Elizabeth sintió que el vuelo a Italia fue terrible, tal vez el cansancio la hacía sentir agotada, se miró en el pequeño espejo que siempre lleva en su bolsa de manos, notando que se le había corrido el delineador. Tomó unas toallitas húmedas limpiando el desastre que había debajo de sus ojos.
— Eres muy hermosa de todos modos — le expresó Adriano con su mirada fija en ella como una bestia hambrienta—, Lástima que no eres mi tipo— al final agregó antes de notar la mirada dudosa de Elizabeth.
— A todo esto, me podrías explicar por qué rayos has contratado una niñera — le preguntó ella molesta porque su hija no estaba a su lado, sino que, Adriano la puso al cuidado de una mujer con el pretexto de que eso lo hizo para que ella pudiera descansar durante el viaje.
— Deja tu paranoia que todo esto lo estoy haciendo por la memoria de mi difunto y adorable primo— mintió descaradamente fingiendo tristeza.
Cosa que Elizabeth notó seguido y recordó la advertencia que alguna vez le hizo Gregory.
Flashback:
—amor con quien estás discutiendo— le preguntó ella a Gregory tras escucharlo discutir acaloradamente con alguien a través de una videollamada.
Gregory volvió a tomar su tableta, busco en la galería de fotos y selecciono una foto de su primo mostrándose a Elizabeth.
—nunca confíes en él — le advirtió él asegurándose que Elizabeth conociera que su primo es engañoso.
Fin del Flashback:
Así fue como Elizabeth conoció a Adriano, pero por estar pasando por su momento de dolor olvidó aquella advertencia hasta ahora que siente que ha cometido un grave error al subirse a ese avión y ahora estando en Italia a esa camioneta blindada que no sabe que cuál es el destino a parar.
—Este no es el camino a la casa paterna de mi esposo — le gritó asustada entrando en un ataque de pánico.
—nunca te he dicho que iríamos a la casa de mi tío— le contestó con burla.
—qué te traes, eh, dime. Qué piensas hacer con nosotras— hablo ella tan rápido que sus palabras salían por sí solas.
—con la pequeña Gabriela nada, y contigo menos, ya te he dicho que no me gustas americana insípida— le insultó poniendo cara de asco— en realidad no sé qué te vio mi primo para casarse con una mujer sin chiste como tú, eres de esas que solo sirve para un revolcón— continuó con sus palabras hirientes, pero eso a ella no le importo en lo absoluto. Su única preocupación era que Gabriela se encuentra en la otra camioneta con la supuesta niñera.
— me alegra mucho que para ti no sea más que una mujer sin chiste, ya que me daría mucho asco tener que tirarme arriba aún cerdo patético como tú— le expuso ella con enfado.
Tras escucharla Adriano empezó a reírse con una gracia seca, y poco chistosa. Las camionetas se detuvieron delante de una extravagante mansión que a ella le pareció más ridícula que lujosa.
—Dobro pozhalovat' v nash dom moya zhena (Bienvenida a nuestro hogar esposa mía) — le dijo en un perfecto italiano y Ella lo entendió a la perfección.
—tal parece que las sustancias que consumes te están enloqueciendo, yo nunca seré tu esposa, así que ni lo sueñes— le rectificó ella con dureza, él la tomó por el cabello jalando con fuerza tratando de doblegarla y de esa manera la llevó a rastra al ático tenebroso.
La tiró al piso bruscamente — tengo elaborado un documento el cual firmarás para convertirte en mi esposa — le mostró sus verdaderos motivos al ir por ella a Miami.
—que te pasa idiota... Soy la esposa de tu primo — le reclamó con rabia e impotencia al no poder defenderse, ni poder ir en busca de su hija.
—corrección americana; eres la viuda de mi primo— expuso con burla.
—eso no es cierto mi esposo está vivo— hizo una pausa— si no te gustó y según tú no te causó ningún tipo de sensación, entonces ¿qué ganas con obligarme a ser tu esposa? — le preguntó ella con dudas.
—eureka, americana que lenta eres, bueno, pero de todos modos te lo explico, a ver digamos que la mafia italiana tiene varias reglas que no se pueden romper y esas son, número uno— él iba enumerando con los dedos —si el líder muere su legado pasa a manos de su siguiente hermano, y como sabrás mi querido o debería decir "querida" — hizo énfasis en esa palabra —¿cierto?— le preguntó a ella alzando las cejas— Por qué Rafael, Melissa o como ustedes les llamen es gay y así como en el cielo no entran los homosexuales así mismo está prohibida su entrada a nuestra mafia, pero dejando el tema de mi primo— la señaló — segundo; aquí entra tu papel, de no ser que su hermano pueda obtener dicho poder este pasa a manos de su esposa y pues verá yo como primo quedó fuera de combate, así que dije por qué no tomar el poder por la mejor fuente—hizo un minuto de silencio antes de decirle —la esposa de mi difunto primo—Elizabeth lo miró con odio comprendiendo ahora su motivo.
<como me deje engañar >Pensó angustiada por Gabriela.
—tú fuiste quien causó su accidente — le preguntó directamente y sin miedo alguno.
—no, pero le debo de agradecer a quien lo hizo—tras darle una respuesta se fue dejando a Elizabeth más destruida que como estaba hace varias horas.
Ella miró a su alrededor buscando una salida de ese lugar con tan feo olor, pero solo vio una pequeña ventana con una verja de hierro que la cubre de lado de afuera y no le quedó más que quedarse en el piso frío llorando sin cesar hasta que el sueño y el hambre la vencieron, eso sin contar el cansancio tanto físico como mental.
…
Por otro lado, en Miami Florida; Melissa había ido a visitar a Elizabeth por petición de su madre quien está preocupada por la salud de su nuera y envió a su hijo a verla, pero al llegar a la casa se sorprendió al saber que Elizabeth había viajado a Italia.
—Lucero conoces a Eli, sabes que ella no se iría sola con Gabriela y más sin comentar nada— le aclaró ella a el ama de llaves.
Lucero se quedó pensativa sopesando las palabras de Melissa, segundos después comprendió que ella tiene razón que su jefa no es de esos tipos de personas que actúan sin pensar o por arrebatos emocionales y aunque debe reconocer que ella ha estado muy mal, de todos modos, no haría algo así, menos sin comunicarlo.
—podemos ver las grabaciones de las cámaras de seguridad en el despacho del señor Gregory—le propuso y entraron sin perder el tiempo allí buscando las grabaciones de hace varias horas guiándose que ella debió de salir en el momento que Lucero se encontraba haciendo las compras en el supermercado.
—oh no—exclamó Melissa tras ver que quien se ha llevado a Elizabeth y a Gabriela fue Adriano y eso no es bueno.
Salió de allí mientras intenta comunicarse con sus padres en Italia, pero la línea suena y nadie toma la llamada hasta que decide que llamara a Dante.
🤳amor, Adriano tiene a Eli y a mi sobrina— le dijo seguido Dante respondió la llamada sin darle tiempo a hablar y mucho menos a procesar dicha información.
🤳Estás segura— le preguntó para rectificar y seguido ella le confirmó nuevamente que ha sido correcto, él empezó a tocarse la cara, desesperado sabiendo que le ha fallado al único pedido de su amigo. Ya que Gregory siempre le hizo jurarle que si algún día él llegase a faltar, Dante tendría que cuidar a su esposa e hija como un último favor.
—te he fallado hermano —comentó con los ojos cerrados dejando que dos lágrimas calientes rodarán por sus mejillas.
Minutos después él logró comunicarse con el padre de Gregory pasándole toda la información de lo que ha hecho Adriano, pero el padre de Gregory derrotado le respondió que hace tiempo que no sabe de Adriano y que si él no desea ser encontrado, aunque levanten todas las piedras de Italia no lo podrán hacer. Solamente les quedaba rezar que Elizabeth se pudiera defender de ese monstruo. Por su parte Gregory se puso a recoger todos los escombros que había tirados en la playa en donde tuvo su accidente, con el propósito de borrar su pasado, así como su mente lo ha hecho.
—deberíamos buscar algo que te dé una pista de quién eres —le sugirió Corina, no muy dispuesta, pero por él lo haría, ya que le pareció que Gregory será un buen padre para su pequeño hijo.
—no es mejor así, quizás yo me he causado esto con el fin de olvidar— le aclaró él con la certeza de que eso fue lo que realmente pasó.
— Igualmente buscaremos alguna respuesta, no quiero que te quedes por obligación — Volvió a insistir Corina mientras alistaba la bolsa nueva para la basura.— Gracias por ser tan linda conmigo, te invito a cenar — propuso Gregory con una sonrisa, cautivándola cada vez más.— Claro que si Gerónimo, pero yo la cocinaré — Manifestó encogiendo los hombros, mientras veía como se estaba ocultando el sol.— ¡No! ¡No! ¿Cómo se te ocurre? Si te estoy invitando — Negó con su cabeza, metiendo las últimas latas a la bolsa de basura.— Por aquí casi no hay restaurantes, deja
— Pongan todos estos vestidos, allí — ordenó una de las mujeres que trabajan para Adriano mientras varios trabajadores entraban cargando cuántos vestidos extravagantes y un tanto exagerados.Elizabeth miró y luego volvió a prestarle su atención a lo más importante para ella "su hija"— llévense a la niña— Pidió la misma mujer con un tono autoritario, y Elizabeth tras escucharla se puso de pie tomando a Gabriela en brazos.— Adriano y yo hicimos un trato— Gritó un poco alterada y asustada; ya que teme a que le aparten una vez más del lado de su pequeña.— El señor ha or
Elizabeth no logró dormir en toda la noche, mientras sentía las manos asquerosas de Adriano alrededor de ella después de hacerla suya una y mil veces más. Se habían acabado las lágrimas, no salían más y definitivamente sabía que iba a vengarse de él, porque no era justo para ella que se volviera a repetir lo que había sucedido con Edward. Vio cómo se colocó de pie, dirigiéndose a la ducha mientras ella se encontraba aferrada a la almohada, no supo cuánto tiempo había pasado hasta que sintió la voz de Adriano a su lado.— ¿Qué haces ahí acostada todavía? Sirve para algo, ve a ayudar a la cocina o algo — Dijo con menosprecio, viéndola de arriba hacia abajo amando haber saboreado ese delicioso cuerpo; aunque tení
— Murió, el mismo día en que falleció su hijo — Respondió con frialdad sin querer mostrarle a su suegro esa parte de ella que causa escalofríos, pero ya su alma está totalmente perdida y por más que trate la oscuridad que habita en ella, no se irá.Pedro, el padre de Gregory bajo la cabeza con tristeza al ver que esa joven tan pura que una vez lo hizo reconocer lo tan equivocado que estaba al querer convertir a sus hijos en seres despiadados y hoy es ella quien ha elegido ese camino por sí sola. Elizabeth palmeó con rudeza la mesa redonda en donde había unos papeles y armas de fuego — escuchen bien italianos estúpidos, porque solo le diré mis reglas hoy y cualquiera que las rompa, verá morir hasta a sus mascotas; con eso quiero decir que mataré a todos en su familia sin importar
Aunque Adriano estaba bajo su mando, igualmente no se sentía totalmente satisfecha porque sentía que algo le faltaba, sabía exactamente que era… su querido Gregory, porque ningún hombre la hacía sentir sexualmente y cariñosamente como su líder; quien no pudo ni siquiera enterrar porque su cuerpo no había aparecido. Así que, intento sacarlo de su corazón, aunque sabía que iba a ser imposible hacerlo; se concentró en ser la reina de la mafia italiana organizando, observando y planeando nuevas rutas, negocios para ir progresando cada día más en compañía de sus esclavos, llamados socios porque nadie podía enfrentarse a ella.Era chistoso ver cómo era un dolor de cabeza para la policía italiana; pero no solo para ellos sino también para la mafia rusa y
Cuando su suegra la vio no sabía cómo reaccionar si saludarla como a la reina de la mafia o como a su nuera querida. Porque esa mujer que tiene delante puede que se parezca a la Elizabeth que conoce, pero en sus ojos ve a otra muy distinta.— Sé que Adriano es un malnacido que debió morir dentro del vientre de su madre, pero no debió de ser la razón para que te convirtiera en este ser tan oscuro. Ni Gregory cuando se autonombró el dragón cargaba tanta oscuridad como la que hoy veo en ti— Reprochó su suegro negando con la cabeza mientras por sus mejillas se deslizan varias lágrimas que demuestran el dolor que está sintiendo.— La vida siempre me ha dado golpe tras golpe y he luchado por no convertirme en esto, pero todo es hasta
Gregory no podía dejar de pensar en aquella mujer y la niña; al verla sintió su reflejo en su mirada como si fuera de su propia sangre <<¿me estaré volviendo loco?>> se cuestionaba una y otra vez. Corina por su lado, intentaba sacar de su mente el recuerdo de aquella desconocida diciendo papá, porque temía que toda su felicidad se derrumba de un momento a otro quedando sola con su hijo; ella no había hecho nada malo solo querer a un hombre con amnesia.Gregory inicia a soñar cada noche con el rostro de Elizabeth; sintiendo que eran como recuerdos que iban volviendo cada día. Definitivamente, tenía mucha necesidad de ir a verla; saber quién era y porque se les hacía tan familiar las dos mujeres, aunque al mismo tiempo tenía la encrucijada en su corazón porque no podí
La copa de vino que aún tenía en su mano fue a parar directo al piso << los Bianchi resultaron ser todos unos hipócritas >> pensó furiosa con deseos de gritar, pero debía mantenerse en silencio para que Marcos no supiera que le había mentido.— Quiero que continúes observando todo, así sea el mínimo movimiento que haga la familia Bianchi; quiero que me informe seguido— Ordenó a su empleado quien asintió con la cabeza y luego de que ella movió su mano indicando que se retire, se fue a continuar con su trabajo.— Me vas a conocer dragón — Sentencia furiosa hablando consigo misma.Subió al segundo nivel de la mansión, fue