Sebastián Ríos, contaba con un secreto que durante años mantenía completamente resguardado y que nadie hasta la fecha era capaz de descubrir, ¿Quién era la persona que le llamaba padre? Todo sucedió hace 20 años y 7 meses atrás, Sebastián en ese entonces no era más que el hijo preferido de la familia Ríos, apenas contaba con 16 años y su deseo por la vida en convertirse el empresario de la moda más exitoso de su historia, era más que claro, así como marcar su rumbo hacia el éxito, solo existía un pequeño inconveniente con esa situación; Marlene Rivas, jovencita que compartía la misma edad con Sebastián y que frecuentaba la mansión de los Ríos, era la amiga más cercana e influyente en la vida del joven, ¡Era tanta la confianza que existía! Que pasaba la noche en la habitación del joven Ríos, nunca nadie se imaginó que esos jóvenes con las hormonas alborotadas, se entregaban a la curiosidad y al deseo de todo joven desordenado.Hasta que uno de tantos días en los cuales Marlene se enc
Las miradas atónitas de la madre de Sebastián, así como el alma por fuera del cuerpo del joven, no supo que reacción tomar en ese instante ante tal declaración de parte de Marlene, por lo que la madre del joven Ríos, exclamo a gran voz y con la mirada llena de odio y reproche hacia Marlene.— ¡¿Cómo te atreves maldita criada de mierda en haber permitido siquiera haber recibido los genes perfectos de mi hijo?! Esto tiene que ser una maldita mentira de tu parte, mi hijo ¡Jamás, destruiría su futuro acostándose con una cualquiera como tú! Sebastián, que tienes para decirme al respecto.Marlene de momento no daba crédito a lo que la madre de Sebastián mencionaba con cólera, debido a que Marlene no provenía de una familia humilde o de media clase, la familia de Marlene era una de las más influyentes del país, pero de alguna manera no tolerarían al igual que los padres de Sebastián, lo que estaba sucediendo más por una capricho y deseo de atrapar o amarrar la vida de Sebastián a su lado, so
Sebastián Ríos deseaba de alguna manera posible remendar lo que sucedió con Marlene diez años atrás, era casi que imposible que Marlene no guardara algún tipo de remordimiento hacia Sebastián por lo sucedido, solo que tratar de encontrarla sería un tema algo complicado, sabiendo que ella abandona la ciudad por la misma necesidad de buscar una oportunidad para criar a su hijo, sin la ayuda de sus padres y mucho menos de la familia Ríos; Marlene deseaba entregarle a su hijo las oportunidades que ella termino desaprovechando en toda su juventud o más bien adolescencia.Marlene se trasladó a vivir a una ciudad cercana a la capital, pero el lugar era prácticamente alejado en cuanto a oportunidades directas en salud y educación, de igual manera Marlene no se dio por vencida y durante los últimos diez años, se dedicó a vender comida callejera y en otras ocasiones a lavar y planchar en residencias que solicitaban los servicios, lamentablemente su hijo era un impedimento para que muchas famili
Seguramente Marlene en esa circunstancia se llegó a sentir enredada y confusa por el acercamiento desafortunado que sucedió con Sebastián, ¡Era precisamente lo que ella no esperaba que sucediera! Pero ahora con Sebastián el padre de su hijo por delante de ella, y sabiendo el Joven Ríos que Marlene sufría de una enfermedad degenerativa, el corazón se le hizo pequeño en ese preciso momento, pero el encargado de cocina al enterarse que Marlene aparentemente resulto la culpable del choque con el CEO de la empresa de modas, salió corriendo hacia el lugar para recriminar lo sucedido.— ¡Pero qué horror! Señora Marlene, discúlpese con el CEO de la empresa y retírese de inmediato del lugar, le hablare al encargado para que le pague por sus servicios.Era más que evidente por el rostro de Marlene, que definitivamente no se disculparía con Sebastián, más bien dejando nuevamente todo en el suelo, desato el delantal y lo dejo caer al suelo, la servidumbre del lugar, se asustó por el comportamient
Sebastián sintió algo de molestia que Marlene no logro apreciar al momento de alejarse del lugar, pero era más que obvio que Marlene sabia con antelación que esa situación podría molestarle a Sebastián, pero que le iba a importar a ella, si fue solo ella la que estaba sacando adelante con sus esfuerzos a su único hijo y por el cual hasta esa noche acepto un cheque de parte de la familia Ríos, pero solo por el bienestar de su hijo y en su mente existió de pronto un solo sentimiento que inundo por completo la razón, exclamando desde su corazón, — Júpiter tiene que heredar todo lo que le pertenece a Sebastián, es lo mínimo que puede hacer ese malnacido de Sebastián por su hijo.El evento finalizo en la empresa de moda de Sebastián, su rostro era diferente y considero prudente hacerle saber a su madre lo sucedido en su ausencia, por lo que encontrándose en su residencia, el tema salió a la luz.— ¿Qué paso contigo Sebastián? No volví a verte el resto de la velada en la pasarela, ¡Me toco
— ¿Pero madre porque insistes en eso? Sinceramente considero que Marlene ha realizado un excelente trabajo en cuidar a su hijo, la verdad es que no sería buena idea arrebatárselo, creo que después de todo ha sufrido lo suficiente en la vida como para intentar provocarle un nuevo daño ¿No crees?— ¿Por qué eres tan buen hombre Sebastián? Sinceramente ninguna mujer merece tu corazón hijo, si consideras que es lo mejor, entonces permitimos que Marlene continúe criando a mi nieto, solo te exijo que la convenzas lo más antes posible para que pueda conocerlo finalmente, sabes positivamente que no tengo la vida comprada hijo. A pesar que la madre de Sebastián no veía con buenos ojos que Marlene no concediera el permiso para que Júpiter llevara el apellido de la familia Ríos, definitivamente Marlene no estaba equivocada y su corazón le hacía sentir que algo podría suceder al momento de tomar esa determinación, por lo que hasta ese momento Marlene conservaba todos los derechos sobre Júpiter.
Marlene no se dejó influenciar por las riquezas de la familia Ríos, sabia positivamente que Júpiter merecía todo lo que le pertenecía a Sebastián, pero para ella ahora no era el momento ni el lugar adecuado para conversar al respecto, para Marlene lo único que importaba era mantenerse al lado de su hijo sin verse o sentirse obligada a cumplir ciertas exigencias o llegar a establecer ciertos procedimientos que pondrían en juego la salud mental de Júpiter, por lo demás Marlene sabía que mientras las cosas marcharan de la misma manera como hasta ahora, entonces no habría de que preocuparse.— Seguramente que podría ser el único heredero señora, solo que creo que no es el momento para conversar sobre ello, si usted esta tan arrepentida como lo menciona, entonces permítame conversar eso con Sebastián, en el momento que crea que es conveniente hacerlo ¿Le parece así o lo dejamos hasta aquí? Porque entonces no pienso en regresar a este lugar bajo esas circunstancias.— No Marlene, no te atre
Marlene enloqueció al instante, sintió como una daga fue clavada en su pecho por la traición que literalmente estaba viviendo nuevamente de parte de Sebastián, lo cobarde que Sebastián nuevamente actuó por el hecho de sentirse amenazado y contra la pared si no accedía a lo que su madre le obligo a hacer, ¡Después de todo la madre de Sebastián solo busco como siempre, satisfacer sus deseos!Obviamente en ese momento Júpiter no comprendía de raíz lo que estaba sucediendo y el motivo del lamento de su madre por la visita inesperada de los abogados con la orden del juez, a lo que Marlene entonces gritando y exclamando maldiciones al aire, le respondió al abogado presente.— ¿Dónde se encuentra Sebastián? Que no sea un cobarde y se atreva a decirme en la cara lo que usted me está diciendo, es una vil traición lo que está sucediendo, ¡Después de jurarme que no pasaría esto y es lo primero que hizo al sentir que me tenía de su lado! ¡Ya mismo quiero que se acerque ese cobarde! De lo contrari