— ¡No lo permitiré Samael! —Se escuchó la respuesta de esa persona que enérgicamente deseaba parar cualquier intento de sacrificio de parte de Júpiter, a lo que Samael con el alma caída y la esperanza destruida, respondió de inmediato.— De verdad desearía que las circunstancias fueran completamente diferentes, sin embargo, nuestro amigo ha sido más que claro en mencionar que no desea que se intervenga, ¡A menos claro que logremos atrapar a Rosario por nuestra parte!— Pero ¿Qué es lo que les impide hacerlo? —Preguntó la persona que conversaba con Samael.— De momento las leyes de este país corrupto, pero máximo en un par de meses podríamos atrapar a Rosario con la ayuda internacional. Júpiter no lo sabe, pero le he implantado un rastreo personal al correo donde nos comunicamos, por lo que siempre sabré donde se encuentra con Rosario.— ¡Fue lo mejor que se te ha ocurrido! Entonces esperemos que en un par de meses Júpiter quede libre de esa arpía y asesina. —Respondió y colgó la llama
—Esta noche no Rosario, mañana será un día interesante para la empresa y nuestras vidas, por lo que no deseo gastar mis energías en tus bajos deseos.—¿Cómo te atreves a despreciarme de esta manera Júpiter? —Exclamó Rosario enfurecida por el rechazo que recibió.—¡No es rechazo Rosario! Pero creo que también tengo derecho a decidir cuándo puede o no suceder esto entre nosotros, así que, si no piensas descansar esta noche, de seguro existe alguien aun dentro del bar que desee estar entre tus sabanas, ¡Te veré en la empresa por la mañana!Júpiter se marchó de la habitación con un nudo en su garganta, pareciera ser que le afecta en sobre manera actuar de esa manera con Rosario, sus sentimientos eran confusos, llenos de rabia y desbordantes de deseo por esa mujer que pareciera ser única sobre la creación.Rosario por su parte se quedó estallando en rabia por la acción de Júpiter y se encargó esa noche que todos desalojaran el bar sin aviso previo y devolviendo los depósitos que las mo
Melquiades con la información en su poder, salió de inmediato sin pensarlo, eran ordenes de su señora y debía cumplir con ellas, mientras que Júpiter de regreso a la empresa con los documentos que el señor Elrich le envió el día anterior para asegurarse que Rosario creyera en su palabra, aunque para ese momento todo se encontraba en su contra.Alisa no pensaba regresar a la empresa en ese momento, de hecho, Alisa pensaba en retirarse por completo de la empresa y marcharse a otro país para evitar cualquier circunstancia que colocara su vida en riesgo, ¡aunque lamentablemente ya era tarde!—Señorita Alisa, ¿podría acompañarme a la empresa? —Preguntó Melquiades al momento de encontrarse con Alisa en su domicilio.—Señor Melquiades, ¿qué hace usted aquí? Hoy es mi día libre y cuento con planes para este día. —Respondió Alisa con una incertidumbre atravesada en su garganta.—¡Eso es correcto! Pero la CEO Rosario necesita que usted se acerque a la empresa para negociar su contrato inter
Alisa se encontraba inconsciente y Júpiter aun no daba crédito de la situación, se encontraba aterrorizado con las acciones de Rosario y sin tener la autoridad o la situación a su favor. Todo podría complicarse si Júpiter no accionaba o persuadía a Rosario de no hacer tal atrocidad.Júpiter dirigió su mirada y sin titubear exclamó. —No lo hagas Rosario, por favor, no te manches las manos de sangre una vez más. Creo que en tu interior aún existe un alma buena que es capaz de perdonar.Rosario sonrió a carcajadas y exclamó. —¿Alma buena? No mi amado Júpiter, eso ya no existe en mi interior, desde siempre he sido alma de fuego y nunca cambiara. Ahora bien, debes demostrar que matarías por mí, hazlo como mejor lo creas conveniente, de lo contrario lo haré por ti y créeme que las consecuencias no se detendrán ahí.—¿Las consecuencias? —se preguntó Júpiter con temor y una enorme interrogante que no llegaba a comprender. ¿Era posible que Marlene podría verse involucrada una vez más? Aunque a
Júpiter se encontró en el momento más indeciso e incontrolable posible hasta ahora. Alisa literalmente lo traiciono de igual manera y parecía ser que sus buenas intenciones de salvarla de las garras de Rosario, solo fueron víctimas de los engaños y telarañas de Rosario una vez más.—¿Decepcionado o asustado? —Le preguntó Rosario a Júpiter mientras sonreía despiadadamente.—¿Qué estará sucediendo en la residencia? —Se preguntó Samael que se encontraba enterado de la situación y que sería el que salvaría a Alisa de la muerte que planificó Júpiter.—¿Será posible que Rosario se habrá arrepentido? —Le preguntaron a Samael.—Desearía saberlo, pero Júpiter apago el micrófono y solo observo que existe una discusión entre ellos en la orilla del lago.Samael continuaba ayudando a Júpiter, pero la persona que lo acompañaba se encontraba con una incógnita en su rostro y así mismo el deseo que Júpiter entregara a Rosario cuanto antes, pero parecía indicar que eso no llegaría a suceder hasta que s
—¿Júpiter a eliminado a Rosario? —Exclamó la persona que se encontraba con Samael.Una pregunta que tendría respuesta, pero Júpiter en ese momento se encontraba con el arma homicida en sus manos y una víctima o persona que no meditó sus actos previos y que desencadeno en un joven que solo deseaba recuperar lo que a su madre le fue arrebatado, pero las circunstancias lo llevaron en una cadena de acontecimientos que lo acorralaron en sus pensamientos y victimas yacían por decisiones equivocadas o egoístas.Para Júpiter este hecho se convirtió en una manera de demostrar que era capaz de destruir todo aquello que parecía invencible o impenetrable. Melquiades no salía de asombro tras observar como Júpiter jalo del gatillo y se deshizo de la mujer que los acompañaba.—Después de todo has sido capaz de eliminar a una persona, ¿pero porque ella? —Preguntó Melquiades.—¿Acaso no está claro? Ha cumplido a cabalidad su promesa, fue capaz de eliminar a una persona por el amor y odio que me tiene,
—¿Rosario? ¿Qué le has hecho a Júpiter? —Preguntó Samael con la aflicción en su voz.Rosario sonrió a carcajadas y respondió con extrema confianza y sin temor a nada. —¿Júpiter? Me imagino que te refieres a mi esposo, el hombre de mi vida se encuentra más que bien junto a mí. ¿Deseas hablar con él?Samael se encontraba confundido, por un instante comenzó a creer que era parte del plan de Júpiter, pero para la etapa del plan en el que se encontraban era imposible que Júpiter deseara que Rosario se enterara del plan en su contra.Júpiter tomó la conversación y exclamó con una sonrisa despiadada en su rostro. —¡Viejo amigo! Como lo has escuchado, me encuentro maravillosamente y es algo que desde ahora no cambiaré, he decidido entregar mi vida por completo a Rosario y no pienso continuar el plan hasta ahora. Rosario está enterada de todo y es mejor que te retires para siempre, es por tu bien y evitemos más muertes innecesarias.Samael entró en shock al instante y no podía dimensionar lo q
Júpiter se encontraba deleitado con los encuentros que sostuvo con Rosario desde el primer encuentro en la alcoba de la habitación del bar. Cada centímetro de la piel de Rosario se había convertido en su adoración y deseo interminable, todos los encantos de Rosario cautivaron y atraparon a un joven que solo buscaba venganza por la muerte de su padre y por recuperar todo lo que fue arrebatado por la fuerza.Tras sucesos que rompieron su alma y fueron desgastando cada parte de su cerebro, pareciera ser que ese joven amable y lleno de morales fue ¡Por fin! Corrompido por el deseo y la lujuria que una mujer ambiciosa le transmitió y alcanzo a corromper un alma buena y con un sentido diferente a la vida.Rosario por su parte se encontraba en la cima de la dicha y el poder, creía ciegamente que haber ganado a Júpiter y la fortuna de los Ríos estaría por siempre en su poder, era todo lo que necesitaba para sentirse una Diosa y haber alcanzado lo que ¡Nadie! Alcanzo nunca antes con los Ríos.