Después de todo lo que habían pasado, Angela y Lance se merecían una noche de diversión. Habían contratado a una niñera para que cuidara a Tristán y se habían arreglado para salir a cenar y tomar unos tragos en uno de los bares más populares de la ciudad.La noche estaba agradable, no demasiado fría ni demasiado caliente. El bar estaba lleno de gente, con música alta y un ambiente animado. La pareja se sentó en una mesa cercana a la pista de baile y pidieron unos cócteles mientras revisaban el menú.Angela no podía dejar de mirar a las personas a su alrededor, tratando de adivinar sus historias y sus vidas. Lance la observaba con una sonrisa divertida, sabiendo que ella estaba en su propio mundo.Mientras esperaban su cena, un grupo de amigos se sentó en la mesa de al lado. Eran un grupo de jóvenes alegres, que parecían estar celebrando algo. Angela los observó un momento y luego se volvió hacia Lance.—¿Qué crees que están celebrando? —preguntó ella curiosa.—Tal vez uno de ellos se
Lance terminó de contar su historia, provocando risas de su audiencia. —Vaya, nunca pensé que algo así pudiera pasar en un supermercado— comentó Jake.Angela sonrió. —La vida siempre nos sorprende con sus giros inesperados— dijo ella.Lance sirvió las bebidas y se sentó junto a su esposa en el sofá. —Bueno, ¿qué planes tenemos para el fin de semana?— preguntó.Angela pensó por un momento antes de responder. —No sé, ¿qué te parece si hacemos una excursión al campo? El clima se ve bien y sería bueno salir de la ciudad por un día.—Suena bien— dijo Lance, —¿alguna sugerencia en particular?—No, dejémoslo al azar. Vamos a disfrutar de un día de campo y a descubrir lo que encontremos— respondió Angela con una sonrisa.Jake asintió.—Eso suena emocionante, me uniré a ustedes si no les importa.—Por supuesto que sí, siempre es bueno tener compañía— dijo Lance.La conversación continuó, y la pareja disfrutó de la compañía de su amigo mientras planeaban el día siguiente.Al día siguiente, la
Angela y Lance pasaron unos minutos revisando el menú y finalmente decidieron qué pedir. Mientras esperaban su comida, continuaron hablando y riendo con Jake, disfrutando de su compañía relajada.Después de un rato, el camarero llegó con sus bebidas y tomó sus órdenes. Mientras esperaban la comida, Angela comenzó a sentirse cada vez más cómoda con Jake.—Jake, tengo que admitir que tenía mis dudas sobre ti al principio—, dijo Angela con una sonrisa.Jake levantó las cejas en sorpresa. —¿Cómo así?—Supongo que estaba un poco celosa de lo bien que te llevabas con Lance. Pero ahora veo que eres un buen amigo y me alegro de que estés aquí.Jake sonrió. —Me alegra que hayas cambiado de opinión sobre mí, Angela. Y no tienes que preocuparte por nada, Lance es todo tuyo.Lance rodó los ojos y tomó un trago de su bebida. —Gracias, Jake, por esa aclaración tan necesaria.Los tres se rieron y continuaron charlando hasta que llegó la comida. La cena estuvo deliciosa y la conversación fluyó sin
En un mundo donde la incertidumbre abunda, tener un compañero de vida es algo invaluable. La escena de Angela y Lance demuestra cómo dos personas pueden encontrar amor y apoyo en el otro. Estaba claro que ellos dependían el uno del otro para conseguir felicidad, lo cual se había reflejado en la escena y sus propias emociones.La confianza entre parejas es fundamental para llevar adelante relaciones saludables a largo plazo; sin ella, no hay posibilidad real de éxito común ni individualmente hablando. Por esta razón, Angela se sentía bien al agradecer a Lance por ser su compañero durante todo este tiempo juntos: mostraba su reconocimiento frente a los logros obtenidos hasta los compromisos efectuados entre ambos a pesar de las complicaciones que habían padecido hasta el momento.
La mañana siguiente, Angela y Lance se despertaron temprano y prepararon el desayuno juntos en la cocina. Mientras preparaban los huevos y el tocino, conversaban sobre el plan del día y lo emocionados que estaban por disfrutar del día de playa que habían planeado.—¿Crees que Jake se unirá a nosotros hoy en la playa?—, preguntó Angela, mientras revolvía los huevos en la sartén.—Tal vez—, respondió Lance. —Pero también puede que tenga otros planes. De todos modos, no creo que eso nos detenga para disfrutar de un día relajante—.Después del desayuno, la pareja se preparó para ir a la playa. Lance cargó una nevera con refrescos y bocadillos, mientras que Angela empacó las toallas y la crema solar.Cuando llegaron a la playa, encontraron un buen lugar para instalar su sombrilla y toallas. Lance sacó una pelota de playa y comenzó a jugar en la arena con Tristán, mientras Angela se relajaba en su toalla y disfrutaba del sol y del sonido de las olas.Después de un rato, Jake llegó a la play
Angela y Lance estaban disfrutando de una tranquila tarde en su hogar cuando sonó el teléfono. Angela contestó y una sonrisa se dibujó en su rostro al reconocer la voz al otro lado de la línea. —¡Es mamá!— exclamó emocionada. —Lance, son tus padres. ¡Vienen a visitarnos! Lance, que estaba en la sala leyendo un libro, dejó caer el libro sorprendido y se acercó a Angela para escuchar la conversación. Los dos compartieron una mirada llena de alegría y asombro. —¡Eso es maravilloso!— exclamó Lance. —Hace tanto tiempo que no los vemos. Necesitamos preparar todo para darles la bienvenida adecuadamente. Angela y Lance se pusieron manos a la obra. Limpiaron la casa a fondo, colgaron cortinas nuevas y colocaron flores frescas en cada rincón. Querían que sus padres se sintieran como en casa. Mientras preparaban la cena, Angela y Lance recordaron los momentos especiales que habían compartido con los padres de Lance en el pasado. Los viajes familiares, las comidas caseras y las risas llenaban
—¿Sin más?—pregunto notablemente confundida sin poder evitar parpadear un par de veces incrédula ante lo que me había dicho.Ella suelta una carcajada, me mira de arriba a bajo un par de veces, pasa su mirada como si fuera un escaner por todo mi cuerpo, finalmente se para encima de mi pecho. Rapidamente me llevo las manos a la chaqueta de mi traje tapandome con precaución.Ella sonríe de lado a lado asintiendo, aunque por la sensación que me transmitía su sonrisa no parecía que lo hiciera con frecuencia.—Me gusta tu perfil. Estás contratada—se encogió de hombros volviendo a posar su atención encima de su escritorio.—¿Sin más?—vuelvo a repetir.Ella se lleva la manos a sus gafas de pasta y luego busca con las manos un bolígrafo y el contrato.—Creeme que estás de suerte—mira de reojo hacia el de
—¿Así sin más?—Sí, así sin más—reitero con fuerza.—¿Se insinuó tal cual?…—declara mi hermana y mejor amiga al otro lado del teléfono sin poder creerselo.—Sí, Violet, estoy igual de sorprendida que tu—suelto con desgana negando—Es una constante insinuación, no es ni una ni dos, en estos dos meses ha sido una tortura. Siempre noto su mirada en mi culo o en mis tetas, suelta comentarios inapropiados de este calibre mientras, y yo lo único que hago es hacerme la estúpida—añado sin poder evitar soltar mi desesperación. Lo último era lo más denigrante.—¡Niños parad, estoy hablando con la tía Adelaida!—grita ella al otro lado de la línea.No puedo evitar negar con diversión.—Perdona—se disculpa finalmente.—No