Había cientos de agentes especiales en la base de La Fuerza de Tevah-Sheva. La mayoría eran comúnmente conocidos como agentes de campo y cada base tenía su número de agentes específico para la ciudad, Sheva tenía alrededor de cien. También estaban los agentes médicos, científicos y técnicos, encargados de la recolección de evidencia y análisis. Adicional a estos había unas cuatro o cinco docenas de agentes de inteligencia, aquellos que estaban en misiones de encubierto todo el tiempo. En resumen, la base poseía una plantilla compuesta por un promedio de poco más de quinientos agentes, doscientos androides y Sia, la inteligencia artificial.
Dos horas después de comenzada la reunión, solo quedaban cuatro parejas de agentes en el recinto. Ksongan dio órdenes a tres de ellas y dejó de últimos a Fira Volk, Aston Dagger y los agentes cie
A pesar de que Fira deseaba ponerse a investigar el caso de secuestro y asesinato de inmediato, sabía que no tenían una dirección clara hacia donde avanzar. Le llevaría a Sia un par de días correr un reconocimiento de ADN para descubrir quiénes eran los progenitores de las víctimas en caso de que tuviesen familia viva, y para determinar la identidad de las mismas estaban en procesos burocráticos para correr su ADN en la base de datos médica de la ciudad. Aunque, algo le decía que era probable que estas víctimas no fueran originarias de Sheva, lo que implicaría que Sia debía conectar con la inteligencia central, luego solicitar autorización a las inteligencias de las demás bases y, posteriormente estas, pedir los permisos reglamentarios para acceder a las bases médicas de cada una de las ciudades, eso solo para comenzar.Un montón de mierda burocrática
Aston no se sentía bien, y cayó en cuenta de sus emociones extrañas cuando su compañera le pidió que le subiera la cremallera de su uniforme.No era algo inusual, él le había pedido a un compañero que pasaba por allí que le hiciera el favor pocos minutos antes. El uniforme formal estaba diseñado para que se vieran bien; demonios, quién dijo bien, para que se vieran espectaculares. Hombres y mujeres, vampiros, mestizos y humanos, viéndose tonificados, regios y poderosos; era una forma muy práctica de hacerlos sentir iguales y que el público los percibiera como modelos a seguir; en particular a los seres humanos. Ellos eran seleccionados por La Fuerza desde niños, su biología era adecuada para someterse al programa de mejoramiento genético, lo que los equiparaba al nivel de un mestizo promedio. De ese modo, él podía encajar y devolver golpes con u
La guardia de Fira comenzó muy bien. Para poder cubrir mejor la zona, cincuenta agentes fueron emparejados con algún miembro de las fuerzas locales, a ella le tocó una mujer de aspecto severo que resultó ser solo una fachada. Carli, como se presentó, iba con un apretado moño de hebras rubias, un ligero toque de carmín en los labios y unos ojos limpios de color verde agua. Se veía bien en uniforme, aunque el suyo le confería un aspecto más discreto que el de ella con su color azul cobalto, la policía se veía bastante atractiva.Ya había lidiado con un par de individuos que fueron muy gráficos al expresar lo que le harían si la tuvieran desnuda en su cama. La indiferencia de Fira solo sirvió para exacerbar sus ánimos y los hombres decidieron incrementar sus descripciones, las siguieron por un largo rato. En determinado momento Fira sonrió maliciosamente,
La persecución se produjo a lo largo de una serie de edificios de no más de cinco o seis pisos, que circundaban el parque. Fira seguía con relativa facilidad la levita blanca que flotaba detrás del cuerpo, eso le confirmó que perseguía a un vampiro. En una noche como esa, las hembras vampiras iban a ser gala de sus mejores ropas e iban a competir unas contra otras para ver cuál abeja reina coleccionaba más zánganos, los vampiros vestían con sus mejores atuendos para demostrar la enorme diferencia que existía con el resto de los seres inferiores; a esa distancia le fue sencillo notar su autendo.Su cabeza iba a millón, conjeturando las razones que llevaban a un vampiro de una familia arcana, o como mínimo de cuna, a moverse por la ciudad con tanto sigilo.La respuesta obvia: nada bueno, o legal.La zona de edificios bajos terminaba de manera abrupta y los inmuebles se conve
Aston pasó todo el trayecto pensando que experimentaba un mal sueño.Siguiendo las indicaciones de Sia, encontraron la entrada de la alcantarilla y bajaron por ella. Al mismo tiempo llegaron la unidad de contención junto a la ambulancia, Desmond estaba allí con el rostro pálido pero inexpresivo.Supo que de verdad estaba en una pesadilla cuando encontró la entrada oculta y anduvo los pocos pasos que lo conducían a la cámara. La puerta estaba abierta y lo único que vio fue a Fira, encogida de lado, con un brazo inerte y la mitad del rostro lleno de sangre.Olvidó el protocolo, olvidó la seguridad, corrió hacia su cuerpo, casi gritó de angustia y desesperación, había mucha sangre allí, demasiada sangre como para que fuese de una sola persona.―Agente Dagger, necesito que se retire para poder darle los primeros auxilios a la agente Volk.Ast
Fira se veía como una fiera perseguida, ligeramente agazapada, a la espera de una oportunidad para escapar, con sus ojos brillantes de depredador y un bajo gruñido que hacía erizar la piel de Aston.Era a la vez magnifica y aterradora.Continuaba sosteniendo su brazo inerte, protegiéndolo contra su costado. Mechones de cabello caían sobre su rostro, ocultando un poco las manchas de sangre de sus mejillas y mentón, confiriéndole un aspecto salvaje. Supo que si ella quisiera acabarlos, ninguno de ellos tendría oportunidad de escapar.Y tenía un maldito serio problema, porque si él era la presa, estaba más que dispuesto a que Fira lo atrapara y le hincara los colmillos.Su compañera lo miró en ese momento, como si pudiese percibir cómo se estaba sintiendo y frunció el ceño contrariada.El silencio se hacía cada vez más denso, D
Todos sus compañeros querían ir a celebrar. Como sucedía en ese tipo de organizaciones, ciertas informaciones no eran por completo confidenciales. Ya todos sabían que Fira había ido en persecución de un sospechoso, también que había entrado en combate con un vampiro por lo menos cien kilos más pesado que ella y con una buena cabeza y media de altura de diferencia. No sabían qué estaba haciendo y no importaba, lo que sí lo hacía era el hecho de que él estaba en un contenedor médico para recuperación de heridas graves mientras ella estaba allí, de pie en el vestíbulo de la clínica de la base, vistiendo un delgado pijama médico que con mucha amabilidad le habían prestado.Adolorida hasta la médula, pero de pie.Eso era bueno, condenada y malditamente bueno.―¿Qué pizzería está abierta a
Los sueños de Fira no la ayudaron. Una marea de manos que acariciaban sus carnes, labios ardientes posándose en cada rincón recóndito de su cuerpo, dejando marcas calientes, y colmillos que se clavaban en su piel haciéndole gemir. Las sensaciones estaban incrementadas al mil por ciento, podía jurar que esa lengua cálida y rasposa que recorría su ombligo, viajando hasta el dulce ardor entre sus piernas, era real.En perspectiva era una pesadilla, una agónica tortura que le hacía ahogarse, estaba segura de que había gemido mientras dormía, gemido fuerte y alto, y el ardor de sus genitales se había extendido en una fiebre sofocante por el resto de su cuerpo.Cuando abrió los ojos la noche había avanzado en el firmamento. Revisó su tableta y descubrió una docena de llamadas perdidas, enlaces de mensajes y correos, solicitudes de video, que en su mayor&iacu