Hace dos años, tantos recuerdos han sucedido desde el momento que Elizabeth tomó la decisión de convertirse en la esposa de Gregory, el mafioso más reconocido del país con su carácter fuerte, soberbio, pero la única que sabía que era una máscara para sus enemigos era ella, porque definitivamente por dentro era una persona muy distinta de la cual se enamoró. Tuvieron que sobrepasar muchos obstáculos como las constantes amenazas del padre de Paulina después de su muerte dónde ocasionó que la mafia italiana se dividiera ocasionando que “el dragón” dejará de ser el mismo; pero sabía que había cambiado para bien siendo un gran líder.
No solo eso, es un padre ejemplar para Gabriela, la niña hermosa que nació fruto de su amor y mimada a morir por Melodía y Dante quienes ocasionan dolores de cabeza ante su gentileza en cumplir todos sus caprichos. Por el lado de Edward, su esposa Nashla está a cargo de sus dos hermosos hijos debido a que se encuentra huyendo de la policía por haber tomado malas decisiones. Mientras que Alex y Sam se encuentran felices en medio de sus peleas en una relación de amor / odio único realmente. Por el lado de Elizabeth, asistía a la empresa para estar pendiente por la herencia de sus padres; ya que su hermano no quiso saber nada de ella sintiéndose culpable por encariñarse con uno de los asesinos de ellos, pero en el amor nadie manda y menos en los latidos del corazón.
Actualmente la mafia italiana se encuentra en completa armonía y calma debido a que su líder cambió para bien, el esposo amado de Elizabeth, aunque su primo le tuviera envidia echándole la culpa por todo lo que sucediera diciendo que había perdido su toque para ser un verdadero líder. Cada día tenían más poder la mafia rusa y la mafia turca siendo grandes contrincantes para su mafia, pero no importaba si confiaba en Gregory. Habían decidido irse a vivir a Miami con su hermosa niña para intentar tener una vida tranquila lejos de tanta maldad, armas, drogas y dolor conociéndose a sí mismo, siendo una relación con más comunicación y creo que hasta el momento estaba funcionando.
Amaba saber que era la única que podía controlar los celos, la ambición y el deseo de superación de su esposo; porque sabía que no se dejaba ni de él ni de nadie tal vez por eso mismo fue que estuvieron juntos. Gregory igual seguía prevenido después de las amenazas del padre de Paulina y no hubiera actuado a la final; solo intentaba tranquilizarlo diciendo que había gente que podría perdonar sin vengarse. Sin embargo, fue duro cuando el hermano de Elizabeth; Burak le reveló que era adoptado y por esa misma razón no se había interesado por la herencia, sabía que solo le correspondía a Elizabeth. Le renegó por haberlo ocultado porque fuera de su sangre o no para ella era categorizado como su hermano por todo lo que habían vivido juntos.
Época actual…
Al día siguiente como de costumbre Gregory se encontraba en su oficina organizando unas nuevas embarcaciones que irían a china. Pues al retirarse de todos los negocios ilícitos decidió centrarse más en las empresas para aumentar las ganancias; ya que de igual modo debe darles las comisiones a los jefes de la mafia italiana.
A su lado se encuentra Dante quien no se aparta de su lado, observando todo con detenimiento, porque él a diferencia de Elizabeth o de Melissa siente que la familia de Paulina atacará en cualquier momento; su pensar es que lo harán a través de las empresas dañando sus negocios. Esa familia siempre usa esos tipos de artimañas y a él le causa intriga su silencio.
Su móvil timbró y el identificador de llamada indica que es su madre quien lo llama, respondió con normalidad sin ocultar la emoción que le causa hablar con su madre, pero grande fue su sorpresa cuando desesperada le informo que debía viajar a Italia, pues su padre se encuentra en las manos de sus peores enemigos.
Nervioso no pudo continuar hablando con su madre, se paró y empezó a caminar de un lado a otro mientras se afloja el nudo de la corbata pensando en que debió ponerles más seguridad a sus padres, que todo lo que está sucediendo es su culpa. En medio de su disputa mental Dante le dijo que actuando así no resolverá nada. Su deber es mantenerse fuerte y firme a la vez siendo el gran dragón.
─ Tienes razón ─ Dijo tomando su móvil con la intención de marcharse, pero antes de salir de su oficina le ordenó a su asistente que le cancelara todas las reuniones que tenía programada para la semana.
Antes de llegar a su casa le pidió a Dante que debían reforzar la seguridad tanto de Elizabeth como de su hermano e hija. Al llegar a la sala de estar de su misión encontró a Elizabeth sentada en el mueble con unos lentes puestos viéndose totalmente hermosa mientras trabaja desde su laptop.
— ¿Amor en que piensas? — preguntó Elizabeth a Gregory al notar que se encuentra preocupado mientras él le acaricia el cabello y ella emocionada se recostó en su regazo dejando el portátil a un lado.
— Cómo ha cambiado todo, dónde nos encontramos ahora — Manifestó ella mostrando sinceridad, mientras sentía que su pequeña baja por las escaleras a recibir a su padre como de costumbre ─ El dragón resultó siendo el mejor esposo del mundo─ lo elogió observando cómo él sonríe a la espera de su princesa.
— Todo por ti, Elizabeth — Susurro brindándole una sonrisa mientras ella movía su cabeza, para qué él colocará en su regazo a la pequeña Gabriela.
El mejor esposo del mundo y padre definitivamente — Murmuró a la vez que se colocó en su regazo, pero sintió presión en él — ¿Qué sucede? —, preguntó nuevamente preocupada.
<<¡Algo malo debe de estar pasando!>> Pensó ella tras notar que a Gregory algo le atormenta.
— Debo irme a Italia a arreglar unos asuntos de trabajo — Comentó él mientras carraspeó, sabiendo que a ella no le gustaban esos viajes.
— ¿Es obligatorio? — Pregunto con ilusión de que le dijera “no” pero donde literalmente cayó al suelo fue al darse cuenta de que no había vuelta atrás. Debía irse; así que observo como él con ayuda de lucero el ama de llaves preparan el equipaje para salir hacia allí con la promesa que iba a volver pronto.
─ Bienvenido señor─ Dijo la agente de vuelo que había contratado de emergencia.
─ Gracias ─ Respondió un tanto distraído, pues sintió una corazonada, pero igual no le prestó atención pensando que eso se debe a la preocupación que tiene.
Se abrochó el cinturón escuchando el saludo de su piloto personal, minutos después a su lado llegó la misma mujer que lo saludo en el momento que entró en el avión ofreciéndole algo para tomar y él desde luego aceptó pidiendo un whiskey a la roca y detrás de ese pidió varios más. Un tiempo después, el avión empezó a mostrar fallas, la turbulencia era cada vez más fuerte.
— Señor Bianchi tal parece que uno de los motores ha dejado de funcionar— Explicó el piloto por medio del intercomunicador del avión.
— Señor póngase este paracaídas, por favor— Pidió la auxiliar de vuelo. Sin poner objeciones Gregory se coloca rápidamente el paracaídas y antes de que el avión empezará a descender el piloto le pidió que saliera, con la promesa de que ellos más adelante lo harían también, pero el tiempo y el destino no estaba a su favor; ya que el avión tomó más velocidad al caer.
Sin darles tiempo a salir cayeron dentro del mar. Gregory por su parte estaba intentando abrir el paracaídas, pero le costaba hacerlo y en el momento que lo hizo perdió el equilibrio, cayó al suelo chocando con una piedra, dándose un fuerte golpe en la cabeza, ocasionando que perdiera el conocimiento.
— ¿Quién eres? — preguntó a una mujer que lo encontró tirado en esa playa.
—Soy Corina y tú ¿quién eres? — preguntó con la voz sumamente suave y nerviosa a la vez, pues nunca se había atrevido a llevar a un extraño a su casa, pero Gregory le pareció indefenso además de hermoso a pesar del gran golpe que tiene en la frente.
— No sé quién soy — Confesó sintiendo que su mente está completamente en blanco.
Había pasado unas cuantas horas desde que Gregory se había ido de viaje, dejando a Elizabeth con un mal presentimiento, pero decidió dejarlo en el olvido asegurándose a sí misma que solo eran sus nervios haciéndole una mala jugada; ya que sabía que su gran líder sabría cuidarse en un país tan peligroso y volvería pronto con su amada familia. Bajo a desayunar con Gabriela como cada mañana, su rutina diaria.— Mamá quédate a ver tele conmigo, ¡por favor! — Pidió la pequeña como si se tratara de un ruego a Elizabeth.— Amor no puedo, que tal si más tarde hacemos una pijamada con la tía Melissa— propuso ella tratando de convencer a Gabriela para que cambie de opinión.&nb
Elizabeth sintió que el vuelo a Italia fue terrible, tal vez el cansancio la hacía sentir agotada, se miró en el pequeño espejo que siempre lleva en su bolsa de manos, notando que se le había corrido el delineador. Tomó unas toallitas húmedas limpiando el desastre que había debajo de sus ojos.— Eres muy hermosa de todos modos — le expresó Adriano con su mirada fija en ella como una bestia hambrienta—, Lástima que no eres mi tipo— al final agregó antes de notar la mirada dudosa de Elizabeth.— A todo esto, me podrías explicar por qué rayos has contratado una niñera — le preguntó ella molesta porque su hija no estaba a su lado, sino que, Adriano la puso al cuidado de una mujer con el
— Igualmente buscaremos alguna respuesta, no quiero que te quedes por obligación — Volvió a insistir Corina mientras alistaba la bolsa nueva para la basura.— Gracias por ser tan linda conmigo, te invito a cenar — propuso Gregory con una sonrisa, cautivándola cada vez más.— Claro que si Gerónimo, pero yo la cocinaré — Manifestó encogiendo los hombros, mientras veía como se estaba ocultando el sol.— ¡No! ¡No! ¿Cómo se te ocurre? Si te estoy invitando — Negó con su cabeza, metiendo las últimas latas a la bolsa de basura.— Por aquí casi no hay restaurantes, deja
— Pongan todos estos vestidos, allí — ordenó una de las mujeres que trabajan para Adriano mientras varios trabajadores entraban cargando cuántos vestidos extravagantes y un tanto exagerados.Elizabeth miró y luego volvió a prestarle su atención a lo más importante para ella "su hija"— llévense a la niña— Pidió la misma mujer con un tono autoritario, y Elizabeth tras escucharla se puso de pie tomando a Gabriela en brazos.— Adriano y yo hicimos un trato— Gritó un poco alterada y asustada; ya que teme a que le aparten una vez más del lado de su pequeña.— El señor ha or
Elizabeth no logró dormir en toda la noche, mientras sentía las manos asquerosas de Adriano alrededor de ella después de hacerla suya una y mil veces más. Se habían acabado las lágrimas, no salían más y definitivamente sabía que iba a vengarse de él, porque no era justo para ella que se volviera a repetir lo que había sucedido con Edward. Vio cómo se colocó de pie, dirigiéndose a la ducha mientras ella se encontraba aferrada a la almohada, no supo cuánto tiempo había pasado hasta que sintió la voz de Adriano a su lado.— ¿Qué haces ahí acostada todavía? Sirve para algo, ve a ayudar a la cocina o algo — Dijo con menosprecio, viéndola de arriba hacia abajo amando haber saboreado ese delicioso cuerpo; aunque tení
— Murió, el mismo día en que falleció su hijo — Respondió con frialdad sin querer mostrarle a su suegro esa parte de ella que causa escalofríos, pero ya su alma está totalmente perdida y por más que trate la oscuridad que habita en ella, no se irá.Pedro, el padre de Gregory bajo la cabeza con tristeza al ver que esa joven tan pura que una vez lo hizo reconocer lo tan equivocado que estaba al querer convertir a sus hijos en seres despiadados y hoy es ella quien ha elegido ese camino por sí sola. Elizabeth palmeó con rudeza la mesa redonda en donde había unos papeles y armas de fuego — escuchen bien italianos estúpidos, porque solo le diré mis reglas hoy y cualquiera que las rompa, verá morir hasta a sus mascotas; con eso quiero decir que mataré a todos en su familia sin importar
Aunque Adriano estaba bajo su mando, igualmente no se sentía totalmente satisfecha porque sentía que algo le faltaba, sabía exactamente que era… su querido Gregory, porque ningún hombre la hacía sentir sexualmente y cariñosamente como su líder; quien no pudo ni siquiera enterrar porque su cuerpo no había aparecido. Así que, intento sacarlo de su corazón, aunque sabía que iba a ser imposible hacerlo; se concentró en ser la reina de la mafia italiana organizando, observando y planeando nuevas rutas, negocios para ir progresando cada día más en compañía de sus esclavos, llamados socios porque nadie podía enfrentarse a ella.Era chistoso ver cómo era un dolor de cabeza para la policía italiana; pero no solo para ellos sino también para la mafia rusa y
Cuando su suegra la vio no sabía cómo reaccionar si saludarla como a la reina de la mafia o como a su nuera querida. Porque esa mujer que tiene delante puede que se parezca a la Elizabeth que conoce, pero en sus ojos ve a otra muy distinta.— Sé que Adriano es un malnacido que debió morir dentro del vientre de su madre, pero no debió de ser la razón para que te convirtiera en este ser tan oscuro. Ni Gregory cuando se autonombró el dragón cargaba tanta oscuridad como la que hoy veo en ti— Reprochó su suegro negando con la cabeza mientras por sus mejillas se deslizan varias lágrimas que demuestran el dolor que está sintiendo.— La vida siempre me ha dado golpe tras golpe y he luchado por no convertirme en esto, pero todo es hasta