— ¡¿Cómo puedes decir eso Rosario!? Esto tiene que ser una maldita broma, prometiste liberarlos en cuanto me casara contigo, espere y no fui insistente para darte espacio para que respetaras tu palabra y cumplieras y ahora ¿Me sales con esto?— En verdad lo siento Júpiter, pero no fue mi culpa y puedes corroborar con Melquiades que le di la autorización para que los liberara mañana, pero nunca imagine que esto llegara a suceder.— Preguntarle a Melquiades es como hacerle la misma pregunta a tu espejo, ¡Jamás mencionara algo que este en tu contra! Vamos a regresar a la mansión y las cámaras de seguridad nos dirán la verdad de todo esto. —Exclamo Júpiter mientras soltaba a Rosario y le daba la espalda.— Con toda certeza puedo hacerte saber que no existen cámaras en esa parte de la mansión, las elimine desde hace un buen tiempo, así que supongo que tendrías que confiar en mi palabra y en la de Melquiades. —Respondió Rosario arreglándose el vestido y tomando el aliento de nuevo.—¿Confia
Júpiter contaba con poco tiempo para sacar la información que necesitaba para corroborar lo que su presentimiento le hacía sentir respecto a la muerte de Akane, por lo que esperando a que la sirvienta le diera a conocer la condición que deseaba para entregar la evidencia que ella grabo y capturo al momento de los hechos en la mansión, no dudo en volver a preguntar.— ¿Qué es lo que necesita para que me entregue la evidencia y confiese? —Le pregunto Júpiter agitado y desesperado.— El suficiente dinero como para marcharme de este país y no ser atrapada por la señorita Rosario y lo quiero hoy. —Respondió la sirvienta con exigencias, sabiendo que su información era valiosa y comprometedora.— No hay problema, solo necesito una cuenta bancaria y nombre para el boleto de avión, ahora entrégueme las evidencias y su declaración, ¡Pero rápido que ella me espera en la habitación!La sirvienta saco su celular y enseño las evidencias que se encontraban en el dispositivo, por lo que la reacción d
— Espera por lo menos que acabe de vestir decentemente, bajare en quince minutos. —Respondió Júpiter a Melquiades que se observaba más que curioso por la conversación que escucho de parte de Júpiter.Contaba con quince minutos para arreglarse y enviar los códigos de amigos a Samael, era muy importante para Júpiter estar en comunicación con su único amigo, esperando que Samael no rechazara la comunicación, aunque Júpiter consideraba el hecho que Samael se encontraba en todo su derecho de ignorar y rechazar la comunicación, aun así, lo intento una última vez.— Vamos Melquiades, debo resolver este asunto de inmediato. —Exclamo Júpiter muy seguro de lo que debía hacer al momento de encontrarse con los oficiales.— Antes de marcharnos, debo advertirle joven Júpiter, que por nada que se le parezca que tiene el poder o la oportunidad para voltear la situación a su favor, debo hacer de su conocimiento que Rosario sabrá de inmediato si usted abrió la boca para entregar evidencias de lo que se
A Samael no le importo en ese momento a donde es que debía dirigirse para mantenerse a salvo, por lo que queriendo aun conservar la esperanza que todo lo que Júpiter provoco e hizo, fue por una razón ¡A su manera! Pero que después de todo fue su única manera de hacer que todo sucediera.Reviso cada una de las contraseñas y ubicaciones que Júpiter le envió en ese correo, así como el lugar a donde aparentemente Rosario llevaría a Júpiter fuera del país nuevamente, tras enterarse del alboroto de las investigaciones en su contra, pero que al parecer ahora no era tan necesario viajar ¡A menos que la situación lo ameritara!Samael observo las fotografías donde Melquiades sacaba a Akane de la mansión con ayuda de los guardias, lo que también provoco un serio dolor en su corazón al observar a su amada Akane envuelta entre sabanas sin vida.— Pero ¿En quién puedo confiar ahora? —Se preguntó Samael tras darse cuenta que la justicia no se encontraba de su lado, por lo que la única alternativa en
Rosario manipulaba el escenario a su antojo, seducía a cualquier que se encontrara frente a ella, era la diosa del deseo y la causa del pecado de los hombres. El momento comenzaba a arder en presencia de los invitados y miembros VIP del bar, nadie se atrevía siquiera a suspirar en el show más ardiente que ¡Jamás se presentara en el bar! Aunque si existía una pregunta superficial de parte de uno de los miembros VIP.— ¿Por qué lo estará haciendo de esta manera? —Se preguntó uno de los máximos gobernadores del país que se encontraba presente y siempre deseaba pasar una sola hora a solas con Rosario sin haber alcanzado su objetivo.La tensión de llegar a observar lo que estaba más que garantizado, era el deseo de los presentes. Rosario llevo hacia sus labios sin tocar con sus manos, ese trozo de carne que comenzaba a erguirse como suricato para observar el horizonte ¡No era para menos que Júpiter llegara a sentir tal excitación en el momento!Rosario introdujo con sus labios pintados de
La presentación de Rosario encendió el furor del público, se desenfrenaron en la pasión por lo observado esa noche y cada uno de ellos hizo efectivo la compra de sus modelos y fueron dirigidos hacia las habitaciones reservadas, algunos no esperaron lo que esa noche se revelaría, solo deseaban saciar su deseo y sed de lujuria impregnada en sus cuerpos y con restos del elixir de Júpiter salpicados en sus cuerpos.Tras la finalización del anunciante de la noche, las luces volvieron a su esplendor y la música de fondo solo anunciaba que Rosario volvería a aparecer, aunque los presentes que no tomaron mujer esa noche, esperaron atentos a lo que se tendría que anunciar de parte de la CEO del placer.Los pasos de los tacones de Rosario se escuchaban en el bar, ella se acercó al escenario, vestida y relajada, por lo que tomó el micrófono y su voz se escuchó en todo el bar.— ¡Espero que mi presentación cumpliera con sus inesperadas expectativas! —Exclamo sin mostrar alguna excitación al momen
Júpiter no imagino en un solo momento que Rosario se enterara de la declaración que entrego al sheriff Molina, ¡Mucho menos que se atreviera a secuestrar a su madre! La desesperación no era evidente en el rostro del joven Ríos, sin embargo, en su interior la angustia y el pesar de observar a su madre en esa situación comenzaba a orillarlo a provocar decisiones de las cuales en ese momento no se arrepentiría en lo absoluto, lamentablemente no se percataba de Melquiades y sus intenciones si lograba provocar acción negativa en contra de Rosario, acción que no tardó en llegar.— ¡Respóndeme Rosario! ¿Por qué mi madre se encuentra en ese estado y donde la tienes? —Volvió y preguntó con énfasis y enojo en su voz.— ¿En verdad deseas saber dónde se encuentra? Creí sinceramente que no te importaba en lo absoluto por la manera en la que te dirigiste hacia ella en el aeropuerto, pero veo que no es así, ¿Acaso ella estaba enterada de la jugarreta que planeaste en mi contra?— ¡En ningún momento
Júpiter no levantaba el rostro y la respuesta que Marlene esperaba de los labios de su hijo, tampoco se escuchaba en ese momento en la habitación, por lo que ella tras quedar liberada y abrazando fuertemente a su hijo, volvió y exclamo.— El silencio de tu alma me hace saber y asegurar que todo esto tiene que ver con Rosario, solo niégalo una vez más y te prometo que me marchare creyendo que estarás bien ¡Amor de mi vida!El llanto de Marlene no se hizo esperar. Júpiter abrazándose a los brazos de su madre levanto la mirada al cielo y tras unas lágrimas rodando por el interior de su alma destruida y llena de arrepentimiento, respondió a su madre con la mentira en su corazón.— ¡Rosario no fue la culpable madre mía! Solo intentaron sobornarme, pero todo salió bien y ahora eres libre, pero para evitar cualquier represalia, es necesario que salgas del país, he preparado para ti una cuenta bancaria que solo tú sabrás la contraseña.Marlene observando el interior de su hijo, sabia positiva