Capítulo 81 Cita a ciegasDiego pasó esa tarde con Manuela en la oficina. Mientras él revisaba correos y documentos, ella se sentó en uno de los sofás de la oficina a revisar sus correos y mensajes en el teléfono celular.A Diego tenerla allí en esta escena íntima, nunca antes vivida, no lo dejaba concentrar, no se cansaba de verla, tan hermosa. Al parecer ella sintió su mirada, porque elevo la vista y lo observo— ¿Qué pasa? ¿No estás trabajando?— ¡Estaba pensando!— ¡Diego, no sé lo que estoy haciendo, mejor me voy a casa! ¡Te estoy interrumpiendo!, le dijo nerviosa por su mirada fija—No, por favor quédate un rato más, nos iremos juntos, esta noche debo ir a casa de mi madre, me invito a cenar, hace tiempo que no paso por su casa— ¿Hoy? ¿Te invito hoy?— ¿Si pasa algo?— ¡No pasa nada! —Manuela recordó que justamente hoy. Aarón le indico que prepararía los macarrones con queso para Diego, según su propia iniciativa, para que él se relajara un poco, y dado que no fueron a almorzar
Capítulo 82 ¿Dejaste a tu hija sola? Diego se alejó de Lucia y pidió una explicación con la mirada a Rosalía. —Disculpen, no quería molestarlos—Rosalía salió por la puerta que comunicaba a la cocina del pent-house con su teléfono en la mano. Diego la observo. — ¿Qué hacías allí Rosalía?—le pregunto con sospecha — ¡Nada venía a avisarles de la cena!, respondió ella nerviosa — ¡Ve tu adelante Lucia! ¡Te sigo al comedor!, le indico Diego haciéndole mala cara a Rosalía Al terminar la incómoda cena, Diego les informó que debía retirarse, de inmediato, Margarita insistió en que debía llevar a Lucia, acababa de llegar del exterior y no tenía automóvil, por lo cual vino en taxi. La expresión de Margarita se veía muy satisfecha con todo lo que planifico. —No es necesario que lo haga. No quiero molestar—, Lucia no quería forzar a Diego, aunque le gustaría que él la llevara a su casa, el hombre le encantaba —No es molestia, hija, Diego te llevara, anda, vayan, vayan, Diego te llevara enca
Capítulo 83 ¡Definitivamente, aprendería a controlar sus emociones!Natalie contuvo la respiración, se mordió el labio, observando el evidente esfuerzo de Diego por autocontrolarse. Su presencia dominante y autoritaria la envolvía dejándola tan nerviosa que casi se asfixiaba. Retrocedió con cautela un paso y le respondió como si nada.—No digas tonterías, yo no estoy haciendo eso. Además. Elisa está mejor, me mantuve en contacto con la niñera, no estaba sola como sabrás. ¡Estuve en una reunión anoche para un papel, que voy a hacer! ¡Ya sabes cómo es eso! ¡Hay que beber un poco de licor! ¡No tengo otro remedio, tengo que trabajar! ¡Tú solo quieres darme una pensión! ¡Qué puedo hacer con eso, estoy acostumbrada a vivir pagando mis gastos yo misma, así que obligatoriamente tengo que trabajar, aunque sea en pequeños papeles! ¡Durante el último año no he conseguido nada más!— ¡Natalie!—¡Ya lo sabes! Nuestro romance fue muy escandaloso, apenas me proponen algunos papeles breves, pague mu
Capítulo 84 ¡Conflictos de pareja no resueltos!La cara de Lucia se puso levemente sonrojada y avergonzada, él reconoció que su tono no era el adecuado, pero tenía un leve presentimiento sobre lo que buscaba esta mujer.—Disculpa Lucia, estoy bastante ocupado, puedes decirme lo que deseas aquí mismo—hay un personal negligente que dejo que esta mujer llegara hasta aquí, le diría a Aarón que averigüe y tome las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir—En verdad no quiero molestarte, solo quería decirte que ya entregue mis credenciales y según me explicaron les parecieron bastante buenas, quedaron en llamarme lo más pronto posible—Entonces te deseo suerte, si te dijeron eso es que lo harán, disculpa, debo irme, trata de no volver a subir a este piso, es necesario anunciarse primeroAl verlo retirarse, Lucia se sintió decepcionada, pensó que, con una conversación casual, lograría acercarse un poco más a él, por eso actuó en modo atrevido…Lleno de rabia, Diego entro en su despach
Capítulo 85 ¡No quiero tener nada que ver con ella!— ¡Diego! ¿Qué haces?—lo miro ella triste. Sus ojos se llenaron de lágrimas y tuvo que parpadear varias veces para controlarlas.— ¡Mi amor! ¡La niña es parte de mi vida ahora! ¡No puedo darle la espalda! ¡Me necesita! ¡Me es imposible tener dos vidas separadas! ¡Una con ella y otra contigo y mi hijo! ¡Además, no quiero hacerlo!—Sé que no es fácil para ti, tampoco para mí, Dime, ¡Es mi castigo eterno! ¿Tenerlas en mundos aparte? ¡No puedo abandonarlas a ninguna de las dos! ¡Ella es un ser indefenso, que no tiene la culpa de nada! —le decía él a Manuela en un tono lastimero, tratando de que lo entendiera o más bien comprendiera sus sentimientos y sus conflictos internosElla le lanzó una mirada de reproche a este hombre que decía que no la quería lastimar y lo hacía repetidamente cada vez con mayor fuerza y además hacía que sintiera remordimientos por querer tener a esa niña desamparada bien lejos ¿No se daba cuenta de lo que le esta
Capítulo 86 ¡He decidido que no tengo por qué aguantarla! Manuela respiró profundamente. Verlo con la niña la conmovía aunque no quisiera. Era difícil de creer que una niña tan pequeña pueda ser capaz de remover tantos los sentimientos de una persona. En cuanto a Diego, la presencia de esta niña, estaba dificultándole su reconciliación, pero tenía una gran responsabilidad con ella. En cualquier caso, ya no estaba tan confiado en que la reconciliación llegara a puerto seguro. La pregunta es ¿Si no existiera la niña, podrían haberse reconciliado? — ¿Te quedas conmigo un rato? No quiero dejarla, temo que se despierte de nuevo y comience a llorar. Ven sentémonos en el sofá, allí podrás descansar. Una vez sentados en el cómodo sofá sus dedos rozaron su espalda y la volvió a besar apasionadamente, ella se estremeció, consciente de su proximidad. —Te amo, mi Manuela. Te amo con locura desde hace mucho tiempo —continuó con voz ronca—Si algo deseo más que nada en el mundo es estar contigo.
Capítulo 87 ¡Será fácil para ti quitarle a la niña!Diego bajo hasta el gran salón, no obligaría a Manuela a hablar con Margarita o hacerle frente con él, dado que tenía que hablarle de Elisa. Al bajar encontró a Elías de mal humor recostado en el marco de una de las puertas de entrada al salón.— ¿Qué haces aquí mamá y con tu guardaespaldas?, miro a Rosalía de reojo—Vengo a hablar contigo hijo, no tengo otra forma de verte y como aún sigues viviendo aquí con esta gente. Lo que aún no me explico es tu preferencia por vivir aquí, tienes varios pent-house, eres dueño de varios edificios residenciales, hasta tienes tu propia casa, entonces ¿Qué haces metido aquí con ellos? ¿Qué te ha hecho esa mujer? —hizo un gesto de desprecio. — ¿Querías hablar conmigo mamá?—Sí, pero quiero hablar contigo en un sitio privado.—Lo que quieras decirme hazlo delante de Elías, no tengo secretos para mi suegro.— ¡Hay hijo mío! —Suspiro con dolor— la mayor parte de las veces, no te entiendo, eres tan ex
Capítulo 88 ¡Perdóname! ¡Todos cometemos errores!Rosalía escuchó el grito y se levantó asustada, sus ojos casi se salieron de sus órbitas cuando reconoció de dónde provino el grito.«¡Natalie, es Natalie! ¡Es ella, la mujer que se acostó con Diego esa noche! ¿Qué está diciendo ella? ¿Me conoce? Sabe quién soy yo ¿Cómo podría saberlo?»Natalie se pavoneó hasta donde estaba esta mujer, definitivamente sentía que le tocaba desempeñar un papel importante aquí en este momento frente a ella.— ¡Te reconozco! ¡Eres tú!— ¿Quién es usted? ¿De dónde me conoce? —le pregunto Natalie haciéndose la desentendida—Deja de intentar ganar tiempo, tú estabas allí, tú lo hiciste, le diste la droga a Diego, no asumiré tus culpas. ¡Yo solo decidí acompañarlo a una habitación! ¡Porque vi lo que hiciste!— ¿De qué hablas? ¿Quién eres?— ¡No te hagas la tonta, yo te vi, jamás olvidaré tu rostro! ¡Cuando pensaste que nadie te veía, colocaste la droga en la bebida de Diego, pero te vi! No llegue a tiempo par