CAP 5. PRENSA

Alessandro

No ha sido una buena noche, no pude pegar el ojo en toda la madrugada. Me quedé hasta tarde en el hospital haciéndole compañía a Abbygail, llegué hasta la madrugada a mi casa.

Hoy es sábado, no suelo trabajar los fines de semana pero debido a la situación que está viviendo la empresa, no puedo darme ese lujo. Tengo que estar muy atento a cualquier paso en falso que den.

—¿Puedes decirme qué significa esto? —Kerrison entra a mi oficina sin tocar, arrojando una revista a la mesa de escritorio

—Primero que todo buenos días, segundo ¿No sabes tocar una puerta? —Lo cuestiono.

Kerrison sale de la oficina y me deja confundido por un momento, siento tres toques y se adentra nuevamente

—Buenos días, señor Alessandro ¿Cómo me le va? —Pregunta— Ahora sí puede usted comentarme ¿Qué significa esto? —Habla, señalando nuevamente la revista.

Es un payaso, definitivamente lo es.

—Pareces un niño chiquito —Le digo— Y no tengo por qué darte explicaciones de nada, sin embargo, no sé de qué me hablas.

Tomo la revista y ahora entiendo todo. La portada es una foto en grande mía con abbygail, estamos abrazados. Mirándolo desde el punto de vista de un exportador, hasta yo diría que si estamos en más que un abrazo de amigos, pero son puras tonterías porque solo tergiversan lo que en realidad estaba sucediendo en ese momento.

"El famoso empresario Alessandro es captado siendo infiel. ¿será este el comienzo de una nueva historia de amor", son los titulares de las noticias.

¿Habrá un triángulo amoroso? ¿Terminó su relación con Keysha Jonnes? ¿Quién será la hermosa dama, que despertó interés en el comprometido empresario?

Esas y muchas más son las preguntas sin sentido que se encuentran escritas en esa revista de tres pelos. Como puede alguien escribir una nota tan fuera de lugar, adicional, la nota en general está mal estructurada. Periodistas de quinta.

—Estoy esperando una explicación —Kerrison mueve la silla operativa de un lado a otro, como si fuera un niño.

—No tengo por qué dártela —Respondo, aunque sé que se las terminaré dando. Es a la única persona que le cuento absolutamente todo

—Escucha muy bien lo que dice la nota —Me arrebata la revista de las manos para empezar a leer — "A las afueras de la clínica más prestigiosa del país, se vio en un íntimo momento al famoso empresario Alessandro Finnerty, en compañia de una bella mujer sin identificar. Las imágenes muestran por sí solas que no se trata de una amiga, ya que su acercamiento nos da a entender que aquí se está cocinando algo más.

Por otro lado, tenemos conocimiento de que su relación con la famosa Keysha Jonnes aún no ha terminado, lo que nos deja con un misterio sin resolver" ¿Nacerá un nuevo amor? ¿Terminara Aleysha?

—¿Aleysha?— Pregunto

—Es él apodo que le pusieron a tu relación —Me responde

—Menudo apodo, no había algo más original. Eso no suena para nada bien, ni siquiera pega —Me quejo— Además, qué necesidad hay de estar colocando apodos estúpidos a las relaciones de los demás.

—Tú solo gozalo. Deja de ser tan amargado, que ya se te empiezan a notar las arrugas —Trata de bromear

—Tan chistoso como siempre —Le saco el dedo del corazón.

Más allá de nuestro papel como jefe y empleado, siempre voy a tener otro tipo de trato hacia Kerrison, por más traje y corbata que llevemos ambos.

—Venga ya, cuéntame —Insiste— Si no lo haces, investigaré por mi propia cuenta

—Estaba ayudando a Abbygail con su hija, necesitaba atención especializada— Procedo a contarle todo lo sucedido con lujo de detalles, dejándolo un poco asombrado

—No sabía nada sobre esto, digo, si sabía que tenía una hija pero, no que estaba en delicado estado de salud

—¿Cómo sabes que tenía una hija? —Pregunto

—No todos somos como tu Aless, hay personas como yo que si tienen vida social e interactuan con los demás —contesta— Además, si fueras un poco observador, te dieras cuenta que en su escritorio hay por lo menos dos fotos con su hija.

Nunca me he percatado de eso, la verdad no soy observador con respecto a esas cosas. Los empleados pueden decorar y colocar en su espacio de trabajo lo que quieran, no me incumbe eso; por ello, no estoy pendiente.

—Tú lo que eres es un chismos— Le digo riendo, pero la sonrisa se me borra cuando siento un portazo fuerte.

—¿Puedes explicarme que m****a significa esto?—Oh, m****a. Keysha entra a la oficina con una cara de furia que no puede con ella.

—Traeré los papeles en cuanto estén listos— Kerrison sale corriendo de la oficina. Ni siquiera tiene que entregarme papeles hoy. Es un cobarde

—No grites— Digo, mirándola a los ojos

Mi relación con Keysha es de años, nos complementamos bastante bien. Por un momento llegué a pensar que quería conformar una familia, y esas cosas de casarse, pero luego me di cuenta que no va conmigo.

Desde que le plantee la idea de no querer casarme, se volvió un poco manipuladora. Creo que no hay un día en el cual no peleemos. Discutimos siempre, ya no tenemos una conversación fluida y cuando estamos juntos solo tenemos sexo. Antes hacíamos el amor, ya no, las cosas entre nosotros no marchan bien y que se ponga en estas babosadas, no es que me ayude mucho.

—Hablo como a mí me plazca —Se acerca a mí e intenta bofearme pero la detengo

—Ni se te ocurra volver a levantarme la mano Keysha. No sobrepases los límites —Le suelto

—Eres un descarado de m****a, luego de que te expones con una tipeja y medio país te ve, vienes a pedirme que no sobrepase mis limites— Me grita

—Eso no te da el derecho de venir aquí a faltarme el respeto. Te desconozco

—Yo te desconozco a ti, como es que vas a besuquearte con una tipa en plena calle, en una zona tan transitada

—¿Me estás queriendo decir que el problema es que me dejara ver? —Es una pregunta estúpida, pero eso me dio a entender

—Entiende como me siento yo después de ver todos esos titulares, me están tachando como cuernuda y los comentarios no paran— Efectivamente, el problema es que me "haya dejado ver"

—No estaba haciendo nada malo —digo finalmente— Solo necesitaba mi ayuda y se la brindé

—¿Qué otra cosa le brindaste? ¿Tu casa? ¿Tu habitación? Tu mi... —La Interrumpo

—Para ya, Keysha. No te luce estar en este papel— Confieso—Date cuenta que si seguimos así, no vamos a llegar a ningún lado. Nuestra relación se está viniendo al piso y tú no te das cuenta

—No es culpa mía, es tu responsabilidad— Me suelta

—No te eximas de la culpa. Aquí ambos somos responsables de lo que está sucediendo.

Ella empieza a llorar y a decir un montón de cosas, culpando una y otra vez. Nuestra relación es un desastre, pero la quiero y quizá por eso no hemos dejado las cosas hasta ahí. De alguna manera, ya estamos acostumbrados el uno al otro y nos gusta darnos compañía, nos gusta tomar unos tragos y terminar envueltos en la cama haciéndolo una y otra vez hasta que el cuerpo no resista, porque eso es lo que somos, nuestro cuerpo nos pide cada que estamos juntos.

—Ya no llores— Me acerco a ella limpiando sus lágrimas

—No quiero ser el hazme reír de todo el mundo— dice

—No lo eres. Te quiero — Confieso— Ahora ven y dame un beso

Lo duda, pero siempre hace lo que le digo, por lo que se mueve hasta donde estoy y se sienta en mis piernas. Pega sus labios con los míos y nos perdemos el uno al otro, saboreando rápidamente nuestras bocas.

El beso cada vez se vuelve más profundo y de un momento a otro terminamos en una posición no tan decente. Ella contra mi escritorio, esperando ser embestida por mí.

Justo cuando estamos a punto de pasar a un tono más caliente, se escuchan tres toques en la puerta y está se abre.

La cara de Abbygail se descompone y hace una mueca volteandose inmediatamente.

Me acomodo rápidamente el pantalón al igual que Keysha su vestido.

— Oh, lo siento. Hagan como que no vi nada—Dice apenada

Mi empleada intenta perderse por el pasillo, pero el grito de mi novia la detiene

—Tú, eres la m*****a perra que se quiere meter como mi novio —Mierda, no otra vez— Podrás engañar a todo el mundo, pero a mí no— grita

Abbygail se voltea, en otro momento estoy seguro de que le respondería de igual manera, pero ahora se nota muy agotada. No está tan arreglada, sus ojeras están al descubierto y la palidez en su cuerpo está incrementando.

—Señora, hoy no estoy para sus shows— responde sin más

—¿Por qué dejaste a la niña sola?— Me atrevo a preguntar, ignorando el hecho de que Keysha está aquí

—No está sola, su nana la está cuidando por un rato— Me contesta, manteniéndome la mirada

—¿Qué haces aquí? —Hago otra pregunta

—Trabajando— responde, como si fuera obvio

—Tienes un papel que indica incapacidad por un periodo de tiempo y adicional, una hija a la que cuidar

—Lo sé— responde, dándose la vuelta pero se detiene a mitad de camino y lleva su mirada hacia Keysha que está que explota de la furia

—Señora, busque ayuda que parece loca— Joder, ya sabía que Abbygail no se quedaría en silencio y en cualquier momento diría algo

Ese fue el fósforo que terminó de encender la mecha. Keysha se lanza hacia Abbygail, pero yo soy un poco más rápido y la agarro antes de que la prenda del cabello

—No hablemos mucho, mírate —keysa la repara—Por lo menos yo soy una mujer con clase. Tu una simple pobretona, que no tiene ni donde caerse muerta.

Cariño —Dirige la mirada a mí— Deberías implementar clases gratis de asesoría de imagen para tus empleados

—Creeme que no es necesario, por lo menos yo tengo razones de peso para estar con este aspecto, pero tú, solo eres una riquilla que se cree que por tener tres pesos puedes pasar por encima de los demás

—Abbygail!— La freno

—Con todo respeto señor Alessandro, debería buscarse alguien que esté a su altura. —Me dice y Keysha intenta safarse

—Sueltame, que la voy a matar— grita

—Loca— Dice de nuevo

—Abbygail sal—Le ordeno de mala manera y ella sale sin más, pero sin agachar la cabeza, sale triunfante

Abbygail es cosa seria, sé que es una mujer segura, temperamental, y ha demostrado que no se deja de nadie. Pero creo que conmigo está sobrepasnado el límite, no puedo permitir que le hablé así a mi novia. Aunque, en el fondo se que tiene razón y las reacciones que tiene Keysha no son para nada normales.

—Sueltame, ya— grita de nuevo

—Si me prometes que te vas a calmar— Le propongo

—No puedo prometer nada —Habla entre dientes

—No me colaboras, no te colaboro. Este es mi sitio de trabajo y se respeta Abbygail— Cuando reaccionó ya es demasiado tarde, no sé por qué carajos dije ese nombre

Siento un pizon de tacon en uno de mis pies que me hace chillar de dolor

—Menudo idiota, no soy la putita de tu amante. Soy KEYSHA, me oyes K E Y S H A—Me deletrea lentamente su nombre, antes de salir como furia de la oficina.

Intento seguirla para impedir que vaya a hacerle algo a la secretaria, pero ella solo pasa de largo y puedo escuchar como le llama hija de perra, a lo que mi empleada no hace caso omiso y le saca el dedo del corazón

Abbygail se queda observándome por unos segundos, sin ocultar lo que acaba de hacer y luego se va hacia su silla.

—Recoge tus cosas y te vas— Le informo, caminando hacia su sitio

—¿Qué...? —Intenta cuestionar

—Si, no te necesito aquí—Respondo y su cara se descompone pro completo

—Pero...—Parece que me hice enter mal, por lo que la interrumpo para corregir

—Llévate lo que necesites y trabajas desde la clínica— Le explico— Además, no te quiero aquí el día de hoy

—Yo tampoco quiero tenerlo cerca— la escucho susurrar muy bajo

—¿Queria decirme algo Abbygail?— Pregunto— No escuché muy bien lo que dijo —Miento

—Nada señor, como ordene —También miente

—Más tarde si no le molesta, quedé en hacer video llamadas con la niña

—No creo que sea necesario...

—No le estoy pidiendo permiso, le estoy avisando —la Interrumpo

—No debería tomarse atribuciones que no le corresponden

—Y usted no debería de estar de respondona frente a su jefe. Debe estar agradecida

—El hecho de que esté agradecida no significa que me voy a doblegar —Eso ya lo veremos

—Cómo quiera, ahora recoja lo que necesite y esté atenta a su móvil. Trabajaremos mediante esa vía mientras usted está atendiendo a su hija

No me responde y solo hace lo que le digo. Que difícil puede resultar esta mujer, cuando quiere puede ser la más dócil y a la vez la más ruda a la hora de manejar. Seguramente así me veo yo desde la perspectiva de mis empleados según lo que dice Kerrison

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