DAKOTA, MIERCOLES POR LA NOCHE.—¿Qué es? —me miró Deo afligido, movía con nervios las piernas.—No lo sé.Aquella cosa todavía no marcaba nada.—¿Ya pasaron los tres minutos?—¡No lo sé! —chillé.Me pasee por la habitación, definitivamente esto no estaba en mis planes.—¿Qué voy a hacer? —mascullé—¿debo deshacerme de él?—No puedes decir eso—saltó Deo, sus manos también temblaban—, no estás sola.—Pero lo estaré—respiré con dificultad—, por si no lo recuerdas, no podré saber si es tuyo o de Nicholas.—¿Y no crees que no pienso en eso? —suspiró—, escucha, no quiero…no quiero que te expongas a un daño, pero puedo asegurarte que, de mi parte, no estarás sola, yo estaré contigo en todo momento.El aliento se me atascó en la garganta.La prueba soltó un sonido y me arrojé para mirar, sin embargo, estaba en blanco.—¿Eso qué significa?—Nada… creo que está mal.Nos quedamos en silencio.—¿Vamos mañana? —me preguntó, me atrajo por los hombros para abrazarme.Le mandé un texto a Holly dicién
Casi pude escuchar el cantico celestial cuando Adam abrió de punta pie la alcoba principal.No perdía el toque de caoba, una enorme cama en el centro, amplios ventanales circulares, aquí no había plantas, pero toda la atención se centraba en la cama, que era simplemente magnifica, un grueso cubre cama negro con bordados dorados, almohadas gigantescas, a simple vista se veían demasiado suaves, los postes de la cama combinaban a la perfección con el suelo, una manta blanca colgaba lánguida en una de las esquinas, como incitándote a recostarte sobre ella y hundirte en su éxtasis de suavidad.Adam me depositó con cuidado en el suelo, mientras observaba con la boca abierta el resto de la habitación, arriba, en el techo un falso traga luz, pues en este había una pintura del cielo estrellado.Sin duda era diferente a las habitaciones del Chateu, pero, si ponía atención, el lujo era la marca característica de Adam, quien, al girarme, ya no estaba tras de mí, al buscar, había una puerta, la cu
HOLLYTengo la costumbre de despertarme tan pronto amanece.Me levanté de la cama, desnuda, a mi lado estaba Adam dormido profundamente, con un brazo sobre el rostro, revisé mi celular, seis con treinta.¡Mierda!Me bajé de la cama despacio, busqué mi vestido y me lo coloqué, tomé el saco de Adam y salí de la habitación a hurtadillas.Bajé rápidamente, tomé mis zapatillas y las llaves del auto de Adam, salí de la casa, tomé, subí al auto y me fui directo a mi casa, lo siento Adam, pero mis hijos están por despertar.Anoche dormimos pasada la madrugada, hablando como nunca.Después de una intensa sesión en aquella ducha mágica, procedimos a conocer y repasar cada rincón de aquella habitación hasta llegar a la cama.Adam me contó sobre su vida en Atenas, yo le conté mis años en Guadalajara, me contó sobre sus mascotas y el cómo terminó de criar a sus hermanos, a lo cual lo culpé porque por él eran así. Le conté que nunca recibí una propuesta de salida de algún chico, por alguna extraña
ADAMSabía que no podía esperar a que Holly se quedara para despertar conmigo.A mi lado, el lugar estaba vacío, por un momento creí que ella podría estar en el baño, pero después de un par de minutos descarté la idea, dejó su ropa interior como una prueba de que lo de anoche había sido real. Me colgué sus medias en el cuello, no había modo de que lo hubiese imaginado.¿Cómo puedo hacer que se quede conmigo?Podría hacer que preparasen habitaciones para los niños, pero ella no querrá venir a vivir conmigo solo así.Escuché vibrar algo, de la mesita de noche, volcado hacia abajo, estaba el celular de Holly, lo tomé, era una alarma.Al desbloquearlo la imagen de sus hijos apareció de fondo, no tenía contraseña, lo bloquee, no, no puedo verlo ¿o sí?Entré a sus contactos, en las llamadas perdidas, encontré mi número bloqueado, tan de ella, lo desbloquee y lo guarde como principal, me metí a su galería, me acomodé para ver las fotos, una carpeta donde guardaba cientos de fotos de sus hijo
EROSNo me voy a quedar con los brazos cruzados como el tonto de Adam.Quizá pueda arriesgar mi vida en esto.Las palmas de mis manos comenzaban a sudar a pesar del frio que estaba haciendo aquí dentro, ya había ordenado.Un chico con casco entró a la cafetería, con todo el aire de los que se meten en problemas, desvié la mirada, no quería buscar problemas, revisé mi reloj una vez más, solo falta un minuto para las diez.—¿Eros West?Levanté la mirada, el tipo de casco, tragué en seco ¿va a robarme?, no debí haberme traído el rolex. —Si.Se sacó las manos del pantalón, dejando ver sus dedos tatuados, uñas pintadas de negro y gruesos anillos de plata, se quitó el casco.—Soy yo, Tibalt—cabello negro de costados rapados, sombras en los ojos que resaltaba el color verde de su iris, tatuajes en el cuello, un arillo en la nariz, un arete en una oreja, dos largos collares de plata de enormes cruces.Le di un vistazo a la carpeta donde tenía su fotografía y luego a él, definitivamente esta
EROSBien, solo tengo que reunir pruebas que inculpen a Nicholas¿Qué hay de Nicholas? ¿no te importará?Nicholas… mamá estará devastada, pero es lo mejor que puedo hacer para salvar el Corporativo.Aproveché el momento en el que Nicholas se fue de su oficina, el miércoles había visto por las cámaras de seguridad que Pearce Xander había entrado a su oficina y la señorita Sparrow había escuchado algo que la asustó. Pearce salió tiempo después algo molesto, Nicholas se esperó unos minutos más y parecía desesperado.Toda la evidencia que había reunido apuntaba directo a Pearce, pero Nicholas parecía en las sombras. Algo tramaba Pearce y Nicholas, esos dos siempre se veían muy unidos, incluso desde el colegio. Nicholas siempre seguía a Pearce y se trataban como hermanos a pesar de que Pearce tenía su propio hermano.Tengo que terminar de registrar la oficina de Nicholas, pero parece que aquí no tenía sus cosas sucias, resignado fui hacia la salida.La puerta se abrió justo cuando tomé la
ADAM Everett sobrevivió a una golpiza de Holly, no me imaginaba que disfrutara tanto de ver a Holly golpeando a otro hombre que no fuera yo, parecía que todo mundo se había acostumbrado a ello, incluso la hermana de Holly la apoyaba para golpear a su esposo. ¿Es así como se disfrutaba el tiempo en familia? Después del desayuno todos se dispersaron, Tony, Michael y Everett fueron hacia la sala, pusieron el canal de deportes y el niño jugaba con sus legos. Alice, Dakota y Danielle se fueron al jardín para recolectar algunas frutas o verduras. Me quedé ayudando a Holly a lavar los trastos mientras ella los secaba, Alba cortaba unas verduras en la encimera. —¿Entonces solo vino a ver a mi hija, Adam? —¡Mamá! —protestó Holly—, no abrumes a Adam con tus preguntas. —Oh, este no se ve abrumado—replicó, tomo una canastita y se la tendió a su hija—, además, necesito más zanahorias, ve a ver si las niñas ya tienen más. Holly resopló, me reí. En cuanto Holly salió de la cocina Alba volvió
HOLLYAdam es… enorme.Sí, todo él es enorme, digo, es un tipo de uno noveinta y dos, y yo una enana de uno cincuenta y cinco, somos dos cerebros, y a ninguno de los dos se le ocurrió que, si tienes sexo en el asiento del piloto, puede que ciertos movimientos toquen el claxon.Estuvimos a nada de que la policía nos viese, pero, un rápido es un rápido.Cuando llegamos a mi casa, un Adam con la sonrisa de oreja a oreja me ayudó a preparar algunas cosas. Descubrí que tenía cierta facilidad para la cocina y él descubrió sus dos metas a corto plazo, conquistar a mi padre y a mi hijo.Le dije que era una soberana tontería, que nadie lo iba a querer a la fuerza, casi me muerdo la lengua por ello.Mi familia se quedó hasta tarde, Dakota quiso irse antes de la cena, dijo que estaría bien, la vería el lunes, no me pareció verla mal, tenía que luchar con sus demonios esta noche, la entiendo, entiendo que tiene miedo, pero debe tener un momento reflexivo.Adam se quedó a dormir, por más que le te