MORGANA
Me despierto en una cama extraña y al mirar mi cuerpo noto que tengo puesto ¡un vestido! rápidamente me levanto y observó la habitación más lujosa que he visto en mi vida. Frente a mi hay un tocador con un espejo, el cual examino mi figura ¡me han maquillado! y realizado un peinado alto dejando al descubierto mi cuello y hombros, este vestido de escote redondo, color dorado hace contraste con el tono de mi piel. Es ajustado hasta mi cintura y la pollera suelta hasta mis rodillas, en los pies llevo unas balerinas brillantes del mismo tono del vestido. Miro en todas las direcciones de la habitación y mi espada no está por ningún lado, intento abrir la puerta pero ¡está sellada! cuando siento que abren la cerradura desde afuera me pongo a la defensiva en pocision de lucha y al notar que el que ingresa por la puerta, es el maldito lobo, todo mi cuerpo se tensa recordando como este ser abominable me mordió, el odio me corroe.
Me acerco a el para intentar golpearlo y en eso queda mi acción, en un intento, cuando el lobo en un movimiento me voltea dejándome aprisionada contra su fuerte cuerpo, Inmovilizada, por más que lucho mi fuerza no lo mueve ni un apice •¡desgraciado!• Me sigo retorciendo de arriba hacia abajo, tratando de liberarme hasta que escucho esa voz ronca y profunda, susurrar en mi oído produciendo que me estremezca hasta el alma.
–Si sigues provocándome así, te haré mía mucho antes de la boda ¡aquí y ahora!
Me quedo estática sin entender a qué se refiere, de repente su mano acaricia mi cintura hasta mi cadera, dejando rastros de fuego a su paso. Hace presión en esta, enterrando sus dedos y lleva su pelvis hacia adelante, provocando que toda mi cara se caliente, al sentir algo duro y grande pegado a mi trasero.
Un escalofrío me recorre cuando me vuelve a olfatear con ansias el cuello, como un perro en celo. Finalmente deja un casto beso en mi hombro, para luego darme la vuelta y guiarme a qué me siente en un taburete frente al tocador. Todo como si fuera una muñeca de trapo, se agacha por detrás y me mira a través del espejo tomando mi barbilla con sus dedos e exije.
– ¡Mírate! y acostumbrate a lucir como una dama ¡mi reina! ¡mi luna!
Le doy un manotazo apartando sus dedos con furia y me levanto para encararlo, aunque es mucho más grande e intimidante no me amedrentó.
–¿Quien me vistió y me maquillo tan ridícula? y ¿dónde está mi espada? exijo que me devuelvan mis cosas con mi ropa para cambiarme y marcharme a mi lugar con froilán ....
El lobo en un pestañear está sosteniendome del cuello con fuerza cortándo mí oxígeno. Sus ojos cambiaron a un rojo intenso que aterra y escupe sobre mis labios.
–tu lugar esta aquí, a mi lado ¡eres mía! así que cuida tu lengua antes de nombrar a otro hombre delante de mi, por no tendré clemencia a la hora de poseerte.. y no te gustará ver mi lado agresivo.
Me propina un beso violento cargado de furia y cuando trata de meter su lengua en mi boca, le muerdo con fuerza el labio inferior hasta sacarle sangre. Ahí me libera y yo retrocedo hasta hacer tope con el mobiliario que está detrás de mi, llevo mis manos a mi cuello aspirando grandes bocanadas de aire para recuperar el aliento. este ser inmundo me mira y me sonríe de una forma como que quisiera comerme, mientras me recorre la figura, se limpia con el pulgar el labio que mordí con fuerza, luego se acerca amenazante hasta mi. Acerca su rostro a centímetros del mío, volteo evitando que vuelva a besarme, el sonríe y solo dice sobre mi mejilla.
–Mi luna, no sabes cómo disfrutaré el doblegar tu hermoso cuerpo... Pero sobre todo tu corazón.
Levanta su mano y yo cierro los ojos pensando que va a golpearme en venganza por mi arrebato, pero solo toca con sus dedos el pulso de mi clavícula que late sofocado y susurra
–En el momento que profane tu pureza.. mmm tus jadeos de placer acompañados de tus gemidos suplicando por más, serán musa para mis oídos.
Pasa su lengua por mi barbilla hasta mi mejilla y luego se marcha cerrando con llave nuevamente.
Me hago un ovillo en el suelo temblando de rabia y pienso como en un instante el mal nacido, despertó en mi tantas emociones. Odio, miedo, rencor y algunas otras sensaciones totalmente desconocidas que no llego a percibir. Ya que nunca en mi vida un hombre me había tocado tan íntimamente como este ser... ¡encima se atrevió a robar mi primer beso! que guarde con tanto recelo para que lo profanara mi enemigo de la manera más vil y asquerosa.AREN
Salgo de la habitación de mi humana rebelde acomodando la erección en mi pantalón que está a punto de explotar de lo engrosada que está. Mientras camino por los pasillos del palacio observo por los grandes ventanales afuera, la noche estrellada cavilando en mis pensamientos más profundos « pronto será la temporada de mí celo» Se me dibuja una sonrisa imaginando cómo disfrutaré de tomar su inocencia, por qué con solo sentirla y olerla pude percibir que su esencia es pura y jamás íntimo con otro humano. Tendré que apurarme a casarme con mi luna y prepararla para la temporada de encierro que nos espera, dónde solo le daré tregua para sus necesidades básicas, comer y dormir unas horas.
Mi amigo beta se acerca a mi y me hace una reverencia
–Alteza, hemos seguido sus instrucciones al pie de la letra y estamos investigando el asunto de los humanos que arruinaron su coronación..
Levantó mi mano para interrumpir su diálogo
–Eso ya está controlado, ahora que mi luna está conmigo. Necesito que esta semana este todo en orden, para la real coronación. La manada está ansiosa por qué me reproduzca y sobre todo quieren justicia por nuestros hermanos perdidos en la batalla ¿Por cierto que sabes sobre esos humanos?
Daven confíesa.–Bueno... alteza, estamos buscando rastros de dónde pueden esconderse esos bastardos, que también lamento ser yo el que transmita la mala noticia que su hermana.... Desparecio el mismo día que aldara se fugó en la batida con los humanos. Y tenemos la hipótesis que ellos mismos tomaron de rehén a la princesa... para negociar a cambio de su luna.
Mis ojos vuelven a ponerse rojos de la cólera y cierro mis manos en puños preso de la ira que inunda mi pecho.
–Esos humanos ¡débiles e inútiles! Los matare a todos y cada uno... cuando intenten acercarse a mi castillo para arrebatarme a mi pareja destinada. ¡No entienden que soy un oponente imbatible cuando se meten con lo que es mío!
AREN En el palacio toda la manada, celebra la coronación de mí reina. A pesar que estamos en la búsqueda desesperada de gadea, esto es algo que no puedo seguir postergando. Mí corazón se encuentra dividido entre el deber, la lealtad con mí manada y el amor y la angustia que me invade, pero lo camufló muy bien, al no tener a mí hermanita amada conmigo. Ella genera una falta muy grande en mí corazón y es la única luz que alumbra en mis tinieblas. Suspiro y dirijo mi visión para admirar a mí diosa, sentada a mí lado, su semblante luce, amargado. Puedo olfatear su ira e impotencia a causa de que la estoy obligando a unirse conmigo de por vida y ¡así es como debe ser! no puede escapar de su destino. tomo su mano y la llevo a mis labios para depositar besos suaves, sobre cada uno de sus dedos, mientras la miro fijamente. Acción que provoca, aún más su disgusto, trata de alejar su mano, pero yo la sujeto con más firmeza y me levanto de mí lugar. Sin soltarla, la hago incorporarse, la tomo
NARRADOR OMNISCIENTE Morgana camina descalza de un extremo a otro, dentro de los aposentos que pertenecen al rey y que ahora compartirá con ella. Su corazón late desbocado, su cuerpo tiembla constantemente y seca repetidamente, el sudor de sus palmas en la fina tela de cama que prepararon y la ayudaron a vestir especialmente, las sirvientas para la consumación. Todavía sostiene la corona sobre sus cabellos sueltos, solo a puertas cerradas a petición de su rey. Cuando de repente, morgana, escucha abrirse la puerta, sus iris verdes se encuentran con los azules profundos del rey. El rey lleva una ropa ligera de cama al igual que morgana y una túnica dorada brillante que lo hace lucir un aura imponente de majestuosidad. Aren se enciende al escudriñar el aspecto sensual de su amada con su delgada túnica, sus cabellos rojizos intensos que permanecen libres e indomitos como ella misma y hacen una combinación explosiva con el tono verde de sus preciosos ojos. Morgana sabe que está batalla, es
MORGANA Me despierto junto con el alba. No sé en qué momento logré cerrar mis ojos, pero si se, que solo logré dormitar y lo primero que me pongo a contemplar... es que estoy sola en esta inmensa y fría cama de lujo. Con lentitud me siento e inconscientemente tomo la almohada de plumas que uso el lobo y la llevo a mí nariz, para comprobar, si de aqui... proviene esa fragancia tan agradable que inunda mis fosas nasales ¡Si! ¡Exquisito! Vuelvo a cerrar mis párpados, para deleitarme con esta minimiedad, cuando de subito se abre la puerta de la habitación e ingresan dos mujeres jóvenes, ataviadas cada una con vestidos de seda coloridos y trenzas adornadas con delicadas horquillas en sus cabellos. Me sonrien y me hacen un reverencia, luego me dice la castaña. –Su majestad. Hemos venido a ayudarla con su vestuario. Nosotras seremos sus damas de honor a pedido del rey y prácticamente su sombra, la asistiremos en todo lo que necesite... –¡¿Que?!–Me levanto de mí lugar.–Les agradezco, pero
AREN Observo atentamente como Minerva le enseña a mí reina todos los libros que tiene que leer e ir memorizando, para adecuarse en su nuevo mundo. Estoy hipnotizado admirando su nueva vestimenta que hace destacar su belleza, su esbelto cuello que inconscientemente me hacen querer probarla «¡Aún no es el momento!» salgo de mis divagaciones al ver como Minerva le enseña una página y se detiene en una parte específica, para mirar a mí luna a los ojos, y hablar con malicia–Como todavía no lograste intimar con el rey... Para cumplir con tu deber de esposa y reina... no será necesario que te enseñe está parte.–Puedo oler desde que aquí la ira crecer dentro de mí luna, luego me mira a mí de manera acusatoria y se levanta de su lugar, para pasar por mí lado. Intento detenerla del brazo, pero ella se safa y sale de ahí hecha una fiera. Apenas se cierra la puerta me acerco a Minerva y apoyo las manos sobre el libro cerrado. –Te advertire esto solo una vez. No quiero que acoses ni mucho menos
AREN –¡Hazlo! ¡Ahora!–estoy solo con mí ropa interior. Mí espalda y torso permanecen al descubierto. Me mantengo de rodillas apoyado sobre una silla esperando. Pero, puedo presentir la indesicion de daven, entonces le exijo–Es una orden–Se escucha el primer impacto sobre mí espalda, despues el segundo... Tercero.... Hago puños con mis manos y doy un gran suspiro cuando va por el décimo, pero ordenó–No te detengas–cuando escucho jadear a mí beta del cansancio y preguntar con preocupación–¡¿cuantos mas serán?! Mí rey –Venticuatro seran por hoy–Siseo «Venticuatro horas que mí luna yace en nuestros aposentos dormida... Venticuatro azotes. Uno por cada hora que ella permanezca inconsciente» Cierro los ojos tratando de ignorar el fuego y el dolor que con cada latigazo de a poco va abriendo mí piel y la lacera. Esto es mínimo a lo que esta padeciendo mí reina. El dolor físico no se compara con el de mí alma. Tantas décadas esperándola para amarla y venerarla... Y no pude controlar a mí lo
AREN –¿Quien eres tu?–Indaga con sus ojos verdes profundos cargados de incertidumbre. Aparta su mano de la mía y ese simple gesto me duele en lo más profundo. –Mi reina... Yo soy tu esposo. El rey y tu eres la reina de este castillo y todo el reino.–Intento acariciar su rostro y ella esquiva mí tacto. De subito lanza un gemido de dolor y se lleva las manos a su cabeza para retorcerse mientras solloza–Me duele mucho la cabeza ¡¿Por qué no puedo recordar nada?! Me levanto asustado y la acuno entre mis brazos–Shsss. Tranquila mí amor, todavía estás muy débil. No te excedas, yo te ayudaré a recordar todo lo que necesitas saber–Acomodo sus cabellos y llamo a las damas de compañía que se encuentran aguardando afuera. A pesar de que ellas, lloran de alegría al ver a su reina consciente y quieren acercarse, no las dejo, les demandó que traigan al medico ahora mismo. Camino de un lado a otro afuera de mis aposentos con mí cabeza a punto de explotar. Esperando que el médico termine de revi
AREN Detengo su inspección en mí cuerpo colocando mí mano en su encima. –¿Te duele?–cuestiona con su bello rostro afligido. –Nada duele más que tu rechazo e indiferencia.–Determino mirándola seriamente. Volteo cerrando mí túnica nuevamente y sobre mí espalda pregunto. –¿Cuál es la urgencia? Para que mí reina tuviera que haber venido por su propia voluntad a mis aposentos. –¡Como son capaces de hacer semejantes atrocidades! Las aberraciones que comenten con las personas no tienen nombre.. Escucho su voz desagarrarse y mis manos se hacen puños. La ira, el dolor y el remordimiento calan mis huesos. Mis dientes rechinan y los ojos se vuelven en un instante rojos... Trato de mantener el control. Pero, los recuerdos de mí infancia....El llanto de mí padre, las torturas, sangre y cicatrices que no solo son fisicas quedaron grabadas en el alma» – ¡Son bestias despreciables y tu eres el peor! Furioso volteo y me acerco a mí luna. Ella retrocede asustada por mí cambio radical. Mis c
AREN –Fuimos cazados.. enjaulados y sometidos... ¡A torturas inimaginables de describir!....–Cierro mís manos en puños y camino hasta detenerme, frente al ventanal que regala afuera, la mejor vista del orizonte. De espaldas a las mujeres en la habitación. Aspiro fuerte. –Las marcas que llevo en mí piel...fueron echas por mis verdugos solo por diversion y para su entretenimiento. Transcurrieron largos años de castigos desde que el líder que organizo la masacre, tomo el trono y depuso a mí padre... ¡El maldito infeliz! como no logro tener a isolda por su propia voluntad, la tomo a la fuerza. La pobre... no aguanto con la angustia y el dolor de ver sufrir a su amado, entonces tomo la vía más fácil... se suicidó. Eso devasto a mí padre. Incapaz de aceptar perder a sus dos compañeras designadas por la luna, murió lentamente a causa de la tristeza ¡Yo era solo un crio no pude hacer nada! Por mi padre, por la futura reina y sobre todo por los nuestros. Crecí soportando esa cruz de la inj