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Capítulo La Cena

Después de nuestra hermosa escena de amor, todos nos felicitaron, estaba feliz, no me cabía el corazón en el pecho, sólo me faltaba mi familia, pero ellos ya no estaban, la prensa se entero rápidamente de nuestro compromiso, me persiguieron por semanas, enfermandome de los nervios, así que Nicolas tomó cartas en el asunto, dando unas declaraciones, luego de eso fuimos a casa de sus padres, a una cena.

Esa noche empezó de maravillas, las primas de Nicolas, me querían bastante, así que tuve con quien hablar un buen rato, intenté saludar a los padres de mi prometido, pero me dejaron con la palabra en la boca, ellos me odian, pero no porque le hice algo, sino porque no estaba en el mismo nivel económico que su heredero, así que en cierto modo tenía razon, no tenía ni donde caerme muerta.

La cena transcurrió bien, hasta que la madre de Nicolas abrió su horrible boca, para soltar su veneno.

—Monica

—Dígame señora—Digo sonriendo

—Si vas a casarte con mi hijo ¿que tienes para ofrecerle? Además de ese cuerpo regordete y flácido.

—Mama por favor—dice Nicolas

Todos los presentes, incluyendo sus primas comienzan a reír, mirándome con burla.

—Es verdad Nicolas, sabemos que es una muerta de hambre, que no tiene ni siquiera parientes, además de un apellido pobreton, y de clase baja, déjame decirte que tienes mal gusto hijo, porque es horrenda.

Luego de escucharla decir eso, me entran unas enormes ganas de salir corriendo, quería llorar, y sentir el abrazo de mi madre, pero ya no estaba, así que me toca ser fuerte, por mi y para mi.

Las palabras de mi tío siempre venían a mi mente, "lucha por lo que quieres" y eso era lo que iba hacer, amaba a Nicolas y nos encontrábamos en este pu to, porque ninguno había dejado de insistir, cuando el amor es verdadero, nada puedo romperla, así que esta vez, sabría defenderme.

Miro a Nicolas quien me mira angustiado, no sabía que estaba pensando, ni que pasaría después de lo que iba hacer, pero estaba segura de mi decisión, así que esta era mi oportunidad de darme a respetar.

Me levanto de la mesa y miro fijamente a la madre de mi futuro esposo.

—Déjeme decirle "Señora" —digo haciendo comillas con mis dedos— que lo que acaba de hacer, no la deja en una buena posición, no ante mis ojos, y créame que usted me necesitará algún día, y estaré para ayudarle, pero en este preciso momento le voy a cantar sus verdades, no se que pretende con humillarme, pero si es lo que quiere entonces hágalo, no tienes moral para criticarme, porque todos los que estamos aquí sabemos que clase de mujer eres.

—Monica—dice una prima de Nicolas, pero no le hago caso.

—Críticas a mi familia, y sabemos que te revolcabas con mi padre, engañando a mi madre y a tu esposo, aunque el solo se hace el pendejo, así que la única ciega era mi madre, quieres ser mejor que los demás, pero eres muchísimo menos, también sabemos que abortaste un niño de mi padre, ya sabes el dicho, pueblo chiquito infierno grande—Hago pausa y prosigo—No eres nadie, así que mejor ahórrate tu discurso venenoso, porque eso no me afecta para nada, muchas gracias por la cena, estaba deliciosa suegra ¿o debo llamarte mama?

Miro a Nicolas, pero el tiene la boca abierta viendo a su madre, así que doy media vuelta y me marchó, le pido mi suéter al mayordomo y salgo de la mansión, estaba bastante retirado de mi casa, perome importaba u a m****a, si tenía que caminar tres días, no me quedaría allí, para que me siguieran humillando, había tenido suficiente.

Llevaba aproximadamente una hora caminando, mis pies dolían horrible, así que me quite mis tacones y andaba descalza por toda la calle, camine unos cuantos minutos cuando un taxi apareció en mi camino, al principio dudo un poco, pero luego me montón y le indico mi dirección, estaba un poco nerviosa, pero gracias al cielo llegué sana y salva a la casa.

—¿Cuanto le debo señor? —pregunto cuando me bajo.

—Nada señorita, su esposo ya pagó la carrera.

Dicho esto se marcha, dejándome con una gran sonrisa en los labios, así que Nicolas no me había dejado a mi suerte.

Entró a la casa de mis padres, y tan solo pisar la sala, comienzo a llorar desconsolada, todas las palabras que me había dicho Veronica, me dolieron muchísimo, a lo mejor tenía razón y era muy poca cosa para su hijo, pero estaba segura que nadie lo amaría tanto como yo, me preocupaba por el, rezaba por su bienestar, aunque si el quería dar por terminado el compromiso, no se lo impediría, le falte el respeto a su madre, tal vez debí controlarme.

Luego de llorar, durante varias horas, me quedo dormida, había recibido varias llamadas de Nicolas, pero no conteste ninguna, no quería hablar, si decidía terminar el compromiso me hundiría en un pozo sin fondo, para salir de el, me costaría muchísimo así que, mejor dormia y me daba un buen tiempo, tampoco tenía ganas l valor de verlo a la cara, seguro estaría pensando lo peor de mi.

La luz entraba por mi ventana, indicándome que ya había amanecido, me levanto con un dolor de cabeza bastante fuerte, suponía que era de tanto llorar. Luego de adearme, me preparo un café bastante cargado, suponía que las rosas no llegarían hoy, así que no las esperaba.

A las nueve de la mañana tocaron mi puerta, quede impresionada al mirar, un arreglo enorme de rosas blancas y globos plateados, bastante enorme, firmo el recibo, y lo ponen en mi sala, tomo la tarjeta y la leo.

"Perdóname cariño, Te Amo"

Sus palabras me hacen, llorar y sentir un gran alivio, Nicolas me seguía amando, a pesar de todo lo que le había dicho a su madre, el seguía queriéndome, una muestra de eso era, este hermoso arreglo, lo conocía a la perfección, sabía que si algo no le gustaba lo cortaba de raíz, pero esto era disntitno, este detalle era una disculpa por el trato de su madre.

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