Richard MüllerAh, pasado un día completo en el que me hundo en una desesperación absoluta, miles de llamadas entre mensajes de testo y voz, ninguno respondió.—Mi amor por favor responde mis llamadas, permíteme darte mi versión de lo que sucedió, es una confusión ¡No estoy negando que me beso! Pero te juro no le correspondí Alex, se como se ven las cosas, necesito que confíes en mi niña… Te lo ruego confía en mí.Pero no obtengo ninguna respuesta, se que ella lee los mensajes también que está escuchando los de voz, pero todavía se mantiene en completo silencio.¡Dios! ¿Qué puedo hacer? Me siento desesperado muerto de miedo.¡No, quiero perderla por un malentendido! Conozco su historia con Jonathan, probablemente este comparándonos.—¡Por favor, Alex! Te, lo ruego respóndeme dame una oportunidad de defenderme no me juzgues tan duramente por algo que no soy culpable —Digo, con mis ojos cristalizados por las lágrimas.Ah, este punto soy como un niño perdido sin saber que más hacer…Ir a
Su esposa esta embarazada… embarazadaSon las únicas palabras que se repiten en mi cabeza una y otra vez, sin descanso. Cuando salimos de la clínica después que el medico nos entrego una cita para ginecología, además de recetas para vitaminitas que ella debe iniciar a tomar, no murmure ni una sola palabra.Fue Eli quien se encargo de todo mientras Alejandra y yo nos dirigimos al automóvil sin mirarnos al rostro en un solo momento.¡Estoy a punto de explotar!Gritar y reclamar como se atrevió a fáltame el respeto con Müller ¡Maldita sea! Quiero matarlo por embarazar a mi mujer.Al llegar a casa agarro con fuerza el brazo de Alejandra estudiando la expresión de malestar en su rostro.—Jonathan, me estas lastimando —Murmura con claro dolor, pero en este momento no me importa nada más que mi orgullo.—Lastimando Alejandra, ¿Qué estas asiendo tú conmigo? No, te parece que esas palabras no deberían salir de tú boca en este momento.—Suelta mi brazo Jonathan, por favor —Pero la ignoro comple
Jonathan Bonnet—¡Alejandra! ¡Despierta! Vamos despierta nena —Insisto moviendo su cuerpo desesperado, inclinando mi cuerpo todo lo que puedo para alcanzarla con mis manos, mientras se encuentra sobre la alfombra.Verla tan indefensa me descoloca dejo de pensar correctamente levantándome de la silla inclinándome sobre su cuerpo inerte para tomarla entre mis brazos levantando su pequeño cuerpo para colocarla con cuidado sobre la cama.—¡Por favor despierta Alejandra! No, me asustes de esta manera ¡Dios! Mi amor no me hagas esto me equivoque, prometo dejar de ser tan idiota —Mi mirada recorre la habitación en busca de mi teléfono o el suyo.Recordando donde buscar mi teléfono que lo llevo en el bolsillo de mi pantalón lo saco para buscar el número del médico con gran dificultad porque el temblor en mis manos no me permite sostener con facilidad el teléfono.—Señor Bonnet, esta todo bien —Dice el medico al otro lado de la línea al segundo tono.—Doctor necesito su ayuda se trata de mi es
Jonathan Bonnet—¿Qué sucedió con Alejandra? —Mi madre espera conmigo en el recibidor mientras es atendida por el medico —Hijo, por favor explícame ¿Por qué últimamente andas tan alterado todo el tiempo? Si, ella es la razón líbrate de esa mujer. No, es bueno para tú salud.—Mamá, te quiero, pero quieres dejar de interferir en mi vida, ¿Cuándo me obligaron a casarme con ella? Todos estuvieron de acuerdo por el trato que hicieron ¡Nadie me pregunto qué quería realmente! Ahora, estas en contra.—Hijo, estoy en contra porque esa mujer dejo de amarte hace mucho para el colmo te es infiel con uno de tus ex socios, puedes imaginar que escandalo cuando en todo New York se corra el chisme.—Según tú madre a mí no me importa lo que digan—¡Jonathan! Debe importarte nuestra familia no será la comedilla de nadie, además esta Melissa pobre chica esperando a mi primer nieto.—No, reconoceré a ese niño mis hijos son los que tenga con Alejandra. Además, madre me extraña que insistas con ese niño, cu
Alejandra Marie CostaEsa torre alta cuyo reloj predomina en el centro a pesar de verse lejos el armónico sonido, que produce llega hasta donde nos encontramos.El Big ben, no puede ser que signifique… esto acaso es un mal sueño ¡No, puedo estar en Inglaterra! Mis manos comienzan a temblar.—Jonathan, me puedes explicar que significa lo que veo —Pregunto temerosa de su respuesta.—Estamos en Londres, Alejandra —Dice tranquilamente.—¿Cómo dices Jonathan? ¿Cuándo autorice que me trajeras a este país? —Las lágrimas en mis ojos comienzan a formarse —Responde.—No, necesito tú consentimiento para sacarte del país si lo hago por tú bien. Tenías demasiado estrés en casa, por lo que decidí que nos mudaríamos.—Al otro lado del mundo —Digo con voz temblorosa.—Míralo de esta manera es una oportunidad para iniciar de cero.Richard Müller—¿Qué estás diciendo Marian? ¿Cómo que Inglaterra?—Ne enteré que se encuentra en ese país por Lina —La mencionada me mira asintiendo.—¿Cómo? Tan de repente.
Richard MüllerEl chisme mas candente del momento está relacionado conmigo y Victoria.Según las malas lenguas dicen que me comprometí con ella pero nada más lejos de la realidad.Hace dos días me encontré en un restaurante con Victoria, para aclarar lo que ocurrió hace ocho días que me costó sentir desde entonces que muero lentamente por mi separación con Alex.Me siento desesperado por no tener noticias de ella, marco su número esperando que me responda, pero no sucede. Marian, esta buscando una pista de donde se encuentra exactamente mi niña.—Richard, estoy tan feliz que me buscarás después de nuestro malentendido —Dice Victoria retorciendo sus manos.—¿Malentendido? Si, se puede decir que eso fue sin ninguna intención tuya Victoria de causarme problemas con Alex.Ella, sonríe nerviosa negando.—Te aseguro que no fue premeditado Richard, por un breve momento me permití soñar que volveríamos a estar juntos.—¿Qué te hizo pensar por un momento eso? Si, hace un tiempo te dije que est
Jonathan BonnetSu mirada se llena de sorpresa permanece en silencio por muchos minutos que me parecen realmente eternos, hasta que niega diciendo.—Jonathan, mi hijo tiene un padre que merece la oportunidad de decidir si quiere formar parte en su vida independientemente como este su relación conmigo —Insiste Alejandra.—¿Qué pasa si no lo desea Alejandra? Te someterá a estrés que puede ser perjudicial para ti y el bebé ¡No, estoy de acuerdo! Que continues con esa necesidad de insistir con Müller después de todo.—No, debes estarlo mi opinión es lo que importa porque soy su madre espero que lo entiendas Jonathan.Su expresión me indica que en este momento no lograre absolutamente nada de seguir insistiendo por lo que asiento permitiendo que crea tener la última palabra.—De acuerdo, ahora puedes comer un poco de comida por el bien de ambos —Me juego la carta que puede con ella en este momento.—Esta bien —Acepta, mientras mi corazón se remueve inquieto.—¿Qué se te apetece? Enviare po
Alejandra Marie Costa—¿Está bueno? —Pregunta Jonathan mientras engulló el suflé de queso sin respirar solo asintiendo —Me alegro, por lo menos tienes un poco de comida en tú estómago.Luego se queda en silencio toma una cuchara estirando su brazo hacia mi suflé mientras frunzo el ceño de inmediato.-—¡Oye! ¿Qué se supone haces con mi suflé? —Regaño, al verlo cortar un pequeño trozo para luego llevárselo a la boca.—¡Muy bueno! —Dice degustando el trocito que robo —Ahora entiendo porque es tu pastelería favorita en Londres.—Si, hubieras comprado para ti porque no pienso compartir —Digo con advertencia en mi mirada.Jonathan, sonríe como si mi advertencia callera en saco roto encogiendo sus hombros.—Y también parece que las hormonas del embarazo te volvieron glotona, has comido tres de esas porciones que traje para mí también, pero con el apetito que tienes dudo que pruebe uno completo. Ya que me dejaste sin nada.¡Yo glotona! Me siento ofendida pero luego poso mi mirada en la mesa c