CAPÍTULO 32

Escuchó a Hank trasteando por la casa, sonrió ante la resistencia del hombre, que tras unas horas decidía irse de allí sin más. Ella no lo hubiese dejado marcharse si no lo creía conveniente, pero parte de dar un buen cuidado previo era también darle el espacio para que asimilara lo sucedido.

Hank, en su sentido más literal, estaba llevando a cabo ese lema de “Año nuevo, vida nueva” al pie de la letra.

Supuso que no estaba tan disperso porque su primera sesión había sido, con mucho, más intensa; ahora él se encontraba contrastando las diferencias entre la liberación emocional contra la liberación mental. La primera vez ella lo quebró a conciencia, demostrándole que era mejor que el dique se rompiera y la avalancha la recibiera alguien con poder para ayudarlo. Esa noche él se entregó a sí mismo, viviendo la experiencia c

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