Me esta dando un ataque.
Me senté en el piso tratando de estabilizar mi respiración y mi pulso, sentía como mi cabeza me pulsaba y que no podía salir de este estado.
Mi vista se nublaba a ratos y trataba de respirar con normalidad, pero no podía; cómo si el oxigeno de la habitación se hubiera ido en unos segundos. No puede ser él, es simplemente una coincidencia, un homónimo como me dijo Sara; vi cómo le disparaban, se desangro enfrente de mí, incluso tenía su sangre en mis manos.
Sentía que algo me estaba escurriendo por la frente, me toque y al ver mi mano, tenía sangre en ella, tal cuál como esa vez, al levantar la vista. Lo ví
-¿Recuerdas cuando me dispararon?- me dijo acercándose a mí- ¿Recuerdas esa sensación?- se puso de cuclillas enfrente de mí y toco mi mejilla- pero siempre has sido mi niña adorada, ¿Qué sientes que este de vuelta?- tomó mi mano y la puso en su abdomen, sentía los huecos donde le dispararon- me obligaron a
-Te llame la otra vez y me contesto Sara ¿No te dijo?- me pregunto sonriendo. -Si, si me dijo- sonreí- pasa, sabes que estás en tu casa. Lo dejé pasar y cerré la puerta. -¿Interrumpí algo?- pregunto Caleb y me di cuenta que me había olvidado de ese pequeño detalle. -No, para nada- camine hacía él- siéntate- me senté alado de Ezequiel, el cual estaba muy apenado- Ezequiel, él es Caleb, es...- me quede callada pensando en cómo lo iba a presentar. -Nos conocemos desde hace 16 años- sonrió Caleb- de echo, éramos novios en la preparatoria- dijo todo quitado de pena- pero a la mitad de la universidad terminamos, queríamos cosas muy diferentes, pero no te preocupes, eso paso hace mucho tiempo, de echo yo me voy a casar- sonrió al terminar de contar toda nuestra historia. Siempre tan directo, como siempre, Ezequiel empezó a reír. -Es un gusto conocerte Caleb, ¡Ay! Me encanto tu presentación, si
Intenté bloquear el número que me mando ese mensaje, pero por alguna extraña razón, me decía que el número no existía. ¿Cómo es posible que manden mensajes desde un número que no existe? Preferí no decirle a Sara y a Kenya esto. Posiblemente todo esto sea producto de mi imaginación, por todo lo que ha pasado los últimos días. Me arregle para ir al trabajo, Ezequiel me dijo que si aún me sentía mal, era mejor que no fuera y me quedara a descansar, pero estoy segura que si dejo de ir y Adam se da cuenta de eso, le puede dar mi puesto a otra persona y eso no sería para nada bueno, porque me esforcé mucho para estar en este puesto. Sara y Kenya no dejaban de molestarme con Ezequiel, estaban felices porque, al fin le había echo caso, después de casi dos años de insistencia de su parte. Al llegar al trabajo, entre al elevador y cuando las puertas se iban a cerrar, alguien metió la mano para impedir que estas se cerraran
Ezequiel era el hombre más increíble del mundo entero, era demasiado caballeroso y atento.Me acompaño hasta casa de nuevo, cuando estaba con él en la puerta para despedirme, podía escuchar los murmureos de Sara y Kenya del otro lado de la puerta; además, se veían las sombras.-¿Quieres pasar?- le guiñe el ojo y le di un beso en el cuello- sígueme la corriente- le susurre.-¿No están tus compañeras?- me contesto de igual manera, continuando con la broma.-No les va a molestar.-¿Qué no nos molesta?-susurro Sara-escucharemos todo.-Cállate, no hables tan fuerte- susurro Kenya.-¿Debemos comprar algo?- le pregunte mordiendo el labio tratando de aguantar la risa.-No, así está mejor, es más, podremos experimentar.
Sara me despertó, de una manera tan abrupta que hizo que me asustara.-Anna, despierta- me movía muy fuerte.-¿Qué pasa?- le conteste sentándome en mi cama, no sé que hora era.-Mira, encontré este tipo- empezó a manipular su celular y yo me froté los ojos.-¿Que quieres que vea?-Puse la foto del acosador en Google y me salió un perfil de Facebook, mira.Me enseño el perfil de un hombre, era igual a él, solo que sus ojos eran cafés, no azules.-Sara, él real tiene los ojos azules.-Pudo haber usado pupilentes.-Vive del otro lado del mundo.-Pudo haber tomado un avión y llego en unas horas, por eso está aquí.-Sara- la tomé de los hombros- me has pedido que no piense más en él, estoy convencida qu
Me desperté y me arreglé cómo siempre, la recepción era a las seis, así que tenía que ir a trabajar un rato, al menos hasta las cuatro. -¿Estas lista?- me pregunto Sara al verme- estoy emocionada. -Si, yo también estoy emocionada. -Ellos deben estar todavía más que nosotras. -Caleb me hablo ayer en la noche, esta bastante nervioso. -¿Eso se puede considerar como infidelidad?- me pregunto Kenya- imagínate, marcarle a su ex una noche antes de casarse, eso se puede mal interpretar. -No lo creó- empecé a reír- solo me dijo que estaba muy nervioso. -Va a ser una boda increíble. Terminamos de desayunar y nos fuimos a nuestros trabajos. Al llegar entré a la oficina de Ezequiel, estaba acomodando unas cosas. -Hermosa- me saludó- ¿Estas lista?- me pregunto- Porque yo estoy más que listo para brillar en esa pista de baile. -Ya estamos preparados entonces-
-¡DEBERÍAS ESTAR MUERTO, INFELIZ!- Caleb no dejaba de gritarle mientras trataban de separarlo- ¡LLAMARE A LA POLICÍA! Cuando lograron que se separara de él, se lo llevaron a un cuarto, mientras que atendían las heridas del otro. -¿Se encuentra bien, señor?- le pregunto Ezequiel dándole un vaso con agua. -Si, posiblemente me confundió con otra persona, Maddie me invitó, sólo que no pude asistir a la ceremonia religiosa. Voltee a ver a Sara, también estaba agitada, me acerque a ella y empezó a negar con la cabeza. -Anna, llama al oficial Philip, es ese maldito. -Sara, no es él- le conteste de la forma más tranquila posible. -¿Qué te pasa? ¿Estas ciega?- alzó la voz- es ese idiota, ¿Ya no recuerdas el infierno que te hizo pasar? -Tú más que nadie sabe todo el desprecio que tengo hacía ese ser- le conteste de la misma forma- él trabaja para la compañía, por eso Ezequiel y Maddie los
-Es el chico más increíble que he conocido- dijo Sara mientras íbamos de regreso a la casa- estaré ebria, pero enserio es un príncipe.Alzó la botella, ya vacía de Whisky que tenía en la mano y se la empino, pero no salió ni una gota, porque ya se lo había acabado hace un par de horas.-No quiero ver cómo va a despertar mañana- nos dijo Kenya- ahora si no me importa su estado en el que está, mañana la parare a trabajar, no pienso trabajar el domingo.-Si quieres- hablo Ezequiel- nos podemos dar él día mañana.-¡Ay no ángel!- volvió a hablar Sara, poniéndose en medio de los dos- no van a quedar solos en la casa, sucios.Los dos empezamos a reír.-Tranquila Sara- le contesto Ezequiel- no vamos a hacer nada.-¡TU!- me señalo- desde q
-Anna, debes respirar- me pedía Sara mientras me tocaba los hombros.-¿Cómo quieres que me tranquilice?- le dije mientras tomaba mis pastillas- alguien se metió a la casa y me grabo mientras dormía.-Viene en camino- nos dijo Kenya se arrodillo a mi lado- Anny, vas a estar bien.-¿Tampoco me sentiré segura aquí? El único lugar que tenía se fue a la mierda, ¿Qué rayos está pasando?- no soporte más ese nudo en la garganta y empecé a llorar.-No es él, créeme que no es él- me dijo Sara mientras sobaba mi cabello.Se levantó y le marcó a alguien.-En el antro lo vi, después empezaron los mensajes, los cuales desaparecían cada vez que se los mostraba a alguien, ese jefe, en el centro comercial, ustedes lo vieron; la boda de Cale, todas esas alucinaciones