Tom, siempre atento a los detalles, observaba detenidamente la imagen. Aunque las dos mujeres en la foto parecían casi idénticas, había algo en una de ellas que no le cuadraba. “No, esa no era la chica que estuvo en Prever”, pensó, mientras veía cómo Milena señalaba a su prima. Aun así, tenía sus dudas. Además, recordó cómo Blas había observado a uno de los alumnos aquel día, y si no se equivocaba, era precisamente ella. No tenía manera de comprobarlo, al menos no por ahora.Yoshida, el más reservado del grupo, apenas prestaba atención a la conversación entre Glenn y Tom. Nunca había visto a ninguna de las mujeres de la foto, no obstante desde que Milena mostró su móvil, había notado algo que los demás no.— Mencionaste que no estás trabajando, ¿cierto? — preguntó de pronto.— Sí, en estos momentos no estoy trabajando — respondió Milena, sorprendida por la pregunta y reconociendo al instante su voz; la había oído antes.Sally miró a Yoshida sorprendida al verlo preguntar, pues rara ve
Al regresar, Milena encontró su comida servida. Después de comer, las conversaciones tomaron otro rumbo, pero lo que más la entristecía era Blas. Desde que habían regresado, él se había mantenido especialmente callado con ella, evitaba mirarla y parecía absorto en una larga conversación con Sally, quien le relataba los diferentes acontecimientos de su trabajo diario.En la mente de Blas, las palabras de Milena resonaban una y otra vez. "Realmente fue una mala idea traerla", pensaba con frustración. "Fue un error obligarla a reemplazar a Tina. Siempre me vio solo como un amigo." Se apartó emocionalmente y centró su atención en la doctora Sally Smith, tratando de distraerse.— Seguro ya sabes sobre la beca — dijo Zane a Milena, notando el evidente distanciamiento de Blas hacia ella.— ¿Cómo sabes sobre la beca? — preguntó Milena, intrigada.— Debes leer bien la documentación que te solicitan. Si tienes todo listo cuando te llamen, podrás aprovechar los beneficios desde el momento en que
— Se los dije, Zane conocía las intenciones de Sally. Ya se intercambiaron de pareja — comentó Glenn con un toque de ironía. — Él era el más indicado para hacerlo, porque si yo hubiera sacado a Milena a bailar, no viviría para contarlo — agregó con una sonrisa torcida.— Con el historial que tienes con las mujeres, yo actuaría igual que Blas — señaló Tom, haciendo que Glenn frunciera el ceño.— Zane y Blas ocultan algo — intervino Yoshida, cambiando de tema con seriedad.— También lo creo — respondió Tom, observando a Blas. — Zane desvió la conversación 2 veces, y no fue porque Blas estuviera molesto —.— ¿En serio? No lo noté — dijo Glenn, despistado, mientras su mirada se dirigía hacia Blas y Milena. El ver a Blas junto a esa bella mujer lo hizo suspirar, atrapado en un recuerdo doloroso. — Por cierto, ¿se van a quedar esta noche en el hotel? — preguntó, intentando sonar despreocupado.— Hasta el domingo — contestó Tom. — Katherine llegará mañana; tuvo problemas en el trabajo y no p
Aquella habitación del lujoso hotel de la costa se sumergía en un ambiente cargado de pasión, tensión y nerviosismo. El suave murmullo del oleaje que chocaba contra la playa servía de telón de fondo para el encuentro que estaba por suceder. En medio de esa atmósfera, las miradas de Blas y Milena se cruzaban una y otra vez, mientras se besaban con intensidad.Las manos de Blas se movieron con delicadeza, recorriendo el cuerpo de Milena hasta terminar de deslizar el vestido que había quedado a medio camino, ahora abandonado en el suelo. La timidez la golpeó al sentirse semidesnuda. No era la primera vez que él la contemplaba en ropa interior, pero ella sabía que esa noche cruzaría una línea, una que lo cambiaría todo. Su cuerpo lo deseaba, y el pensamiento de lo que pronto ocurriría la perturbaba. A pesar de ello, había algo más: una mezcla de anhelo y vulnerabilidad que la mantenía inmóvil y expectante.A pesar de su evidente temor, Milena llevó sus manos hasta Blas. Con movimientos to
La luz del sol iluminaba la habitación. Un cuerpo adormecido, mareado y adolorido, abrió ligeramente los ojos mientras giraba en la cama, tratando de tapar los rayos solares con las manos. Pero no era solo la luz lo que le impedía volver a conciliar su delicioso sueño; el sonido constante de unos dedos tecleando con eficacia y rapidez también interrumpen el silencio que deseaba.Tomó una de las grandes almohadas para cubrirse los oídos, pero ni siquiera eso ayudaba, pues el sonido de una repetida denegación de acceso colmaba su paciencia.Los fuertes rayos solares de la mañana quemaban su piel. Su enojo creció. Podía tolerar la luz, ya que era inevitable, pero el sonido sí podía ser silenciado. Sin embargo, seguía resonando con fuerza. Agarró las sábanas para cubrir su cuerpo, pero al hacerlo, notó que las cortinas estaban abiertas, dejando que la luz entrara c
Blas observó el océano a través de la ventana, su mirada perdida en las olas mientras intentaba ordenar sus pensamientos. No recordaba en qué momento de la noche se había quedado dormido, pero el intenso dolor en su miembro y la hermosa mujer en la cama le confirmaban que lo sucedido no había sido un sueño. Sus recuerdos eran un torbellino de sensaciones: la calidez del cuerpo de Milena bajo el suyo, sus gemidos ahogados y el vaivén de sus cuerpos en la oscuridad.Desvió la vista hacia ella, aún profundamente dormida. La luz matutina resaltaba la suavidad de su piel, y, por un instante, Blas se permitió contemplarla. Le gustaba verla ahí, aunque no fuera su cama.Intentó poner sus pensamientos en orden, pero le resultaba difícil concentrarse. Echó un vistazo a su móvil y se sorprendió al ver innumerables llamadas y mensajes de Zane y Sally. Recordó que se había marchado sin avisar, por lo que era lógico que pensaran que simplemente había desaparecido. Comenzó a responder cuando notó q
— ¡No te creo, Tom! — exclamó Katherine, quien había llegado hace unos minutos. — Me estás haciendo una broma, ¿cierto? —.— Te está diciendo la verdad — afirmó Yoshida.Katherine, quien es hermana de Tom, estaba sorprendida con lo que le contaban. ¿Blas llegando con una mujer? Parecía otra persona. Y cuando todos creían que se había marchado, respondió a los múltiples mensajes de Zane y Sally, confirmando que seguía en el hotel.Todos comprendieron de inmediato la razón detrás de la extraña desaparición de Blas junto a su acompañante.— ¿Quién es la chica? — volvió a preguntar Katherine, mirando a Zane con el ceño fruncido, prácticamente diciéndole: ¿por qué no le había hablado de la pareja de Blas?— ¿Por qué no le preguntas a él directamente? — señaló Tom, justo cuando Blas y Milena se acercaban.— ¡Hola, Blas! Te dignaste a aparecer — se burló Glenn.Milena no pudo evitar sonrojarse. Era evidente que todos sabían por qué habían desaparecido.Blas miró a Glenn con expresión seria.
Pensamos que la vida es injusta por separarnos de la persona que amamos. Hay obstáculos y recuerdos olvidados, y todo sucede por un motivo. Debemos esperar pacientemente el reencuentro. Cuando estás destinado a estar con alguien, nada en la vida podrá separarlos.En el amplio pasillo de una prestigiosa universidad, una tímida joven caminaba con nerviosismo. Sus ojos se movían rápidamente de un lado al otro, buscando un lugar seguro.— ¿Cómo me dejé convencer de esto? — murmuró Milena con voz temblorosa, mientras sus manos temblaban visiblemente. Reconociendo a estas alturas que la propuesta de su prima sería difícil de cumplir y buscaba con la mirada un lugar donde pudiera llamarla.— ¡Perfecto! ¡Ahí podré llamarla! — dijo con ánimo, dirigiéndose al tocador de mujeres. En su apresurado paso, no se percató de una persona hasta chocar con ella.— ¡Disculpe! — dijo rápidamente y continuó su camino.Dentro del tocador, se encerró en un pequeño cuarto de limpieza, sacó su móvil y marcó. Su