiento de quienes se tratan, en el lugar de los hechos se encontró una identificación de Jay Pryston, un joven de 21 años de edad, con ojos color gris y cabello negro, los policías no han dado declaraciones si se encuentra entre las víctimas, en un momento mas sobre este caso preocupante —

Estaba impactada, incluso asombrada, nunca debí de haberlo dejado sólo,  ¡Dios! Que  estúpida, ¿que hubiera pasado si no  salía a tiempo?

La foto del chico había salido en las noticias era el, sus ojos grises con azul, su sonrisa encantadora! En aquél momento mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, nublando mi vista.

—¿Hija estas bien?— mi padre había llegado a mi cuarto, iba vestido de una manera informal pero que le favorecía bastante —

—¡No!, tengo el puto corazón roto, y la única persona que lo pudo reparar un momento posiblemente este muerto a punto de ser sepultado y con el la puta mejor noche de mi existencia — mi padre me abrazo, fue la detonación a mi llanto, mi padre me acariciaba el pelo —

—Tío es hora de que me vaya. — no quise mirarlo solo seguía llorando, pero mi padre respondió por mi—

—vete con mucho cuidado y Dile a Edher que mañana iremos a visitar a la abuela — el chico asintió y se fue.

—Tranquila hija, todo estará bien — me beso con dulzura la cabeza y me siguió consolando —

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