El tío de Júpiter asumió la responsabilidad de cuidar de Marlene y mantener el secreto hasta el último suspiro de vida de ambos, mientras Júpiter se hacía cargo de la nueva y mejorada empresa de modas después de ese largo viaje que realizó el mismo día que se despidió de su tío y de la mansión Ríos.

Marlene comenzó a recibir las visitas frecuentes del nuevo Sebastián Ríos, ella no terminaba de asimilar que su antiguo amor continuara a su lado y magia entre ellos estaba mucho mejor que cuando se enamoró perdidamente de su príncipe azul.

El día de la salida del hospital de Marlene, fue conducida directamente a la mansión, por lo que ella admiraba como Sebastián transformó la antigua mansión a una más moderna y al gusto particular de Marlene. Situación que llenó de satisfacción a una sufrida Marlene.

Tras tres meses conviviendo en la mansión y, ¡sin existir un acercamiento intimo entre ambos! Marlene consideraba que Sebastián era un hombre completamente diferente al que se enamoró, por l