Júpiter se encontraba deleitado con los encuentros que sostuvo con Rosario desde el primer encuentro en la alcoba de la habitación del bar. Cada centímetro de la piel de Rosario se había convertido en su adoración y deseo interminable, todos los encantos de Rosario cautivaron y atraparon a un joven que solo buscaba venganza por la muerte de su padre y por recuperar todo lo que fue arrebatado por la fuerza.Tras sucesos que rompieron su alma y fueron desgastando cada parte de su cerebro, pareciera ser que ese joven amable y lleno de morales fue ¡Por fin! Corrompido por el deseo y la lujuria que una mujer ambiciosa le transmitió y alcanzo a corromper un alma buena y con un sentido diferente a la vida.Rosario por su parte se encontraba en la cima de la dicha y el poder, creía ciegamente que haber ganado a Júpiter y la fortuna de los Ríos estaría por siempre en su poder, era todo lo que necesitaba para sentirse una Diosa y haber alcanzado lo que ¡Nadie! Alcanzo nunca antes con los Ríos.
Las fotografías fueron envidas al destinatario desconocido. En conjunto con las fotografías estaban siendo enviados códigos secretos que llevaban mucho significado de suma importancia para la persona que comenzaba a recibir y exclamando en secreto susurró entre sombras. —¡Estas acabada Rosario! Has pagado muy caro haberte enamorado y deseado al único heredero Ríos.Al instante de recibir fotografías y códigos, el destinatario comenzó a moverse del lugar donde se encontraba para realizar llamadas ye indicar las instrucciones en las fotografías. —Es momento de movernos antes que este juego llegue a su final.La persona tras el teléfono respondió con sorpresa. —¡Patriarca! ¿Logró conseguir las coordenadas?El Patriarca como fue llamada la persona que recibió las fotografías de parte de Júpiter, respondió a toda prisa. —No debemos perder el tiempo. Júpiter está ganando tiempo y las autoridades no deben descubrirnos, debes moverte de inmediato Abaddon.El que recibió la llamada del Patriar
Los agentes policiales ingresaron en la dirección que la inteligencia policial había determinado que se encontraban Rosario y Júpiter escondidos de la ley. La capitana que se encontraba a cargo del caso, saboreo ese momento en el que observaba las habitaciones iluminadas y con lujos excéntricos propios de Rosario.Gritando y con los laser apuntando a lo que se moviera, la capitana gritó con desesperación. —¡Rápido! No permitan que se nos escapen, esta vez los atraparemos.Los agentes élite comenzaron a movilizarse, mientras por la parte trasera se encontraba Abaddon con su equipo militar y de inteligencia vaciando las maletas donde se encontraba el dinero lavado y el dinero que Rosario recibió de la venta de la empresa de modas.Las sombras de los militares alertaron a los oficiales élite y los disparos comenzaron a ser el entrenamiento del patriarca que se encontraba observando como ganaron la ubicación del dinero y no dejaron un solo céntimo a Rosario y a las autoridades.—¡No permi
Melquiades se encontraba distante de las acciones que se estaban llevando a cabo en el extranjero con Rosario y Júpiter, sin saber que Júpiter estaba convenciendo a Rosario en tomar de vuelta el bar y dirigirlo aún mejor de como Melquiades lo estaba haciendo hasta ahora. ¡Al menos eso era lo que Júpiter le hizo creer a Rosario!—Es hora del show. Esta noche deseo que se entreguen aún más de los que Rosario lo provocó durante sus presentaciones en este exclusivo bar. —Aseveró Melquiades a todas las modelos presentes.El número de modelos se había incrementado desde que Rosario había decidido vivir en el extranjero con Júpiter, por lo que Melquiades consideró el hecho de aumentar el número de invitados a cada evento y de esa manera incrementar sus ingresos. Siempre mostraba mayor codicia y ambición.—¿Por qué desea llegar esta noche? ¿No pensara actuar sin autorización de Júpiter? —La incertidumbre de Abaddon se incrementó tras observar al patriarca decidió en visitar el famoso bar que
Paola quedó anonadada con la persona que se encontraba frente a ella, por lo que de inmediato mencionó. —¡Por favor no me haga daño! Le diré lo que necesita saber.Abaddon cubrió el rostro del patriarca y desató a Paola para escuchar y escribir los datos que necesitaban obtener del bar, aunque, ¿aún contaban con el tiempo necesario? Abaddon no pretendía permanecer más tiempo de lo necesario en el lugar junto al patriarca.Después de media hora, la interrogación había acabado y solo se esperaba las acciones que llevara a cabo el patriarca dentro del bar. Mientras que Melquiades ignoraba por completo todo lo que se avecinaba en su contra.—Ella ha visto su rostro, ¿Qué haremos al respecto? No confió en ella en lo absoluto. —Acotó Abaddon tras confirmar la ubicación del dinero en el bar.El patriarca aun no tomaba su decisión y Paola suplicaba con susurros y juramentos ante la situación que se le presentaba. —¡Le suplico que no me haga daño! Le juro que nunca imaginé que esto sucediera.
El patriarca reveló una vez más su identidad y esta vez ante el servidor fiel y abnegado cómplice de Rosario en todas y cada una de sus fechorías, que hasta ese día habían llevado a cabo con el único propósito de apoderarse de las fortunas más codiciadas y considerar haber perpetrado los crímenes perfectos.Melquiades negaba la existencia de la persona que se le presentó en ese momento y con un rostro de temor y una voz quebrada, comenzó a negar en voz alta. —¡No puedes estar aquí! Eres parte del pasado y te vi morir. ¿Cómo es que sobreviviste? Rosario se va volver en tu contra en cuanto sepa de tu existencia.El patriarca sonrió a carcajadas y mencionó con extrema seguridad. —¡No le temo a Rosario! ¡Inclusive! Estoy esperando que regrese con Júpiter para encararla y que se vuelva loca en el momento que me observe de regreso en su vida.Abaddon comenzaba a desesperarse, una operación no había tardado tanto como la que estaba llevando a cabo esa madrugada. —¿Qué es lo que espera para t
El patriarca se sorprendió que Samael averiguara con mayor facilidad sobre Júpiter y la llegada en dos días a la ciudad, por lo que guardando la cordura en ese momento no le transmitió a Samael el deseo de saber más al respecto, pero si le preocupó que Melquiades aún se encontrara con vida.El patriarca escuchando la información sobre Melquiades, lo llevó a cuestionarse sobre lo ocurrido en el bar, por lo que con inmediatez le preguntó al amigo fiel de Júpiter. —¿Sabes dónde puedo ubicar a Melquiades? No podríamos permitirnos ese lujo que le de aviso a Rosario sobre lo que acaba de enterarse.Samael siempre confiado de su astucia y manera eficaz de trabajar, no dudó en hacerle saber lo que solicitaba. —En este momento acaba de ser trasladado a un sitio privado del cual no cuento con la ubicación exacta, pero el radio de su ubicación no supera los quinientos metros, por lo que el lugar a buscar seria a los alrededores de sus antiguas oficinas de modelos.Abaddon escuchó la información
Melquiades no aceptaba que se tratara de Sebastián Ríos el hombre que se encontraba frente a él en la mansión Ríos. Aun así, decidió establecer la conversación y aparentemente llegar a un acuerdo que podría beneficiar a ambas partes.El patriarca deseaba escuchar el trato que Melquiades deseaba ofrecerle, sin embargo, fue el mismo Melquiades quien cambio la circunstancia del encuentro, esperando que fuese Sebastián el que ofreciera un trato a convenir.—¿Sorprenderte? ¡Tú eres el que debería sorprenderme! Pero veo que lo del trato solo fue una excusa para evitar que continuaran cazándote. Siempre lo supe, eres una persona astuta y siempre encuentra la manera de colocar las piezas a su favor y Rosario no fue la excepción. ¿Oh me equivoco?—¡No te equivocas Sebastián! Pero, siempre trataré de sobrevivir y aun no es mi tiempo para marcharme de esta tierra. —Mencionó Melquiades con tranquilidad.Existía un vacío entre ambos, pero Melquiades sentía que Sebastián estaba más interesado en at