Brendan no esperó a que Charlene se inventara una excusa. Se puso en pie de un salto, furioso. "¡Y lo escondiste bajo la alfombra sin decirme una sola palabra! Con tu silencio, ¡accediste a que enviaran a Deirdre a la cárcel en tu lugar! ¿Por qué? Porque la única que sería protegida con este acto eras tú, ¿no? ¡Maldición! Charlene McKinney... ¡¿Cómo puedes dormir por las noches?!".Las venas se le salían de la piel, pero lo peor de todo era que la había llamado por su nombre completo, como si fuera una desconocida.Charlene entró en pánico, le tendió la mano y le suplicó: "¡No, puedo explicártelo!".Brendan le apartó la mano de encima. De repente se dio cuenta de que ya no la conocía.¿A quién tenía delante? ¿Cómo podía ser tan calculadora y cruel? ¿Cómo pudo pensar que los medios justificaban el fin? Ella ya no era aquella joven amable e inocente que tiraba su vida por la borda para salvar a los demás.Charlene tenía los ojos enrojecidos. Estaba aterrorizada y presa del pánico
Brendan se despertó con un dolor de garganta y el cuerpo pesado como el plomo. Unas sacudidas de frío y calor recorrieron sus venas, dándole la idea de que podía tener fiebre. La última vez que había estado así de enfermo había sido un año atrás y Brendan tenía una ligera idea de dónde estaba el botiquín. Deirdre lo había colocado en el armario cerca de la cabecera. Tosió y abrió de un tirón la puerta del mueble. Cada frasco de medicina tenía una nota adhesiva con garabatos sobre la dosis y su fecha de caducidad. Era la forma de ser de Deirdre: siempre había sido muy meticulosa con todo lo que se proponía.Brendan arrancó la nota y sintió que el pecho se le desgarraba de alguna manera.Habían pasado unos días sin que su enfermedad diera señales de mejorar. Aun así, se puso a trabajar, luchando contra sus ataques de tos y su malestar general mientras hojeaba el papeleo. Pasaron más días y empezaba a pensar que sus recuerdos se estaban convirtiendo en ruido blanco. Entonces, de r
"100%, señor Brighthall. Sumergirse allí con este clima no fue pan comido, señor. No saldríamos a la superficie sin resultados a menos que no los hubiera para empezar", respondió el buzo. "Sinceramente, es la primera vez que veo algo así. Ni un solo cuerpo dentro de un coche derrapado en el mar, ¡eso es espeluznante!"."¿Quizá el cuerpo fue desplazado a otro lugar por la corriente?", preguntó otra persona.El hombre sacudió la cabeza. "Joder, no. Las ventanillas estaban cerradas. Nadie podría haber empujado el coche para abrirlo contra la presión del agua después de que todo el vehículo se precipitara al mar. La única explicación razonable es que... no había nadie en el coche cuando se hundió".'No había nadie dentro'.Brendan sintió como una explosión en el pecho. Ni siquiera podía distinguir si la mayor parte era alegría o tristeza. Lo único que sabía era que se le había subido directamente al cráneo y había hecho que el mundo diera vueltas ante sus ojos. Estaba a punto de perder
"¡Maldita sea!". Era la primera vez que la señora Brighthall se ponía así. Miró a Brendan y gruñó: "¡¿Aún no has tocado fondo?!".Brendan tomó una profunda respiración. "¡Sí! Por eso necesito a Deirdre. ¡Necesito expiar mi culpa!"."¿Y si ella no quiere tu estúpida expiación?", replicó la señora Brighthall. Brendan sintió una punzada en el pecho y apretó los puños. "Haré que la acepte".La señora Brighthall se volvió hacia una estatua de la Madre María. "No, no creo que eso funcione en absoluto. ¿De verdad crees que querría irse por mí? No. Es porque te odia hasta la médula. Quería escapar de ti y no volver a verte en toda su vida. Si realmente estás buscando expiación, entonces deja todo lo relacionado con ella atrás y establécete con Lena ya. ¡Trátala como si ya estuviera muerta!"."¡Nunca!", espetó Brendan sin pensárselo dos veces. Sin inmutarse, volvió a preguntar: "¡¿Dónde escondiste a Deirdre?!".La señora Brighthall lo ignoró.Un ataque de tos se apoderó de Brendan, pero
Los labios de Brendan estaban pálidos, al igual que todo su aspecto. Y, sin embargo, cada palabra sonaba como el golpe de una vieja campana. "¡La veré aunque eso me mate!".Se puso de pie y empezó a toser a pleno pulmón. Su cuerpo se tambaleaba a cada paso, pero apretó los dientes y marchó hacia la puerta principal... y directo a la nieve."¡Basta!", bramó sin aliento la señora Brighthall. "¿Cómo te atreves a chantajear a tu madre con tu propia vida? ¿Y ahora qué? ¿Vas a quedarte afuera en la nieve hasta que mueras a menos que revele su paradero? ¡¿Así es como vas a amenazar a tu propia madre?!".Un vendaval invernal se abalanzó sobre el paisaje, levantando un caótico remolino de nieve frente a Brendan, de pie junto a la puerta. Enmarcado por el horizonte blanco y la ráfaga implacable, su espalda parecía pequeña y desamparada. "No te estoy chantajeando ni nada por el estilo, mamá. Simplemente no quiero que te arrepientas de esto más que yo"."¿Qué se supone que significa eso?"."S
"E-Entonces... ¡¿Entonces quién es esta?!".Brendan apretó los puños. "El año en que te opusiste a nuestro matrimonio, Lena tuvo un accidente y entró en coma. Nadie sabía si volvería a despertar, pero yo sabía que nunca me dejarías casarme con una mujer inconsciente. El único medio que tenía era encontrar a otra persona que se hiciera pasar por Charlene. Y esa impostora... era Deirdre McKinnon".A la señora Brighthall no le había agradado Charlene la primera vez que Brendan la había traído a casa. La mujer mayor estaba orgullosa de su buen juicio sobre el carácter y sabía, por la codicia y la ambición de sus ojos, que Charlene solo sería el principio de una pesadilla.Naturalmente, se había opuesto al matrimonio de su hijo. Pero entonces, un día, Charlene simplemente... cambió.La señora Brighthall se había quedado perpleja al ver a la misma mujer calculadora cargándola a la espalda por la nieve cuando a la mayor le había dado un infarto. Se había quedado perpleja al oír que aque
"¿Toby va a volver?". Deirdre no pudo evitar sentirse sorprendida. "¿Por qué? ¿No queda algo de tiempo todavía hasta Navidad?".La señora Russel miró a Deirdre con una sonrisa. "Me llamó hace un tiempo y fue natural que te mencionara en nuestra conversación. Luego, solicitó una larga excedencia en su empresa, alegando que me echaba de menos después de no verme durante más de seis meses. Pero estoy segura de que viene para verte"."¿Para verme?" Deidre retorció la toalla y se quedó confundida. "¿Por qué va a volver para verme?"."Tontita, me niego a creer que no tengas la menor idea de esto". La señora Russel esbozó una suave sonrisa. "¿No sabías que a Toby le gustas desde que era un niño?".Deirdre se atragantó con el agua que estaba bebiendo. La señora Russel se apresuró a calmarla. Deirdre se recuperó de la tos, pero seguía aturdida.Todo este tiempo había considerado a Toby como su hermano mayor y no se relacionaban mucho antes de que ella se fuera de aquel lugar. Esto se deb
A Deirdre le pareció de lo más cínico. No podía dormir, así que tanteó el armario en busca de su gabardina y se la puso antes de bajar las escaleras.Cuando la señora Russel abrió la puerta del patio y entró, recién había llegado a la sala de estar. Al encontrar a Deirdre, se apresuró a decir: "¿Por qué no estás dentro de la casa? Entra rápido. Hace mucho frío ahí afuera".La señora Russel se estremeció mientras caminaba. "Un viajero acaba de llegar a pesar del clima. Está helando ahí afuera y no se sabe por qué el viajero está aquí. Está vestido con ropa de marca y conduce un coche de lujo. Sin embargo, es un hombre muy apuesto y su llegada ha causado un gran revuelo"."¿Un viajero?". Deirdre sintió que se le aceleraba el corazón."Sí, parece estar buscando a alguien y se niega rotundamente a marcharse. Me hizo algunas preguntas cuando me vio"."¿Qué preguntó?". Deirdre habló ansiosamente, con el rostro pálido. La señora Russel se quedó atónita un momento antes de decir: "La