NICHOLAS, UN PAR DE DÍAS ATRÁS.—Ya me están doliendo los nudillos por golpear a este bastardo—se quejó Dao.—Esto es aburrido—el otro tipo chascó la lengua bajando las cartas frente a él—, el jefe se fue, ¿por qué seguir aquí? —arrojó las cartas a la mesa.—Vete si quieres, yo me quedo hasta que mis nudillos se destruyan.El otro tipo tomó de su chaqueta una cigarrera.—Nos vemos en la noche, te relevaré—luego salió de la habitación.Esperamos a que se escuchara salir de la casa.—Jefe, es hora.Me deshice del nudo suelto de las muñecas y Dao se encargó de soltarme los pies.—¿Tienes todo? —me sobé las muñecas.—Si—tomó de debajo de la cama un maletín, lo colocó sobre esta y lo abrió.Dentro había ropa limpia y un par de armas.—Jefe… lamento haberlo golpeado tanto.—No te mataré si es lo que piensas—Respiró aliviado—¿Dónde está Pearce?—En Creta, ha pasado unos días ahí, pero recién recibió una llamada de Rhodes, le advirtió que la Interpol está buscándolos—me quité la camisa mancha
HOLLY—Despierta—Dominic me sacudió el hombro.Me erguí rápidamente, la vista nublada y la mente turbada.—¿Qué pasa? —me cubrió rápidamente la boca.Me sobresalté. —Sh, están aquí.Sentí un fuerte estremecimiento, apreté los labios.Agucé el oído, yo no escuchaba nada, pero, de alguna manera ese silencio era inquietante.Dominic me apretó junto a él, escrutando a hurtadillas la por la cortina de la ventana a nuestras espaldas.Mi mente me gritaba desesperada que quería desaparecer. —Nos iremos por la ventana del baño—musitó en mi oído, asentí, atenta—, debes correr hacia la parroquia que vimos antes de llegar aquí, ¿entiendes? —volví a estremecer, el pecho me dolía por la respiración agitada—. Espérame ahí, estaré tras de ti—Mis ojos se volvieron hacia la joven que estaba recostada en la cama; Dominic frunció el ceño y negó con la cabeza—. Debemos dejarla, nadie la busca a ella correrá más peligro con nosotros.Es una niña sola, ella no tenía a nadie ¿Cómo podía dejarla en tal es
HOLLY —¿Por qué te escondiste aquí?De entre aquel resplandor, el rostro de la persona no era visible, pero, no necesitaba verlo para reconocerlo por la voz.—T…tu—mi voz apenas fue un hilo de aliento.—Vámonos, te sacaré de aquí.Se acercó a nosotras, entonces ya podía ver su rostro.Nunca pensé que me sentiría aliviada al ver el rostro de Nicholas, la persona a quien no esperaba ver, pero, aun así, no pude evitar echarme hacia atrás. Por todo lo que he escuchado de Nicholas no sería nada bueno que él estuviera aquí.—¿Dónde está el agente Bonhuer?Nicholas me miró entrecerrando los ojos.—No es momento de dudar—presionó—, vámonos…Alguien se coló por el umbral de la parroquia.—Hora de irnos, muñeca—era Dominic.Viendo que Dominic estaba al lado de Nicholas no me quedó más remedio que aceptar irnos con ellos.Miré hacia atrás a la aterrada Rory.—¡Vámonos, ya! —rugió Nicholas saliendo del lugar.—Vamos—le hablé con calma a ella—iremos al hospital.—¿Estás segura?—Sí, lo juro.Dudó
NICHOLASNo es difícil entender a esta mujer.Para ella soy un ser vil, un monstruo que intenta arrancarle lo más preciado que tiene. Pero prefiero mil veces que me odie de esa manera.Necesito sentirme odiado por alguien más que no sea yo, lo necesito para tener valor para lo que voy a hacer.Holly terminó de sacar su ira sobre mí, pero en sus ojos pude ver que se había arrepentido de haber soltado sus últimas palabras “Patético”Lo soy, terminé siendo un patético hombre de terribles decisiones.—Tienes toda la razón, preciosa—le sonreí.La vi tragar en seco, se replegó en el respaldó y no volvió a decir más. Si de verdad tenía sentimientos por Adam, lo que le dije lo dejaría pasar.La intensa mirada a su lado no se me quitaba de encima, la chica que Holly recogió estaba maltrecha, puedo ver sus notables heridas y otras tantas que aún no han sanado. Rondaba quizá por la edad de Eros, incluso su gesto de desagrado me recordaba a él.—¿Poio eínai to ónomá sou? —(¿Cuál es tu nombre?)No
HOLLYLa verdad es que me valió un reverendo cacahuate el volar en un helicóptero, con esos enormes audífonos y bien sujeta. Yo solo pensaba en que estaría mejor, ya no estaría a la deriva, vería de nuevo a Adam.Lo que pasara con Nicholas me tenía sin cuidado, lo sé, eso puede sonar muy cruel, pero él lo ha sido conmigo, por su culpa ha pasado todo esto.Rory, dormía, estaba lo suficientemente cansado como para no sentir las sacudidas del helicóptero, tan solo verla me dolía el cuello y el alma. Es tan pequeña y menuda que me duele bastante el imaginarme su vida, yo no sé lo que pueda pasar después con ella, pero si nadie la ayuda ¿en dónde parará?Yo sé que estoy pasando por una situación poco favorecedora, pero, esa niña no merece seguir haciendo lo que hace, solo necesita una oportunidad. Decidí cerrar los ojos para no pensar en el miedo a las alturas.Poco después, la voz de Dominic me despertó sobre el ruido.—Prepárense para aterrizar.Un fuerte estremecimiento me recorrió el
EROSDespués de haber desdoblado las pruebas de ADN que la doctora me dio, fue solo confirmar mi sospecha. Ella, aquella chica dentro de la habitación, de verdad era mi hermana, estaba aquí, viva.¿Será acaso Holly un Ángel encarnado?No es casualidad que mi hermana esté aquí y tampoco que Holly se la haya encontrado y no soltado de donde sea que la encontró: “Fue muy persistente” me había dicho Dominic.—Su estado es delicado—decía la doctora—, tiene una costilla rota y otra fisurada, hematomas en casi todo el cuerpo, una contusión—soltó un leve suspiro—, se encuentra en estado de desnutrición, además—tanteó el ambiente, pero por su rostro parecía que algo malo diría.—¿Qué pasa?—Presenta lesiones genitales—soltó, apreté las manos en mis brazos, aquello me hizo sentir un vuelco en el pecho—, e infecciones, dado todos sus signos es evidente que ha sido víctima de una violación—sentí un fuerte nudo en la garganta—. Haremos todo lo posible para que se recupere, mandaré a canalizarla co
HOLLYYa sea por los medicamentos, Adam se quedó dormido, estábamos abrazados, pero no podía hacer mucho movimiento debido a la punzada de mi brazo.Decidí visitar a Rory, quizá esta algo inquieta, y sola.Tomé un papel y dejé una nota en la mano de Adam, salí al pasillo, fuera me topé con Dominic.—No creí que siguieras aquí—le recriminé.Sonrió somnoliento.—Mi trabajo aún no ha terminado—lo dejé ahí y comencé a caminar, buscando a alguna enfermera para que me orientase.Me percaté de que él me seguía.—Dijiste que eras de interpol, no un escolta.—Puedo ser lo que sea.Chasquee la lengua, continúe caminando, él estaba tras mis pasos.—Parece que me sigues en lugar de escoltarme.—Lo admitiré si eso te hace sentir mejor.—No necesito que me sigas—repliqué, de cierta manera, su cercanía era demasiado incomoda a este punto—. Sé que sigues desconfiando de mí, pero no entiendo el por qué.—Yo desconfió de todos, no es personal.—Lo hiciste personal al seguirme.—Se dónde está si es lo q
NICHOLAS—¿Lo tienes?Dao extrajo de una nevera una bolsa impermeable, era pesada, no pude contener mi repulsión.—Si va a pagarme extra ¿cierto? —me tendió la bolsa, el contacto con su mano enguantada me mojó la mano con la sangre.—Ahg, que asco—apreté los dientes y abrí la bolsa para cerciorarme de la cabeza.Una cosa era dispararle al maldito y otra muy distinta el tomarme las palabras de Vittorio literal. Quería la cabeza, bueno, ahora la tengo.—Debemos regresar ahora.Regresé la cabeza a la nevera.—Ya están encargándose de los cuerpos.Suspiré.—Pearce no tenía idea de cuanta de su gente no le era fiel y le dieron la vuelta.—Ellos lo sabían, Pearce no estaba bien, era inestable.Regresamos al auto, vi pasar varias camionetas de limpieza, ahí iban los cuerpos de los hombres de Pearce.—Cuando me dejes en el Filotimo, vete—Pero señor…—Solo vete, tendrás una oportunidad para salir de aquí—solo una oportunidad—, abre esa ferretería con tu padre, no sé, has lo que quieras—la adr