Jonathan BonnetSalgo de su habitación furioso sin poder borrar de mi mente ese maldito nombre murmurado por sus labios.Ella es mía solo en un maldito papel, me mortifico meciendo mi cabello, porque me recuerdo que Alejandra le pertenece a ese hombre en todos los demás sentidos.Me siento en la maldita silla para dirigirme a mi habitación que está a pocos metros de la suya, una vez dentro camino hacia el baño desnudándome en el camino con la visión de mi erección que a pesar de los celos que me embargan no logro dominar el deseo que me come por dentro.—Alejandra —Repito dolido metiéndome bajo la ducha para conseguir apagar el fuego que corre por mis venas.¿Cuándo tiempo voy a soportar solo contemplarla deseando poseer su cuerpo y corazón?Me volveré locoAlejandra Marie CostaHoy las cosas no parecen tan terribles como ayer que sentía como si mi respiración la perdería en cualquier momento al recordar la noticia del compromiso de Richard.Después de pensarlo bien he llegado a la co
Alejandra Marie CostaMi mirada se concentra fuera de la enorme ventana de vidrio sonando despierta con Richard, mientras mi corazón se aprieta llevando mi mano sobre mi inexistente pancita.Lo extraño tanto que cada día es más difícil pensar que acepte un trato con Jonathan, pero eso fue diferente.Al menos antes vivíamos en el mismo país tenía la oportunidad de robar breves momentos para nosotros de saber que, aunque debía vivir en casa de Jonathan, podía verlo en el club o la universidad.¡Pero ahora como verlo! Si está al otro lado del mundo.Para el colmo de mis males sin un número telefónico al llamar al menos para escuchar su linda voz eso me hace sentir tan mal.-—Sucede algo malo últimamente la nota bastante melancólica, disculpe que me entrometa, pero comienza a preocuparme ¡Quizás esté cayendo en un tipo de depresión!Dice mostrando preocupación Lisseth, aunque tiene poco de conocerme todo el tiempo me muestra ser sincera.—Solo extraño mi vida anterior a este lugar sabe, e
Alejandra Marie Costa—Hola, señorita está ahí me escucha puede decirme su nombre…Ya ni respondo mis ojos se inundan de lágrimas por el terrible dolor en mi vientre, comienzo a quejarme audiblemente atrayendo la mirada alarmada de Lisseth.Que se mueve de prisa en mi dirección tomando el teléfono mientras me sostiene con un brazo con cuidado, manteniendo su rostro sereno.Lisseth corta la llamada sin molestarse en responder a la insistente mujer al otro lado de la línea. Mientras me ayuda llegar a la cama en su mirada hay preocupación.—Alejandra, respira despacio llamare por ayuda de acuerdo, todo estará bien. No te preocupes usted y su bebé estarán bien —Luego marca un numero pidiendo una ambulancia.¿Por qué pide una ambulancia? Pero luego veo con horror el piso manchado con sangre ¡No, mi bebé no!—Lisseth… mi bebé —Digo asustada, pero ella no responde concentrada con quien está al otro lado de la línea telefónica.No, puedo perder a mi bebé nuestro hijo Richard, me lamento entre
Richard MüllerEntrecierro mis ojos sin lograr entender porque ellas se encuentran aquí en especial sabiendo que no son del agrado de mis padres. Aunque claro mi madre es incapaz de tratar mal a una persona sin importar lo desagradable que le resulte.—Señora Müller, nos enteramos sobre su esposo, esperamos que se encuentre mejor —Murmura Milena, acercándose con un ramo de flores que extiende hacia nosotros.—Gracias, Milena —Dice mi madre tomando las flores para luego colocarlas en un jarrón.Luego mamá las invita sentarse como agradecimiento al gesto mientras mi mirada se concentra en ambas mujeres preguntándome en que momento se enteraron sobre mi padre.Entre su conversación sin ninguna participación de mi parte me distraigo cuando mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo observo la pantalla confirmando que se trata de Marian.—Debo, responder esta llamada mamá regreso en un momento —Me excuso saliendo de la habitación bajo la mirada interrogativa de Milena, llego al pasillo c
Jonatan BonnetMe reprendo luchando con esa parte egoísta en mí, que solo busca una sola cosa poseer a la mujer postrada en esa cama indefensa. Se mira tan frágil que me remuerde la conciencia que por un minuto considere algo tan bajo.—¿Estas feliz ahora? —Escucho la voz molesta de una mujer que pensé estaba a muchos kilómetros de aquí al otro lado del mundo.—¿Cuándo llegaste a Londres Eli? —Respondo ignorando su reproche —Pensé que había dejado claro no te quiero cerca de mi mujer.—Parece también claro que me necesitas mas de lo pensado para cuidar de ella, porque no estaría en esta situación tan lamentable si fuera lo contrario —Me debate envalentonada a mis espaldas.—¡No, te confundas Eli! Tú eres una mas en mi nomina de empleados, los años trabajando para mi significan nada, por lo tanto, bájame el tonito como los reproches. Y escucha bien ya que estas aquí permitiré que te quedes a su lado, pero si vuelves a faltarme el respeto voy a enviarte lejos de nosotros me estas escuch
Jonathan Bonnet“Richard se encuentra en Alemania”Es el breve testo que me revuelve el estómago del coraje parece que no puedo librarme de ese idiota, empeñado en perseguir a mi esposa.Elevó mi mirada del teléfono para ver la mujer que es motivo de discordia entre nosotros.“Mantenme informado de sus movimientos”Respondo dejando mi teléfono sobre el sofá apretando mi mandíbula.En mala hora Richard puso sus ojos en ella, si tan solo hubiera estado presente esa noche el jamás se hubiera atrevido cruzar la línea, con eso trato de convencerme, pero a quien busco engañar incluso estando ahí, seguro no cambiaría nada.El se obsesiono de mi esposa aun sabiendo que me pertenecía.Perdido en mis pensamientos escucho la suave voz de Alejandra.—Mi bebé —Pregunta llevando la mano que no está canalizada hacia su vientre.Me levanto dirigiéndome hacia ella para calmarla.—El bebé está bien solo debes cuidarte un poco más para evitar un nuevo susto de acuerdo —Ella asiente con lágrimas en sus o
Alejandra Marie Costa—Con cuidado déjame ayudarle —Eli, me sostiene junto con Liseth, entre ambas me acomodan sobre la cama como si se tratara de alguien que se romperá en cualquier momento.—Ya me siento mejor en serio no es necesario que se molesten tanto —A pesar de escucharme ambas actúan como si no hubiera dicho ninguna palabra.Después que me dieron de alta en el hospital todos están un poco intensos con lo referente a mis cuidados, llevo pocas horas de regreso en casa de Jonathan, luchando con estas dos mujeres que no me dejan ir por mi cuenta ni siquiera al baño.Según ellas solo están siguiendo indicaciones que dio el médico, aunque no estoy realmente segura de que se trate realmente solo eso también pienso que esta involucrado Jonathan.Si, por suerte me libre también de su presencia, la razón fue porque surgió una emergencia repentina en su oficina, de lo contrario sería mucho más intenso que estas mujeres.Debía marcharse por unas horas, según dijo después de recibir una
Alejandra Marie CostaDespués de mi conversación con Eli las dudas surgieron sobre si tengo razón o estoy equivocada.Ella, defendió la inocencia de Richard con determinación.Haciéndome sentir mal porque debería ser quien confiara en él incondicionalmente en lugar de alguien ajeno a nuestra relación. Pero es todo lo contrario. Dude de su amor cegándome por antecedentes previos en mi vida.Comprobando que todo lo vivido con Jonathan, aún continúa minándome por dentro, porque está claro que aún no logro superar esa mala experiencia y tengo miedo ser engañada otra vez.Pero en esta ocasión no es lo mismo Eli me hizo ver qué estoy en un error. Espero tener la oportunidad de rectificar mi actitud con él como pedir disculpas a Richard, por no darle el beneficio de duda.¡No, debí desconfiar de él hombre que amo!—No, debemos desconfiar de tú papá, mi amor, es un buen hombre, que te amara mucho bebé cuando se entere que vienes en camino.Le hablo a mi pancita que aún es plana pero eso no im