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CAP 6. ENTREVISTA

Alessandro

El día de hoy ha estado bastante ajetreado, sin Abbygail aquí todo ha sido muy complicado. Me cuesta saber dónde está exactamente cada papel, cada esfero e incluso no he podido preparar un café tan bien como el que hace ella. Normalmente tenemos personal que se encarga de la cafetería, pero el café que viene hasta mi oficina es preparado por ella misma, ya que curiosamente lo tomamos de la misma manera. Cosa que hizo que su sabor se intensificara y me acostumbrara a ese específicamente.

He estado recibiendo informes de la empresa y al parecer todo está muy bien. No sé si los involucrados es toda esta situación están siendo alertados o están haciendo tan bien el trabajo sucio, que no hemos podido descubrir algunas pruebas que nos lleve a dar con los culpables.

Mi relación con Keysha va de mal en peor, no he llegado a casa en estos últimos días porque el ambiente está un poco tenso y solo peleamos cada que nos vemos.

El día de hoy, tengo una entrevista que estaba agendada hace unos meses. Realmente no quiero asistir a ella, porque sé que van a tocar todo este tema y estará involucrada Abby. Sin embargo, no puedo cancelar porque es importante responder algunas preguntas y además, estamos a la espera de una licitación que puede cambiar muchas cosas dentro de esta empresa, especialmente.

—Hola, guapo —Entra Kerrison a la oficina, como siempre, sin tocar antes de entrar

—Buenos días —ignoro el hecho de que entra como pedro por su casa —¿Tienes todo lo que te pedí?

—Yo también estoy muy bien, Alessandro. Gracias por preguntar —Se acerca y me da un pequeño empujón

—Kerrison, ya nos habíamos saludado por Dios —Ya nos habíamos cruzado en la entrada de la empresa hace unos minutos

—Cierto, lo había olvidado —Solo lo hace por molestarme— y sí, ya tengo todo.

—Muchas gracias —Digo, sin levantar la mirada y sé que él quiere más que un gracias

—¿Con qué fin haces esto? —Cuestiona

—No es de tu incumbencia —Le suelto, pero Kerrison puede llegar a ser más insistente que yo cuando quiero algo

—Pues, no te seguiré ayudando —Levanto la mirada y le hago mala cara —¿entonces?

—Porque me nació y ya está. —digo sin más

—Solo es eso o estás interesado en... —Lo Interrumpo

—No, no estoy interesado en nada. No soy un ogro como todo el mundo cree, tengo mi parte sensible, ok —Hablo molesto

—También tienes la cara como un limón —Suelta una carcajada —Relájate hermano, últimamente estás de mal genio a toda hora

—No es para menos, la empresa está perdiendo millones y aun no tengo información al respecto. En ves de estar aquí, deberías mover el trasero y ponerte a investigar.

—Lo estoy haciendo Aless, solo que no es fácil. Esta gente sabe muy bien lo que hace y no deja rastro alguno —Se que tiene razón— Además, nosotros dos no podemos. Necesitamos a alguien más que nos ayude

—Abbygail— digo sin más

—¿Abbygail? —Cuestiona

—Sí, ya te había dicho que nos iba a ayudar— Le recuerdo

—Pero ella no puede, tiene incapacidad y adicción a eso le diste vía para trabajar desde casa— Me aclara

—Por lo mismo, ya tiene acceso a todas las bases de datos y a cada rincón del sistema financiero de mi empresa— le informo

—Me estás diciendo que le confiaste la base de datos privada a tu secretaria —Se sienta, sin poder creerlo

—Me dijiste que confiabas en ella —Lo señalo

—Y lo hago, pero contigo es caso aparte. Además, Abbygail tiene muchas cosas en la cabeza para cargar con esta responsabilidad —Tiene razón, pero ha demostrado de lo que es capaz

—Puede hacerlo, ella misma dijo que podía cargar con todo. Así que, le voy a dar la oportunidad —Me mantengo en la posición.

Kerrison me está haciendo dudar de mi posición, pero sé que no lo hace por mí, lo hace porque cree que le voy a exigir mucho a la secretaria y aunque es así, se muy bien que por en momento no puede dar el cien. Sabré manejar la situación, mis empleados son demasiado completos y ella es una de las mejores en lo que hace.

—Todavía no puedo creerlo. Le compartiste contraseñas que ni siquiera yo puedo tener —Se coloca las manos en el pecho, fingiendo que le duele

—No seas dramático —Le encanta hacer berrinche por todo

—En fin, solo no seas tan duro con ella. Tiene un carácter bastante fuerte, podría decir que igual al tuyo. Pero es frágil, se rompe fácilmente aunque no lo demuestra

—¿Cómo es que sabes tanto de ella? —Cuestiono con seguridad

—Sabes que tenia crisis cuando pasé por mi situación dolorosa y ya no podía seguir echado en una cama, porque mi jefe prácticamente me lo prohibió —empieza a contar— Ella se acercó a informarme de alguna de tus reuniones imprevistas.

>> Yo estaba sentado en la oficina, con un vaso de licor en la mano y impregnado de mi propio vomito. Ella llegó y no dijo nada, solo me tomó como pudo y sin que nadie se diera cuenta me llevó hacia una de las duchas

—Kerrison por qué...— Me interrumpe

—Déjame terminar —Lo dejo seguir— Me aseo, vino directo a tu oficina, y tomó una de tus prendas que sueles tener por aquí cuando decides que te quedarás a dormir en la empresa. Luego de eso, mandó a pedir un caldo de pollo que estaba hirviendo. Compró unas hiervas y me dio de beber, y en menos de 3 horas ya estaba listo para hacer mi mejor intervención en una de tus reuniones

—¿Cuándo fue eso? —Cuestiono asombrado

—Hace un tiempo, no recuerdo exactamente. Desde ese entonces, hemos sido buenos amigos y charlamos una que otra vez

Kerrison ha tenido momentos duros en su vida, me ha tocado casi que obligarlo a levantarse porque estaba decidido a morir en un piso de su apartamento sin comer, solo bebiendo licor las veinticuatro horas del día.

—Sabes qué aquí estoy si quieres hablarlo —Le digo

—Claro que lo sé. Te debo mucho —No me debe nada, él ha hecho más por mí que yo por él

—Sabes que no

—¿Por qué lo mandaste a investigar? —Cambia de tema y sé perfectamente de qué habla

—Porque no confío para nada en él —Es lo único que digo

—El investigador privado está cobrando un dineral. ¿Crees que tiene sentido pagar todo eso, por alguien sin sentido?

—Te recuerdo que esos numéritos no son nada para mí. Soy uno de los hombres con más dinero en este momento —Le regalo una sonrisa

—El presumido que está a punto de caer en quiebra por un desfalco del que ni siquiera tiene completo conocimiento —Y esa es la manera que logra quitarme mi sonrisa de superioridad

—Serás idiota

No alcanza a responder, cuando un par de toques nos interrumpen y le doy paso a una de las secretarias que está ayudándome en algunas cosas de la oficina por estos días.

—Buenos días, señor Kerrison —Saluda a mi mejor amigo, sonrrojandose

—Buenos días, guapa— le dice este, haciéndose que nos mejillas se pongas aun más rojas

—Señor Alessandro, el periodista ya está en la sala de espera —Me informa

—Pásalo a la sala de juntas, ya lo atiendo —Le ordeno.

No me gusta atender este tipo de entrevistas en mi oficina, por lo que me desplazo a la sala

Me presento con el joven, que podría ser mi hermano hermano menor. Me indica todo lo que tengo que hacer, hacia donde tengo que mirar, como debo ubicarme y me conecta algunos aparatos.

Hace preguntas básicas, nada fuera de lo habitual y espero que se mantenga de esta manera

—¿Está usted preocupado y ansioso por la licitación?

—Realmente, me hubiera gustado que nadie se enterar de eso hasta que ya estuviera todo consolidado. —Respondo

Lo de la licitación se filtró de forma extraña. Llegamos a la conclusión de que debió ser un chisme de pasillo que llegó hasta los oídos de la prensa

—Pero, respondiendo a tu pregunta, si me pone contento porque eso es prueba de que estamos haciendo las cosas bien y no, no tengo por qué preocuparme. Es un trabajo de años y sé lo que merecemos

Puedo sonar un poco agrandado, pero es así. Mi equipo se ha esforzado por esto durante mucho tiempo y sé que debe ser nuestro

—¿Cómo se reparten las ganancias en la firma Finnerty? —Es la siguiente pregunta

—Es claro, la firma es mía. Tomé independencia hace unos años y cree mis propias empresas siendo una de las más prestigiosas del país. Por tanto, no debo repartir ganancias con mi familia. Tengo a algunos miembros trabajando conmigo, pero aun no son accionistas. Aunque, no descarto la idea de que puedan serlo

—¿Por qué independizarse de su familia?

—Porque no quiero que me conozcan por ser el hijo de Christian Menrrey, quiero labrar mi propio camino y sé que papá y mamá están orgullosos se eso. No necesite de su ayuda para poder escalar y llegar hasta donde estoy y eso nos hace felices a todos.

—¿Le gustaría tener hijos? —A qué viene esa pregunta

—Relmente no creo, pero no descarto la idea. Puede que en un futuro esté con la casa llena de niños.

—¿Cómo va su relación con Keysha Jonnes?

—Si la pregunta es que si terminamos, la respuesta es no. Seguimos siendo novios —Es lo único que digo

—¿Eso quiere decir que acepta que sean un triángulo amoroso?

—¿De qué habla? —Cuestiono

—Tenemos conocimiento de que mantiene una relación con una joven llamada Abbygail, desconocemos su apellido, pero los han visto juntos en ocasiones

—Se equivocan, no mantengo relación con ella

—¿Eso quite decir que la niña que está internada no es hija de usted? —Qué pregunta más absurda por Dios

—No lo es, no sé de dónde sacan semejante barbaridad

—Se les vio juntos en un restaurante hace unos días, de igual manera a las afuera de una clínica y compartían un acercamiento bastante íntimo —Asegura

—Realmente la entrevista estaba siendo bastante buena, pero ya todo cambio de rumbo. Sin embargo, aprovecho este espacio para decir que no mantengo ninguna relación con Abbygail, simplemente somos amigos y ella necesitaba de mí. De igual forma, pido respeto tanto para ella como para su hija que no tiene ni idea de lo que pasa a su alrededor. Es solo una niña y no debería estar expuesta a estos medios solo por suposiciones estúpidas que hacen.

—Lo siento, no queríamos incomodar— Se disculpa sin dejar de grabar

—De igual forma, dejen de perseguir a Keysha. Nosotros seguimos en una relación y aunque ella sea más de ese medio, no debe darle explicaciones a nadie

—Muchas gracias por aceptar ser entrevistado señor Alessandro

—No hay de qué. —Digo colocandome de pie

—Damos por terminad la entrevista

Me quito todos los equipos y salgo de la sala lo más rapido que puedo. Que incómodo momento

De alguna manera me siento mal por exponer a Abbygail a este tipo de cosa. No tanto por ella, si no por la niña que está siendo tema de conversación de personas que ni siquiera saben de ella.

Salgo de la oficina sin importar nada y me voy hacia la clínica. Al llegar, paso directamente. Ya me conocen así que no me piden identificación.

Me adentro a la habitación y me encuentro con la imagen de Abbygail dormida con la laptop en sus piernas y agarrando uno de los pies de su hija

—Hola, Aless —Me Susurra la niña

—Hola, pequeña —Contesto

—Shiii— me hace señas, llevandose un dedito a la boca—Despachito ma...má está mimida

—Está bien. Hablemos despacito entonces.

Ya se me ha vuelto costumbre venir a visitarla cada que puedo. La mayoría de las veces vengo cuando su mamá está en casa tomando reposo o haciendo una que otra diligencia.

He construido una bonita amistad con la niña, y eso es gratificante, porque de alguna manera con su sonrisa está pagando toda la millonada que me gasté en esta clínica y eso hace que valga la pena cada centavo.

Emily se ha convertido en una lucesita que me saca una que otra sonrisa cada que se lo propone. Ya sé que no debo encariñarme con la hija de mi secretaria, pero su dulzura hace que yo ceda y deje a un lado mi postura seria.

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