Cuando te enteras que los sueños de monstros feroces y las brujas de las historias infantiles no son reales, te sientes el mayor idiota por haber creído alguna vez en ellos. Bueno, eso fue lo que ocurrió conmigo cuando supe la verdad de las personas que dijeron cuidarme desde el inicio y al final resultó ser una farsa. Aun me siento idiota. Es algo que jamás se va. Te queda en la memoria, incluso el sentimiento se queda.Desde mi posición. He abandonado a las personas que más me necesitaban.¿Alguna vez te rendiste sin saberlo? ¿Quizás en la escuela con las tareas? ¿El trabajo? Y si no es así, mis más sinceras felicitaciones por no darte cuenta. Cuando lo haces, creo que todo en tu mente acaba por engañarte y decirte que solo es una ilusión, nada serio. Pero te afecta inconscientemente.Me rendí sin saberlo, lo dije y lo exprese sin sentirlo al 100%. A
Capítulo 1El olimpo.Un lugar que a simple vista podrá verse maravilloso. Sus hermosas torres blancas adornadas con los enormes ventanales de cristal, los arcos en las entradas a palacio siendo talladas con figuras que representan a los dioses, además de los jardines con el doble de tamaño de un estadio de futbol americano. Por los cielos apreciabas como esas bestias míticas pasaban en todo su esplendor, algunos de los dioses ejerciendo sus trabajos.El lugar que todo fan de Good of War quisiera visitar para iniciar su guerra. Como esperan que yo haga.Mi estadía en este lugar ha sido del todo tensa. Paso las mañanas en la ciudadela en un salón de juicio que normalmente casi no se utiliza, pero ha sido reservado para llevar mi caso y ser enjuiciada por los dioses que no me quieren viva. La tarde es libre para pasear por donde lo desee. Después de tod
Capítulo 2—Acepto.—Has tomado la mejor deci…—Con condiciones.Mi vida dependerá de esta mujer. Podrás ver ese elegante rostro en una sonrisa hogareña dando todo de si para hacer confiar a todos. Pero yo veo a través de sus ojos, dos flamas ardiendo en petulancia y algo más gris que se asoma por sus pupilas. Si voy a caer en su juego y convertirme en un peón mas, no seré el que se sacrifique a mitad del juego. Ella podrá ser el Rey, pero yo seré la Dama… dispuesta a ser reina.Para jugar al caballo de Troya me temo que debo poner mis condiciones, unas en la que, si se desata la batalla, yo salga librada e impune de su argucia.—No lo vi venir —Sonrió y dejo la copa de vino—. Supongo que es entendible y justo —Suspiro, podía notar su desilusión—. ¿Cuáles son t
Capítulo 3De nuevo, en esta sala donde solo se habla y especula de lo que puedo o no hacer. En más de una ocasión han intentado incriminar a personas cercanas a mí, pero no se los he permitido. He peleado no solo por mi libertad, también por la vida de la familia que deje atrás.Y aquí estoy, al lado de la diosa del fuego y el hogar. Los dioses se sorprendieron cuando la vieron entrar por las puertas conmigo, fueron rostros de sorpresa, excepto por uno que no mostro sentimiento alguno, Zeus. Para variar, la forma en que se dirigen a mí ahora no es igual, ahora que tengo un defensor de mi caso, todo se ha vuelto más serio. Se dirigen a mí como la acusada, no como la traidora. Esa es la poderosa aura de Hestia, lo que puede cambiar ahora.Gracias a mi nueva defensa, hemos sido cambiados de salón. En el que nos encontramos es parecido a un tribunal, la enorme mesa que rod
—Hestia ¿Qué ocurrió ahí dentro? ¿Cómo que prevalece mi sentencia? ¿Ya fui condenada? ¿Cortaran mi cuello? ¡No pueden cortar mi hermoso cuello! ¡Hestia! ¿Moriré y reencarnaré de nuevo en la tierra?Estaba desesperada por las respuestas. Tanto que mi lado estúpido salió a relucir como trofeo recién pulido.—Para haber sido una niña introvertida en tu segunda vida, hablas mucho.—¿Me halagas?—Tomalo como un comentario amistoso.Su falta de interés por aclarar mis dudas solo picaba más mi curiosidad. Así que seguí sus pasos hasta regresar al palacio, como pollita siguiendo a mamá gallina. Cosa que no me agrado, pero lo hacía por la información.Luego de salir del salón del juicio, la mayoría de los dioses solo nos lanzaron miradas de bala para después desaparecer, cosa que antes no hacían. Quizás las palabras de Zeus fueron así de impactantes que no las entendí, por un segundo imagine que sería despojada de mi defensora y vuelto a las disputas de hace una semana. Cosa que me aterro, así
Luego de varios minutos en los que mi ninfa no volvía, tuve la decencia de salir y buscarla. Realmente no era por ella, era por los chocolates... bueno, también por ella. Es una chica linda y buena, conmigo no ha sido mala, así que al menos deseaba que esa chica no tuviera ningún percance. Algo me dice que puede deberse a mí.—¿Ocírroe? —La estuve buscando por algunos lugares que considere obvios, como la cocina—. ¡Ocírroe! —Y la chica no estaba en la cocina, pregunte a una de esas ninfas que trabaja en la cocina por la mía—. Disculpa ¿Has visto a Ocírroe?Y su respuesta no me gusto para nada.—Hestia —La puerta se azoto contra la pared—, tengo que pedirte un favor.La diosa al otro lado de la habitación volteo su rostro a mi dirección, en sus ojos sorprendidos note el susto que le provoque. —¿Tu a mí? ¿De qué trata?—Es mi ninfa —Su actitud paso de sorprendida a indiferente—. Desapareció desde anoche, dijo que iría por bocadillos y nunca regreso. Ella no se iría sin decirme algo.Cru
—... el juicio avanza a su segunda fase —La voz del sátiro resonó—. Como lo ordenan nuestras leyes de ahora en adelante las sesiones se harán una por semana. La defensa podrá mostrar su parte y se darán los resultados en la siguiente sesión.Ya habían pasado dos días desde lo ocurrido e Isabella se había preparado para confrontar a quienes la deseaban muerta. Sus advertencias solo le dieron a entender cuan peligrosa podría ser para las dioses. Dándole nada más que poder a su conciencia. Por qué sería capaz de acabar con ellos si así se lo proponía. Significa que quien lleva las riendas de ese juicio era ella desde el inicio.—¡Zeus! —Antes que siquiera iniciara el juicio en su contra, Isabella habló—. Tengo una queja.—¿Qué haces? Hestia se sorprendió al verla hablar.—Pido la palabra para expresarme libremente.Los dioses sentados iniciaron a murmurar, preguntándose por qué la acusada se atrevía a pedir algo en el juicio. Sin embargo sus leyes lo permitían. Así que no podían hacer n
—¿¡Veré a mi madre!?—Siéntate por favor.Habían pasado unas pocas semanas desde el incidente con la diosa del matrimonio. Misma que había estado confinada en su cámara desde entonces. Pero de vez en cuando el palacio tiembla por uno de sus ataques de ira. Muchos han querido calmarla, pero saben que mientras no salga nadie dañado, no pueden hacerla algo a la diosa. Ordenes de su esposo.Pero luego de unos cuantos juicios donde se me removieron algunos cargos y dieron castigos de servicio comunitario, he logrado conseguir el permiso de ver a mi madre. Por lo visto he logrado dar a entender que no estaba conjeturando con Selene, mi madre.—¿Entonces?—¿Entonces? —Ambas nos sentamos en el mismo sofá—. Lo que has escuchado.—¿¡Cuando!? —Estaba tan emocionada, por fin podría verla—. ¿Sera hoy? ¿Podré llevarle un regalo? ¿Comida? ¿Ella está bien?—Todos los días es tratada por los mejores sirvientes, las mejores meriendas y los mejores cuidados. Tú dime. —Parecía sarcasmo, pero solo me esta