HOLLYDesperté.Pero al hacerlo, quizá me hubiese gustado mucho seguir soñando.Adam estaba acostado a mi lado, durmiendo. Me encontré desnuda en la cama, no había señas de nada. Entonces, todo lo que vi… fue un sueño.Me pase las manos por el rostro.Hay Holly, siempre esperando algo que quizá no ocurra.Revisé mi reloj, eran las cinco de la mañana, estaba a punto de amanecer.Me bajé de la enorme cama y tomé mi ropa, un suéter de Adam, del armario vi lo mismo que en mi sueño, no había ninguna de mis ropas en él.En mi sueño había decidido poner una de mis prendas con la suya, pero en la realidad…No, había dicho que me dejaría fluir.Dejé mi suéter entre sus camisas.Bajé hacia la cocina para desestresarme por un momento, disipar ese sueño tan lindo.Preparé un poco de café, revisé la alacena y el refrigerador, ambos se mantenían bien equipados, me pareció extraño ya que Adam casi nunca comía en su casa.Hice roles de canela y café con leche.Mientras los roles estaban en el horno t
ADAM—Tienes suerte de que llegara a tiempo e interrumpiera tu estúpida propuesta.—Estás loca, no iba a proponerle matrimonio.—¿A no? ¿acaso viste su rostro cuando lo negaste?Me quedé callado, hace solo unos segundos Holly estaba aquí, debido a la imprudencia de mi madre por lo que dijo, cometí la tontería de decirle que no era cierto.Fue un silencio incómodo, hasta que Holly se excusó para ir por sus hijos.—Soy un idiota—mascullé.—Diré esto de nuevo y esta vez es real—me dijo casi con burla—, nunca pensé verte enamorado.Abrí la boca para protestar, pero la cerré de inmediato.—Hablamos en el hospital—siguió diciendo—, no te has declarado formalmente, ella ya te contó que es algo tradicional y tú sigues intentando marcarla cuando no tienes derecho.—Estás haciendo que suene como si fuera un…—Tu así lo has querido—me regañó—. Ella es muy atenta contigo y tu solo la absorbes, la vas a terminar secando y eso será tu fin.Tomó otro pedazo de roles.Entiendo lo que quiere decirme,
HOLLY—¿Entonces no puedo ir con vestido?—Me gustaría decirte que sí, mi cielo, pero hace mucho frio, puedes combinar tu pantalón con las botas café.Mi hija sopesó.—Está bien.James estaba ayudando a Tony a vestirse, batallando con él, no es que mis hijos no sepan vestirse, pero James insistió en esto.Hace ya varios días que llamó a los niños pidiéndoles disculpas, ellos en su inocencia, no supieron por que su padre lo hacía.—¿Por qué no vas a cambiarte? —me sugirió él—, te esperaremos abajo.Mi hija ya estaba lista, Tony se debatía entre cual chamarra usar. Estarían bien.Fui a mi habitación, la cual cerré con pestillo.James estaba más dócil que nunca, lo asusté mostrándole una demanda alimenticia falsa, sabe que mi padre es abogado, bueno, ya retirado, conseguir una demanda alimenticia no fue difícil. Obviamente se lo creyó y me dijo que no era necesario tal cosa.Le dije que esa demanda estaría allí y que, si cometía otra estupidez para con los niños, entonces la iba a cumpli
DAKOTAEl sangrado se detuvo, el medicamento funcionó, creo, no me siento particularmente diferente.Deo sigue estando pendiente de mi, pero fui lo bastante cuidadosa para que no se diera cuenta del sangrado.Es fin de semana, estamos reposando en la sala viendo una serie de la cual habíamos estado muy interesados. Pese a que me gusta, no me siento tranquila aún.Anoche me llegó un texto “Bien hecho, tu siguiente tarea te espera en el edificio West, mañana a las once en punto”No sé cómo puedo deshacerme de Deo, lo único que se me ocurrió decirle fue que vería a Holly.Después de ver unos capítulos más Deo y yo nos vestimos para salir, él me dejaría en la puerta de la casa de Holly.Resé a todo lo bendito para que solo me dejara y se fuera.—Regresaré por ti después—me dijo.—Espera mi llamada, cielo—le di un beso.Milagrosamente se fue.Contraté un uber y le pedí que me llevara al corporativo, faltaban quince minutos para llegar con cada minuto que se acortaba mi nerviosismo iba subi
ADAM—Lo más viable es regresar a Grecia—no había otra manera.—Pero… ¿Nicholas? ¿cómo vamos a encontrarlo?, no pienso dejar a mi hijo así.—No hemos tenido ninguna nota de rescate, eso me hace pensar en que deben conservarlo porque es valioso, pero si queremos contactar a ese tal Bonheur, debemos estar en Athenas.Mi madre se tomó la cabeza.—Esto es una gran mierda.Las pisadas de Eros nos hicieron esperarlo salir por el pasillo de la sala.—Los escucho discutir desde allá—protestó, se sostenía con dificultar por la muleta—. ¿Dónde están los demás?—Fueron al zoológico—mascullé.No estoy realmente feliz de sé que hayan ido, pero, era algo que no podía evitar, al final, ellos eran familia.—Oh, mi pequeño—Cherise corrió hacia él para abrazarlo y ayudarlo—, ahora sé por todo lo que tuviste que pasar.—¿Se lo dijiste? —chistó.—Tuve que, en cualquier momento debía enterarse—me dejé caer en el sofá—. Ya que están aquí, hay otra cosa de la que debo hablarles.Mi madre ayudó a Eros para s
HOLLY—¿Dónde estamos? —pregunté ya inquieta.Estaba alejándose cada vez más de la estación principal del zoológico.—Te pondré a salvo—recién me daba cuenta de su fuerte acento marcado. No le creas, me dijo mi cerebro.—No… quiero ir con mis hijos—intenté removerme, pero el pie me dolió.—Ellos estarán bien.Algo me decía que no estaba bien, no se escuchaba ninguna ambulancia ni alguna patrulla.—Este no es el lugar—protesté.—Debemos salir de aquí. Pasamos de largo el lugar donde estaba el auto con mis escoltas—¡Evan! —grité.—Sh, no hables—se asomó.Dentro estaban ambos hombres, pero no se movían, Dominic observó a los lados.—¿Qué está sucediendo? —exigí, él me puso en el suelo, abrió la puerta de Evan, quien cayó inerte, tenía una bala en la frente.Apreté mi boca para no gritar. Dominic hizo a un lado el cuerpo de Silas y me tomó para meterme al auto, me negué.—¡No! ¡suéltame!—Dije que te pondré a salvo—me empujó hacia dentro y cerró la puerta, encendió el auto y comenzó a
ADAM3 DÍAS ATRÁS.El policía continúo buscándola, di tantas vueltas alrededor que los rostros ya me parecían familiares.Vi a dos hombres dirigiéndose hacia James y los niños, no tenían buena pinta, regresé hasta ellos, pero los tipos comenzaban a alejar a James con los niños.—¡No, alto! —corrí hacia ellos y tomé a uno del hombro empujándolo—. Ni se les ocurra ponerle una mano encima a estos niños.—Hermano, calma…—dijo James.El otro tipo habló.—Señor West—mostró una placa—, agentes de Interpol, le pedimos que venga con nosotros, debemos salir ahora de aquí.—¿Por qué? —escupí—, no me iré hasta que Holly aparezca.—Holly Austen estará bien, pero debe venir aho…Disparo, se escuchó un disparo al aire, todo el mundo comenzó a gritar.—¡Ahora, vámonos!James tomó a Tony, y yo me apresuré a tomar a Alice, cubriéndola con mis brazos por sobre la marea de gente. El agente que empujé dirigía a James, mientras que el otro me dirigía a mí para escapar hacia el lado contrario de la muchedum
ADAMAyer, cuando salí del cuarto de interrogación, encontré a los niños solos, durmiendo en las sillas.Llamé al primer hombre que cruzó mi camino.—¿Dónde está el hombre que estaba aquí?—No lo sé, señor—contestó y se fue.Esperé unos minutos, para saber si ese bastardo había ido a la máquina expendedora, pero después de cinco minutos me rendí.Esperé a que llegara la detective Foreman.—¿Ha visto a James? —le pregunté en cuanto ella se acercó.Ella se acercó con semblante serio, le indicó a una oficial que se quedara vigilando a los niños y ella me llevó hacia un cubículo de seguridad.—Reprodúcelo—le indicó al hombre que estaba tras el monitor, este asintió.En la pantalla del centro de espera se veía a James mirando hacia todos lados, afligido, luego de un par de minutos, se levantó, observó a los niños y se marchó de la estación, desde el punto de vista de la salida y entrada de la estación lo vimos marcharse sin mirar atrás.Hijo de perra. ¿Por qué justamente hoy James pidió ve