EROS: SEMANA ATRÁS—¿Crees que estén bien? —preguntó mi madre inquieta.—¿Cuál es la probabilidad que suceda algo? ¿un diez por ciento?, es muy bajo.—Los números no son tan confiables.Una alarma se activó en mi tableta, la abrí: Incendio.Pulsé rápidamente la notificación para las autoridades.—Hay un incendio en el edificio—le dije rápidamente.Mi madre abrió los ojos con sorpresa.—¿Es grave?—No lo sé, debemos ir.Ella, aunque protestó, no podíamos interrumpir a Adam con su preocupación por Holly, así que nos encargamos del asunto. Por fortuna no hubo ningún herido, pero el departamento de archivos quedó afectado.—No creo que haya sido un error—le dije a mi madre.—Tampoco lo creo.El jefe de bomberos se acercó a nosotros.—Descubrimos la fuente del incendio—mostró varios productos de limpieza y un encendedor—, preguntamos sobre el encargado de la limpieza, pero hoy es su día libre.—Gracias por mostrarnos.El jefe de bomberos fue a hablar con un oficial de policía.—Es imposibl
DAKOTAPearce me llevó a desayunar, estaba desbordante de felicidad.Eh estado con muchos hombres, no me jacto de ello, pero, él al ser el hombre más terriblemente loco me haya conocido, en el sexo… me pareció ¿delicado?Mi mente está confundida, como adormilada.—¿Quieres algo en particular?—No… está bien.Hizo que sirvieran bastantes cosas en la mesa, todo era delicioso.—Entonces ¿Cuántos meses tienes?¿Puedo hablar con él sobre ello?—Cuatro meses—tragué lo que tenía en la boca.—¿Ya se puede saber lo que es?Cavilé.—Parece que todavía no, hasta el quinto o séptimo mes.Le dio un sorbo a su café.—Ahora que estás conmigo, debes saber que soy estéril.Asentí.—¿Te sometiste a alguna cirugía o es natural?—Me sometí a cirugía cuando tenía veinte años, no iba a interrumpir mi vida por tonterías paternales.Piqué algo de fruta.—¿Cuál es el cambio de opinión ahora?—También me pregunto lo mismo, después de años de ver tanta sangre, muerte y excesos, creo que un cambio de aires es lo
HOLLY—Holly—jadeó en mi oído, presionó sus dedos en mis costillas—, no… no dejes de moverte.Tiré de su cabello, con sus dientes arañó mi cuello.—Adam, ya casi—gemí.Continúe rebotando en sus piernas, él deslizó su mano por mi cadera hasta mis nalgas y comenzó a acariciar alrededor de mi…—¡No, Adam!—Sh, conejita, sabes que te gusta—me besó—, también me gusta hacerte esto—me mordió el labio—, será un momento.Presionó sus estocadas fueron más rápidas. Nuestros cuerpos hacían un escándalo como nunca, hasta que el tirón fuerte de mi vientre provocó las convulsiones. Colgué mi cabeza en su hombro, él continuó sus estocadas, su respiración era demasiado agitada, giró un poco mi cabeza para que mi nuca quedara en su boca soltándome una ligera mordida y terminó.Nuestros jadeos se mesclaron, mis espasmos solo envolvían su eyaculación.—No puedo vivir sin ti Holly—jadeó.Me tomó de las mejillas para besarme.—Te amo—dije con el pulso aceleradoAdam colocó una alarma de media hora antes de
DAKOTATiró de mí.—Ponte esto—me tendió un chaleco anti balas.Me encontré sin habla, contemplándolo, estaba ansioso, pero enfocado. Tiró de las hebillas del chaleco para ajustármelo.—Sígueme, no hagas nada estúpido, te sacaré de aquí.Asentí.Me condujo hacia la parte trasera de la cocina; jamás en mi remota existencia, me imaginé estar en algo parecido a esto, fuera, había fuego.Gritos y detonaciones, Nicholas estaba al pendiente de todo, observa alrededor, recorrimos la casa hacia atrás, llegamos a la parte de la piscina saltando por unos arbustos y luego los pinos.—Detrás de estos pinos hay una colina abajo, está un auto listo, necesito que corras—me retuvo de la mano.—¡Por ahí! —gritó alguien.Mi corazón se disparó, ¡nos encontraron!—¡Ahora!—¿Y tú?Estiró los brazos hacia donde provenía el grito y disparó, se llevó la mano hacia su bolsillo, tiró el cartucho de la pistola y luego encajó el otro en segundos—¡Corre ahora! —me gritó.Forcejeé con las ramas, sentí los arañazo
EROS—Mamá, traje un té de salvia—toqué la puerta de su habitación con mi bastón.Escuché sus pasos, me abrió la puerta.—Hay, tu siempre tan considerado.—Perdóname por haberte orillado a hablar de ello—aunque en el fondo no lo lamentaba.—Oh, sabes, conozco a mis cuernos mejor que nadie—se rio de mi—, eres resbaloso y manipulador—me pellizcó la mejilla—, pero agradezco tu buen gesto, eres todo un caballero.—¿Sabías que te preguntaría eso?Ella soltó un suspiro.—Sabía que algún día ustedes se enterarían y tendríamos una charla, no estaba lista cuando lo mencionaste.Cerró la puerta de su habitación y me indicó a que bajáramos las escaleras, intenté no quejarme, un rato más y ya me dolería la pierna.—Quiero hablar con los agentes—le dije.—¿Para qué?—Necesito ir a la empresa…—Eros… esas cosas pueden esperar, estamos esperando a que tu hermano y Holly regresen.—Ha pasado mucho tiempo sin hacer nada ahí, necesitamos delegar, hacer ajustes para nuestra ausencia.Ella hizo una mueca
DAKOTA—¿Nadie nos verá?—Descuida tengo un plan.Escruté nuestro alrededor, estaba ya por amanecer y había algunos trabajadores llegando al puerto. Nicholas metió aquel alambre entre la ventana del piloto del auto, también miraba alrededor para no ser descubierto, luego encontró lo que debía y tiró del seguro, la puerta hizo un clic y abrió por completo.—Lo ves preciosa, vámonos.Me ayudó a meterme al auto y luego nos pusimos en marcha.Apenas y aquellos hombres repararon en nosotros, me envolví en la manta que el capitán me había regalado, a Nicholas le cambió su saco por una chamarra gruesa que olía a pescado, me concentré para no vomitar.—¿Te sientes mal?—No, no es nada—contesté con un hilo de voz.—Puedes relajarte—me dijo—, pronto estaremos a salvo.—¿Cómo saliste? ¿Dónde estabas? ¿Cómo sabías donde estaba?—Ya no puedo engañarte ¿no es así? —sonrió sarcástico, pegó los ojos al frente—. Cobré un par de favores.—Entonces tu… ¿eres como ellos? —jadee—¿eres como Pearce?—¿Sabes
HOLLYMe encontraba en la sala de mi casa doblando ropa, mis bebés estaban en su corralito jugando con sus bloques, estábamos viendo el primer documental del universo de Carl Sagan.Mis manos ya se movían mecánicamente para doblar la ropa, apenas y retiraba los ojos de los bebés y una mirada furtiva a la televisión.Tony construía una torrecita con una mano y con la otra sostenía un carrito, Alice hacia una casa y con la otra mano tomaba un bloque y se lo arrojaba su hermano.Parecía ser una tarde normal de verano, un cielo nublado, apenas una llovizna cada tantas horas.Alice botó una pieza a un rincón del corral, soltó un quejido, Tony vio aquel acto, apenas tenían seis meses, y en un extraordinario momento, Tony se apoyó de la orilla del corral y tomó impulso para levantarse, asombrada no podía quitarlos ojos de él, porque avanzó para tomar aquella pieza de bloque y regresar para dársela a su hermana.En ese mismo instante, mientras lágrimas de felicidad surcaban mis ojos, Alice le
POV HOLLY Esta mañana desperté sintiéndome ligera, casi como caminando sobre nubes. Haber conocido a Adam West ha marcado un antes y un después en mi vida. Yo, una directora de un pequeño colegio que lucha por el bienestar y la innovación de sus alumnos y docentes, madre soltera de dos pequeños genios. Él, CEO del corporativo West de innovación educativa con el carácter de un demonio. ¿Cómo imaginarme que después de todo lo que pasé con él dos meses atrás, ahora estuviera preparándome para tener una cita juntos? Me sentía ilusionada, incluso nerviosa, prácticamente saldría con mi colega de alto rango. Cinco años atrás, era inocente, ingenua y ansiosa por probar un poco de una vida romántica, haciéndome ilusiones con James Hawking, mi mejor amigo, de quien me enamoré, aunque él no me hubiese visto de esa forma y terminé cayendo en sus enredos, aunándole que descubrí que estaba embarazada de él. Evidentemente huí de ahí, regresé con mis padres y lo demás es historia. Ahora, cinco