Me hallo flotando a la deriva, todo a mi alrededor es negro, pero no tengo miedo, más bien me relajo. La temperatura es agradable, siento cosquilleos en mi piel que me dicen que no hay razón para preocuparse. Y además está el sonido; es rítmico y agradable, tranquilo. Es como si algo rozara con…Una dura sacudida me devuelve a la realidad y me obliga a abrir los ojos.—Por dios, qué horror —mi hermano me mira con lástima—. Deberías verte.—Tampoco es como que tú seas el príncipe azul cuando te acabas de despertar.Al incorporarme, la cabeza me duele como los mil demonios. Suelto un quejido y la sostengo con ambas manos.—No me refiero a eso.Sé perfectamente a lo que se refiere.—Tuve el sueño más pendejo del mundo —dije lentamente—. El hijo de puta de Lucas estaba en Silex, se veía tan cogible como siempre, pero te juro que lo quise matar —el dolor aminora por momentos—. Ya superé al cabrón, no lo tocaría, aunque fuera tu salvación —suspiro—. Tuve que odiarlo para superarlo, ¿qué tal
Sé lo que va a pasar a continuación: Seré obligada a lo que sea que Lucas esté planeando, pues dudo que viniera nada más a dar la mala noticia, además, Karim tiene un brillo extraño en la mirada, algo está ocultando. Lo que sea que hayan planeado, no puede ser bueno porque Lucas no es alguien de fiar y definitivamente tiene la capacidad de obligar a mi hermano a lo que sea. Y en teoría a mí también, la diferencia es que yo no me dejaré tan fácil.—Muy triste y todo —bostezo y toco el agua, está tibia—. Pero debo llegar a la escuela de mierda, tengo examen y por muy poco preparada que esté, quiero presentarlo.—Viviana ¿no oíste? —su tono empieza a irritarme— ¡Papá fue asesinado!Y claro que me impacta, incluso me duele a pesar de que me reprocharan la decisión de irme en lugar de apoyarme. Siempre intenté llevarme bien con él, a pesar de que me exigía en exceso algo que ningún padre le desearía a su hija. Siempre he pensado que ser hijo de monteros es una mierda porque no te dan la de
Rigo es un imbécil, siempre lo ha sido y siempre lo será, ya está escrito en su destino, pero fuera de todo, es una persona agradable en lo más profundo de él. En cuanto llego pidiéndole ayuda, me deja estar en su casa sin ningún problema, incluso me da un par de porros de marihuana por cuenta de la casa. Ese es el maldito mejor lugar en dado caso de que se quiera escapar de los problemas… Incluyendo a la policía.—Te digo, bro —está más ebrio que una cuba—. Hay que ver todo como un todo, nada importa, al final vamos a morir.—Es mentira en parte —aporta una chica de cabello azul—. Mientras vivamos, importa, porque las acciones repercuten en el futuro o el ahora.Da una calada de su porro y exhala relajada, el aroma invade mis fosas nasales. Parte del haber dejado de fumar fue el olor, es casi insoportable, además, solo provocaba que me riera como estúpida y que reflexionara de más. Aún así, una parte de mi extrañaba esta sensación de relajación. Este instante en que nada me importa
Corro al automóvil y el caos se forma. Oigo los gritos de Rigo y los demás, alguien dice mi nombre, no reconozco la voz. Una bala de directo a un arbusto, otra va a parar a la puerta del automóvil y entonces es cuando noto lo raro: La bala se evapora en cuánto toca el metal, ni siquiera sufrió una abolladura ¿Qué mierda? Ese segundo de confusión es lo suficiente para distraerme, Lucas llega a mí en menos de cinco segundos quedo inmovilizada.Pone un trozo de servilleta en mi nariz y aspiro un aroma hermoso a lavanda con jazmín. En menos de dos segundos me quedo inmóvil. No inconsciente, no dormida, no desmayada, solo inmóvil. Puedo ver todo y sentir todo, pero es imposible hablar o moverme, empiezo a entrar en pánico, no entiendo qué está pasando.—No te asustes, solo estarás así por unas cuántas horas —explica Lucas mientras me carga—. Volverás a la normalidad. Ahora, Vi, nos vamos. No quería hacer esto por las malas, pero no me dejaste opción.Puedo contestarle que se vaya a la mier
Josué me ayuda a desempacar, aunque fue en contra de mi voluntad, pues yo no tenía planeado desempacar un solo calcetín, pues no traía gran cosa empezando porque ni siquiera hice yo mi maleta. Al ver el vestido que Karim eligió para mí, debo contener una risita, ese trozo de tela no es más que un trapo que tenía años de vivir en lo más profundo de mi clóset. Es bonito, no lo voy a negar, pero ni de broma me va a quedar.Para mal, he perdido muchísimo peso. El preferir gastar dinero para drogarme que para comer ha cobrado su precio y a pesar de que nunca tuve un cuerpo de ensueño, solía sentirme dentro de un cuerpo normal. Ahora, gracias a mis vicios, soy tan delgada que a simple vista pareciera que cualquiera podría quebrarme en dos con tal facilidad como si estuviera hecha de pan. Además, mis escasas curvas desaparecieron y la carne sobre mis huesos es escasa.No me veo tan mal como otras personas, pues he conocido drogadictos que son casi esqueléticos, con tantas lesiones y enfermed
—Preguntas hasta el final —Josué continúa—. Ellos mismos se hacen llamar dioses, el primer ataque fue hace un par de meses, Betsabé, la de tierra, hizo que se derrumbara una colina y hubo varios muertos. Algunos monteros fueron a revisar creyendo que se trataba de algún dragón o algo así. Pero de la expedición solo volvió uno; lo dejaron vivo como mensajero y el pobre dijo que estábamos perdidos.—¿Y qué dijo la diosa?—Que nos preparáramos para la guerra.—No entiendo, ¿son dioses cómo los dioses griegos? —pregunto incrédula—. Porque si son inmortales…O poderosos. O ambos, estamos perdidos.Josué se rasca la cabeza, luce incómodo.—No sabemos —hace una mueca—. Aparecieron hace dos meses, ni siquiera los más viejos saben algo. Solo hemos visto a dos, la verdad sí da miedo si quiera ver al tercero.—¿Cómo son? —una arruga aparece en la frente de Karim, siempre que está concentrado se ve así.—Pues… Raros —suspira—. Por suerte no he visto a uno en persona, pero Ari… Una amiga le tomó fo
Mamá no parece muy triste con la muerte de mi padre.Siempre tuve una impresión de ellos diferente a la que ahora estoy entreviendo. Nunca fueron sumamente cariñosos, no se tomaban de la mano y no se besaban frente a nosotros, pero siempre demostraron que se importaban con acciones. Se apoyaban, se unían cuando algo iba en contra de sus ideales o pensamientos y, sobre todo, se respetaban. Era un amor poco visto en las típicas películas cliché que tanto amaba ver cuando me sentía triste y agobiada.En aquel entonces llegué a creer que, si alguno moría a manos de los místicos, el otro sufriría desgarradoramente y su dolor sería tan atroz que no podrían descansar hasta cobrar venganza. Que jamás podrían volver a amar o interesarse en alguien porque eran el uno para el otro. Pero al parecer solo eran imaginaciones de una chica ingenua que ansiaba vivir en una burbuja color de rosa, pues al ver a mi mamá coqueteando ceñida en su vestido negro ajustado es todo lo que necesito para saber que
Mis pasos caen con fuerza, cada vez siento un dolor en la rodilla, pero prefiero intentar desahogarme de esa manera a que golpear el aire como si tuviera delirios o algo así.Necesito que esto termine pronto, me urge que llegue Karim a decir que fue una idea de mierda estar aquí y que lo mejor es irnos ya. Solo debía quedarme en casa, no ir a beber ese día, debí cambiar de estado… No, cambiar de país. Por eso en algún momento de infinita claridad metí una solicitud para hacer una pasantía en Hungría, por supuesto me rechazaron, pues mi currículum solo se reduce a lo que he hecho en la universidad, pues todo mi tiempo libre lo tiré a la mierda.Mi teléfono vibra con fuerza, sorprendida, me doy cuenta de que apenas tengo una línea de señal, cosa extraña ya que antes no tenía una sola. Creí que era porque estamos en medio de la nada, pero aquí sigo en medio de la nada y hay un poco. Se trata de una llamada proveniente de Jossy, imagino que ha de estar preocupada porque no he vuelto.Le h