Estaba en casa esperando a mis compañeras de piso, últimamente han llegado tarde a casa, a causa del trabajo, se supone que hoy iríamos a un antro cerca de aquí, pero así como no llegan, dudo mucho que se haga el plan, lo peor, ya estaba arreglada para la noche.
Me acosté en el sillón con el celular en la mano y minutos después escuché las llaves.
Sara hace un escandalo con las llaves, con ese sonido en particular, supe que eran ellas.
Me levanté y vi entrando a Sara sonriendo.
-Perdón la tardanza- dijo Sara, mientras que Kenya cerraba la puerta- me iré a cambiar y nos vamos.
- ¿Si vamos a ir? - les pregunte.
-Estoy esperando este viernes desde que inicio la semana y no pienso perdérmela por nada del mundo- dijo Kenya y Sara asintió con la cabeza.
-Apúrense, si no me duermo- voltee a ver a Sara y la señale- en especial tú.
Sara entro corriendo a su cuarto y después al baño, Kenya entro a su cuarto también y escuche la puerta de su baño cerrándose.
Al menos, esta noche no estaré leyendo algún libro, necesito diversión, aunque sea una sola noche.
Prendí la televisión, pero el aburrimiento empezó a hacerse presente porque no había nada interesante.
- ¡APURENSE! - les grite.
- ¡YA CASI! - me contesto Kenya.
Sara no me contesto, supongo que aun se esta bañando, se tarda demasiado y es desesperante, en las mañanas me baño primero, después Kenya y hasta el último Sara.
Trabajan en un supermercado, Sara de cajera y Kenya es su jefa, así que tiene un poco de tolerancia.
El teléfono empezó a sonar, lo tome y conteste.
- ¿Hola?
-Mi niña- reconocí la voz de mi madre- ¿Cómo estás?
-Hola ma, bien gracias ¿A que debo tu llamada?
- ¿No puedo llamar a mi hija?
-Por supuesto que sí, solo me sorprendió.
-Tu hermana organizo una comida en su casa y me pidió que te avisara.
- ¿Y ese milagro? - le pregunte- ¿Ella va a cocinar?
-Supongo que lo hará Brandon.
- ¿Cuándo es?
-El domingo a las dos.
-Esta bien, nos vemos allá entonces.
- ¿Qué harás hoy?
-Voy a salir con las chicas.
-Diviértete y no tomes mucho.
-Claro- le dije riendo, imaginando la cara que tendría ahorita.
-Te dejo hija, te quiero.
-Yo también, saludas a mi papa.
Colgué y dejé el celular en su lugar, me volví a sentar en el sillón.
- ¡YA ME VOY A ACOSTAR! - les grité, vi a Kenya saliendo del cuarto ya lista.
Se sentó a mi lado, mientras se ponía un labial rojo, demasiado bonito, vi a Sara saliendo del baño ya cambiada y maquillada, me levante y tome mi bolsa.
-Conocí a alguien que nos va a dejar pasar sin hacer fila- dijo Kenya mientras tomaba sus cosas.
-Y algo me dice que por te vestiste tan sexi.
La mire de arriba para abajo y se sonrojo, tenia un vestido dorado demasiado pegado, tiene un bonito cuerpo, porque hace ejercicio, así que le luce muy bien.
Sara tenia puesto un vestido turquesa con un escote en la espalda y yo tenia puesto un mono negro.
Salimos del edificio y caminamos hacia el lugar, estábamos a una cuadra; en cuanto llegamos Kenya buscaba a alguien con la mirada.
Una chica castaña con lentes alzó la mano y Kenya se acercó a ella.
Sara alzó las cejas y yo le sonreí, la chica castaña estaba bastante apenada.
-Te presento a Sara y a Anna, mis compañeras de piso- nos señalo y nosotras la saludamos con la mano- ella es Mari.
-Un placer- nos saludó mientras sonreía, tenía una perforación en el frenillo.
-Igualmente- le contestamos.
Entramos al lugar gracias a una pulsera que nos dio Mari, estaba muy lindo y había luz negra, las paredes estaban decoradas con pintura neón que sobresaltaba.
Hace como 4 meses, más o menos, que no venía a uno.
Fuimos a la barra y Mari pidió una ronda de tequila, no soy de las personas que toman hasta perder la cordura, pero unos tragos no están mal de vez en cuando.
Después de varios tragos Kenya ya estaba borracha al igual que Sara, pero está en particular más. Yo sentía un pequeño cosquilleo en mi nariz.
Estábamos en la pista de baile y Kenya estaba con Mari, a Sara se le estaba bajando un poco porque no la deje seguir, es muy graciosa cuando se emborracha, porque se queda sería y de repente empieza a reír sin parar.
Y Kenya, se enrollaba con alguna chica, que ahora mismo era con Mari.
Si, tiene diferentes preferencias.
Pero no le veo nada de malo, ni mucho menos asco, la respeto bastante.
Estábamos bailado cuando siento que me abrazan por atrás, Sara se desapareció y supuse que era ella, porque le gusta hacer eso.
Seguía bailando pero al escuchar su voz me espante.
-Me encantas.
Me separe y voltee a ver al hombre extraño, tenía una sonrisa en su rostro.
-Sigues siendo hermosa.
Me toco la mejilla y sentía que se me iba el aire, empecé a recordar, estaba enfrente de mí.
El hombre que me destruyo la vida, el causante de que viviera en pánico por muchos años, con el que tenía pesadillas y no podía seguir con mi vida por su culpa.
El hombre que me secuestro he intento violarme dos veces, asesino a personas cercanas con tal de que no me alejará de él y estaba enfermo de la cabeza.
Al hombre que vi muriendo enfrente de mis ojos.
Andrew Barnett
-Anna, despierta- abrí mis ojos y vi a Sara y a Kenya enfrente de mí- ¿Estas bien? Me senté, me agarre la cabeza y vi a mi alrededor, habían un par de chicos que tenían uniforme de doctor, estábamos en un cuarto; todavía se escuchaba la música del antro, pero muy leve. -¿Qué paso?- les pregunte. -Te desmayaste- me dijo uno de los chicos- parece que fue por el alcohol. -Pero, no tome mucho -Puede que te hayan puesto algo en la bebida o te engestaste. -Gracias- les dije y ellos sonrieron; uno de ellos me ayudo a pararme, puso su mano en mi espalda y me dio un vaso con agua, me lo tome y se lo entregue. -Cuídate. Salieron del cuarto y suspire profundamente. -Vamos a casa. Me dijo Sara mientras me daba un beso en la frente. Le dimos las gracias a Mari por ayudarnos a pasar y caminamos a casa. Iba en medio, veníamos agarradas del brazo,
Eran las 7 de la noche cuando llegue a mi casa. Me avisaron que el lunes dirían los resultados del concurso para tener el puesto. Ezequiel me aseguraba que si lo iba a conseguir, enserio lo quiero. Al llegar deje mis cosas en la mesa y entre a mi cuarto para quitarme los tacones y ponerme unas pantuflas. -¿Eres tu Anna? Reconocí la voz de Sara y salí a verla, tenía el pijama puesta, esta floja, sabía que no se iba a arreglar, es un mameluco morado y su cabello estaba sin desenredar. Kenya y yo teníamos uno igual, solo que los colores eran diferentes, el de Kenya es amarillo y el mío azul cielo. -¿Enserio no fuiste a trabajar?- nego con la cabeza. -Mande un correo, es obvio que no me iba a parar. -Con que no te regañen. Me acosté en el sillón y ella levantó mis piernas para sentarse y las puso encima de las suyas. -¿Cómo te fue?- me pregunto. -Bi
Me levanté en la madrugada, había tenido una horrible pesadilla, había regresado al pasado, vi cuando intentó violarme y la policía llego disparándole, cayendo a mi lado. Fui a la cocina por un vaso de agua, me lo tome y lo deje en el fregadero suspirando y al darme la vuelta, lo vi enfrente de mí. -Vine por ti Ann. Mi corazón estaba muy alarmado y me desperté de golpe por el sonido de la alarma, estaba sudando, era un sueño, solo fue un sueño. Me levante de la cama y me fui a bañar, en cuanto termine, me vestí y salí, Sara estaba lista, a lo que me sorprendí. -Me levanto más temprano- me dijo al verme- ¿Ya te vas a correr? -Si, para despejar mi mente un rato- le conteste- créeme que lo necesito. -Me parece excelente- me sonrió- aunque yo hubiera preferido descansar. -Ayer descansaste demasiado- le contesto Kenya mientras salía ya arreglada- tal vez te has puesto así porque tus
Me desperté gracias a la alarma, me metí a bañar y después me vestí. Salí a desayunar y estaba Kenya desayunando, preparé el de Sara y también el mío. -¿Y si estuvo bien el beso?- me pregunto moviendo sus cejas. -Me preguntaron eso ayer. -Vuelve a contestarlo, es demasiado interesante tu cambió de actitud- se recargó en su mano- antes decías que no y ahora le diste tremendo beso al ángel. -No había dado un rotundo no, soló dije que aún- recalque esta palabra- no, no lo veía de esa forma. -Pero esta bueno- vi a Sara entrando a la cocina. -Ayer me lo dijiste. -Ni lo niegues, por si es cierto -No lo niego- le conteste algo sonrojada- pero ya cállate. -Parece que si te gusta- dijo Kenya sonriendo. -Hablando de eso- la vi fijamente a la castaña- ¿Has hablado con Mari? Ese día con ese beso, vi mucha química entre ustedes. Se sorprendió a
Me esta dando un ataque. Me senté en el piso tratando de estabilizar mi respiración y mi pulso, sentía como mi cabeza me pulsaba y que no podía salir de este estado. Mi vista se nublaba a ratos y trataba de respirar con normalidad, pero no podía; cómo si el oxigeno de la habitación se hubiera ido en unos segundos. No puede ser él, es simplemente una coincidencia, un homónimo como me dijo Sara; vi cómo le disparaban, se desangro enfrente de mí, incluso tenía su sangre en mis manos. Sentía que algo me estaba escurriendo por la frente, me toque y al ver mi mano, tenía sangre en ella, tal cuál como esa vez, al levantar la vista. Lo ví -¿Recuerdas cuando me dispararon?- me dijo acercándose a mí- ¿Recuerdas esa sensación?- se puso de cuclillas enfrente de mí y toco mi mejilla- pero siempre has sido mi niña adorada, ¿Qué sientes que este de vuelta?- tomó mi mano y la puso en su abdomen, sentía los huecos donde le dispararon- me obligaron a
-Te llame la otra vez y me contesto Sara ¿No te dijo?- me pregunto sonriendo. -Si, si me dijo- sonreí- pasa, sabes que estás en tu casa. Lo dejé pasar y cerré la puerta. -¿Interrumpí algo?- pregunto Caleb y me di cuenta que me había olvidado de ese pequeño detalle. -No, para nada- camine hacía él- siéntate- me senté alado de Ezequiel, el cual estaba muy apenado- Ezequiel, él es Caleb, es...- me quede callada pensando en cómo lo iba a presentar. -Nos conocemos desde hace 16 años- sonrió Caleb- de echo, éramos novios en la preparatoria- dijo todo quitado de pena- pero a la mitad de la universidad terminamos, queríamos cosas muy diferentes, pero no te preocupes, eso paso hace mucho tiempo, de echo yo me voy a casar- sonrió al terminar de contar toda nuestra historia. Siempre tan directo, como siempre, Ezequiel empezó a reír. -Es un gusto conocerte Caleb, ¡Ay! Me encanto tu presentación, si
Intenté bloquear el número que me mando ese mensaje, pero por alguna extraña razón, me decía que el número no existía. ¿Cómo es posible que manden mensajes desde un número que no existe? Preferí no decirle a Sara y a Kenya esto. Posiblemente todo esto sea producto de mi imaginación, por todo lo que ha pasado los últimos días. Me arregle para ir al trabajo, Ezequiel me dijo que si aún me sentía mal, era mejor que no fuera y me quedara a descansar, pero estoy segura que si dejo de ir y Adam se da cuenta de eso, le puede dar mi puesto a otra persona y eso no sería para nada bueno, porque me esforcé mucho para estar en este puesto. Sara y Kenya no dejaban de molestarme con Ezequiel, estaban felices porque, al fin le había echo caso, después de casi dos años de insistencia de su parte. Al llegar al trabajo, entre al elevador y cuando las puertas se iban a cerrar, alguien metió la mano para impedir que estas se cerraran
Ezequiel era el hombre más increíble del mundo entero, era demasiado caballeroso y atento.Me acompaño hasta casa de nuevo, cuando estaba con él en la puerta para despedirme, podía escuchar los murmureos de Sara y Kenya del otro lado de la puerta; además, se veían las sombras.-¿Quieres pasar?- le guiñe el ojo y le di un beso en el cuello- sígueme la corriente- le susurre.-¿No están tus compañeras?- me contesto de igual manera, continuando con la broma.-No les va a molestar.-¿Qué no nos molesta?-susurro Sara-escucharemos todo.-Cállate, no hables tan fuerte- susurro Kenya.-¿Debemos comprar algo?- le pregunte mordiendo el labio tratando de aguantar la risa.-No, así está mejor, es más, podremos experimentar.