Estefanía WolskyHabía estado jugando con Seb y Ser mientras Natalie peinaba a Carolina.La señora Mary, la mamá de Kadet había regresado después de terminar uno de sus nuevos libros para quedarse con nosotros una temporada.Apreciaba que estuviera aquí y más cuando esta a punto de dar a luz. Estaba por cumplir los nueve meses y según el doctor me faltaban al menos dos semanas para dar a luz. Pero la señora Mary había dicho que eso podía tanto adelantarse como retrasarse un poco más.Y ese fue el bendito caso.Estaba lanzado un disco para que los pequeños corrieran a buscarlo cuando sentí como un líquido corría entre piernas.No me había hecho pipi, por más extraño que pareciera me había pasado dos veces cuando el niño estaba presionando mi vejiga y no podía aguantar la orina ni dos segundos.Pero esto no se sintió como estas otra veces. Y cuando tuve que doblarme por el dolor que me recorrió entendí que el niño desesperado por salir se había adelantado.Cuando los gemelos volvieron a
Kadet KravecHabía llegado al hospital en tiempo récord después de que Carolina me llamara y me avisara que Fany había iniciado labor de parto. Y cuando llegué y me encontré a mi mamá llorando simplemente me temí lo peor y me preparé para cualquier mala noticia que pudiera darme.—La doctora dice que tuvo que hacerle cesárea porque estaba en una posición incómoda y el labor de parto podría complicarse demasiado. Pero llevan mucho rato dentro y no han salido a decir nada, estoy muy preocupada, Kadet.Yo la abracé sintiendo esa misma preocupación y cuando pregunté si podía entrar fueron claros al decir que no, porque el procedimiento estaba siendo un poco más delicado.Pero una hora después cuando el doctor salió y me sonrió, el alivio me recorrió por completo y mamá sollozó de felicidad.—Todo ha salido bien —aseguró —ahora ella está siendo preparada para ser llevada a una habitación y el bebé está siendo alistado también , si quieren pueden esperar en la habitación setecientos doce en
Tiara CooperDía de la boda.Él se llamaba Anakin Landon. Era inglés y tenía un acento rico y profundo cuando hablaba.Me lo había encontrado varias veces mientras me hacía cargo de las responsabilidades de Fany y aunque trataba de evitarlo después de nuestra última charla en aquel restaurante, él parecía siempre gravitar hacia m í órbita robándose mi atención.Y aquí estaba, en medio de la fiesta después de la boda de mi amiga tratando de evitar al hombre a toda costa. Era algo muy cobarde de mi parte y yo no solía ser cobarde, pero lo que el hombre me hacía sentir era indescriptible y me veía en la obligación de alejarme al no querer tratar con las emociones que me envolvían cada vez que él se acercaba.En ese momento justo me estaba alejando hacia el baño y de un momento a otro un cuerpo se estaba presionando contra el mío y llevándome más allá de los baños hacia un poco más adentro en el pasillo.Su fragancia me envolvió como la primera vez que lo tuve cerca y respiré profundo tra
Meses después Nunca creí en el amor, ni siquiera cuando sabía que mis padres se había enamorado. No creía en el porque nunca lo había visto realmente y de primera mano. Pero ahora, con los brazos de Anakin alrededor de los míos mientras dejaba besos en mi cuello entendí que el amor si existía. Nuestra relación había iniciado quemándome a fuego lento y él había jugado conmigo como un gato juega con su presa cuando esta llena. Me llevo al límite y me hizo revelarle mi alma y corazón. Me hizo mostrarle todo lo que me atormentaba, me hizo contarle mis sueños, mis miedos. Y se acostó junto a mí cada noche después de haberme echo el amor. Anakin era todo lo que había necesitado durante toda mi vida pero que nunca me había atrevido a buscar. Pero era claramente porque había estado esperando por él. Había estado esperando por este hombre que me había bajado las estrellas si se lo pedía. Y aunque yo no era una mujer que necesitara mucho, él se encargaba de mantener todas mis necesidades cu
Estefania WolskyMi bebé de un año de edad correteaba por la habitación mientras soltaba risitas, a penas aprendía a caminar y ya se ponía de pie para comenzar a perseguir a unos pequeños hámsteres que les habían regalado sus hermanos.Sus risitas suaves me daban vida y mientras estaba sentada ahí con el mi esposo, mis demás y mi hermana se encontraban en la sala esperando los resultados de las elecciones.Se suponía que debía estar en mi oficina con mi comité esperando la respuesta para dar una inmediata declaración.Pero ellos podrían esperar a mañana a las seis de la mañana, por ahora yo necesitaba escapar de la mañana tan estresante que tuve cuanto tuve que ir a votar y todos los medios de comunicación se me lanzaron encima.Kadet me protegió, pero eso no evitó que me sintiera demasiada ofuscada.Y esa sería mi vida tanto si ganaba como si perdía, por eso necesitaba mi momento anti estrés con mi bebé mientras el mundo afuera se reorganizaba.Y no sabía si quedaría en la cima, pero
Cinco años despuésKadet Kravec.Yo claramente odiaba a los perros, no soportaba a esos animales llenos de baba que ladraban por todo y por nada a la vez. Pero también odiaba a los gatos, Jesucristo esos animales llenos de pelo que se enganchaban en todos lados y que te arañaban cuando menos te lo esperabas.Y ni hablar de los hámsteres, esos animales peludos olían a infiernos y los detestaba meramente por existir.Pero claro, tuve que haber decidido ser padre. Ahora estaba en una perrera, bueno, una veterinaria, pero odiaba cualquier concepto que se relacionara con los animales.Pero mis hijos querían mascotas, quería poder cuidar de un animalito y toda la mierda que eso incluía, sin embargo yo no quería verlos adoptar animales porque no me agradaban los tendría correteando por la casa y eso me frustraría.Pero Fany no me estaba prestando atención, simplemente ignoró mis quejas, se dio la vuelta y escuchó la petición de cada uno de sus hijos.Definitivamente ya no eran hijos míos, lo
Estefanía WolskyEra la actual presidenta de los Estados Unidos de América. La primera mujer con el titulo, la primera mujer en lograrlo, la primera mujer en ostentarlo.Ni siquiera podía creer que era real. El día de las elecciones estuve en velo esperando los resultados y cuando el conteo finalizó recuerdo que fue otra de las noches más felices de mi vida.La primera había sido hace diez años cuando conocí a Kadet.En ese momento ni siquiera lo había considerado, para mí solo era un hombre apuesto con mucho dinero que no quería dañar su imagen de hombre rudo y un demonio en los negocios.No quería arruinar su fama de mujeriego y todo lo demás.Pero mientras más lo conocía más me daba cuenta de que todo eso era una simple fachada para ocultar al hombre que se escondía en el interior. Y aun cuando habían pasado tantos años me alegraba de tenerlo a mi lado cada día de mi vida.Ambos habíamos envejecido. Yo ahora tenía treinta y ocho años y el cuarenta y tres. Pero si me lo preguntaban
Tener que salir de tu casa en las mañanas y apurada para tomar el bus no era algo muy emocionante de hacer, pero peor aún era salir en un día lluvioso a las siete treinta de la mañana, sin haber arreglado la ropa la noche anterior y sin desayunar.Definitivamente eso no estaba en mi lista de cosas favoritas por hacer, pero aquí estaba, con mi maletín de cuero negro sobre mi cabeza para evitar que se me mojara de más el cabello, con un vestido verde ajustado que compré en oferta en alguna tienda del centro y que no ostentaba de ser de marca y con unos tacones de punta fina que probablemente se terminarían rompiendo como llegara a dar un paso en falso.Pero es que, esas eran las desventajas de no tener auto ¿y cómo tenerlo? Si apenas ganaba lo suficiente para poner la parte que me correspondía del alquiler del departamento en el que residía.Un simple departamento de dos habitaciones, con baño compartido, una sala para nada grande con ventanales cutres y una cocina a la que podías acced