Capítulo 91 ¡Solo por hoy te soportaré! —Además, por ahora puede quedarse aquí, pero tendré que venir a ver a Elisa diariamente, la extraño mucho—cambio su tono de altanero a lastimosoLas palabras de Natalie cayeron como una bofetada en la cara de Diego y Manuela, ambos se miraron. La mirada de Manuela indignada, la de Diego profundamente apenado. No quería verla atormentada por sus errores del pasado, no quería verla triste y es lo que estaba pasando.—Si ya estoy viendo que te hace mucha falta— alcanzó a decirle Diego con ironía mientras cargaba a la niña y ponía su carita contra su pecho, sin observar para nada que Natalie la quisiera tomar en sus brazos, más bien estaba como gallito de pelea mirando a Manuela retándola. —Natalie, puedes venir, pero solo vendrás cuando yo este presente, como verás esta es la residencia de los Sánchez, aquí no mando yo, así que tendrás que venir en las tardes cuando yo este.— ¡No me parece!, ¡Tengo derecho a estar con mi hija cuando yo quiera!—
Capítulo 92 ¡Eres mía, mi mujer! Enseguida de llegar su nuevo apartamento, Natalie se pudo en contacto con Luis, necesitaba contarle lo que ocurría. Sentía que lo había intentado todo, pero no podía convencer a Diego y no había otra opción que se le ocurriera. ¡Eres una inútil! —le decía él en esos momentos— ¡Espérame voy para allá! ¡Hablaremos! — ¡Está bien! ¡No tardes! —Natalie pensó que aprovecharía de desahogar sus ganas contenidas En el hotel… ¿Con quién hablabas Luis? ¿Con Manuela? —Es solo un socio, Manuela, hasta me bloqueo—le dijo con rabia —Y como va lo de la recuperación de mi casa, le pregunto angustiada, a ella en realidad no le interesaba nada más. —Solo hablas de eso ¿Es lo único que te importa? ¿No te interesa la crisis económica que estoy pasando? — ¡No me entiendes! ¡Mi casa era mi seguridad! Ahorita mismo me siento… en el aire ¡No tengo nada! ¡No tengo a mi hijo!, ¡Mi hijo murió y ya no tengo ni siquiera la habitación que le prepare para que durmiera! ¡Ant
Capítulo 93 ¡Sáquenla de aquí de inmediato! Al girarse y ver la persona que decía su nombre, la expresión de Diego se contrajo con desagrado ¿Qué haces tú aquí? ¿Qué parte no entendiste? ¿No te quiero ver más a mí alrededor? ¡Para mí no existes! ¡Desaparece de mi vista! Rosalía tuvo que contenerse la muestra clara de afecto entre Diego y Manuela, que había logrado presenciar, le dejo un mal sabor en la boca, pero no debía olvidar su propósito en este momento. Había venido aquí para tratar de tocar los sentimientos más nobles de Diego. Todavía no concebía que la echara sin nada con que sostenerse y alimentarse, tenía al menos que darle algo de dinero. Lo poco que tenía no le alcanzaría ni siquiera para el hospedaje y la comida de tres días. Debido a esto fue el único lugar donde todavía quedaba la oportunidad de que no hubieran prohibido su entrada. Diego necesitó hablar contigo— le rogó sin importar su humillación pública, agrego con la cabeza baja dirigiéndose a Manuela— ¡Manuel
Capítulo 94 ¡Me odia tanto que me quiere ver muerto! Manuela y Roland estaban en pleno intercambio de ideas con el personal, cuando escucharon un alboroto del personal ubicado fuera de la sala de reuniones.Roland decidido asomarse — ¿Qué sucede? ¿Cuál es el alboroto? —pregunto extrañado por el movimiento del personal y el asombro de los mismos— ¡Intentaron atropellar al jefe Moran, hay un herido! ¡Ya están aquí las autoridades! ¡La ambulancia se llevó al herido!—señalo uno de los subordinadosManuela escuchó la respuesta y se levantó rápidamente la silla para indagar mejor— ¿Cómo dices? ¿A Diego?, se desesperó y su corazón se aceleró incontrolablemente.—Calma Manuela, no sabemos los hechos, en concreto llámalo y sabremos qué paso— le dijo poniéndole una mano en el hombro tratando de tranquilizarlaDesde una distancia cercana, Diego venía, ya sabía que pronto el rumor se divulgaría y llegaría a Manuela. Manuela se disponía a llamar cuando lo vio venir y corrió a abrazarlo angustiad
Capítulo 95 ¿Cómo fui tan ciego?— ¿Quién eres tú? ¿Por qué buscas a Luis?— ¿Es mi esposo? ¿Qué está haciendo aquí contigo?— Lizeth estaba fuera de sí, fue hacia la habitación.—El repartidor de pizza entendió la situación, había una amante y una esposa y seguramente el marido de la esposa estaba allí, dado que no quería verse involucrado en la situación, se marchó rápidamente.Lizeth estaba enfurecida, su cabello alborotado, su rostro muy pálido, comenzó a registrar habitación por habitación.—Espera, ¿qué haces?—, Natalie la agarro con fuerza y ella se soltó empujándola fuertemente, tanto fue la fuerza con la que la empujo que Natalie cayó al suelo estrepitosamente, golpeándose las piernas en la caída.Al revisar cada una de las habitaciones, por fin Lizeth entro en la principal, y encontró allí a Luis, acostado boca abajo, completamente desnudo, apenas cubierto por una sabana y con la cabeza en una almohada, las manos debajo de la misma.Enseguida, una sombra oscura cubrió la expre
Capítulo 96 ¿Crees que tenemos un porvenir juntos?Mamá, Elisa tienen a su madre y en verdad todavía no he pensado que hacer con esta situación ¡No he tenido oportunidad! ¡Sé o más bien imagino que lo que supimos de Rosalía te tiene impactada, pero quizás ella ya era así y no dependió de nosotros! ¡No es nuestra culpa!—No es eso hijo… es que ya viste como es esa mujer ¿Cómo podría dejar mi presunta nieta en sus manos? ¡Me muero de horror pensando en eso! ¡No puedo permitirlo!, Tiene que haber un modo, tienes dinero, para eso es el dinero, ¡Puedes corregir ese error de tu vida!—Madre, vamos, te acompañaré a tu habitación, intenta dormir, descansa, te prometo que solucionaremos todo. — ¡Vamos a dejar esa conversación…! —Diego frunció los labios.— ¡Cariño, espérame aquí ya vengo!—le indico a Manuela con una expresión de disculpa en su rostro— ¡Diego trata de entenderme!, — continuo diciendo Margarita— ¡Mamá, no puedes echarte encima la crianza de una bebé a tu edad! De hecho no me p
Capítulo 97¡Pensé que querías morir! Diego le dirigió una mirada significativa. Respiró profundamente y luego, dejó escapar el aire muy despacio. Su mirada se tornó cálida. La respuesta le salió muy natural. —Estoy completamente seguro. Pasé mucho tiempo sintiéndome culpable. El día de nuestro divorcio sentí que moría. Yo… cuando te volví a ver fue como si me hubieran cancelado mi condena a muerte. El día que hicimos el amor después de reencontrarnos ¡Me sentí libre, vivo! No quiero volver a sufrir. Los dos hemos sufrido y hemos madurado. En esta oportunidad nos merecemos que nos vaya superbién. ¡Te amo! ¡Te necesito! Nuestras heridas son profundas, pero cicatrizarán. Ahora mismo estoy lleno de problemas, pero lo solucionaré. ¡Lo prometo! — ¡Eso suena muy poético! — ¡Es porque cuando estoy junto a ti suelo ser poético! A Manuela no le quedó otra que sonreír. —No has respondido ¿Te quedarás conmigo? ¿Volverás a ser mi esposa? ¿Te casarías conmigo? Hay una razón más fuerte para ca
Capítulo 98 ¡Lo que está en juego es el futuro de una niña! Manuela leyó el mensaje observando la pantalla. En su rostro se marcaba su molestia. Lo ignoró y borró el mensaje. Luis le decía que quería verla, según él necesitaba su ayuda, sus negocios estaban de mal en peor. Se sentía mal por eso, aún se sentía agradecida por lo bien que se portó con ella mientras trabajó en su empresa, pero esta vez necesitaba ser egoísta, tenía que pensar solo en su hijo y en reorganizar su vida. Se olvidó de eso y se concentró en Elisa, la pequeña hacía gestos lindos de bebé. Parecía que quería llorar, luego se reía, se preguntó si deseaba que ella la sostuviera. Al tomarla en sus brazos, una oleada de ternura la invadió, olvidando por un momento todas sus preocupaciones. Su olor a bebé la envolvió. El llanto repentino de Elisa la llevó a preguntarse si tenía hambre o necesitaba un cambio de pañal, una tarea que decidió realizar ella misma para adquirir experiencia y estar preparada para cuando ll