NICHOLASNo es difícil entender a esta mujer.Para ella soy un ser vil, un monstruo que intenta arrancarle lo más preciado que tiene. Pero prefiero mil veces que me odie de esa manera.Necesito sentirme odiado por alguien más que no sea yo, lo necesito para tener valor para lo que voy a hacer.Holly terminó de sacar su ira sobre mí, pero en sus ojos pude ver que se había arrepentido de haber soltado sus últimas palabras “Patético”Lo soy, terminé siendo un patético hombre de terribles decisiones.—Tienes toda la razón, preciosa—le sonreí.La vi tragar en seco, se replegó en el respaldó y no volvió a decir más. Si de verdad tenía sentimientos por Adam, lo que le dije lo dejaría pasar.La intensa mirada a su lado no se me quitaba de encima, la chica que Holly recogió estaba maltrecha, puedo ver sus notables heridas y otras tantas que aún no han sanado. Rondaba quizá por la edad de Eros, incluso su gesto de desagrado me recordaba a él.—¿Poio eínai to ónomá sou? —(¿Cuál es tu nombre?)No
HOLLYLa verdad es que me valió un reverendo cacahuate el volar en un helicóptero, con esos enormes audífonos y bien sujeta. Yo solo pensaba en que estaría mejor, ya no estaría a la deriva, vería de nuevo a Adam.Lo que pasara con Nicholas me tenía sin cuidado, lo sé, eso puede sonar muy cruel, pero él lo ha sido conmigo, por su culpa ha pasado todo esto.Rory, dormía, estaba lo suficientemente cansado como para no sentir las sacudidas del helicóptero, tan solo verla me dolía el cuello y el alma. Es tan pequeña y menuda que me duele bastante el imaginarme su vida, yo no sé lo que pueda pasar después con ella, pero si nadie la ayuda ¿en dónde parará?Yo sé que estoy pasando por una situación poco favorecedora, pero, esa niña no merece seguir haciendo lo que hace, solo necesita una oportunidad. Decidí cerrar los ojos para no pensar en el miedo a las alturas.Poco después, la voz de Dominic me despertó sobre el ruido.—Prepárense para aterrizar.Un fuerte estremecimiento me recorrió el
EROSDespués de haber desdoblado las pruebas de ADN que la doctora me dio, fue solo confirmar mi sospecha. Ella, aquella chica dentro de la habitación, de verdad era mi hermana, estaba aquí, viva.¿Será acaso Holly un Ángel encarnado?No es casualidad que mi hermana esté aquí y tampoco que Holly se la haya encontrado y no soltado de donde sea que la encontró: “Fue muy persistente” me había dicho Dominic.—Su estado es delicado—decía la doctora—, tiene una costilla rota y otra fisurada, hematomas en casi todo el cuerpo, una contusión—soltó un leve suspiro—, se encuentra en estado de desnutrición, además—tanteó el ambiente, pero por su rostro parecía que algo malo diría.—¿Qué pasa?—Presenta lesiones genitales—soltó, apreté las manos en mis brazos, aquello me hizo sentir un vuelco en el pecho—, e infecciones, dado todos sus signos es evidente que ha sido víctima de una violación—sentí un fuerte nudo en la garganta—. Haremos todo lo posible para que se recupere, mandaré a canalizarla co
HOLLYYa sea por los medicamentos, Adam se quedó dormido, estábamos abrazados, pero no podía hacer mucho movimiento debido a la punzada de mi brazo.Decidí visitar a Rory, quizá esta algo inquieta, y sola.Tomé un papel y dejé una nota en la mano de Adam, salí al pasillo, fuera me topé con Dominic.—No creí que siguieras aquí—le recriminé.Sonrió somnoliento.—Mi trabajo aún no ha terminado—lo dejé ahí y comencé a caminar, buscando a alguna enfermera para que me orientase.Me percaté de que él me seguía.—Dijiste que eras de interpol, no un escolta.—Puedo ser lo que sea.Chasquee la lengua, continúe caminando, él estaba tras mis pasos.—Parece que me sigues en lugar de escoltarme.—Lo admitiré si eso te hace sentir mejor.—No necesito que me sigas—repliqué, de cierta manera, su cercanía era demasiado incomoda a este punto—. Sé que sigues desconfiando de mí, pero no entiendo el por qué.—Yo desconfió de todos, no es personal.—Lo hiciste personal al seguirme.—Se dónde está si es lo q
NICHOLAS—¿Lo tienes?Dao extrajo de una nevera una bolsa impermeable, era pesada, no pude contener mi repulsión.—Si va a pagarme extra ¿cierto? —me tendió la bolsa, el contacto con su mano enguantada me mojó la mano con la sangre.—Ahg, que asco—apreté los dientes y abrí la bolsa para cerciorarme de la cabeza.Una cosa era dispararle al maldito y otra muy distinta el tomarme las palabras de Vittorio literal. Quería la cabeza, bueno, ahora la tengo.—Debemos regresar ahora.Regresé la cabeza a la nevera.—Ya están encargándose de los cuerpos.Suspiré.—Pearce no tenía idea de cuanta de su gente no le era fiel y le dieron la vuelta.—Ellos lo sabían, Pearce no estaba bien, era inestable.Regresamos al auto, vi pasar varias camionetas de limpieza, ahí iban los cuerpos de los hombres de Pearce.—Cuando me dejes en el Filotimo, vete—Pero señor…—Solo vete, tendrás una oportunidad para salir de aquí—solo una oportunidad—, abre esa ferretería con tu padre, no sé, has lo que quieras—la adr
HOLLY —¿Holly? —exclamó Dakota en cuanto nos vio entrar.—¡Holly! —chilló Cherise—. Eros ¿por qué no me dijiste que Holly había llegado? —ella corrió hacia mí y me abrazó con fuerza—¿Estás bien? ¿te lastimaron?—Estoy bien—no quería decirle nada de mi ahora, lo que teníamos que decirle sería más abrumador.—Recibió dos puntadas—dijo el chico a mi lado, lo miré con recelo.Ignorando a Eros el chismoso, Dakota se había levantado de la cama.—¿Dakota? —me quedé estupefacta, Dakota tampoco podía creer que me veía; mi amiga, se notaba cansada y pálida—¿Qué demonios haces aquí?—¡¿Y tú?! —sus ojos se achicaron—¿Por qué…?Eros se aclaró la garganta.—Hablaremos después—le dije mi amiga, luego volví la mirada hacia Cherise—. Eros tiene que hablar contigo sobre algo muy importante—Cherise se tensó, nos miraba a ambos con los ojos abiertos.—No me digas que Nicholas…—No es él—me apresuré a decir.Ella ahora me estudió.—No puede ser Adonis… eh… él está bien ¿no?—Sí, lo está—tomé una bocada d
ADAMArrugué el pedazo de papel que tenía en la mano, Holly escribió que volvería en unos minutos.—Ya pasaron diez—mascullé.Miré hacia el techo y tamborileé los dedos en mi abdomen.Sé paciente, se paciente, se paciente.Solo podía escuchar el sonido de las maquinas conectadas a mí, no era para tanto, solo perdí mucha sangre es todo. Observé a mi alrededor, el mando de la televisión estaba algo lejos, me siento como un inútil.Intenté incorporarme, aun sentía un poco de nauseas, pero eran tolerables. Con cuidado me levanté, cuando estuve seguro de que nada sucedería, me acerqué hasta la mesilla donde reposaba el mando. Tras de mi la puerta comenzó a abrirse.—Adam estás…—era Holly, me di la vuelta despacio—¡Estás desnudo!Miré hacia abajo, luego sentí que solo tenía la bata puesta, ella cerró la puerta rápidamente, con el rostro enrojecido. Me reí por lo bajo.—No hay nada que no hayas visto antes.—Yo sí—apretó los labios—, pero las enfermeras no—se acercó a mí, en su intento silen
HOLLYSabía perfectamente que no podía regresar a Chicago ahora, aun no sabíamos noticias sobre Nicholas o de Rory, bien dicen que las malas noticias son las primeras en llegar.Continué contándole a Adam lo que sabía sobre su ahora hermana, apenas y podía creerlo, sabía que esto era un batido amargo y viscoso. Adam estaba intranquilo, pero prefirió no hacerse ideas hasta que su madre aclarara todo. De eso ya habían pasado tres horas, estábamos en el atardecer.Una enfermera llegó con la comida para Adam, le estaba haciendo ojitos en mi presencia, que descarada, me levanté y fui a lado de Adam lanzándole mi mirada de agujas a él y una hipócrita sonrisa a ella.Pese a que él no tenía la culpa, no hizo más que reírse y decirle a la enfermera que se largara, claro a su manera.—Mi me koitás étsi, alliós tha se skotósei i kopéla mou—(No me mire así, o mi novia va a matarla)No sé lo que le dijo, pero ella pareció turbada, sonrió avergonzada y salió corriendo.Si bien ya era dos veces que