Coloqué el plato y la malteada sobre la mesa de Charly poco tiempo después y tomándola desprevenida. —Fue bueno que tus padres te enseñaran que a veces hay lobos vestidos de ovejas, que no todos dicen la verdad o que lo hacen a medias para poder obtener algo a cambio; te enseñaron, incluso, lo que es la humanidad y el apoyar a alguien que no posee lo mismo que tú y no lo digo para que se aprovechen, sino que de verdad… —guardó silencio unos minutos antes de verme directo a los ojos mientras masticaba un poco del pastel—. Esto que me estás proporcionando ahora me ayudará a no dormir con el estómago vacío. Si antes me sentí con ese hueco en el estómago, ahora comprendía sin necesidad de que fuese ella quien me lo dijera. Charly vivía en la calle y por eso el agua la había sorprendido, por eso su ropa se veía algo sucia, aunque no lo suficiente como para decir que dormía fuera de un techo. Ahora sí me sentía con la necesidad de cuestionar un poco más. —¿Eso quiere decir, Charly, que n
Dorian“Ella es el caos más hermoso que he conocido. Su desorden es jodidamente necesario.” –Joel Montero. “Pero no le bastó, no fue suficiente, no quiso quererme como la quise yo…”—¡Qué voy a hacer con todo este amor! —Canté a todo pulmón, sosteniendo el caballito de tequila y con la otra mano golpeaba en reiteradas ocasiones mi pecho.Pocas veces había odiado a alguien tanto como ahora lo hacía, aunque no precisaba si era a ella o a mí por haber amado hasta este punto.Solo una vez en la vida me habían roto con tanta saña, la primera juré que será la única y no, tontamente volví a caer en el mismo hoyo negro, pero con diferente trampa.Después de recorrer todo el departamento en busca de rastros de Georgina y todo lo que me recuerde que alguna vez existió en mi vida, sentí que debía sentarme o inevitablemente caería por los tragos de más. Sin embargo, quedar frente a la cocina me hizo rememorar todas las veces que llegué del trabajo y la encontraba cocinando o, cuando poco tiempo
Aitana "Todos los días del mundo algo hermoso termina.” –Jaroslav Seifert. —Espera, espera, ¿Cómo que Dorian conoce a tu casi esposo y no sabías nada? —Cuestionó Mariel mientras limpiábamos la vajilla que solo se usaba en los momentos especiales. Tuve que contarle toda la historia del día anterior ya que ahora pocas veces nos veíamos y parecía perderse de mucha información al respecto. Por su parte, la relación que comenzaba a entablar con Bruno crecía a pasos pequeños, de ahí que también le sorprendiera la cena de esa noche. La verdad era que no tuve una respuesta convincente en ese momento, de hecho, Asher se limitó a observar fijamente al profesor con cierto nivel de furia, solo alcanzó a reponer que se habían conocido de jóvenes durante la preparatoria. Cosa que creí a medias. —Ni yo lo sé, Asher solo se limitó a decir que estudiaron juntos y nada más. —Respondí encogiéndome de hombros. —Pues, si esto está yendo tan serio como parece—, elevó los cubiertos que limpiaba para de
Si tan solo hubiera podido tener un deseo para cambiar algo entre nosotros, habría pedido que fueras más valiente como para luchar por salvar lo nuestro. O, quizás, ser más madura para superar los obstáculos que la vida a veces llega a presentar y esta no sería la excepción. Aunque me conformaría simplemente con no habernos conocido jamás. Porque amarte significó morir en vida y ser un ente errante para siempre. Pero mientras, quiero recordar la manera tan vil en que todo se jodió y con ello la historia que deseaba fuera tan bonita como la pintabas. EPIGRAFE Y DEDICATORIA "La mejor manera de li
"Epígrafe... la he olvidado, quizás mientras lee sabrá la respuesta o, puede tal vez, que yo la recuerde al terminar de escribir. Puedo decir que es muy conocido y quedaría perfecto para ocasiones como éstas, pero sinceramente lo he olvidado en cuanto... bueno, usted sabe, un nuevo viaje. Existe alguien, conozco una persona dentro de este universo inmenso, que me ha hecho ver que después de la metamorfosis la oruga se aleja, lo que las personas señalan en aquella chica ahora la hace la más bella mariposa que lucha contra todos por demostrar que sí tiene valor. Y las palabras ya no duelen porque han dejado de tener sentido, porque no tienen peso sobre lo que ahora es. Nadie entiende los mundos que residen en su interior, la razón a sus tempestades ni mucho menos a la gama de pensamientos que la albergan. Nadie lo nota porque todos están recluidos en sus monocromáticas vidas, en rutinas inservibles que si se vieran desde su perspectiva entenderían
"Dicen que la curiosidad mató al gato, pero no dicen si lo que descubrió valió la pena.” –José Saramago. ° ° ° 8 de Junio, 2018 —¿Sabes lo que es darle hasta el fondo, Aitana? —Preguntó Mariel con un ligero mohín. Coloqué el caballito en la mesa después de darle un leve trago. —Sí, pero todo con tranquilidad, estoy calentando motores. La música retumbaba en el ambiente; el salón estaba a reventar con tantos jóvenes bailando en la pista. Las fiestas de graduación nunca habían sido de mi total agrado, los profesores arruinaban toda la experiencia al tener sus mesas en las altas tarimas vigilando que todos nos comportáramos de maneras correctas. ¡Bah! Eso es lo más aburrido que puede ocurrir durante la última fiesta con tu generación, y eso aclarando que yo no era la que estaba diciéndole adiós a su querida Universidad, aunque era lo que más deseaba en la vida.
Miré a todos lados buscando algún rostro conocido para no quedarme sola y en poco tiempo encontré a algunos compañeros del equipo de fútbol. Decidí caminar en su dirección, pero me detuve cuando, estando a unos cuantos metros, pude ver a Adrián sentado con ellos; el golpe bajo fue encontrarlo abrazando a Sonia, su mejor amiga, y, finalmente, besarla como nunca lo hizo conmigo.Me debatí entre encararlo y desquitar mi furia o buscar una mejor forma de dejarlo mal parado ante todos.Salí sin que se percatara de mi presencia, tomé el teléfono que había guardado en el busto y salí del lugar. Remarqué su número hasta que respondió, lo vi salir para alejarse lo más que pudiera del ruido que le delataría.Tomó una larga distancia, bastante lejos de mí como para que pudiera verme.—¿Qué ocurre, Aita
—¿Y cuánto crees que eso tarde? Digo, no es que me urja porque el dolor de cabeza es tuyo y no mío. —¡Argh! Ya voy, ya voy. Te pareces a mi madre regañándome. Me levanté para tomar la pequeña toalla rosada con la cual limpiaba la pantalla del computador, la doblé en tres partes y humedecí en el lavamanos del baño. No tenía la menor idea de cómo eso me ayudaría, pero por alguna extraña razón confiaba en ese hombre. Regresé a la habitación para volver a recostarme. En el teléfono seguía corriendo el tiempo de la llamada y me sorprendía que siendo las cuatro de la mañana él todavía no dormía. —Listo, ya estoy de nuevo recostada y con la toalla sobre mi cabeza—. Informé. —Muy bien, siendo así entonces me despido porque, aclaro, yo sí soy educado. Ten excelente noche Julieta. —¿Ya? No fue tan difícil, pensé que ahora me pedirías ir a buscar sexo como un buen generador de endorfinas. —¡Ja! Si no pudiste conseguirlo en horas que te pe