Me dirigí hacia afuera, evitando la mirada de todos para que no pudieran ver lo débil y destruido estaba por dentro. Me sentí roto. Realmente me sentía solo. No podía seguir fingiendo que todo estaba bien. El hecho de saberla despierta me había alegrado pero al mismo tiempo saber que su memoria había sido vapuleada y que todos y cada uno de nuestros recuerdos ya no viven en su memoria me agobiaba demasiado.El amor y la felicidad que me emocionó ver en los ojos de Addie cuando se despertó, no estaban allí. Me sentí perdido sin esa mirada, algo faltaba. Ella estaba desaparecida. No era ella. Se sentía como una completa extraña al fin y al cabo con las personas más cercanas a ella y todo lo que era ella.Adelaida Walsh era una mujer fuerte pero eso no implicaba que todo lo que ha sucedido no pueda haberla dejado rota. No quiero que ella salga más mal parada de lo que ya ha salido. No quiero verla sufrir, no quiero asustarla, solo quiero que volvamos a tener un poco de paz y que por so
—Señor Remington—me saludaron con respeto.—Detective Walker— le di la mano a la misma mujer oficial que conocí anteriormente, antes de sentarme frente a ella.—El detective y yo buscamos posibles enemigos. Mencionó el señor Gilbert, el padre de la señora Clare su ex mujer—soltó el policia intrigandome aun mucho más, estaba intrigado por saber adónde iba esto.No iba a mentir a pesar de ser una novedad no me sorprendería, Clare estaba loca y tenía mucha habilidad para manipular a sus padres a su favor. Pero que sus padres cedieran al chantaje me parecía simplemente demasiado.—No hemos parecido localizarlo a él o a su hija, extrañamente. Sin embargo, hemos encontrado en la escena de las marcas de neumáticos se ha relacionado con un automóvil a nombre del padre.—¡Bastardo!—grité, golpeando mi puño en la mesa. Tembló y también ella poco después.—¡Señor Damián , necesita calmarse!—¿Cómo puedo hacerlo? ¡Mi mujer no recuerda haber llevado a su propio bebé! Ella…¡No se acuerda de mí! P
(ADDIE)—Puede irse a casa, señorita Walsh. Te descargaré esto más tarde y organizaré más pruebas y controles para los próximos meses.—¡Muchas gracias!— Suspiré y cerré los ojos con satisfacción. No puedo esperar a llegar a casa y a la cama. Regresar a mi hogar.Hogar…¿Qué era ya el hogar? Lo último que recuerdo fue vivir sola en una habitación de color amarillo ocre y definitivamente no tenía ni novio ni bebé. Entonces, ¿dónde estaba mi hogar ahora? Una oleada de náuseas comenzó a arremolinarse a través de mi barriga, amenazando con vomitar el desayuno de esta mañana. Estaba absolutamente aterrorizada de enfrentar la realidad.De verdad que el miedo se había hecho conmigo en cuestión de segundos. No se a dónde voy ni que estoy haciendo.—¿Está todo bien?— No me había dado cuenta de que todavía estaba en la habitación. La verdad es que no estaba bien y eso se podía observar incluso de lejos.—Te ves preocupada. Como retirada de repente, estabas tan emocionada hace solo un segun
—Gracias. Tienes razón, necesito concentrarme en ahora—Sonreí, observándolo abandonar la habitación.La verdad es que el ahora se había vuelto un tema prácticamente tabú para alguien en mi estado. Tenía mucho miedo. Tenía ganas de salir corriendo y no mirar hacia atrás, nada tenía mucho sentido atrapada aquí en medio de estas cuatro paredes. La Addie que entró no tenía nada que ver con la Addie que soy yo y eso era una realidad cada vez más asfixiante. Estar en un cuerpo sin poseerlo porque después de todo el cuerpo sin memoria no puede sentir nada, y la vida sin emociones es la muerte. Cuando la puerta se abrió para él, Damián vino caminando hacia mí. Angela estaba en su pequeño asiento de auto a su lado, y una gran sonrisa tiró de las comisuras de sus labios mientras me miraba. Las mariposas aparecieron en grandes manadas y la sensación extrañamente familiar de satisfacción y felicidad llenaron todo mi cuerpo, no entendía ni cómo ni porqué, pero el simple hecho que hubieran aparec
—Buenos días, hermosa— besó mi mejilla, demorándose un poco más, parecía mucho más necesitado que yo, lo cuál es prácticamente imposible, sentirlo cerca se había convertido en la única emoción que quiero mantener conmigo.Se paró unos segundos demás dándome la oportunidad de inhalar su aroma. Su loción para después del afeitado también olía familiar, al igual que su champú.Estaba a punto de hablar cuando algo me dio vueltas en la cabeza. Un pensamiento se hizo en mi, lo que acababa de presenciar se sintió más como un recuerdo que como una emoción.En ese preciso instante mi mente me empezó a doler, no estaba preparada para sentir esos episodios de memorias que no he vivido pero estaba a punto de suceder aun en contra de mi voluntad, no era más que una pequeña esclava en medio de la tirania de mi propia condición.—¿Bebé? ¿Qué sucedió? ¡Mírame!— sonaba angustiado como sus ojos, la preocupación se hizo latente en cada pedazo de su rostro haciendo que mi corazón se rompiera en ese mismo
Sus ojos se abrieron y se acomodó en la cama intentando calmar sus propios tormentos. No pude evitar sentir pena por ese hombre. No pude evitar tampoco sentir pena por mi, por nosotros, por todos.El destino parecía querer separarnos una y otra vez, incluso si nosotros quisiéramos pelear con él siempre había una nueva aventura.Un nuevo bache.Otro nuevo No.Otra forma del destino de decirnos que hiciéramos lo que hiciéramos estábamos condenados al fracaso, que Addie y Damián no eran una combinación posible pero aun asi, a pesar de todo nosotros volvíamos a refutarle.Porque después de todo que el destino no quiera algo no significa necesariamente que mi piel tampoco, que no vibre en sintonía con él. Hay cosas que no se olvidan. Por ejemplo el rastro de sus caricias.La forma que tiene de tocarme.Y es extraño porque siento que todo eso es invadir la privacidad de otra mujer pero no lo es porque después de todo yo era Addie. Yo era su Addie.La madre de sus hijos.Aunque no me gust
—Lo siento, cariño— Él juntó mis manos en sus ojos leo la tristeza, se perfectamente que no podría encontrar consuelo alguno en nadie excepto en él.Que no hay brazos que abriguen como los suyos.Ni besos que me puedan saber de bien como los que sus labios son capaces de hacer.Se que estoy condenada y le condeno a él a vivir conmigo en mi tortura pero es lo que nos ha tocado vivir.Todo lo que necesitaba era el suave tacto de sus manos sobre mi piel, que me tocara tanto y a la vez tan poco se había convertido en una de mis obsesiones favoritas.Y probablemente nunca me canse de ello pero lo que tengo claro es que mientras eso no suceda seguiré intentando recordar todo lo que Addie y él habían tenido.Porque en el fondo ella soy yo, a la que debo recordar es a mi misma aunque hayan episodios que quisiera borrar, debo recordarlos si quiero recuperarme.&nbs
—Lo que no me acuerdo es de lo que ¿Entonces, qué hicimos? ¿Intercambiamos números? ¿Organizar una cita?— Pregunté, moviendo las cejas con diversión intentando camuflar que no recordara nada y que a pesar de ello tuviera un mal sabor de boca. No podía simplemente lidiar con ello.Necesitaba encontrar mis respuestas a pesar de todo.Necesitaba saber que un día de estos estos sería suficiente y que sería un vago recuerdo. Uno que no pesara. Uno que simplemente fuera parte del proceso.En verdad no recordaba ni la mitad de los sucesos pero ahí estaba. Intentando recordarlo porque por la mirada que me hizo supe que había algo oscuro en esos recuerdos a pesar de todo. Como si una parte de mi quisiera revivirlos pero otra tuviera miedo porque tal vez después de todo no fueran tan positivos. Lo supe tan pronto como su cara cayó y se frotó la parte posterior de su cuello, que no me iba a gustar su próxima respuesta.—No exactamente. Solo prométeme que no me odiarás—Asentí, nervioso por esc