Cuando salimos de la clínica, nos esperaban unos cien reporteros, Nicolas era un hombre muy reservado con su vida, pero lo vi vacilar, tenía intenciones de dar declaraciones, pero no quería que nadie supiera lo que estaba pasando entre nosotros, así que me adelante y abrí mi enorme boca, ganándome varias miradas, empezando por la de mi querida y tóxica suegra.—Señores mi esposo se encuentra en reposo, por favor le agradecemos un poco de privacidad, cuando esté mucho mejor y pueda dar declaraciones, les aseguro erá el mismo quien hable con ustedes, si desean preguntar algunas cosas más, con gusto mi suegra la señora Maxdoll se encargará de contestarlas.—La miro sonriendo le con la más falsas de mis sonrisas, ella me fulmina con la mirada, pero me importaba muy poco.El camino a casa fue bastante incómodo puesto que Nicolás no decía ni una sola palabra, y yo tampoco así que el ambiente era algo hostilLo sabía si estaba enojado conmigo, o simplemente esa iba a ser su actitud de ahora
La primera noche que dormí con él me sentí bastante nerviosa, era como que se durmiera con otro hombre, era como que si le falla mi esposo pero ¡carajos! él era mi esposo, por eso no entendía porque mi cuerpo lo rechazaba de esa manera aunque él no había intentado tocarme pero me sentía bastante afligida, incluso llegué a dormir con un pantalón Jean porque sentía pudor, eso él no le importó, y aunque trato de fingir que estaba durmiendo pude sentir su respiración bastante agitada.Los días fueron continuando si él sigue recuperándose de muy buena manera, pero nada que parecía su memoria, cosa que me tenía de muy mal humor, puesto que aunque Nicolás supiera que yo era su esposa comportaba como un chiquillo malcriado, haciéndome perder la paciencia muchísimas veces, aún estaba de reposo, así que también me encontraba en casa, no podía salir, tampoco quería dejarlo solo.Habían pasado dos meses desde que llegamos a nuestro hogar y el cada día se comportaba peor discutía por el café, por
La primera noche que dormí sin él, lloré como nunca, sí mi tío estuviera vivo, estoy segura que me daría una paliza por ser tan tonta ¿pero qué diablo se supone que debo hacer? En realidad esta es la pregunta que me vengo haciendo desde el primer momento en que Nicolás despertó, o incluso podría decir que desde que estaba en coma.Sintiendo cierto temor por empezar desde cero, estaba acostumbrada a sus brazos a su aroma a su amor ya sus detalles hacían dos años y cuatro meses que no recibían y una rosa de su parte, pero es que él no recordaba este ritual, por lo tanto no tenía por qué enviarme nada.Vas a ir a desayunar a las 8 de la mañana hoy no iría a mi oficina, debía reintegrarme, pero lo cierto era que no había podido dormir nada, pase gran parte de la noche llorando, estaba sumida en una depresión absoluta, me sentía perdida, este sentimiento no me gustaba para nada.Cuando llegue a la cocina, pude notar que Nicolás llevaba un traje, estaba recién bañado, y con su hermoso cabel
Desde que salí huyendo de su habitación, no quería ni verla a la cara, esto era algo ridículo, ese hombre era mi esposo, bueno aunque yo estaba casada con Nicolás Maxdoll, pero él había cambiado muchísimo, solo le faltaba cambiarse de nombre, para ser una persona diferente, tal vez a esto se debía mi vergüenza, por desgracia trabajábamos juntos.Estoy saliendo de nuestra casa, cuando choco con él en la puerta, quería correr como una loca, estar cerca de él me afectaba enormemente, pero mi queridísimo Nicolás, no me dejo marchar tomándome del brazo.— ¿Son ideas mías o estas huyendo de mí? ¿Es por qué me viste desnudo? Supongo que si eras mi esposa, sabrás que me gusta muchísimo el sexo, no creo que no existiera una intimidad entre ambos.—No me lo tomes a mal, obviamente intimamos y mucho—me sonrojo horriblemente, pero a él eso le causa gracia—Pero me incomoda verte desnudo, es como si tuviera otro hombre en la casa, es como si estoy engañando a mi esposo.—Eso es una locura, soy tu e
Nuestras miradas se estaban rentando, mi secretaria había salido despavorida su escritorio, y las personas que estaban a su alrededor hicieron lo mismo, el piso quedó totalmente solo para nosotras dos, tiene parecíamos dos locos que le prendería el fuego al edificio, estaba cansada de su comportamiento absurdo, me importaba una m***** si recordaba o no.— ¿Se puede saber de dónde sacaste esto? No me habías dicho que era una fisgona, estoy intentando de llevar la fiesta en paz contigo, pero tú no me la estás poniendo nada fácil, no tienes el derecho de entrar a mi habitación así y menos revisar mis cosas.— Primero me vas bajando la voz, no estás en el campo de batalla, segundo no soy ninguna fisgona entre a tu habitación porque estaba limpiando la casa y como comprenderás tu habitación forman parte de mi ella, no se trata de ponerla fácil o no estamos casados, y no es porque yo me lo inventé, fue una decisión que tomamos hace daño, qué no recuerdes no es mi asunto, pero me debes respe
Después que Nicolás se marchó entendí que él estaba haciendo un soberano esfuerzo para salvar nuestra relación, pero pensar que ame otra me duele en el alma, no sabía cómo reaccionar ante eso es por eso que prefería no recibir sus flores y no hacerme ilusiones con cosas que no van a regresar.Salí de la oficina casi a la medianoche, por suerte el chofer estaba esperándome, el abrió mi puerta, pero algo raro estaba pasando, él tenía cara de circunstancias, como si quisiera decirle algo pero no sé atrevía, soy una mujer inteligente, te conocía perfectamente a mi personal Así que no lo dudo segundo y le pregunté que le ocurre.— señora quiero que sepa qué no te lo diría si no fuera estrictamente necesario, pero el Señor Nicolás ha cambiado totalmente Ya no es el mismo, justo en este momento, su casa se ha convertido en una discoteca, el señor llegó bastante borracho, acompañada de un montón de personas que nunca, jamás había visto.— Llévame a casa— dije sería, no podía creer que todo es
Estaba harta de la situación con Nicolás, Dios era testigo de mi amor por él y mi sufrimiento, pero no sabía que más quería de mí, había dado el todo por el todo, intente llevar la fiesta en paz, pero el seguía comportándose como un adolescente calenturiento, lo de la fiesta fue mucho con demasiado, ni en nuestros años universitarios, lo vi comportarse de esa manera.Llegué a la oficina, primero que Nicolás, por lo que me dio tiempo de ir con Frederick, había escuchado que siempre llegaba súper temprano, puesto que el departamento legal siempre estaba activo, nunca se paralizaba los negocios, no sé qué tan cierto sea, pero iba averiguarlo.Tome el elevador y llegue al piso quince donde estaba el abogado, había comprobado que tenían razón, su secretaria ya se encontraba pegada a la computadora, me sentí como una floja, a mí me daba pereza llegar puntual, más sin embargo lo hacía, pero esto ya era demasiado, tenía cara de que llevaba un buen rato aquí, pero cuando me vio me sonrió amabl
Llegué a mi oficina y comencé a redactar, mi carta de renuncia, explicando todos y cada uno de mis motivos, además agradeciendo los años que me dieron la oportunidad.Pasaron dos largas horas donde me dispuse a recoger mis cosas, camine a mi biblioteca y comencé a recoger mis libros, pero todo se tornó difícil cuando tomé el porta retratos que tenía guardado, en él estaba una foto del día de nuestra boda, ambos son reíamos felices, y lo más importante nos veíamos enamorados.Tenía la foto en mi mano cuando la puerta se abrió, dejando ver a un Nicolás bastante alterado, se notaba que había llorado, pero no iría a consolarlo, estaba cansada de ser su alfombra.Entró a mi oficina, bajo mi mirada, colocándole seguro a la puerta, no le tenía miedo, sabía que no era un hombre agresivo, al menos con el Nicolás que me había casado no.—Quiero que hablemos—respira agitadoReí con ironía—No quiero, ya no me interesaEl hizo caso omiso de mis palabras y se acercó a mí, para poder ver la fotograf