Gregory no podía dejar de pensar en aquella mujer y la niña; al verla sintió su reflejo en su mirada como si fuera de su propia sangre <<¿me estaré volviendo loco?>> se cuestionaba una y otra vez. Corina por su lado, intentaba sacar de su mente el recuerdo de aquella desconocida diciendo papá, porque temía que toda su felicidad se derrumba de un momento a otro quedando sola con su hijo; ella no había hecho nada malo solo querer a un hombre con amnesia.
Gregory inicia a soñar cada noche con el rostro de Elizabeth; sintiendo que eran como recuerdos que iban volviendo cada día. Definitivamente, tenía mucha necesidad de ir a verla; saber quién era y porque se les hacía tan familiar las dos mujeres, aunque al mismo tiempo tenía la encrucijada en su corazón porque no podí
La copa de vino que aún tenía en su mano fue a parar directo al piso << los Bianchi resultaron ser todos unos hipócritas >> pensó furiosa con deseos de gritar, pero debía mantenerse en silencio para que Marcos no supiera que le había mentido.— Quiero que continúes observando todo, así sea el mínimo movimiento que haga la familia Bianchi; quiero que me informe seguido— Ordenó a su empleado quien asintió con la cabeza y luego de que ella movió su mano indicando que se retire, se fue a continuar con su trabajo.— Me vas a conocer dragón — Sentencia furiosa hablando consigo misma.Subió al segundo nivel de la mansión, fue
Gregory no podía creer que su amada tenga el corazón tan negro a tal punto de querer quitarle el amor de su pequeña, así que apretó las manos y tenso la mandíbula sintiendo deseo de querer odiarla, pero sin poder porque él respira por ella y para ella.— Ante la ley eres mi esposa y lo seguirás siendo, así que quiero que te alejes de este cabrón — le hizo saber con furia, mientras ella sonreía sin dejar de ver la cara de Corina, ya que Gregory seguía con ella sujetada por la cintura — Gabriela es y siempre será mi hija, ya verás como la apartaré de tu lado, víbora venenosa — Gregory la soltó de golpe, pero ella mantuvo el glamour y la elegancia, antes de tomar entre sus manos una granada, que le pidió a Marcos al inicio de la fiesta, puesto que
— Estás mintiendo, tú ni siquiera sabes dónde está ella — Manifestó quedándose totalmente quieto con el miedo de que se disparara inconscientemente —, Además, es una joven insignificante que no me importa.— ¿Verdad? Entonces puedo matarla sin problema; ya que no es de tu incumbencia — Susurro seductoramente mientras cogía el celular con la otra mano, seguía apuntando a su miembro —, ¿Marcos? Puedes hacerlo.— ¡No! Espera — Grito desesperado. Entonces ella rechazó la orden tras escucharlo —, ¿Qué quieres de mí?— Ya te lo había dicho, sordo no me sirves — Sentenció apuntando con má
Corina estaba acostada sobre el pecho de Gregory recibiendo los primeros rayos del sol que acaricia su rostro y le dan el calor de un nuevo amanecer mientras sonríe satisfecha por la gran noche que paso entre los brazos del dragón que le hizo el amor mejor que las veces anteriores, pero algo tenía claro que a quien Gregory le hizo el amor con tanto fervor fue a la maldita reina mafiosa que tenía a todos embobado por ella.— ¿Qué le ven a esa americana estúpida? — bufaba molesta, parándose de la cama para ir a prepararle a su amado un rico desayuno. Tomó su móvil en la mano para mirar la hora, recordando que debía llevar a Emilio al colegio, pero se le ha pasado la hora y en el momento que levanto los hombros restándole importancia entró un mensaje el cual captó su atenció
Los resultados de la prueba tardan dos días en salir así que Gregory desistió de saber quién había sido la persona que lo había drogado, y decidió poner en marcha el plan de dañar la entrega de Elizabeth. Todo con tal de poder quitarle el poder, así volvería todo a la normalidad recuperando a su bella y tierna Elizabeth de la cual se había enamorado profundamente, antes de tener amnesia por culpa del accidente.Elizabeth se encontraba con Marcos alistando todo, para el nuevo cargamento hacia Francia esperando que todo saliera bien; siempre pedía la bendición a la virgen, ya que nunca la había abandonado ni siquiera cuando se hizo el muerto el desgraciado de su marido, nunca se lo iba a perdonar definitivamente. Se fueron en la camioneta negra blindada hacia el club con intriga, Marcos por su lado se encontraba
Ver a Elizabeth tan receptiva, a Gregory lo estaba volviendo loco, aún no podía creer que tendrá nuevamente a su pequeña mujer entre sus brazos. Solo de pensar en todo lo que le hará ya está tan duro que no puede resistir estar así con las manos atadas. — Joder esto me está sacando de quicio, con un demonio, ven vamos a liberarnos — Susurro Elizabeth irritada al sentirse estancada sin poder moverse con libertad. Gregory sonrió de lado pensando que esa mujer no se parece a la pequeña Elizabeth que conoció hace años — estás loca, no voy a liberar tus manos usando esa pistola — se opuso sin haber sacado aún el arma de dentro de los pechos de Elizabeth. Ella se carcajeó detonando oscuridad y burla a la vez — que te hace pensar que serán mis manos la que vas a desatar yo vo
— ¿De qué estás hablando? — Dijo Gregory sin entender, Elizabeth volteo hacia un lado siguiendo su mirada para ver un espejo donde se acercó y efectivamente tenía una —, No sé por qué tengo eso, puedo jurarlo.— Desgraciado y mentiroso igual a todos los hombres — Afirmó recostándose en la pared — Al menos, sabes satisfacer en la cama.Duraron en silencio un tiempo más, donde Gregory se vistió y ayudó a vestirla; finalmente decidió tomar el arma para disparar logrando que se desatara y recibiera una bofetada mucho más fuerte en su mejilla. No reprocho, sabía que estaba enojada por esa marca, intentó recordar, pero no caía en cuenta y quería evitar pensar que Corina finalmente si lo había drogado,