HOLLYEl par de dos había quedado profundamente dormido en los sillones, Cherise estaba completamente enamorada de ellos.—Holly, no me cansaré de decir que tus hijos son adorables.—Gracias, Chery—la última vez que hablamos, me sentí un poco mal por cortar su ilusión de pasar las fiestas juntos—¿Les gustaría pasar acción de gracias con nosotros?Ella se cubrió la boca con sorpresa.—¿De verdad?—Claro… si no tienes inconveniente de pasar un día con una familia mexicana, está bien.—Qué exótico, sí, quiero ir.Adam.Deo había venido por Dakota hace ya tiempo, seguía pensando que ella estaba ocultando algo.La amiga de Eros se había hace una hora, dijo que tenía entregas que hacer y nos dejó una canastita de papas fritas con tocineta, la cual Cherise y yo nos la comimos antes de que Adam regresara de llevar a su hermano a una habitación.—Quiero preguntarte algo—me dijo, engullendo una papa frita en queso fundido—, tú y Adam… ¿están saliendo?, quiero decir, ¿no hay malentendidos?Frunc
HOLLYNo se por cuánto tiempo más estuvo masajeándome los pies, en un estado de somnolencia y de retorcerme por algunos puntos sensibles, Adam detuvo su toque.—¿Ya te dormiste?—Casi—confesé.Lo escuché reírse, deslizó una de sus manos por mi pierna izquierda y comenzó a besar la punta de mis dedos.Solté un jadeo.—No hagas eso—mascullé.—¿No te gusta?Me erguí sobre mis codos.Con mi pie derecho lo arrastré por su pecho, él me acariciaba mi pantorrilla con sus dedos.—¿Por qué no vienes y me muestras algo que me podría gustar más?Soltó una carcajada seca.Se levantó, sacó su camisa de entre sus pantalones y tiró de ella a los lados, quizá un botón salió volando. Soltó la hebilla de su cinturón y tiró del él haciendo un chasquido en el aire.—Tú lo pediste, conejita.Me tomó de las manos y las sujetó con su cinturón, colocándolas arriba de mi cabeza.Se subió sobre mí, inclinándose para besarme.—¿Te sientes mejor? —susurró en mis labios. Asentí con una leve sonrisa—. Que bien. Co
HOLLY—Holly, ¿Por qué no te pruebas este, mami? —sugirió mi mamá.—No, tiene mucho ribete en las mangas, parecerá que tengo los brazos más gruesos—protesté.Cherise estaba del otro lado de la tienda, junto a Alice, escogiendo dios sabe qué tanta ropa para mi hija.—¿Este?—Tiene estampado para señora—No eres particularmente una señorita.—Lo soy aun mamá, pero ese estilo es más como para ti.—Sí, ¿verdad? —examinó la prenda.Rodee los ojos.Debíamos pasar aquí tres benditas horas, Adam me dio su tarjeta de crédito “Cómprate algo lindo” me dijo con un claro guiño de sus intensiones tras las palabras.Vi un par de vestidos largos, uno de ellos era negro de tiras, la tela era suave y strech, me gustó la sensación, tomé unoTomé unos vaqueros acampanados, lindos. Un suéter top de canalé, este combinaba con el vestido negro.Una notificación me llegó al celular.“Compra muchas cosas” Adam.—Ush.—¿Ahora qué te pasa? —Dany llegó a mi encuentro con dos pares de zapatos—, solo quiero estos
DAKOTA —Debe tener mucho cuidado—dijo la doctora—, los primeros meses siempre son los más sensibles—contuve el aliento—. El sangrado es normal, dejará de fluir en unas pocas semanas, no hay que alarmarse si es leve. —¿Qué pasa si no lo es? —Si la hemorragia continua y es bastante, entonces si deberá acudir inmediatamente. —Eso no es muy alentador. La doctora dejó de revisarme, bajó la bata y me hizo sentarme. —Sé que puede ser aterrador, ser madre primeriza es una linda experiencia, pero también es estresante y terrorífica—se quitó los guantes de plástico. —¿Qué puedo hacer? Sonrió paciente. —Disfruta tu embarazo y cuídate mucho, son cosas que debes hacer principalmente. Cuidarme, sonaba tan fácil. —Escucha—suspiró la doctora—, tu pareja debe estar al pendiente de ti, si estas con alguien, no debes pasar por esto sola. Pasar esto sola, cuando no tengo más remedio que hacerlo. Me vestí, esperé la receta de las vitaminas que la doctora me recetó y luego fui hacia mi auto. Y
HOLLYDesperté.Pero al hacerlo, quizá me hubiese gustado mucho seguir soñando.Adam estaba acostado a mi lado, durmiendo. Me encontré desnuda en la cama, no había señas de nada. Entonces, todo lo que vi… fue un sueño.Me pase las manos por el rostro.Hay Holly, siempre esperando algo que quizá no ocurra.Revisé mi reloj, eran las cinco de la mañana, estaba a punto de amanecer.Me bajé de la enorme cama y tomé mi ropa, un suéter de Adam, del armario vi lo mismo que en mi sueño, no había ninguna de mis ropas en él.En mi sueño había decidido poner una de mis prendas con la suya, pero en la realidad…No, había dicho que me dejaría fluir.Dejé mi suéter entre sus camisas.Bajé hacia la cocina para desestresarme por un momento, disipar ese sueño tan lindo.Preparé un poco de café, revisé la alacena y el refrigerador, ambos se mantenían bien equipados, me pareció extraño ya que Adam casi nunca comía en su casa.Hice roles de canela y café con leche.Mientras los roles estaban en el horno t
ADAM—Tienes suerte de que llegara a tiempo e interrumpiera tu estúpida propuesta.—Estás loca, no iba a proponerle matrimonio.—¿A no? ¿acaso viste su rostro cuando lo negaste?Me quedé callado, hace solo unos segundos Holly estaba aquí, debido a la imprudencia de mi madre por lo que dijo, cometí la tontería de decirle que no era cierto.Fue un silencio incómodo, hasta que Holly se excusó para ir por sus hijos.—Soy un idiota—mascullé.—Diré esto de nuevo y esta vez es real—me dijo casi con burla—, nunca pensé verte enamorado.Abrí la boca para protestar, pero la cerré de inmediato.—Hablamos en el hospital—siguió diciendo—, no te has declarado formalmente, ella ya te contó que es algo tradicional y tú sigues intentando marcarla cuando no tienes derecho.—Estás haciendo que suene como si fuera un…—Tu así lo has querido—me regañó—. Ella es muy atenta contigo y tu solo la absorbes, la vas a terminar secando y eso será tu fin.Tomó otro pedazo de roles.Entiendo lo que quiere decirme,
HOLLY—¿Entonces no puedo ir con vestido?—Me gustaría decirte que sí, mi cielo, pero hace mucho frio, puedes combinar tu pantalón con las botas café.Mi hija sopesó.—Está bien.James estaba ayudando a Tony a vestirse, batallando con él, no es que mis hijos no sepan vestirse, pero James insistió en esto.Hace ya varios días que llamó a los niños pidiéndoles disculpas, ellos en su inocencia, no supieron por que su padre lo hacía.—¿Por qué no vas a cambiarte? —me sugirió él—, te esperaremos abajo.Mi hija ya estaba lista, Tony se debatía entre cual chamarra usar. Estarían bien.Fui a mi habitación, la cual cerré con pestillo.James estaba más dócil que nunca, lo asusté mostrándole una demanda alimenticia falsa, sabe que mi padre es abogado, bueno, ya retirado, conseguir una demanda alimenticia no fue difícil. Obviamente se lo creyó y me dijo que no era necesario tal cosa.Le dije que esa demanda estaría allí y que, si cometía otra estupidez para con los niños, entonces la iba a cumpli
DAKOTAEl sangrado se detuvo, el medicamento funcionó, creo, no me siento particularmente diferente.Deo sigue estando pendiente de mi, pero fui lo bastante cuidadosa para que no se diera cuenta del sangrado.Es fin de semana, estamos reposando en la sala viendo una serie de la cual habíamos estado muy interesados. Pese a que me gusta, no me siento tranquila aún.Anoche me llegó un texto “Bien hecho, tu siguiente tarea te espera en el edificio West, mañana a las once en punto”No sé cómo puedo deshacerme de Deo, lo único que se me ocurrió decirle fue que vería a Holly.Después de ver unos capítulos más Deo y yo nos vestimos para salir, él me dejaría en la puerta de la casa de Holly.Resé a todo lo bendito para que solo me dejara y se fuera.—Regresaré por ti después—me dijo.—Espera mi llamada, cielo—le di un beso.Milagrosamente se fue.Contraté un uber y le pedí que me llevara al corporativo, faltaban quince minutos para llegar con cada minuto que se acortaba mi nerviosismo iba subi