El señor Lombardi organizo una junta para visualizar los buenos resultados que tuvo la presentación de los modelos deportivos en Cancún. Actualmente la compañía recibió a más de quince clientes nuevos que estaban dispuesto a adquirir el financiamiento con el cual el señor Marchetti les endulzo los oídos. El equipo de ventas se ha dedicado a atender a todos los caballeros que han deslizado las tarjetas para pagar el monto acordado.Recogí mis pertenencias y salí de la oficina, esta vez no podía quedarme más tiempo y arriesgarme a que el demente de Bruno aprovechara la oportunidad para agredirme. Esperé en el estacionamiento a que Flavio llegara, pero después de veinte minutos decidí llamarlo. El muy inconsciente no podía venir por mí ya que de último momento tuvo que entrar a una cirugía de emergencia. Lamente no haber traído mi auto. Convencida de que las nubes no anunciaban una tormenta decidí caminar hasta mi domicilio. Estaba a punto de llegar a casa cuando una fuerte lluvia me sor
Los días pasaron y con ello el siguiente síntoma fue tos seca, no era frecuente, pero me dolía el pecho al hacer algún tipo de movimiento brusco. Seguí al pie de la letra las recomendaciones que Flavio me había dado, pero nada me ayudaba, al contrario, me sentía cada vez peor. Lo bueno o rescatable de todo esto es que no tenía escurrimiento nasal ni ojos llorosos, sino ese pequeño detalle generaría un problema en mi trabajo. Evite toser ya que la incomodidad era más intensa. A la enorme lista de defectos que aquejan a mi sistema también se encuentran todos los golpes que he recibido por parte de Bruno, el muy asqueroso se toma el tiempo para golpearme cada vez que puede. Me acosa a cada segundo buscando la oportunidad para aprovecharse de mí. Mi labio aún no se recupera y he tenido que usar más maquillaje para ocultar los moretones verduscos de mis pómulos.—¿Ya fuiste al doctor? —dijo Donato al entregarme un café caliente.—Si, pero parece que nada me ayuda.—Yo creo que necesitas in
Acomode mi cabello antes de tomar mis carpetas y dirigirme a la sala de juntas. En el lugar ya se encontraba el señor Lombardi, Costa y el señor Marchetti, solo faltaba el CS y el COO. Sin intensiones de charlar con alguien tome mi lugar en la mesa directiva. Estaba tan cansada que hice un esfuerzo sobrehumano para no quedarme dormida. La señora Deniska llego pocos minutos después de que su esposo iniciara la reunión. Los temas que se trataron fueron los que anteriormente habíamos dialogado con el responsable de marketing, es necesario que el CEO este al tanto de todo lo que sucedió en su ausencia.—La documentación del área de ventas la revise en conjunto con la señorita Agnes ¿no es asi? —dijo el señor Costa.—Asi es, los números concuerdan con los registros oficiales —dije sin mirar a nadie.—Por una vez en la vida pude disfrutar una junta sin escuchar su voz —dijo Deniska refiriéndose a mí.—Creo que la señorita Bianchi hoy no desea hablar —dijo el idiota de bruno.<< Estoy tan ca
Estuve jugando cartas mientras que aparentaba que trabajaba, el imbécil del COO no se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Considero que es algo natural al tratase de él, siempre ha sido muy distraído y dudo mucho que su cerebro le funcione con normalidad. Cuando me fastidie le dije que lo había terminado, gire el monitor y le permiti ver todo lo que había hecho. Con satisfacción lo aprobó sin ni siquiera revisarlo a conciencia, al poco tiempo presiono dos de las teclas del teclado para imprimir el formato. El muy canalla no quería irse de mi oficina.—Iré con el CEO y voy a estar con el cuándo le entregues los documentos —dijo —. Me asegurare de que sean los mismos que me mostraste a mí y si intentas hacer otra cosa te matare ¿ok?—Si —me temblaban las manos de impotencia. Espere un tiempo considerable para que Bruno fuera el primero en entrar a la oficina de Drako. Para que nadie sospechara me entretuve con uno de los asistentes haciéndole preguntas sobre su banda favorita.—Hola
Desperté aturdida por el golpe. Escuche como desgarraron mi camisa e intentaban romper mi sostén mientras que la humedad de una boca seguía al camino de mi cuello hasta mi ombligo. Sus manos recorrían mis caderas mientras que sentía el peso de su cuerpo muy cerca de mi zona intima. Las fuerzas me faltaban, pero aun asi como pude moví mis brazos y levanté la cabeza.—No… dejame —retire sus manos de mis senos.—Te va a gustar —dijo el señor Bruno al apretar mis nalgas —. Estas rica, eres deliciosa. Te voy a enseñar que se siente el verdadero placer.—¡No te atrevas! —cerre las piernas y patee su abdomen.—¡Callate! —una vez más me abofeteo —¡Yo sé que me deseas!—¡Dejame, no me toques! ¡Ayuda! — lo golpe a puño cerrado en su rostro y aproveche su vulnerabilidad para apachurrarle los ojos hasta que chillo del dolor. Aunque los golpes me dolieron más a mí, pude abrir la puerta para intentar salir.—¡¿A dónde vas?! ¡Eres mía! —sus uñas se enterraron en mis pantorrillas.—¡Suéltame! —me def
Drako.—¡Hijo de puta! ¡El maldito perro se atrevió a tocar lo que es mi! —estrelle una de las botellas de coñac en el muro de la chimenea cuando llegue a mi casa. Está claro que Roberts se dio cuenta de todo y tuve que contarle con lujo de detalles todo lo que paso para que pueda entender mi estado de ánimo.—Calmate, lo único que lograras es perder la razón —dijo el profesor —. Asesinalo y el asunto se terminará.—No, su muerte no será tan rápida. Lo hare sufrir hasta que ruegue por un segundo más de vida—pellizque el puente de mi nariz. El odio que siento en mi interior me carcome el cerebro, el maldito de Bruno fue capaz de poner sus asquerosas manos en lo que me pertenece y a estas alturas necesito cortarle las manos para calmar mi sed de sangre > soy más inteligente que la basura que dice ser mi padre es por ello que el siguiente paso que daré debe ser preciso y muy discreto.—¿Cómo qué no? —dijo molesto el profesor —. El hijo de puta casi abusa sex
El resto del día me reuní con clientes y otros empresarios que desean unir sus marcas con la mía, algo ilógico cuando conozco a la perfección el potencial de mi compañía, no soy tan estúpido como para asociarme con alguien más que solo desea obtener ganancias. El trabajo consume todo mi tiempo, pero a pesar de ello jamás descuide la seguridad de Agnes, me mantuve atento a todos los mensajes que me enviaba Julio desde su posición.—¿Dónde está? —subí al elevador.—En casa señor, no ha salido —dijo Julio a través del móvil.—¿Esta en movimiento?—No señor —colgué la llamada.>Le ordene a mi secretaria que cancelara todas las reuniones que tenía pendientes para esta tarde. Ignore las sugerencias que gritaba en mi espalda, creo que la mujer que camina a toda prisa piensa que voy a detener el paso solo porque ella asi lo exige. Deje a cargo de la empresa al profesor Roberts, es la única persona en la que puedo confiar, asi que no creo que haga algo estúpido al te
Agnes permaneció dos días más en el hospital y es obvio que me quede todo este tiempo a su lado a excepción de una tarde en la que la empresa requería con urgencia mi presencia ya que uno de los compradores enloqueció por un mal comentario que recibió en la calle ¿puedes creerlo? El idiota se sugestiono solo porque un envidioso le dijo que su auto no era más que basura. En verdad que los humanos son ridículos. Cuando solucione el asunto regrese inmediatamente a la clínica.—¿A dónde vas? —le pregunte al verla sentada en el borde de la cama.—Voy al baño—la ayudé a ponerse de pie.—¿Te traigo el cómodo?—No, claro que no —aun no tenía fuerzas, pero para hablar ya había recuerdo lo poco que la enfermedad la quito. Parece una lorita cada vez que abre su boquita —. Ya puedo levantarme.—Joder, mujer, yo también orino.—Eso ya lo sé, pero soy penosa.—Como quieras —fruncí el ceño > —¿Puedes o…?—Señor Marchetti.—Es posible que necesites dos manos extras para lev