Resoplando y respirando agitado, Joel llegó junto a su coche.
Apoyando las manos en el techo del vehículo, intentaba recuperar el aliento.
-¿Qué demonios ha sido eso?- se preguntó a sí mismo.
Su corazón aún latía de manera acelerada.
No era muy normal cómo se había sentido al verse bajo la mirada de Bale.
Moviendo la cabeza, quiso borrarlo.
Luego abrió la puerta del coche y subió.
Dejando la grabadora y el papel con las preguntas en el asiento del copiloto, se agarró del volante con ambas manos y fijó la vista en el salpicadero.
Soltando un suspiro, metió la llave en el contacto, la giró y el motor despertó.
Se incorporó a la calzada.
Durante lo que duró el trayecto hasta el apartamento de Holly, Joel no podía borrar de su mente cómo le había intimidado Bale.
Exactamente no había sido tal cosa sino algo similar hacia algo prohibido.
Como cuando de niño te prohíben, por activa y por pasiva, que no puedes tocar algo y tienes esa necesidad de desobedecer, así era como se había sentido Joel.
Y no entendía porqué.
Sobre las una y media llegó al piso de Holly.
Quitándose el cinturón de seguridad, cogió con muy mala leche la grabadora y el papel de las preguntas, salió del coche y se apresuró hacia el portal.
Llamó al timbre de su amiga y la voz de ésta le respondió:
-"¿Quién es?"-
-Abre- mandó él.
La puerta hizo un ruidito y el joven la empujó.
Cuando apareció en el descansillo de la planta en cuestión, Holly lo esperaba en la puerta.
-¡Caray, no creí que fueras tan rápido!- sonrió ella.
Joel, un poco enfadado, trotó hacia su amiga.
-Entra que vamos a hablar tú y yo detenidamente - señaló al interior del piso.
-Uy uy, algo te ha pasado - haciéndole caso, permitió que él entrara primero.
Después cerró tras de éste.
Llegando al saloncito, su amigo agitó en el aire el papel que ella le había dado
-¡Menudas preguntas haces!- espetó.
-Las que todos quieren saber - se defendió ella.
Joel aclaró:
-No pienso volver a hacerte ni un favor más -
La pelirroja, estupefacta, le miraba fijamente.
-¿Qué diablos te pasa?-
Entregándole la grabadora y el papel de las preguntas, él le respondió:
-Que me ha puesto nervioso-
-¿Qué?-
-Lo que oyes, Holly ese tío no me da buenas vibras- aclaró Joel.
-Qué exagerado eres- rió la chica.
Se le oía la voz tomada pero ya se veía mucho mejor desde ésta mañana.
Caminando hacia donde tenía los auriculares, Holly los enganchó en la grabadora y pulsó el play.
Escuchó atentamente cuando oyó la pregunta de la voz de Joel:
"¿Le gusta dominar o que le dominen?"
"¿Y tú?"
Atónita, ella dirigió la mirada a su amigo.
Rápidamente pasó la cinta hasta volver a oír:
"¿Prefiere a las mujeres o a los hombres?"
"¿Y tú?"
Paró la cinta, se quitó los auriculares y todavía pasmada, exclamó:
-¡Le has gustado!-
-¿Pero qué dices?- rió nervioso Joel.
-¡Dos, dos veces te ha preguntado "¿Y tú?" con la idea de saber de ti!-
-¡Venga ya! Eso no es...-
"Yo no soy gay"
"Yo no te he preguntado si eres gay"
"La balanza, de momento, se inclina más hacia el lado masculino"
"Ya me has dejado claro que no eres gay"
-¡Me sacó, sin preguntar, si era o no gay!- dijo Joel, atónito, a su amiga.
-Muy inteligente por su parte - repuso ella.
-Es...es un tío muy...raro-
-¿A sí?- inquirió ella.
-No...no se decanta ni por las mujeres ni por los hombres y dice que no es bisexual-
-Será pansexual- alegó ella.
-¿Pan qué?-
-Son personas que no se fijan en el sexo sino en el conjunto en sí - explicó su amiga.
-No...no quiero oírlo, ya...ya tienes tu entrevista, no me pidas nada más, al menos que tenga que ver con él - claudicó Joel.
-Te estoy muy agradecida- sonrió Holly.
-Sí, debes- forzando una sonrisa, Joel se despidió -Hasta mañana si es que te encuentras mejor -
-Hasta mañana-
El joven salió del apartamento dejando a Holly con la mosca detrás de la oreja.
Rebobinando la cinta, empezó a oírla desde el principio.
Joel salió antes de las siete de la mañana a correr.
Ya que el día anterior no pudo por hacerle el favor a su amiga, hoy tendría que correr antes de la primera hora de clase.
Terminándose de atar las deportivas, buscó su Ipod, enganchó sus auriculares, se los puso y seleccionó una canción.
Nada más oírla empezar, abandonó su piso.
Se echó a la calle y comenzó una marcha suave.
Todavía le seguía dando vueltas a lo que Holly le había dicho sobre que a Bale le había gustado.
-Puf, pues no tiene ninguna esperanza- se dijo en voz alta.
Apretó la marcha.
Empezaba a verse gente activa de un lado a otro.
El tráfico también iba en aumento.
Sin darse cuenta pasó junto a un coche negro que esperaba delante de más vehículos a que el semáforo cambiara.
Dentro del susodicho iba Bale, quien lo vio pasar.
Arrugando el ceño, se echó hacia delante y anunció a su chófer:
-Ian, ya voy dando un paseo -
-¿Seguro señor?- preguntó el hombre.
-Seguro- dándole un par de palmaditas en el hombro, salió del coche.
Observó que Joel giró la esquina de la calle y echó a andar en la dirección opuesta con la idea de encontrárselo de frente.
El castaño, controlando su pulso, miró el reloj-cronógrafo que llevaba.
No detuvo su marcha pero sí la ralentizó.
Con la cabeza gacha, no vio que el moreno se le acercaba:
-Muy temprano para correr-
Alzando la vista no le dio tiempo a pararse y dio varios traspiés.
Por suerte no cayó de bruces sino que fue a parar entre los brazos de éste.
-¿Estás bien?- se interesó Bale.
-¿QUÉ?- gritó Joel.
No le oía debido a la música.
Bale, usando una mano, quitó uno de los auriculares
-Pregunto si estás bien -
-S-sí - rápidamente, el joven se apartó de sus brazos.
-Pareces asustado- dijo el moreno con su típica sonrisa.
-Acabo de enterarme que ayer estaba tirándome los tiestos- achacó Joel cruzándose de brazos.
Bale se echó a reír.
-¿Di esa impresión? Discúlpame, no era mi intención -
-Da igual, puede tirarme los tiestos, los tejos o hasta los ladrillos- espetó, hipócritamente, Joel.
-¿A sí?-
-Sí- encogiéndose de hombros, el chico aclaró -No tiene nada que hacer conmigo, ya se lo dije-
-No, no me lo dijiste- seguía sonriendo el hombre.
-Sí, sí se lo dije- repuso Joel.
El moreno dio unos pasos hacia su persona, cosa que puso de nuevo tenso a Joel
Usando su índice y corazón, Bale asió del mentón a éste.
-Me dijiste que no eras gay, no que no tuviera esperanzas -
Apartando la cara de sus dedos, Joel exclamó:
-¡Es lo mismo!-
-¿En algún momento usé en mi vocabulario la palabra gay para referirme a los hombres?- inquirió Bale.
Joel sintió que la sangre no le circulaba y el moreno volvió a aproximarse a él.
-No, ¿Verdad? Dije que la balanza se inclinaba hacia el lado masculino, pero no obligatoriamente han de ser hombres gays-
-Tengo prisa- Joel intentó sortearlo cuando una mano del hombre le agarró de su brazo.
-Tú tranquilo, que ya sabrás cuando te "estaré tirando los tejos"- dijo Bale.
-Mire, me va a hacer mandarle a la m****a y no quiero que piense que soy un maleducado, así que suélteme porque quiero correr antes de ir a clase-
-¿Has desayunado?- ignoró su respuesta el moreno.
-No- refunfuñó Joel.
Soltándole del brazo, Bale dio unos pasos hacia delante y pidió:
-Desayuna conmigo-
-No...no puedo, lo siento...oooo- el joven fue arrastrado por el hombre hacia una cafetería.
-O...oiga, le he dicho que no puedo- espetó, seriamente, Joel.
-Ya te he oído -
-¿Y por qué no hace caso?-
-Porque no suelo hacer caso- aclaró Bale.
-Pues debería-
-No tengo porqué - girando el rostro, anunció -Y en todo caso tú serías quien debería hacerme caso a mí solo por cortesía y respeto-
-¿Qué respeto ni que ocho cuartos?-
Bruscamente, Joel golpeó con la espalda en la primera pared de cemento más próxima a ellos.
La mano que lo había estado agarrando de la suya, la notó sobre su pecho y los ojos del azabache se clavaron en los suyos.
-Porque soy mayor que tú-
Bale sonrió de forma traviesa.
-A...a las ocho empiezo las...las clases- titubeó Joel.
-No te entretendré - retirándose de él, Bale le señaló hacia la cafetería.
Vacilante, Joel caminó delante de él.
Ignoró que el moreno le escaneaba de arriba abajo centrando su atención en su trasero.
Rió para sí.
El que no fuera gay no le impedía, en absoluto, seducirle.
Sabía perfectamente qué le gustaba a los hombres.
Él era uno.
Por alguna extraña razón ese chico le había impresionado en el instante en que lo vio entrar en su despacho en chándal.
Bale no era el tipo de hombre normal que solo busca sexo.
No.
Él no practicaba el sexo común y corriente.
Y nadie de su entorno más cercano lo sabía.
Tampoco era de los que disfrutaban haciendo el amor.
No.
Lo suyo era distinto.
-¿Está aquí?- la voz del chico le hizo regresar de sus lujuriosos pensamientos hacia él.
-Ésto me pasa por no desayunar - bromeó Bale.
-Ya-
Joel le miraba un tanto extrañado para, uno detrás del otro, entrar a la cafetería.
-¿Le gustó la entrevista a su amiga?- preguntó Bale después de que le trajeran el pedido. -Aún no le he preguntado- respondió Joel mareando el café. -Cuando le preguntes házmelo saber- sonrió éste. -Claro, le mandaré un fax- rezongó, sarcásticamente, el joven. Una tarjeta apareció delante de sus ojos -¿Qué...qué es ésto?- inquirió señalando la tarjeta -Mi tarjeta, ahí está mi número personal- -No la quiero, gracias - rechazó tal, Joel. -Cógela - el moreno no sonaba a petición sino más bien a orden. A regañadientes, Joel la cogió y se la guardó en el pantalón de chándal. La sonrisa regresó al rostro del hombre -Está perdiendo el tiempo conmigo - dijo el castaño, completamente seguro de sus palabras. -Eso deja que lo decida yo- repuso Bale. -Como quiera- dibujó una mueca de desgana Joel. Dando un sorbo a su café, Bale preguntó: -¿Tu vida gira en torno a tu carrera y
Puntuales como un reloj, ambos amigos junto con Ricky, esperan en el hall del hotel. Joel denota nervios mientras que Holly está totalmente relajada. Ricky, mirando al primero, siente curiosidad por su estado de nervios.-Parece como si tuvieras miedo de algo- le dijo. El castaño, dejando de dar paseos de un lado a otro, le miró fijamente.-No, estoy...estoy bien - Nada más decir tales palabras, oyeron unas voces que se acercaban hacia ellos. Holly se enderezó. Ricky se situó a su lado. Joel , tragando saliva, dirigió la mirada hacia delante. En segundos vio aparecer a Bale quien era acompañado por otros tres tipos. Charlaban distendidamente hasta que el moreno descubrió al joven. Sonriendo, dio unas palmaditas en el hombro al hombre que estaba más cerca suya. Después estrechó la mano al otro. Éstos se despidieron de Bale. Aproximándose a los tres amigos, el moreno s
-Espero que haya desistido de la idea de “tirarme los tejos”- repuso Joel mientras movía su café. Uniendo sus manos, el moreno contestó: -No- -Pues debería – dejando la cucharita en el plato de la taza, el universitario dio un sorbo y volvió a depositar ésta en el platito. -Nunca desisto de lo que me encapricho- aclaró Bale. -Pues lamento decirle que conmigo lo tiene complicado- sonrió Joel. -O eso es lo que tú quieres que crea- los labios del hombre formaron una fina línea. Riendo con ironía, el castaño aclaró: -Oiga, no…no es solo que yo no sea gay- -¿Y entonces qué es?- -Que no le conozco – -Pues conóceme – repuso Dominic. Al joven se le disparó el corazón y rápidamente se levantó -Lo-lo siento he…he de irme-Como un vendaval cruzó dirección hacia la puerta de la cafetería. Bale, imitándole fue tras él. ¿Por qué diantres insistía? Normalmente no s
Descamisado, entre dos luces y un vaso de whisky en su mano, Bale le daba vueltas al casi beso que a punto estuvo de darle al joven. Unos milímetros. Eso había faltado para fastidiarlo todo.Soltó el vaso a un lado y dio un suspiro. ¿Por qué con éste le costaba tanto controlarse? ¿Por qué no lo olvidaba y buscaba a otro? Así lo había hecho cuando se les resistían pero con Joel no quería desistir. Dirigiendo la otra mano hasta su móvil, buscó un número. Tras marcar dio al manos libres y esperó. Una voz, al otro lado, le contestó: -“Buenas noches, señor Bale”- -Buenas noches – dijo éste -¿Algo más que hayas averiguado del chico?- -“De momento que estudia en la facultad del estado y que es soltero, nada Más, lo siento pero en tres días es complicado”- -De momento esa información es suficiente, sigue investigándole y no le pierdas de vista – -“Como di
"I'm pagin' Aroma, pagin' Sada Had lil' poom-poom, she called me dadaKiss the poom-poom, so oochie-walla Praise the fatha, praise the fatha, praise!..." Entre risas y la mente en blanco, los tres se lo pasaban en grande. Bailaban completamente entregados a la música. Entre bailoteos y diversión, el alcohol iba y venía. Joel empezaba a notarse mareado. Holly y Ricky estaban más acostumbrados a beber como cosacos y solo habían alcanzado el puntito justo. La vejiga del castaño le avisó que o iba al aseo o reventaría de tanto líquido como había ingerido. De un trago se acabó su whisky y acercándose a Holly anunció: -Voy al...al aseo, hips- -Madre mía pero ¡Si estás borracho!- rió ella -Yo no soy un...hips...alclohico como tú y...hips...éste - habló Joel trabándosele la lengua. -Se dice alcohólico - reía Holly. Su amigo hizo un gesto de no int
Ian estacionó en el parking subterráneo del edificio donde Bale vive. Parando el motor, giró la mirada al moreno, quien con la cabeza de Joel descansando en su regazo, lo observaba detenidamente. -¿Necesita algo más, señor?- preguntó el chófer. -No, hasta mañana no necesito nada más - saliendo del coche, Bale cogió nuevamente en brazos al joven y se dirigió hacia el ascensor. Ian les vio alejarse para perderlos de vista una vez entraron al ascensor. Como si no le supusiera esfuerzo alguno, Bale atravesó la puerta de su dormitorio. Acercándose a su cama, depositó en ella a Joel y comenzó a desnudarle. Primero le quitó los zapatos, luego los pantalones, los cuáles tiró hacia el pasillo. Siguió con la camiseta, que también tuvo la misma suerte. Dejándolo en ropa interior, lo incorporó un poco y apartó la colcha y sábana. Seguidamente volvió a tumbarlo. Igual que un padre arropa a
Como nuevo, Joel bajaba las escaleras apresuradamente llegando al salón.Allí, Bale, con el aspecto con el que Joel lo había conocido, le esperaba.El joven caminó despacio parándose a una distancia prudencial entre él y el moreno.Éste observó que Joel no se había secado bien el pelo pues lo tenía húmedo-Llevas el pelo mojado- señaló-No sé donde tiene el secador- alegó el chico.-¿Y por qué no me lo has preguntado?--Tampoco importa-Bale le indicó la mesa donde había un gran desayuno preparado-Me gustaría que desayunaras--Er...no tengo hambre- rechazó el castaño su invitación -Además tengo que irme, no quiero seguir abusando de su hospitalidad señor Bale --No estás abusando- una sonrisa pícara asomó en el ro
Dejando escapar un jadeo, se enderezó en la silla. Todo él temblaba. Lo había leído de principio a fin y a cada palabra se había sentido terriblemente alterado. El corazón le latía de forma acelerada.El vello de cada parte de su cuerpo se le había erizado. ¿Por qué Bale quería que supiera aquello? Tragando saliva miró su móvil. Le había dicho que le haría saber que se lo había leído pero ahora dudaba. Situando la mano sobre el teléfono, no estaba seguro querer llamarlo cuando, de repente se sobresaltó al oír su móvil. Lo cogió velozmente y contestó: -Dígame- -"¿Lo has leído ya?"- era Bale -Sí - -"¿Tienes alguna duda en algo?"--Muchas- Le oyó reír. -"En ese caso lo mejor es que te las aclare "- -Pues ya puedes empezar - -"Preferiría que fuera cara a cara"- -No sé si sería una buena idea - -"Yo creo que es una muy buena idea, n