HOLLYDesperté en un hermoso lugar.El jet lag estaba haciendo meya en los niños, así que estaban encerrados en la otra habitación durmiendo con el horario de Chicago. Por mi parte había dormido lo suficiente en el avión y apenas llegamos al hotel, los cuatro dormimos un poco, apenas me había despertado de la siesta, Adam seguía dormitando, se había quedado tal cual se acostó.Escuchaba los sonidos de los animales a lo lejos, las cortinas corridas mostraban el paraje por fuera, una mañana fresca, cientos de palmeras enormes forrando medio cielo, miles de aves cantando fuera y los rayos de sol dando vida a la selva.Todo mi cuerpo estaba erizado por la emoción de un nuevo lugar, hace muchísimo tiempo que no iba de viaje, y jamás viajé tanto (salvo a Grecia). Bali, sin duda era el paraíso, no había ventanas, todo estaba al aire libre.Tentada por la curiosidad me levanté de la cama y me escabullí hacia la terraza con piscina privada de acceso solo a la habitación principal. La piscina,
HOLLY Cinco años después. —Holly West ¿Qué es esto?Me encontré en la cocina, Adam acababa de llegar, entró en mi campo de visión, aflojándose la corbata, con una hoja en la mano y ligeramente molesto.—¿Si, papi?Él sonrió torpe, pero luego recobró su semblante molesto.—¿Qué es esto?—Hola ¿Cómo estás?, ha sí, ha sido un maravilloso día para mí también.Se acercó a mi dándome un beso.—Explícame—insistió.—No sé qué es—repliqué ya molesta por su actitud.—Es un reporte escolar ¿de quién crees que es? —molesto leyó aquel reporte—. El alumno lideró a sus compañeros para conseguir salirse del aula de clases y poder jugar en el jardín. El alumno empaquetó a uno de sus compañeros prometiéndole que lo llevaría a Disneyland. El alumno organizó a sus compañeros para que tocaran AC/DC en clase de música clásica. Se niega a respetar las reglas y normas instruidas en clase, a menudo manipula a sus compañeros y a la misma profesora—Adam me miró—. ¿Sabías de esto?Suspiré, pues claro que lo sa
ADAM —¿De verdad vas a molestarte? —replicó Rory.—¿Cómo quieres que lo deje así?Ella me miró como si de verdad hubiese perdido la cabeza.—Adam—dijo ya con fastidio—, solo son niños.—Ah, ah, tienen diez años, a su edad ya me interesaban las chicas.—Apenas hace dos días fue la competencia de Alice y sigues con eso, si me entero que investigas al pobre niño se lo diré a Holly.Fruncí el ceño, maldición, ahora todos sabían que mi debilidad era Holly.—Voy a cuidar a esa niña con todo lo que tengo, así sea por un niño bonito como ese.Rory resopló.—Estás perdido, tienes dos niñas más.—Que me aman porque aún creen que soy su príncipe.—Un enfermo mental diría yo.—No me gusta tu actitud mezquina.—Pues es la misma que un West.—Ya, ya, levanta el culo y vamos por Nicholas, la junta ya debe comenzar.Rory se había graduado en Psicología empresarial, pero, actualmente, trabaja en la empresa manejando las obras de caridad y planeando los eventos, ayudaba bastante en la mejoría del desa
Subí a dormirlo, dejé el reproductor de música, muy bajito, para que pudiese dormir, luego fui a nuestra habitación, Holly aún no llegaba. Quité mi ropa para esperarla a ducharnos, en la cama, continúe mirando el dibujo de Leo, así como el retrato que Celine había pintado de su hermana, había pintado a Cielle con su traje de ballet. La primera mariposa que Alice disecó, así como el primer examen universitario de Anthony.Holly entró a la habitación, estirando los brazos y soltando un bostezo, arrastró los pies hacia la cama.—Estoy muy cansada.La acuné en mis brazos.—Ya puedes relajarte—le besé la frente—, yo te cambio.—Hum—masculló somnolienta.Desenganché su overol, y se lo quité, dejándola en calcetas lilas con flores, braguitas blancas y blusa rosa de rayas, soltó un gemido al acomodarse.Todo mi cuerpo se sobre calentó y aquel tipo se levantó rápidamente apretándome los calzoncillos.—De… ¿estás muy cansada?—Hum—ella estiró sus brazos debajo de la almohada, abrió lentamente l
ADAMNo hubo rincón en la casa que no hubiese sido probado por nosotros, lo mejor de todo fue hacer el amor en el balcón, en esos sillones blancos, cabalgando en el atardecer.No me cansé de hacer el amor y ella tampoco. Ese día la pasamos desnudos, hacía calor y la ropa nos estorbaba.Por la noche decidimos salir a cenar, sorteamos entre las callejuelas estrechas y nos quedamos en pequeño local donde apenas y había tres mesillas, con dos sillas casa una, solo una de las mesas estaba ocupada.—Este es perfecto—me dijo ella, tirando de mí.El cocinero se acercó amablemente, explicándonos las buenas recomendaciones del día, Holly lo miraba interesada, pero luego me miró. Le expliqué en qué consistían los platillos y ella escogió uno familiar.—Avli Milos—leyó el cartel—¿Qué significa?—Jardín de manzanas.Miró alrededor.—¿Y las manzanas?—Oh, al parecer aun no es temporada.—Sabes—se recargó en una de sus manos—, siento como si fuésemos novios.Me reí.—Pero estamos muy casados.—Lo sé,
ADAM—Me gustaría quedarme un poco más—ella hizo puchero—, pero ya extraño mucho a los niños—arrastró la maleta.—Vendremos cuantas veces quieras—la tomé de la barbilla para besarla—, con o sin niños—ella sonrió complacida.—¿Te he dicho lo mucho que me encanta que me concientas?Le di un toquecito a su nariz.—Me encanta escucharte decirlo—le guiñé el ojo.Arrastré nuestras otras maletas a la entra, mientras llamaba al capitán.—Bien—Holly dio un tirón a la maleta que se enganchó en uno de los escalones, dio un paso hacia mí algo brusco y de pronto escuché agua regarse.—¿Qué fue…? —brusco me giré, al tiempo que la llamada entraba.—¡Adam! —me miró sorprendida, luego miró hacia abajo y yo con ella. Un charco de agua estaba bajo sus pies, su pantalón húmedo—, no puede ser.—Hay, mierda—mascullé, sin poder creer lo que estaba pasando. —¿Señor, sucede algo? —me decía el capitán.Reaccioné.—¿Dónde está el hospital más cercano? —le exigí.Me dio la dirección, estaba a veinte minutos de
ADAMEl policía dobló por una calle más angosta, casi me rosaban las rodillas. Llegamos hasta una casita de dos pisos.—Es ahí—bajé a Holly conmigo, el policía bajó también—¡Kyría Triantafyllou! —(¡Señora Triantafyllou!—Ya escuché, ya escuché—una viejecilla salió de la parte superior, con un trapo limpiándose la boca—¿Qué quieres? —fue osca.—Aquí hay una embarazada.La señora no vio a Holly, simplemente hizo un gesto.—Súbanla.—No se preocupen, la señora Triantafyllou es muy buena, esperaré aquí abajo al paramédico—se ofreció el policía.Tomé a Holly en brazos y subí las escaleras hacia donde estaba la señora.—Por aquí—señaló su sala, luego nos miró—¿Dónde está la embarazada?—Soy yo—se quejó Holly.—¿Qué? ¿están bromeando? —pareció irritada.—No, no—se excusó rápidamente Holly— es un embarazo críptico.La señora nos miró aguda.—Oh, esto será difícil—suspiró—, por favor, siéntense mientras preparo todo, ¿es tu primer parto?Ayudé a sentarla.—No, el tercero.La señora dio un resp
ADAMDesde que conocí a Holly, mi vida ha estado al limité de la cordura.Pese a que ella, es mi estabilidad, hay ocasiones… especiales, en las que ha cortado de tajo mi cordura.Como hoy.Apenas tomamos una semana de descanso después de mucho tiempo, festejamos nuestro aniversario como la luna de miel a solas, que no tuvimos, y enterarme en esa misma semana en que iba a ser papá. Donde en esa misma semana, nació… no uno, sino dos, ¡dos bebés más!De los cuales asistí su parto, me mojé con su sangre, los sostuve en mis manos y corté el cordón umbilical.Estuve en un estado de shock, pero al verlos y ver a Holly que reaccionaba… de manera normal después de sus partos. Verla… creí que estaría aterrorizada, después de lo que pasamos.Pero me di cuenta de que la he subestimado todo este tiempo.Después de ser trasladados al hospital más cercano; que revisaran a ambos bebés y a Holly determinando que estaban bien, salvo que ellos un poco bajos de peso.Ahora estábamos en una habitación, se