Kadet KravecCuando la noche acabó estaba vuelta un manojo de nervios. Estaba recibiendo muchas miradas extrañas de algunas de las personas que habían visto mi altercado con el hombre, pero ninguna parecía opinar algo al respecto.Para cuando ya pude irme a casa había suspirado aliviada y me había dejado caer en el auto del chofer que esperaba por mí en un lado cuando salí.Durante todo el camino repasé mentalmente cada una de mis interacciones de la noche y aunque el cheque que habían donado para High House era increíble, no podía alegrarme por eso porque mi mente estaba dispersa.Odiaba que hubiese dejado un mancha en mí con sus palabras y su actitud ¿qué creía? ¿Qué si me follaba a Kadet por favores también lo haría con él? Ni en un puto millón de años tocaría a alguien más que no fuera Kadet.Al llegar a casa era muy tarde, así que fui directo al baño y me duché y limpié mi cuerpo antes de subirme a la cama en dónde Kadet dormía.Mis manos recorrieron su pecho tatuado que se encon
Kadet KravecNi siquiera podía creerme las palabras que Fany había soltado después de que me había montado como si su vida dependiera de ello.Una sensación de realización me recorrió por completo cuando ella se quedó dormida conmigo en su interior.Te amo.Esa palabra se repetía una y otra vez en mi cabeza y la sonrisa que apareció en mis labios fue increíblemente enorme.Amaba a esta mujer, claramente lo hacía y nunca se lo había dicho porque prometí llevarla despacio. Decirle que la amaba no sabía si influiría en algo en ella, pero lo evité al notar que ella rehuía del compromiso absoluto.—Yo también te amo —susurré acariciando su cabello aun cuando sabía que ella no podía escucharme porque estaba navegando en el mundo de los sueños.Lentamente salí de su interior y la recosté de se lado de la cama para ponerme de pie e ir al baño a buscar una toalla húmeda para limpiarla a ella y luego limpiarme a mí.Una vez hecho la cubrí con las mantas y me quedé sentado junto a ella mientras
Estefanía WolskyCreí que había hecho algo bien al decirle a Kadet que lo amaba la noche anterior. Pero cuando desperté y mis brazos rodearon su cuerpo sin recibí respuesta sentí que había cometido un error.No le pregunté qué le sucedía porque no quería escucharle decir alguna mentira. Pero era evidente que algo sucedía. Su lengua corporal estaba apagado. Su mirada no me veía de la misma forma que lo hacía siempre y su cuerpo estaba tenso.Incluso, aun cuando era domingo no me hizo el desayuno y mucho menos el almuerzo, solo pidió comida para llevar y me dejó la mía sobre la isla mientras se enfrascaba de en lleno con el trabajo.Había pululado alrededor de él y mi mirada siempre estaba concentrada en él, pero él no me decía nada dándome un tratamiento silencioso.Y para cuando llegó la hora de la cena se fue a dormir sin siquiera despedirse y yo me quedé sola en la sala pensando en qué había hecho mal.¿Había sido yo la culpable o había algo más externo que realmente lo estaba afect
Kadet KravecFany estaba desparramada sobre mi cuerpo tras haberla lanzado a la cama y la había follado hasta que la palabra te amo salió de su boca una y otra vez.Estaba despierta, pero nos estaba dando a ambos unos minutos antes de levantarla y llevarla a darse un baño.Ella había confesado todo lo que había sucedido la noche anterior y sabía que si le hubiese preguntado lo hubiese dicho, pero yo no quería tener que preguntar las cosas, quería que ella las dijera sin tener la necesidad de que presionar para que las soltara.Y aunque realmente ese había sido un sexo increíble y lo había disfrutado como nunca. Sus palabras, no las mías.Yo prefería hacerle el amor y disfrutar más de su cuerpo.Aunque no me quejaba si continuamente ella quisiera que la presionara del cristal mientras estuviera desnuda y la follara contra él mientras toda la ciudad era testigo de la forma en la que ella gritaba mi nombre y se doblegaba a mí.Durante todo el día estuve a la defensiva y en mi esquina mie
Carolina Bae.Mi labio inferior temblaba con fuerza mientras un pitido intenso se establecía en mis oídos. A penas podía notar los ruidos de a mi alrededor, pero considerando que estaba en casa, estos no serían muchos. Mamá y papá odiaban el ruido y yo había cometido el error de dejar caer un plato al suelo mientras llenaba la vajilla.Las lágrimas picaban por ser derramadas, pero si lo hacía, ellos probablemente volverían a castigarme alegando que no podía llorar cuando todo lo que estaban haciendo era para mejorar mi educación. Para que no resultara ser una muchacha insolente como lo había sido mi hermana.Hermana. Esa palabra se sentía tana amarga en mis labios cada vez que la escuchaba.De alguna forma ella se había liberado del yugo de mis padres y había escapado a nuevos horizontes. No tenía idea de cómo lo había hecho, pero yo ansiaba tener la clave para hacerlo, porque salir de aquí era lo que más quería en el mundo.Papá y mamá eran crueles, sí, pero no podría simplemente sal
Estefanía WolskyDos meses después.Estaba vibrando de emoción mientras me paseaba por la distribuidora que enviaría al orfanato los electrodomésticos necesarios para amueblar el tercer y cuarto nivel del orfanato ya terminado. Ahora podría albergar al doble de niños ya que también había aprovechado para construir dos niveles más en el edificio escolar.Todo encajaría a la perfección porque habría dos tandas para el almuerzo de los niños hasta que pudiéramos ampliar la cafetería, ya que ellos se habían quedado a dormir ahí y se tomaría tiempo el desalojo. Pero según lo que había visto si dejaba menos espacio entre mesa y mesa podrían comer todos juntos. Aunque eso no era tan importante cuando podrían compartir juntos en otros momentos del día, como en las clases y los juegos o las tardes al aire libre.Yo me encargaría de mezclar a los niños para que en vez de ser solo dos grupos por separado se mesclaran a todas horas del día unos con otros y se conocieran todos.Tras elegir las cama
En cuanto salí de mi auto le di la llave al chico que los estacionaba y me acerqué a la puerta para entrar en el lugar, pero antes de que pudiera hacerlo mis pies se detuvieron y me quedé frizada, pasmada en el suelo frente al restaurante mientras esos ojos y esa cara tan pero tan conocida que había protagonizado cada una de mis pesadillas se acercaba a mí.Intenté retroceder, pero mi cuerpo comenzó a recordar las viejas costumbres que había mantenido encerrada y sabía que si retrocedía ella me castigaría porque no debía huir de mamá.Mis parpados comenzaron a subir u bajar velozmente mientras mi corazón comenzaba un latir atronador que amenazaba con romper las costillas que lo protegían.Mis manos temblaron y mi labio inferior tembló con ellas mientras la mujer se detenía frente a mí.Ella lucía tan igual a la mujer que me azotó con un cinturón en el estómago que parecía como si el tiempo se hubiese detenido para ella. Sin embargo, para mí siguió avanzando y cada día que pasaba agrad
Estefanía WolskyLe había dado vueltas una y otra vez a la conversación que había tenido con la mujer a la que había llamado madre por demasiado tiempo. Los nervios me seguían recorriendo aun cuando estaba en la seguridad de mi oficina y me obligué a calmarme porque no quería tener que hacer una visita al psicólogo y tener más cosas que ocultarle a Kadet.Él no había notado nada extraño en mí durante el almuerzo, pero si seguía de esa forma no dudaba de que encontraría algo malo en mí cuando llegáramos a casa, así que respiré profundo, me calmé y luego comencé a buscar información a cerca la mujer a la que había llamado madre.Puse claramente su nombre y el año en el que requería información y solo aparecieron unos tres informes. Al leerlos me llevé una muy, pero muy mala noticia y tuve que levantarme de mi lugar y correr hacia la papelera para vomitar todo el contenido de mi comida en él.Las lágrimas aparecieron en la comisura de mis ojos y las arcadas no cesaron durante varios minu