Hace cuatro años. Snape. —Cuando te vayas a venir, avísame. Yo me arrodillaré ante ti y me darás de esa leche espesa para poder Alimentarme. Me descontrolo, dándole lo que quiere, sin que me lo tenga que pedir dos veces. Quito su mano con brusquedad de mi dureza y hago a la bruja frente a mi retroceder, hasta que se topa con la pared. Su espalda pega con fuerza y ella gime, adolorida, pero no le presta atención a su propio dolor, porque la excitación puede más. Agarra mi cintura con la intención de no dejarme ir. Mi miembro, aun cubierto por mi pantalón, se restriega contra su feminidad. Muevo mi cadera, clavando todo lo que puedo en ella, quien lanza su cabeza hacia atrás y se regodea con las sensaciones. Su cadera se mueve por instinto, manteniendo fricción conmigo. Dios, como se pone con unos simples roces. Se nota que ella es sensible, y mejor aún, se nota que no puede resistirse a mí, así como yo tampoco puedo ni quiero resistirme a ella. Tomo su cabello con brusquedad, haci
En la actualidad.Snape.Me lleva tres días decidirme, dos días realizarlo y un día volverme uno de los subjefes de La Asociación.He asesinado a Arthur Anderson, y quisiera decir que me arrepiento o excusarme detrás del hecho de que me enviaron a hacerlo para poder ser aceptado en la organización mafiosa más grande de Australia, pero estaría mintiendo.Cuando me dijeron que debía realizar tal hazaña, la verdad es que ya me lo esperaba. Fue una de las tantas cosas que contemplé en mi habitación mientras armaba mis propios planes. Planes que solo me beneficiaban a mí y que eran muy diferentes a los que tenía el ejército.¿De verdad pensaban que iba a regresar así sin más y dejarme comandar por ellos luego de toda la mierda que me hicieron? Estaban muy equivocados, pero yo, al ser el soldado que seguiré siendo toda mi vida, no por rendirle tributo a alguna agencia o gobierno, sino porque es algo que ya llevo en mi sangre, debía usar lo que estaba ocurriendo a mi favor.Cuando escapé de
Hace cuatro años.Snape.—Así. Sí ¡Joder! Sigue así, Sirena. —A pesar de que tengo su muslo atrapado entre mis manos, es ella quien se mueve de manera frenética sobre mí, montándome.Esto ha sido un desastre. Después de que terminamos de follar en el baño, nos duchamos y arreglamos todo para irnos. Bajamos las cosas y las dejamos en el auto, cuando subimos para recoger lo último que nos faltaba, no pude resistirme y la estampé contra la pared comiéndomela a besos.No planeaba que termináramos follando nuevamente, solo quería besarla un poco antes de que nos fuésemos, pero una cosa llevó a la otra, y ahora era yo quien me sometía ante la posesividad de esta fiera apasionada que no deja de subir y bajar sobre mi pene, dándome un placer inigualable.No tuve oportunidad alguna de no caer por ella, de dejarme llevar por sus encantos, forma de ser, y todo lo que me hacía sentir con solo saber de su mera existencia. Creo que estoy jodido, y al ser la primera vez que experimento este tipo de
En la actualidad.Snape.—Sí que nos dejaste impresionados. Sabíamos que serías capaz de hacerlo, pero él era una persona muy cercana a ti y a tu padre adoptivo. Pensábamos que eso te frenaría un poco.Ahora ya nada me frena.Ya no suelo pensar tanto las cosas como antes, solo analizo lo necesario e importante. Ahora, cuando sé que debo hacer algo que me beneficia, no lo pienso dos veces. Voy por ello, sin importar a quien dañe.—Cumplí con mi parte del trato, espero que ustedes cumplan con la suya. Sean leales y transparentes conmigo y yo lo seré con ustedes —aseguro.—¿Tienes palabra, Snape? —Odio sus voces robotizadas.—Si no la tuviera no estaría aquí.—Una vez ya juraste serle fiel a USA y aquí andas tranquilo luego de haber asesinado al vicejefe de estado.—Eso es porque, como ya he dicho innumerables de veces: sean leales y fieles conmigo y yo les daré lealtad y fidelidad de vuelta, pero traiciónenme y se les vendrá todo el peso de la venganza. Y créanme, no quieren tenerme de
Hace tres años y diez meses.Snape.Tenemos una semana de haber llegado a la Isla Tasmania. Seguimos y seguiremos en Australia, aunque la pista que le hemos dado a todos los lleva a creer que nos hemos ido del país.En este momento estamos situados en una muy acogedora cabaña a la que había venido anteriormente con una amiga. No era tan amiga mía como se supone que Mike sí lo era, y me di cuenta de que mucho menos íbamos a serlo cuando me confesó que estaba enamorada de mí. Yo no sabía qué hacer, éramos muy jóvenes, teníamos quince años. Yo ni siquiera sabía lo que era el amor.Quiero creer que lo que estoy viviendo ahora lo es.Lo último que supe de Karine es que le dijo a Fernando que era mi novia. No sé por qué le dijo eso. He llegado a sospechar que se obsesionó un poco conmigo, pero no le di o le doy la suficiente importancia porque debido a mi trabajo casi nunca la veo. De hecho, llegué a pensar y sigo pensando, que no tengo el tiempo suficiente para estar con una persona de man
En la actualidad.Ava Jones.Giro en el momento en que siento que todo mundo mira hacia un punto en específico. Busco qué es lo que está pasando, y entonces los veo…Ellos vienen caminando como si pertenecieran a la realeza. Como si fuesen los dueños del mundo y todos nosotros sus esclavos: unos simples mediocres tendidos a sus pies.Sacudo mi cabeza en negación y una pequeña sonrisa incrédula hace de las suyas en mis labios. Esto iba a ser demasiado obvio. ¿Por qué no lo vi venir? A mí me impusieron casarme con Dante. Él aceptó que nos comprometiéramos, pero todo este tiempo estuvo jugando. Se pasó el momento de casarnos y no puso el bendito anillo en mis dedos. No sé qué estaba esperando, por algún motivo no le hicieron nada o le dijeron algo por no cumplir y casarse conmigo como debería de haber pasado, ya que fue lo que designaron los siete jefes de La Asociación.Quiero avanzar y quitar las manos de esa arpía de encima de él, pero no tengo el derecho. Sé lo que ocurrió sin siquie
Hace tres años y diez meses.Snape.—Huele delicioso —exclama ella, colocando sus manos alrededor de mi cintura, abrazándome desde atrás.—Lo sé, aprendí a cocinar desde niño —confieso.—Pues, lo haces bien —besa la parte trasera de mi cuello y muerdo mi labio al sentir la humedad que deja en esa zona. Tengo que advertirle que deje de hacer eso o va a desconcentrarme —. Aunque, no me refería mucho a la comida, sino a ti —suspira en mi cuello y vuelve a besar allí antes de bajar, dejando pequeños besos en mis omoplatos.Enarco una ceja por su confesión.—¿Ah sí? —pregunto, sin dejar de hacer lo que estoy haciendo.—Por supuesto. Nunca dejes de usar el mismo shampoo o loción. Es tu marca, lo que te hace ser tú.—Oye, como que de verdad te pega eso de ser sirena. No solo por la apariencia sino por el embrujo que lanzas. Tan solo das una orden o quieres algo y ya nos tienes a tus pies.—Podré tener a muchos a mis pies, pero ahora solo me importas tú —esas palabras me hacen dar media vuelt
En la actualidad.Ava Jones.El día lunes llega, y con él se viene el primer encuentro como compañeros de trabajo y dueños del tercer escalón de la pirámide. Éramos cuatro personas, ahora con Snape seremos cinco.Entro a la finca, el cual es nuestro lugar de trabajo. Estaciono el auto y decido tomarme un tiempo conmigo misma. No salgo, prefiero quedarme y meditar mejor todo lo que ha ocurrido y lo que va a ocurrir.Estoy llegando a la conclusión de que, pase lo que sea que pase, debo mantenerme alejada de él lo más que pueda. Haré mi trabajo, como siempre, pero ahora debo ser cautelosa. Estoy por lograr eso que tanto he querido: que mi hijo sea intocable. No debo fallar ahora. Debo completar los pasos que siguen para que sea una realidad.Creo que ahora el problema más grande con el que debo lidiar es que ya mi hijo está en la etapa donde todo lo pregunta. Mi gran temor desde que nació es que me pregunte por él. ¿Qué carajos le voy a decir? Él no tiene un padre. Punto. Prefiero vivir