-Es el chico más increíble que he conocido- dijo Sara mientras íbamos de regreso a la casa- estaré ebria, pero enserio es un príncipe.
Alzó la botella, ya vacía de Whisky que tenía en la mano y se la empino, pero no salió ni una gota, porque ya se lo había acabado hace un par de horas.
-No quiero ver cómo va a despertar mañana- nos dijo Kenya- ahora si no me importa su estado en el que está, mañana la parare a trabajar, no pienso trabajar el domingo.
-Si quieres- hablo Ezequiel- nos podemos dar él día mañana.
-¡Ay no ángel!- volvió a hablar Sara, poniéndose en medio de los dos- no van a quedar solos en la casa, sucios.
Los dos empezamos a reír.
-Tranquila Sara- le contesto Ezequiel- no vamos a hacer nada.
-¡TU!- me señalo- desde q
-Anna, debes respirar- me pedía Sara mientras me tocaba los hombros.-¿Cómo quieres que me tranquilice?- le dije mientras tomaba mis pastillas- alguien se metió a la casa y me grabo mientras dormía.-Viene en camino- nos dijo Kenya se arrodillo a mi lado- Anny, vas a estar bien.-¿Tampoco me sentiré segura aquí? El único lugar que tenía se fue a la mierda, ¿Qué rayos está pasando?- no soporte más ese nudo en la garganta y empecé a llorar.-No es él, créeme que no es él- me dijo Sara mientras sobaba mi cabello.Se levantó y le marcó a alguien.-En el antro lo vi, después empezaron los mensajes, los cuales desaparecían cada vez que se los mostraba a alguien, ese jefe, en el centro comercial, ustedes lo vieron; la boda de Cale, todas esas alucinaciones
-Necesito revisar todo esto más a fondo, Anna. -¿Me está diciendo que hay probabilidades de que ese sujeto está vivo? ¿Qué quien he visto es él? -No lo sé Anna- se tocó la cara frotándose los ojos- debo investigar, es imposible que esté vivo. -Necesito una respuesta. -Te llamare en cuanto sepa algo. Me dejo en la puerta y corrió hacía el elevador, cerré la puerta con llave. Me había pedido que no saliera de mi casa, mandaría a algunos oficiales para asegurar todo el perímetro. Le marqué a Ezequiel y espere que me contestara. -Anna, ¿Estas bien?- fue lo primero que dijo al descolgar- me llamo Kenya y me contó lo que paso. -Si, estoy bien. No se por cuanto tiempo no podre ir a trabajar, no puedo salir de mi casa. -Voy para allá. No me pude negar, porque colgó, me senté en el sillón, me encogí y vi a todos lados, parecía que nada había pasado, que estaba segura
Ezequiel se había quedado conmigo hasta que llegaron Kenya y Sara. -¿Qué paso?- me preguntaron al verme. -No encontro la fecha de fallecimiento en la base de datos. -¿Significa? -Esta vivo. Sara se tapo la boca y Kenya se sentó en uno de los sillones. -¿Es ese maldito al que vimos? ¿El de la boda de Caleb? -¿Al que golpeo?- pregunto Ezequiel viendome. -¿No lo conoce?- dijo Sara y le negue con la cabeza, saco su celular y le mostro una foto de él -Anna, es el jefe de la formula de los labiales. -Al parecer si era el, también el del antro, el del centro comercial, la boda de Caleb, a vuelto a joder mi vida- me cubrí la cara con mis manos- lo ha vuelto a hacer y yo de idiota lo volví a permitir. -No te mortifiques- me abrazó Sara. -Si, pudo haber sido su doble o algo así, ¿Cómo ibas a saberlo?- me dijo también Kenya y me tomo
Nos dormimos en la habitación de Kenya, aquí no habían ventanas grandes, no podrían entrar de ningún modo aquí, no podía aliviar el sueño, tuve que tomarme una pastilla para dormir. Estaba soñando con una chica, estábamos en una escuela, demasiado grande; no se quien es, no la recuerdo para nada, un nombre se me vino a la cabeza. Alanna... Ahora recuerdo, era mi amiga en la preparatoria, en la escuela de ricos como solía decirle. Después aparecieron unas fotografías, estaba la misma chica pero con sangre. Ese maldito la había matado, había robado su celular, fue cuando me entere que se había fugado de la prisión; recuerdo que fui a su funeral, estaban sus padres llorando desconsoladamente, Caleb estaba a mi lado y me repetía. -No fue tu culpa. Me sentía triste, culpable de que ella falleció, todo por haberse juntado conmigo, ese maldito la lastimo solo porque estaba junto a mí. Empece a abrir los ojos lentamente y vi a
-Ann, mirame- trataba de tranquilizarme Ezequiel, respiraba con dificultad y el me abrazaba sobando mi espalda- respira profundamente. -¿Cómo habrá entrado? -No lo se, hay policías cuidando el edificio, debí quedarme adentro, es un degenerado. -El oficial... -Debemos ir a la estación para ver si es cierto. -No puedo salir. -Ahora si puedes, deberías irte conmigo a mi casa, no sabe donde vivo, ahí vas a estar segura. -Me puede encontrar a donde quiera que vaya. -Primero vístete y vamos a la comisaría. Había olvidado que seguía en toalla, al ver las fotografías empece a gritar y Ezequiel entro enseguida, tomó el condón y lo volvió a meter al paquete al igual que el sobre con la nota y las fotos, salió del cuarto para darme privacidad y me vestí con lo primero que encontre. -Te dije que no te ibas a librar de él- reconocí su voz. -Cállate.&
Una semana después Encontraron el cuerpo del oficial Philip, estaba debajo de un muelle, un señor que trabaja ahí, lo encontró, se impresiono de no haberlo visto antes, al intentar sacar su bote, se encontró con algo muy pesado que impedía que saliera y con eso se dio cuenta que había algo o mejor dicho alguien. Al recibir esa llamada anunciándome que había fallecido, sentí que me moría, la única persona que me ayudo, que me dio esperanza en encontrar a ese desgraciado, había muerto. El día de su funeral, lo hicieron de una forma muy honorifica, su esposa y su hija estaban llorando, lo cual me partió completamente el corazón, por mi culpa están pasando por todo esto, soy la responsable de que estén así. Ezequiel me decía que no era mi culpa, así como Caleb me decía en el funeral de Alanna; pero la verdad es que sí, todo esto es ocasionado por mi, por ese acosador que sigue obsesionado conmigo y no se va a detener ha
-¿A dónde me llevan? -Lejos de aquí. Estaba desorientado, mi cabeza me dolía y aún estaba vestido con la ropa del hospital, unos guardias me llevaron y no se a donde nos dirigíamos. -¿Y Anna? ¿Dónde esta mi pequeña? -Estas muy lejos de ella. Me moví y traía un cinto demasiado apretado, estaba en una camioneta y me rodeaban varios hombres, no veía al cerdo, era quien yo esperaba que estuviera pero no. Moví mi hombro y sentí un dolor que hizo que gimiera, vi y tenía sangre. -¿Me curaron? -No te sientas la gran cosa, Barnett- me dijo el que estaba a mi lado- solo era para poder llevarte al penal. -¿Dónde esta Anna? -Lejos de ti ¿Tengo que volver a repetirtelo? En todo el camino no veía nada, parecía una especie de desierto, no había nada alrededor, a los lejos pude ver una torre, supuse que era del penal. Al llegar me sacaron de ahí y la luz del sol me cegó, abrieron una puerta y al entrar habían más guardi
Ezequiel se quedó a dormir conmigo, me sentía muy mal, había vuelto a recaer. Caleb trato de tranquilizarme, el sabe cómo hacerlo. Hace unos años, cuando recién empezaba la universidad entre en una crisis muy grave, no quería seguir con ese nuevo paso, quería darle un fin a todo; sentía cómo el había arruinado mi vida, porque cuando vivía con mis padres, los vecinos se enteraron de toda la historia con él, entonces empezaron los rumores, que yo lo había provocado con la forma en la que me vestía, la forma en la que me comportaba, a donde salía, todo eso, empezaron a juzgar todo lo que hacía. Hicieron que mi autoestima bajara de una forma muy extrema, mis papas y mi hermana trataban de que saliera a comer con ellos, ir al cine o salir a cualquier lado, pero no tenía ganas de nada. Todo se me hacía aburrido, a la universidad sólo iba por compromiso, para no perder mi lugar, Caleb iba todos los días a mi casa, tratando que saliera al cine con él o algún otro lug