Hace tres años y ocho meses. Snape. Dos meses más donde he salido, huido, conseguido información que me tiene en dudas, pero al mismo tiempo afianza más el cariño que tengo por la mujer que ahora se encuentra durmiendo entre las sabanas de la pequeña habitación de esta cabaña. No puedo dejar de mirarla, adorarla. Últimamente he sido más posesivo de lo normal y ella lo está notando. No me he podido contener y en cada lamida, beso y penetración le he dejado en claro que es mía. Solo mía. Al principio se negaba y se resistía, pero ahora llega, se sienta en mi regazo y me susurra al oído que demuestre que tan suya soy, que la tome, la azote y le dé fuerte, teniéndola en mil posiciones. Ella me hace enloquecer. Me hace no querer salir de este círculo vicioso al que está sometido nuestros cuerpos. Endersson me ha ayudado mucho desde afuera. El hijo de Ava está bien. Quienes no lo están son mis superiores. Me siguen buscando por todas partes. Hace unos días me llamó Fernando, como era de
En la actualidad.Ava Jones.Llego a la oficina donde se propiciará la reunión y tomo asiento en uno de los laterales de la larga mesa que se encuentra en todo el centro del amplio espacio. Está prohibido sentarse en la cabecera de la mesa porque ese puesto es exclusivo de Sebastián.Ahora que pienso en él. ¿Qué demonios querrá de mí? Hoy quiero salir temprano, por algún motivo extraño mucho las manitas de mi hijo apapachándome y dándome todo el amor que nunca tuve. Lamentablemente debo cumplir con mis deberes y encontrarme con mi superior para así poder saber qué quiere y salir de eso rápido.Por lo menos pospuse la reunión con Flores.Abro mi carpeta y comienzo a revisar todo lo que adelanté esta mañana. Nunca entrego algo sin haberlo visto por lo menos dos veces y así comprobar que esté bien. Soy de esas personas que odian salir mal en sus trabajos o proyectos. Tengo una leve obsesión con las buenas notas y todo lo que tenga que ver con aprender. Soy curiosa, si hay una palabra que
Hace tres años y ocho meses.Snape.—No sé quién está más loca, si ella o tú.Intento seguir trabajando, pero estas dos mujeres teniendo la música a todo volumen me aturden. No solo escuchan música, sino que la están cantando, o mejor dicho gritando. Tenemos aquí un espectáculo más grande del que hubiese hecho algún artista famoso.La verdad es que estoy impresionado. Han pasado dos semanas desde que está Karine aquí, y, aunque no me gusta del todo porque he dejado un poco de lado mis encuentros sexuales con mi chica, al mismo tiempo estoy feliz…Estoy feliz porque ellas están felices.Siempre tienen algo para hablar, algo qué cantar o hacer, mil cosas con las que distraerse. Ava está muy activa, nada de esperar a que yo termine de hacer mis deberes para poder hacer cosas a mi lado. Sonríe mucho, bromea mucho, y casi no pregunta por su hijo. A veces pienso que Karine es una excusa que está usando para no pensar en lo que está pasando.Volteo a mirarlas, ambas están en trajes de baño p
En la actualidad. Ava Jones. Dos semanas más han pasado. Una boda se aproxima. Solo sé que, si quiero lo mejor para mi hijo, debo seguir como voy. Entro en el Pen-House y me encuentro con un desastre de pintura, incluso los muebles están manchados y las alfombras tienen muchos cuadros y hojas blancas con soles pintados en ellas. Suspiro profundamente, tratando de no pensar en el tapizado y lo caro que saldrá sacar su pintura, porque encima, usó la que no se puede sacar tan fácilmente. —Oh, señorita Jones… —Alma aparece por el pasillo y mira a su alrededor. Juguetes tirados por todos lados, el estante de la biblioteca desordenada, una música infantil resonando desde el pasillo por donde ella apareció y hasta un pony de inflable a medio llenar está sobre la mesa del comedor. Todo está hecho un desastre, y luego de verlo por segunda vez, vuelvo a posar mi mirada en la niñera, quien ahora me observa avergonzada. —Ya iba a comenzar a limpiar todo. —Pensaste que llegaría tarde ¿no e
Hace tres años y siete meses.Snape.—Fue un placer tenerte aquí —aseguró Ava.Creo que será mejor que hable por sí misma, porque para mí fue irritante, demasiado irritante. Ya siento la emoción del poder presenciar, finalmente, cuando tome el pomo de la puerta, lo gire y salga de mi cabaña.—El placer fue todo mío. Espero de verdad que no se olviden de mí, así como yo no me olvidaré de ustedes jamás.Ella y Ava se abrazan y yo ruedo mis ojos, sin querer acercarme más de la cuenta. No veo el momento en el que esto acabe, en el que todo acabe.Ella era mi mejor amiga, sí. Aún sigo considerándola como una persona muy importante en mi mundo, aunque piense que enloqueció un poco. Es verdad que, desde que llegó, ha ayudado a mi chica a mantenerse distraída, y que ha demostrado que se puede cambiar. Ha madurado, se ha convertido en una persona que piensa más, que vive más, y que deja ir.Tuvimos una buena conversación esta mañana. Karine regresará a casa y le hablará a mi padre sobre mí. No
En la actualidad.Ava Jones.—La cuestión es la siguiente…Nos encontramos en la sala de reuniones. Sebastián está a la cabeza, sentado en el otro extremo de la mesa, mientras los demás nos miramos unos a los otros en el resto de la mesa. En el extremo opuesto, se encuentra la persona a la que le toque hablar o explicar los casos correspondientes a esta semana, esos que se deben resolver cuanto antes.En esta ocasión, mi adorado —nótese el sarcasmo— Dante, es quien llevará a cabo uno de los tres trabajos que se han fijado como prioritarios y deben ser resueltos esta semana.—Habla rápido, quiero ir a disfrutar del fiestón que hay abajo —se queja Fausto —, ¿A quién se le ocurrió hacer una reunión en medio de una fiesta?—¿Disfrutar de la fiesta o irte a follar a tu secretaria debajo de las escaleras? —Ironiza Snape.—Ahora tendré que cambiar el lugar por tu culpa.—Estaba diciendo que —Dante levanta la voz, sonando irritado por la interrupción. Snape se mantiene serio, Fausto da una ri
Hace tres años y siete meses.Snape.Sonrío sin poderlo evitar mientras abro la boca una vez más. Ava acerca su mano con una cuchara entre sus dedos, la cual contiene arroz y trozos de carne que se ha esmerado en hacer y que le ha quedado deliciosa. Ya me he acostumbrado a su comida. Es deliciosa.Había preparado un asado muy temprano, mientras yo me encontraba centrado en mi trabajo. Es algo que suele hacer mucho. Ella ahora se distrae aprendiendo a cocinar, haciendo yoga, ejercicio, o aprendiendo a nadar. El lago le ha servido mucho.—Eres mi bebé consentido —bromea, antes de comer ella y luego darme otra cucharada a mí.—Espero ser el único.—Ven aquí, niño celoso —palmea sus piernas, y yo me siento sobre ellas. Se queja a los pocos segundos y yo me río, mientras hago que abra sus piernas y me siento entre ellas. Le quito su cuchara y le doy de comer, así como ella hace conmigo.—Tenemos que buscar otro lugar, ellos ya se están acercando. —Comienzo a explicarle y su sonrisa se borr
En la actualidad.Ava Jones.Dante me trae a mi departamento, pero no previmos algo.Y es que, Snape, en un ataque de lo que parece ser rabia, nos ha seguido.Parece ser que mis palabras le han dolido, y no puedo pensar con claridad, todo lo que sé es que estoy disfrutando haber aplastado esa sonrisa de su rostro. Sin embargo, al mismo tiempo, mi corazón comienza a latir con desesperación debido al temor que ha embargado mi cuerpo.Él acaba de ingresar al departamento casi tumbando la puerta y a mi apenas me ha dado tiempo de encerrar a Damián, mi hijo, SU hijo, en su habitación, para que él no sepa de su existencia.—¡Ven aquí ahora mismo, Ava! ¡No seas esta maldita cobarde que siempre fuiste! —Impone.Termino de cerrar la puerta de mi hijo, quien se sentó en su cama a seguir jugando con sus autitos. Le puse música relajante, tratando de que no escuchara el escándalo que había a solo metros de su lado.Mis palmas sudan cada vez más. Los gritos de Dante y de Snape no paran de resonar