Desperté aturdida por el golpe. Escuche como desgarraron mi camisa e intentaban romper mi sostén mientras que la humedad de una boca seguía al camino de mi cuello hasta mi ombligo. Sus manos recorrían mis caderas mientras que sentía el peso de su cuerpo muy cerca de mi zona intima. Las fuerzas me faltaban, pero aun asi como pude moví mis brazos y levanté la cabeza.—No… dejame —retire sus manos de mis senos.—Te va a gustar —dijo el señor Bruno al apretar mis nalgas —. Estas rica, eres deliciosa. Te voy a enseñar que se siente el verdadero placer.—¡No te atrevas! —cerre las piernas y patee su abdomen.—¡Callate! —una vez más me abofeteo —¡Yo sé que me deseas!—¡Dejame, no me toques! ¡Ayuda! — lo golpe a puño cerrado en su rostro y aproveche su vulnerabilidad para apachurrarle los ojos hasta que chillo del dolor. Aunque los golpes me dolieron más a mí, pude abrir la puerta para intentar salir.—¡¿A dónde vas?! ¡Eres mía! —sus uñas se enterraron en mis pantorrillas.—¡Suéltame! —me def
Drako.—¡Hijo de puta! ¡El maldito perro se atrevió a tocar lo que es mi! —estrelle una de las botellas de coñac en el muro de la chimenea cuando llegue a mi casa. Está claro que Roberts se dio cuenta de todo y tuve que contarle con lujo de detalles todo lo que paso para que pueda entender mi estado de ánimo.—Calmate, lo único que lograras es perder la razón —dijo el profesor —. Asesinalo y el asunto se terminará.—No, su muerte no será tan rápida. Lo hare sufrir hasta que ruegue por un segundo más de vida—pellizque el puente de mi nariz. El odio que siento en mi interior me carcome el cerebro, el maldito de Bruno fue capaz de poner sus asquerosas manos en lo que me pertenece y a estas alturas necesito cortarle las manos para calmar mi sed de sangre > soy más inteligente que la basura que dice ser mi padre es por ello que el siguiente paso que daré debe ser preciso y muy discreto.—¿Cómo qué no? —dijo molesto el profesor —. El hijo de puta casi abusa sex
El resto del día me reuní con clientes y otros empresarios que desean unir sus marcas con la mía, algo ilógico cuando conozco a la perfección el potencial de mi compañía, no soy tan estúpido como para asociarme con alguien más que solo desea obtener ganancias. El trabajo consume todo mi tiempo, pero a pesar de ello jamás descuide la seguridad de Agnes, me mantuve atento a todos los mensajes que me enviaba Julio desde su posición.—¿Dónde está? —subí al elevador.—En casa señor, no ha salido —dijo Julio a través del móvil.—¿Esta en movimiento?—No señor —colgué la llamada.>Le ordene a mi secretaria que cancelara todas las reuniones que tenía pendientes para esta tarde. Ignore las sugerencias que gritaba en mi espalda, creo que la mujer que camina a toda prisa piensa que voy a detener el paso solo porque ella asi lo exige. Deje a cargo de la empresa al profesor Roberts, es la única persona en la que puedo confiar, asi que no creo que haga algo estúpido al te
Agnes permaneció dos días más en el hospital y es obvio que me quede todo este tiempo a su lado a excepción de una tarde en la que la empresa requería con urgencia mi presencia ya que uno de los compradores enloqueció por un mal comentario que recibió en la calle ¿puedes creerlo? El idiota se sugestiono solo porque un envidioso le dijo que su auto no era más que basura. En verdad que los humanos son ridículos. Cuando solucione el asunto regrese inmediatamente a la clínica.—¿A dónde vas? —le pregunte al verla sentada en el borde de la cama.—Voy al baño—la ayudé a ponerse de pie.—¿Te traigo el cómodo?—No, claro que no —aun no tenía fuerzas, pero para hablar ya había recuerdo lo poco que la enfermedad la quito. Parece una lorita cada vez que abre su boquita —. Ya puedo levantarme.—Joder, mujer, yo también orino.—Eso ya lo sé, pero soy penosa.—Como quieras —fruncí el ceño > —¿Puedes o…?—Señor Marchetti.—Es posible que necesites dos manos extras para lev
—¿En cuánto tiempo podre regresar al trabajo?—Después de la semana indicada. Recibirás tratamiento que te ayudará a seguir atacando a la enfermedad.—Comprendo.—Me encargare de todo amor, no te preocupes —dijo Carlotta.—Bien, las dejare solas para que puedan reunir sus pertenencias —dijo el medico antes de salir de la habitación.—Las espero a fuera— fije la vista en mi reloj.—Señor —dijo julio.—¿Cuál es la novedad?—El equipo que se encarga del objetivo informó esta mañana la señora Tabetha ya se encuentra en Italia. Por el momento ninguno de los dos ha presentado un cambio en su comportamiento.—Perfecto —dije —¿Quién vigila la casa de la señorita Agnes?—El equipo que me corresponde a mí, señor.—Sean mas discretos ya que la señora Carlotta regreso y me imagino que se encargara de cuidar a su hija.—Sin problemas señor ¿desea algo más?—Monitorea a Dorien Nikolaou.—Si señor.—Preparen los vehículos, saldremos en menos de diez minutos —asintió con la cabeza antes de perderse e
Agnes.Desperté pensando en Drako, es una tontería la que voy a decir, pero estoy ansiosa de pasar un día completo entre sus brazos y sentir en carne propia el calor de su piel. Se que hice mal al aceptar la propuesta que me hizo en el hospital, pero creo que ya soy una mujer adulta que comprende el sentido de la vida y es mi gusto experimentar una sensación tan nueva para mí. Aunque a decir verdad no es tan complicado como parece, solo es cuestión de que me acostumbre al enorme paso que daré al ser la amante de uno de los hombres más adinerados de toda Italia. El CEO dejo muy en claro las condiciones y me parecen bastante aceptables. Flavio no es muy activo sexualmente y eso ha provocado que yo no sienta tanta atracción hacia él. Le quiero, pero no lo amo, prefiero una y mil veces alejarme de el para no hacerle daño.—¿Listo? —dijo mi madre al entrar a mi habitación —. No cabe duda de que el conjunto que te compre es perfecto para tu cuerpo. Me encanta como se te ve.—Siento que se m
—Pensé que eras una santa —sonrió de lado con mi tanga enredada entre sus dedos.—Me gusta la lencería y los zapatos —deje el costoso collar en el interior de su cajita —¿Qué haces? —oculte mi risa al ver como se metía una de mis tangas en el bolsillo de su pantalón.—Tengo que buscar consuelo mientras estas enferma, no quiero enviarte de nuevo al hospital.—Como digas —sonreí —. Busca en el cajón de abajo, encontraras calzones más bonitos.—A este punto quería llegar. Ya estas perdiendo el pudor —la sonrisa que se formó en su rostro fue y será una de las que siempre recordare. Desde lejos observe el panorama, parecía un niño pequeño buscando entre los colores —. Usa este —la tanga era la más pequeña que tenía, con trasparencias. Justamente eligió la que más me gusta ya que se sujeta de los lados por unos bellos cordoncitos.—Pero… —dije confundida.—Solo póntela, no es necesario que te quites el pantalón.—Está bien —tomé la prenda y me dirigí al baño <
El resto de la semana Drako se comunicó conmigo por teléfono, es normal que tenga tanto trabajo además de que surgió un viaje de última hora que lo alejo de Italia por un par de días. Se que es parte de su profesión que desaparezca en el aire, aunque debo confesar que me siento extraña de solo pensar que le puede suceder algo. Estuvo al pendiente de mi en todo momento, con llamadas y mensajes de texto. Me hubiera encantado tenerlo junto a mí pero comprendo que el deber lo llama y no puedo ser tan egoísta como para retenerlo a mi lado, a mí no me gustaría que el fuera asi conmigo.—¿Qué usaras? —dijo mi madre al abrir el closet y mirar toda mi ropa.—¿Por qué? —me seque el cabello apenas acababa de salir de la ducha.—Es sábado amor y quiero que salgan a divertirse, además estoy segura de que Drako vendrá a verte.—Se supone que está de viaje.—No sabía eso —frunció el ceño —¿Cuándo se fue?—El jueves.—Ese no es un problema para el dragón.—¿Dragon?— Eso es lo que significa su nombre