Alessandro Tres días sin cruzar palabras con Abbygail, tres días en dónde ha estado evitando y trato de entenderla pero no puedo. No sé por qué me estoy torturando a mí mismo. Mi cabeza me dice que debo dejar las cosas así, que es lo mejor para ambos; pero, mi corazón dice que no lo haga, que me acerque y lo intente. La pregunta es ¿Qué voy a intentar? ¿Hasta dónde quiero realmente llegar? Si bien, tengo claro que tipo de mujer es Abbygail y no está en mis planes joderle la vida, porque no se lo merece. Por otro lado, acabo de salir de una relación, no sé qué mierd* me pasa. No puedo controlar lo que siento y si por mi fuera, arrancaría cualquier sentimiento que pueda confundir las cosas. Me estoy desconociendo, estoy actuando como un jovencito enamorado por primera vez y ni siquiera un joven actúa de tal manera.He dejado miles de mensajes a su móvil, pero todos están sin respuestas. — Abbygail, necesito un informe urgente de las cuestas financieras de este mes de las empresa de At
Kerrison Aless se fue, dejándome con esta manada de imbéciles buenos para nada. — Quiero que me digas, qué es lo que le haces a mi hermano para tenerlo tan contento. Llevas muchos años trabajando aquí y todavía no comprendo las razones — Thomas habla, dirigiéndose hacia mí — Qué te puedo decir, seguramente soy muy bueno en lo que hago. Es más, te lo aseguro, soy tan bueno que tú ex esposa me vive texteando para que salgamos cualquier día de estos — Le contesto, guiñando un ojo y la sonrisa se borra de su caraRealmente no comprendo por qué siempre han tenido ese tipo de odio o resentimiento hacia mi, nunca he hecho algo relevante que pudiese ser la razón. — Sigues siendo todo un idiota — Es lo que me responde — No lo discuto, soy un diota con mucho estilo, créeme — Me levanto y me dispongo a salir.Al llegar a la puerta, recuerdo que tengo que enviar algunos archivos desde el dispositivos de Alessandro. — Victor, dame la Laptop — Me doy la vuelta, pero este niega con la cabeza —
Abby — Papá Alessandro, Papá Alessandro me quiere —Emily está despertando de la anestesia y dice cosas sin sentido — Mamá es la reina, Alessandro rey y Emi princesa — vuelve a hablar. Volteo mi mirada hacia donde Alesaandro y él intenta ocultar una pequeña sonrisa, mordiendo su cachete— Creo que se está confundido — Digo, nerviosa — Tranquila, no me molesta — Deja de esconder su sonrisa —¿Cómo está la bebé más preciosa del mundo entero? — Hablo con voz de niña pequeña cuando por fin parece reaccionar, luego de decir un montón de palabras sin sentido — Tengo hambre, mamá — Intenta pronunciar Emi con mucha dificultad. — Alessandro al rescate — Se escucha la voz de él detrás de mí — No creo que pueda comer todavía — Le digo— Voy por el doctor, tengo que preguntar si puede comer — Me informa y asientoMe abro un espacio a su lado. Alessandro ha pedido un cambio de habitación y parece todo una una suite de hotel. El espacio es muy amplio, tiene un lugar de descanso para los fami
Alessandro— Hogar, dulce hogar — Pronuncio al llegar a casa. Ya está todo completamente instalado para Emily en la habitación de la planta baja. El grupo médico se encargó de preparar algunos equipos y todo lo necesario para ella. Emily llegó dormida, estoy ansioso porque despierte y vea todo lo que tiene para ella. Me encargué en tiempo récord de dejar algunos juguetes en su habitación y unas cuantas cosas de niños para que esté muy entretenida. — Esto es muy lindo — Pronuncia Abby después de un largo silencio — Lo mejor para la princesa. Ven, te enseñaré toda la casa — Le aviso y salimos de la habitación.Procedo a mostrarle cada rincón de mi hogar, antesala, sala, estudio, zona de recreación, cocina, entre otras cosas — y esta es mi habitación. Si necesitas algo no dudes en venir a pedirlo, en cualquier momento y a cualquier hora — Entramos y le muestro. Aunque no es algo que desconozca, ya había estado antes en este lugar y lo recuerdo perfectamente. Sin embargo, hay muchas
Abbygail Han pasado más de dos semanas desde que prácticamente nos mudamos a casa de Alessandro. Emi está muy contenta con su nueva casa, dice que vive como una reina. No sé de dónde saca tantas cosas, a su corta edad es una niña muy inteligente. Aveces me aterra su capacidad de hablar tan fluido— Quiero vivir aquí, siempre — Habla mi hija — Puedes hacerlo, pequeña — Le responde Alessandro. Es la hora del desayuno, Emi ya se encuentra mejor y su recuperación ha sido favorable. Por ello, ya se desplaza por muchos lugares de la casa pero debe estar en supervisada por un adulto. Las enfermeras ya no se encuentran estables dentro de la casa, solo vienen en cierto momento a aplicar medicamentos y realizan algunas terapias de respiración. Cuando Alessandro se encuentra en casa, siempre comemos los tres juntos en la mesa. En ocasiones Román y Letty se unen a nosotros, esta última se ha convertido en una gran compañía para mí, de manera que no me siento tan sola en una casa tan grande.
AlessandroDesde hace dos días he estado pensando en todo lo el avance que me mostró Abbygail. Básicamente tenemos fichado por donde está saliendo y entrando dinero sin justificación. De acuerdo a esto, he mirado cada persona cercana a mí. Desde el personal de la limpieza hasta los trabajadores con el cargo más alto. — Abby — Le hablo al teléfono — Comunícame con Thomas y Victor, por favor. — ¿Tengo que ser yo? — Cuestiona al teléfono — Podría hacerlo yo, pero preferiría que lo hagas tú ¿Te caen mal mis hermanos? — Pregunto — No hemos tenido buenos encuentros. No me pasan — Se sincera — Está bien, yo los llamo. Tráeme el esquema explicativo que hiciste hace dos días. — Creo que buscas cualquier excusa para tenerme en tu oficina. Porque ese documento está en tu correo y en tu oficina en la segunda gaveta que está con llave. Esta mañana lo coloqué ahí. — Da la casualidad que no tengo esa llave, se me extravió — Le respondo con una sonrisa en el rostro.— Eso solo confirma lo que
Abbygail. Fue una semana bastante tediosa en la empresa. Alessandro ha estado muy inquieto y no deja de pensar, supongo que es normal en su situación; pero, sin duda alguno yo no pondría en tela de juicio a mi mejor amigo de toda la vida. Por suerte, es domingo y de manera general todos descansamos. Por ello, me tomé el trabajo de preparar todo para pasar un día juntos y dejar a un lado las preocupaciones por hoy. Por otro lado, Emily ha estado muy bien. Ella se cree dueña y reina de esta casa, Letty se ha encargado de darle una excelente atención y no hace más que ser consentida a toda hora. Algunas noches me ha asustado por una que otra tos agitada, pero el medico ha dicho que puede ser normal hasta cierro punto. Hay que estar alerta. — Abby — Letty entra y me saluda — Hola Letty. Creí que Román y tú tenían día libre. Hoy no creo necesitarlos , mucho menos Alessandro — Así es, Abby — Me confirma — Solo vengo a pedirle que por favor me deje llevarme a la niña Emi a mi casa. —
AlessandroHa sido especial. Tengo que confesar que no ha sido como lo esperaba, fue mucho mejor. Si algo tengo o tenía claro es que el sex* es solo eso, sex*; pero, ahora creo que ese pensamiento está cambiando porque compartir intimidad con Abbygail ha sido demasiado profundo. Me he sumergido tanto en el momento que olvidé por completo la realidad, los problemas y las cargas que tengo encima. Me di la oportunidad de ir mucho más allá y permitime tener sensaciones que hace mucho tiempo no tenía. Es raro decirlo, pero puedo garantizar que por primera vez no fue sex*, por primera vez hice el amor y puedo asegurar que fue una de las mejores experiencias del mundo. Como hombre, me encanta el sex* y me fascina satisfacer mis necedades sexual** cada que puedo. Pero juro que ahora la sensación fue diferente, no sé ni como explicarlo, no sé cómo sentirme y esto radica en que puedo salir muy beneficiado o muy jodido en caso tal las cosas no funcionen del todo con Abbygail. Tenerla durmie