Después que Nicolás se marchó entendí que él estaba haciendo un soberano esfuerzo para salvar nuestra relación, pero pensar que ame otra me duele en el alma, no sabía cómo reaccionar ante eso es por eso que prefería no recibir sus flores y no hacerme ilusiones con cosas que no van a regresar.Salí de la oficina casi a la medianoche, por suerte el chofer estaba esperándome, el abrió mi puerta, pero algo raro estaba pasando, él tenía cara de circunstancias, como si quisiera decirle algo pero no sé atrevía, soy una mujer inteligente, te conocía perfectamente a mi personal Así que no lo dudo segundo y le pregunté que le ocurre.— señora quiero que sepa qué no te lo diría si no fuera estrictamente necesario, pero el Señor Nicolás ha cambiado totalmente Ya no es el mismo, justo en este momento, su casa se ha convertido en una discoteca, el señor llegó bastante borracho, acompañada de un montón de personas que nunca, jamás había visto.— Llévame a casa— dije sería, no podía creer que todo es
Estaba harta de la situación con Nicolás, Dios era testigo de mi amor por él y mi sufrimiento, pero no sabía que más quería de mí, había dado el todo por el todo, intente llevar la fiesta en paz, pero el seguía comportándose como un adolescente calenturiento, lo de la fiesta fue mucho con demasiado, ni en nuestros años universitarios, lo vi comportarse de esa manera.Llegué a la oficina, primero que Nicolás, por lo que me dio tiempo de ir con Frederick, había escuchado que siempre llegaba súper temprano, puesto que el departamento legal siempre estaba activo, nunca se paralizaba los negocios, no sé qué tan cierto sea, pero iba averiguarlo.Tome el elevador y llegue al piso quince donde estaba el abogado, había comprobado que tenían razón, su secretaria ya se encontraba pegada a la computadora, me sentí como una floja, a mí me daba pereza llegar puntual, más sin embargo lo hacía, pero esto ya era demasiado, tenía cara de que llevaba un buen rato aquí, pero cuando me vio me sonrió amabl
Llegué a mi oficina y comencé a redactar, mi carta de renuncia, explicando todos y cada uno de mis motivos, además agradeciendo los años que me dieron la oportunidad.Pasaron dos largas horas donde me dispuse a recoger mis cosas, camine a mi biblioteca y comencé a recoger mis libros, pero todo se tornó difícil cuando tomé el porta retratos que tenía guardado, en él estaba una foto del día de nuestra boda, ambos son reíamos felices, y lo más importante nos veíamos enamorados.Tenía la foto en mi mano cuando la puerta se abrió, dejando ver a un Nicolás bastante alterado, se notaba que había llorado, pero no iría a consolarlo, estaba cansada de ser su alfombra.Entró a mi oficina, bajo mi mirada, colocándole seguro a la puerta, no le tenía miedo, sabía que no era un hombre agresivo, al menos con el Nicolás que me había casado no.—Quiero que hablemos—respira agitadoReí con ironía—No quiero, ya no me interesaEl hizo caso omiso de mis palabras y se acercó a mí, para poder ver la fotograf
Termine de arreglar mi ropa y recogí mis cosas, imprimí mi carta, primero la entregué en el departamento de recursos humanos, luego llegué al piso de mi esposo, el que sería mi ex dentro de unos meses más.Entre a su oficina, sin siquiera tocar, el levantó la mirada de los documentos, pero no dijo nada, junto a él estaban dos personas más, las cuales me miraron de manera extraña, pensaran que soy una mal educada, pero me importaba muy poco..Sin decir una sola palabra, me acerco a él y coloco la carta en su escritorio, este me mira confundida, pero luego hago algo que me duele muchísimo, me quito los anillos, con sumo cuidado.—¿Que estás haciendo?—Señor Maxdoll, fue un placer trabajar para usted, y la gran familia que es su empresa, gracias por la oportunidad, pero no estoy en condiciones de seguir en mis labores, gracias nuevamente, ya envié copia de mi renuncia y le traje la suya, también le dejo mis alianzas, puesto que no las necesitaré, desde ahora considérese un hombre libre.
Estaba más que vuelta nada, llegué a nuestra casa y recogí todo, dejando algunas prendas caras, joyas y esas cosas que nunca me habían gustado, pero que el insistía en comprarme, más sin embargo solo me las colocaba para complacerlo, Nicolás era un hombre serio, encantador, respetado y con un porte inigualable, no había conocido un hombre sobre la faz de la tierra a, que caminara a y saludar a como el.Después del accidente todo cambió, era más relajado, bohemio, alocado y extrovertido, me gustaba también, pero no estaba comprometido con nuestro matrimonio, quería vivir una vida loca, de la cual yo no estaba dispuesta a soportar, nos respetamos muchísimo todos estos años, como para venir después de diez años, a engañarnos o dar de que hablar a la prensa.Me despedí de todos los empleados, el primero fue el chófer quien se había portado de maravilla conmigo, dejándome bastante impresionada, me abrazo tan fuerte, que por un segundo pensé que era mi padre quien lo hacía, eso me hizo sent
Cuando abrí, lo primero que pude sentir fue el olor a mugre, polvo y cosas podridas, sin pensarlo mucho entre y cerré la puerta, busque el interruptor de la luz, esperaba que aún funcionará, gracias al cielo la casa se iluminó, mostrándome el gran salón donde muchas veces jugué con mis padres.Coloque la mano en mi pecho y comencé a llorar, extrañaba demasiado mi familia y más en estos momentos, donde mi vida estaba empezando desde cero, sin Nicolás, sin nada.Subí a lo que fue mi habitación, por suerte seguía intacta, con mucho polvo pero eso lo resolvería rápidamente.Busque en mi maleta una ropa más cómoda y comencé a limpiar toda la casa, haciendo cambios, tenía un dinero ahorrado, compraría todo lo que necesitara. Así que comencé con mi trabajo.Limpie el salón, sacando los muebles, la mesa del comedor, todo lo que ya no servía, cargándolo hacia el depósito, mama siempre insistió en tener un lugar de estos, para guardar todo lo que no utilizarán os y poder donarlo a la iglesia, e
Llegué a la empresa Longaset, para mi entrevista con la encargada del área de recursos humanos, era buena en mi trabajo, así que si lo que necesitaban era una contadora, administradora o especialista en finanza, aquí tendrían una opción.La mujer se llamaba Susán, era bastante cariñosa, aunque podría jurar que sonreía de manera falsa, yo era la entrevista número cincuenta y siete, por lo que suponía que estaba cansada, entregué mi hoja de vida y ella me miró sorprendida.—Eres la esposa del magnate millonario Nicolás Maxdoll?Me quedé sorprendida por la su pregunta, pero luego recordé que en la hoja de vida, tenía esa información, no había cambiado nada todavía.—Sí, casi ex, nos estamos separando, no me dio tiempo de modificar la hoja de vida, disculpe, entenderé si no aplico para el cargo.—Lamento mucho su duelo, pero todo pasa por algo, hoy estas aquí con nosotros, no necesito leer tu hoja de vida, se todo sobre la empresa de su esposo y el funcionamiento, son la mejor, así que se
Sí mal no recuerdo, se llamaba síndrome de Alejandría, nunca los había visto tan de cerca y para ser sincera le daba un hermoso toque a su cara, haciéndolo lucir más perfecto, si es que se podía.—Buenos días señorita, tome asiento por favorSalgo de mi trance y hago lo que dice, pero sentía su mirada encima de mi todo el tiempo, la verdad estaba nerviosa.—Cuéntenme de usted, y todo lo que sabe hacer en el ámbito profesional—Bueno soy contadora, también me especialice en el área de empresarial, trabaje para varias empresas así que tengo experiencia.—Lo que en realidad quiero saber es: ¿porque la esposa del magnate Maxdoll está en mi oficina asumiendo un puesto mucho menos de lo que su esposo puede darle en su empresa?Su pregunta no me sorprende para nada, sabía que leería la hoja de vida así que eso era lo de menos.—Es mi ex esposo, todos tenemos derecho a empezar desde cero—digo moviéndome un poco incomoda.—Entiendo, bueno el trabajo es suyo, espero que trabaje tan bien, como l