Rosalin abrió los ojos cuando su mamá afirmó que Jakob tenía algo que ver con la loca de Nathalie, esa mujer solo la muerte la detendría.—No puede ser verdad lo que dice mi mamá, ¿usted fue capaz de aliarse con esa mujer?, ¿acaso me quiere ver sufrir? —cuestionó con dolor, mirando fijamente a Jakob que había bajado la cara al suelo.—No quiero verte sufrir —gruño —pero tampoco soporto verte con el nieto que le robo a nuestra familia el lugar en esta manada…—¿De que habla?—Desde siglos atrás nuestras familias habían sido los alfas de la manada, pero hay una ley que cuando nace dos alfas en la misma manada tendrán que enfrentarse y quien resulte vencedor gobernara por los años que la Diosa así lo disponga o hasta que vuelvan a nacer dos alfas dominantes… —explicó Jakob mirando los ojos de Leila, todo lo que había ganado se había esfumado en un instante —mi padre luchó contra el abuelo de King, y ese con trampas le robo su lugar como alfa de la manada.—Yo tengo entendido que fue una
Edwan le ordenó a Harry que por ningún motivo saliera del auto, sabía perfectamente que Nathalie había ido por él, que le importaría muy poco quien fuera con él, y tampoco que hubiera testigos, para ella mejor así alguien le iría a decir a Rosalin que ella se lo había llevado.—Tal vez pueda ayudar…—Te he dicho que te quedes en el auto, en cuanto nos vallamos te largas a Quebec… —gruño mostrando los caninos a Harry, este no hizo más comentarios. Fijó la vista en la figura de Nathalie que se abría paso entre los malditos Rogues que venían con ella, en cuanto puso los pies fuera del auto dos de sus rebeldes lo sujetaron de cada brazo. —Al fin te tengo Edwan…—dijo Nathalie orgullosa, como si hubiera hecho una gran hazaña, lentamente se acercó, mirándolo de los pies a la cabeza, no tenía un rasguño por los golpes que pudiera sufrir —te vez muy guapo lástima que aquí termines —puso su dedo sobre su barbilla y lentamente lo fue bajando por su cuello, hasta la abertura de su camisa. Edwan
Edwan se le quedó mirando fijamente, mientras ella se acercaba, ella pretendía darle un beso, con lo que no contaba era que él no lo permitiría. En cuanto sintió sus asquerosos labios, le mordió el labio inferior con intención de arrancarle el trozo de su cara.La muy perra había sabido siempre la verdad, pero eso no la detuvo para atormentarlo, para hacerlo sentir el lobo más miserable del mundo, al que encerró en la cárcel de la culpa por algo que no había hecho según sus palabras.—Maldito infeliz —dijo al tiempo que le daba una cachetada —casi me arrancas el labio.Edwan regreso el rostro ensangrentado, mirándola con odió.—Y te arrancaré trozos de tu cuerpo hasta que me digas su maldito nombre del infeliz que le quitó la vida a Jane, a mi pequeño cachorro —grito con exigencia, luchando contra las cadenas, a pesar del dolor que sentía.Nathalie lo miró cruzada de brazos.—Deja de amenazar, te has dado cuenta en qué posición estás —le señaló las cadenas —aquí la única que puede ame
Horas antes El dolor que sentía Rosalin la hizo doblarse y gritar, después del filo que la atravesaba, sintió como un pinchazo en el cuello. Y dejó de sentir por completo a Edwan. —¡Edwan! ¡Edwan! —comenzó a gritar con desesperación, Killari la abrazó tratando de calmarla, pero parecía que nada lo haría. —¿Qué está pasando? —preguntó Drake al entrar a casa y ver a Rosalin llorando desesperada, mientras Diana la abrazaba, pero su rostro no era el mismo, era muy parecido al de Rosalin pero más maduro —¿Diana tu rostro?—Después te explico, ahora quién te importa es Edwan, él esta en peligro gracias a Jakob —al escuchar eso Drake lo tomo de la camisa sin importarle que fuera el alfa de la manada…—¿Qué hizo? ¿Dónde está? —le preguntó con desesperación por su amigo—No lo…Diana interrumpió las palabras de Jakob cuando comenzó a gritar.—¿Qué pasa hija? —Rosalin comenzó a agitarse y caer al suelo, por un momento perdió el conocimiento.—¡Edwan! ¡Edwan! —exclamó una y otra vez cuando re
Una hora después Rosalin estaba recostada en la cama, no podía dejar de llorar, cuando escuchó el auto detenerse en la puerta de la casa. Con emoción sé puso de pie, pensando que Edwan había vuelto, que Nathalie no se había salido con la suya, al ir a su encuentro se topo con su papá que al momento que la vio bajo la vista con dolor y pena.—¿Edwan dónde está? —miró detrás de su padre, con la esperanza de verlo entrar tal vez con una herida, pero bien. Sin embargo no sucedió, Harry se acercó para abrazarla.—Una tal Nathalie se lo llevó —dijo su padre confirmando lo que ya sabía. Se dejó caer al suelo de nuevo, el dolor que estaba sintiendo le partía el corazón en dos. Con dolor le narro lo que vivieron, como el auto de esa mujer se le cerró hasta el punto de hacerlo detener su marcha.—Ha llegado la noche de la luna roja, la que por años temimos…—dijo Killari a espaldas de Rosalin mirando a Harry, este al verla abrió los ojos, su rostro había vuelto, él le hizo señas a lo que ella
Killari grito de dolor cuando intento decirle a Rosalin sobre la profecía, pasar los dolores a ella había sido la única manera que había tenido para evitar que ella sufriera, y a causa de eso su corazón sufriera tanto casi al borde de casi perder la vida, cuando estuviera así de debilitada la sombra del odio podría apoderase de ella y aunado a eso si veía la muerte de Edwan sería el fin del mundo. —Harry dile sobre la profecía —le ordenó mientras en un momento que el dolor fue menor. Harry miró a Rosalin y tomo sus manos, carraspeó mirando a Killari que volvía a sentarse en el sofá abrazando así misma. —Él último oráculo dijo que la mujer de cabellos dorados tendría que superar una prueba, en su primera noche de Luna roja sangre, cuando sus dos esencias estuvieran unidas —un grito de Killari detuvo la narración, Rosalin se acercó, tomando su mano, buscaba en su cabeza algo de lo que ella le había dicho para hacer que los dolores fueran menores, pero no se le ocurría nada, solo se
Casi era la media noche, Rosalin no había dejado de moverse por la casa, estaba nerviosa, ansiosa y temerosa por no saber nada de Edwan, no pudo evitar no conectarse con Jakob, quería saber si ya había dado con el escondite de Nathalie, pero aun no, cada minuto que se acercaba era una tortura para ella, temía que cuando llegará fuera demasiado tarde. Sus pensamientos no ayudaban, ni los recuerdos de sus pesadillas, que se estaban cumpliendo, solo faltaba que ella apareciera con Edwan para que viera con sus propios ojos el daño que le haría. Al final la fiesta de octubre había sido cancela, por la ciudad se había corrido la noticia del secuestro de Edwan, las mujeres de la manada fueron al templo de la Diosa a elevar plegarias para que no sucediera la profecía. Se detuvo de golpe cuando la brisa de la noche trajo a su nariz el olor de Edwan, él estaba cerca, lo podía sentir, por instinto salió corriendo de la habitación, iba directamente a la puerta cuando Drake abrió la puerta, jun
—Te voy a matar como tú lo hiciste conmigo…—replicó Nathalie con una mueca de felicidad, se sentía muy segura de poder terminar con ella. Se olvido de Edwan y corrió directamente hacia ella gritando como una desquiciada. —Yo nunca hice tal cosa… —contesto al verla avanzar hacia donde estaba, aunque estaba lejos de la gente pudo escuchar el jadeo de miedo, el mismo que podía sentir en su corazón, pero debía sacar su valentía, debía defender a su compañero y a sus cachorros, todo era por ellos. —Claro que lo hiciste cuando Edwan te escogió a ti en su luna de miel —Rosalin recordaba muy bien esa noche, fue cuando comenzó a cambiar todo en su vida, al día siguiente se había enterado de quien era en realidad. Nathalie se elevo por encima de ella, llevando en alto la daga que seguramente había sido la que Jakob le había dado para que terminará con Edwan, ahora ella la estaba usando en su contra. —Es mi turno de matarte a ti —dijo cuando fue bajando, Rosalin se vio sin nada con que de