Luego de estar un rato caminando sin rumbo, disfrutando de la fría brisa, de la espectacular noche y a la vez de la calidez que desprende mi amor, me propuso irme con él a su casa. Le dije que si emocionada, una vez más voy a regresar a ese lugar que dejé atrás y al que preferí no ir porque no quería sentir su ausencia.—Amor estas callada, ¿no quieres ir a mi casa?, ¿quieres que te deje en tu departamento?—No es eso, es solo que se me hace increíble que ahora soy una chica completamente comprometida, no esperé nunca recibir una propuesta de matrimonio ni en mis más alocados sueños. Pensé que esto no era para mi, que nunca nadie llegaría a proponerme matrimonio, estoy emocionada aún no me la creo. —Pues, créelo porque es real preciosa. —En cuanto a las chicas, si me voy contigo… ¿eso quiere decir que no las volveré a ver?—Las verás cada vez que quieras cariño, siempre y cuando tengas tiempo porque no debes descuidar tus estudios. Igual, si quieres que ellas te visiten podemos co
A la mañana siguiente desperté por los suaves y dulces besos de Edward en mi abdomen, luego me hizo demasiadas cosquillas y estallé en risas. Así es como imagino mi vida a su lado, lleno de color, alegría y motivación; es el hombre que se amolda y se acopla perfectamente a mí, ¿cómo no amarlo?—Cariño me hago pisss…—logro decir entre risas.—Ya extrañaba escucharte decir eso. Anda, pero vuelves a la cama conmigo. Fui corriendo al baño e hice mis necesidades, me llevé tremenda sorpresa cuando me miré en el espejo y me di cuenta de que en el lavamanos hay dos cepillos dentales, uno azul y otro rosa con una etiqueta que dice:«Porque las mañanas a tu lado son felices y perfectas. Quiero que amanezcamos así siempre. Con mucho amor para mi preciosa».«Awww qué bello es mi amor».Me cepillo, tomo la etiqueta y regreso a sus brazos.—Gracias por alegrar mi mañana de esta manera cariño. Te amo—le digo sonriente y le doy un beso en los labios que recibe gustoso.—Eso es poco para lo que te me
Estoy demasiado nerviosa, Edward lo nota, me toma de la mano para darme seguridad y hacerme saber de alguna forma que estamos juntos en esto.«Pero como voy a estar tranquila cuando mi sexto sentido me grita ¡alertaaaaaaa!, y sobre todo que no me confíe».El taxi nos lleva directo a una impresionante fachada, con un enorme portón negro que apenas deja ver una caseta de vigilancia, me quedo con la boca abierta al ver todo a mi alrededor y eso que es la parte de afuera.Tiene unos hermosos arbustos y unas espectaculares florecitas en tonos amarillos, rosadas y moradas que le dan buena vista, todo se ve tan pintoresco y de muy buen gusto. Me doy cuenta de que hay una piedra muy hermosa que tiene un escrito y sonrío al leerlo.«Familia Collins. Donde la unión y el amor es lo más importante».«¡Guaaau qué bonitooo lo que aquí dice!».La reja del gran portón esta cerrada, el señor de seguridad al darse cuenta de que son los hermanos Collins abre rápidamente el portón automático, nos adentra
Continuamos con la comida y la charla es bastante amena, Camille es un amor nada que ver con el destripador, aún no sé cómo le prestó atención a un hombre así.Buenooo… bueno… bueno… tal vez el viejo tuvo lo suyo en su momento, aún se conserva muy bien y ella ni se diga. Hacen bonita pareja, pero con la cara de perro rabioso del ogro retiro lo dicho. Por lo menos el señor no ha dicho nada más y mucho menos se ha metido en la conversación, pero no por eso debo bajar la guardia, sé que algo trama, algo dentro de mí me lo dice.La mirada de ese señor encima de mí, me tiene mal e imposible de callar, le empieza a echar leña al fuego.—¿Tenías que darle el anillo de tu abuela?, ese que ella tanto adoró, que es reliquia familiar y que también fue de tu madre—miro el anillo sorprendida—. Ese anillo cuesta una fortuna en la actualidad.Pongo los ojos como platos y no gesticulo palabra alguna. No sabía que este anillo es joya de su familia.«Pero qué mal momento con el viejo cascarrabias, est
Nos reímos por lo que ha dicho su madre. Seco mis lágrimas y regresamos adentro nuevamente.Me siento donde estaba antes y ese señor no me quita el ojo de encima, es como si estuviera esperando que hiciera algo mal para entrar nuevamente en acción y eso me deja desconcertada. Edward, toma el anillo de la mesa, me lo va a colocar cuando lo freno y le digo que no lo necesito. El resto del almuerzo ignoro al viejo, creo que lo mejor será no verlo y tratar de mantenerlo en la raya mientras pueda. Cuando acabamos pasamos a la sala. Esta casa de verdad que es todo un espectáculo, pero trato de mantener mi asombro escondido o este señor pensará que esto es lo que busco al estar con su hijo.—Hija—me habla Camille—, Edward me ha dicho que cantas muy bien—me sorprendo y mi amor me guiña un ojo—, Yo también fui cantante, en ese tiempo obtuve muchos premios y buena fama. Es una hermosa experiencia porque haces lo que amas, pero es devastadora cuando no estás preparada para todo el peso que con
Me ha tocado dormir en un cuarto diferente al de Edward y odio esto, no entiendo por qué tengo que estar durmiendo aparte si somos novios y estamos comprometidos. Además de que nos hemos comido la cereza, la fresa y todo del pastel antes de tiempo.Sé que esto es obra de su padre, la actitud de ese señor me revoluciona cada día más la sangre, trato por todos los medios no encontrármelo, pero tengo tan mala suerte que al final del día por alguna razón doy con él.Un nuevo día ha llegado, con pesadez me levanto de la cama y me adentro al baño para asearme y hacer mis necesidades. Al rato decido salir de la habitación, bajo las escaleras y me encuentro con la nana, la saludo efusivamente y ella me devuelve el gesto con cariño. Mientras me encamina hacia la cocina para que desayune, me dice que Edward no está, que salió temprano con sus padres y hermanos. No entiendo por qué me dejo sola aquí en casa, aunque es bueno saber que su padre no está.La nana me sirve el desayuno y hablamos de
Al día siguiente, cuando abro los ojos y me veo sola en la inmensa habitación, me quiero morir. No quiero estar aquí un segundo más, me siento demasiado incómoda. No quiero enfrentarme al ogro y mucho menos discutir con él.Tras darme una ducha, me pongo lo primero que encuentro y salgo de la habitación. La enorme casa está sumida en un silencio sepulcral y eso me pone nerviosa.Entro en la cocina y me encuentro con la nana quien me saluda como siempre con mucho cariño.—Hola, linda, ¿cómo has dormido?—Muy bien.Sonrío al recordar que Edward vino a mi habitación en mitad de la noche y me hizo el amor con lujuria, amor y desenfreno. Mi mente viaja a ese momento y lo recreo una vez más en mi mente mientras sonrío como una tonta. La nana se da cuenta y me dice:—El que se ríe solo, es porque de su picardía se acuerda—me entra la risa—, y estoy segura de que esa sonrisa tan gigante tiene nombre y apellido ¿Te preparo un vasito de leche?Para no hacerle una mala acción le digo que sí, tre
—¿Anoche eras tú la que cantaba?—me pregunta la nana.—Sí.Suelta una carcajada y dice:—Llevaba semanas sin oír cantar a Camille en esta casa, pero tú lo haces muy bien también y te aseguro que me encantó. La música siempre ha estado muy presente aquí, cántame algo por favor.—¿Qué quieres que te cante nana?—le pregunto con cariño.—Lo que quieras, corazón.Le canto «Fuiste tú de Ricardo Arjona».Qué fácil fue tocar el cielola primera vezCuando los besos fueron el motor de arranqueQue encendió la luz que hoy se desaparece...Así se disfraza el amor para su conveniencia,Aceptando todo sin hacer preguntasY dejando al tiempo la estocada a muerte.Nada más que decir...Solo queda insistir...DiloFuiste tú...—¡Qué bonita voz! — me dice la nana eufórica.—¡Qué voz tienes hija...!—dice Camille sorprendiendome—. No me extraña que mi hijo se enamorara de ti.—Por el amor de Dios. ¡Que se calle ya!—grita el padre de Edward.«Será exasperante el viejo».Las tres nos miramos. Yo me quedo