Quisiera volver al pasado, cuando era un niño experimentando mis gustos, me gustaría ver mi yo de pasado y decirle: “Amate, tienes que ser fuerte”, de esa manera hoy seria valiente y capaz de defenderme, no estaría escondido en esta habitación haciendo nada y faltando a la escuela.
Mi madre me llamo en la mañana, ella se escuchaba tan triste, pero dolió más cuando le dije: “Estoy bien”.
¿Por qué mentía? ¿Por qué si sabía que sufría a diario, no le decía?
Ella no lo sabe, ella no sabe nada de mí, el miedo no permite decirle como me siento, el miedo controla cada parte de mi ser y me obliga a creer que siempre será mi culpa.
Mi vida verdaderamente esta patas arriba, tan desordenada que si quisiera ordenarla no sabría dónde empezar o como tendría que actuar ante alguna situación, de un momento a otro todo cambio, si hubiera sido normal, nada de esto estaría pasando.
Ahora todo está jodido, Soy tan cobarde que no he querido ir al colegio por no verlos a ellos, ¿Por qué huir?
¿Por qué si sé qué debo hacer, no lo hago?
¿Qué me detiene?
Pero quieren saber que duele más, esa estúpida sensación de no hablarle más a Omar, ¿Por qué pienso en el?, si fue el primero en abandonarme, por más que me regañe por ser tan idiota y seguir pensando en él, el maldito idiota ese aun hace que mi corazón lata cada vez que lo pienso, porque no simplemente lo saco de mis pensamientos.
El solo me daño, me dejo, pero yo sigo deseándole todo lo mejor a él.
¿Cuándo llegare a mi límite de todo esto?
—¡Que malos gustos tienes idiota! — Me reclamo a mí mismo, mientras observo el techo, como si ahí encontrara la respuesta a todos mis problemas.
Tal vez quería que un ángel me digiera que hacer, no me siento capaz de hacerlo por mi cuenta.
Pero fue justo en ese momento, que una notificación fue la que me animo a tomar mi celular, poner algo de música y poder arreglarme, una llamada de un número desconocido, sabía que podría ser aquel chico que lo ha ayudado, aunque su voz se escuchaba distorsionada.
Tal vez de esa manera evitaba que descubrieran su verdadera voz.
Llamada entrante de +5673453457685.
Contestar Rechazar.
— Hola Erick — Fue lo primero que dijo cuándo conteste el teléfono, sonaba como una voz de computadora, más sabía que era él.
—¿Quién eres? — Decido preguntar, solo para confirmar mis sospechas.
—Soy War — Lo sabía, solo él podría atreverse a llamarme.
—Como conseguiste mi número. ¿Eres un acosador? — No puedo evitar reírme, y cuando su risa se dio a escuchar, supe que nuestra química podría ser mejor.—No pienses eso, no soy un acosador, Bueno....Tal vez sí...pero solo un poco, Pero no lo soy — Su risa atreves del efecto de la llamada, debe ser bonita, no pudo evitar pensar.
—¿Estas admitiendo que eres un acosador? — El ríe al fondo, me gusta su risa, aunque se escuche distorsionada.—No. No lo admito. Porque no lo soy — Defiende, más su voz se escucha divertida —Solo quería tu número y lo conseguí —
—Ok. No eres un acosador, Pero... ¿Cómo obtuviste mi número? —Menciona divertido. — Tengo mis contactos... — Lo hizo a propósito, pero su tono lo cambio a uno agudo, como si de verdad quisiera parecer un acosador.
—Vez, eres un acosador — Murmuro, el simplemente rio un poco más y me aviso que tenía algo que hacer, así que simplemente decidimos hablar en otro momento.
Desea cambiar +59734124556885 a War.
Sí No
Tal vez le deba mi vida aquel chico que inicio a escribirme, que me apoyo y ayudo aun cuando no lo conozco, él me había dicho que no se sentía capaz de presentarse, por eso me ayudaba de esta manera, no me dice ni su nombre, pero si me dijo que es un chico, tiene 22 años, le gusta mucho lo leones, y la comida de toda clase, está estudiando y está a nada de poder graduarse de la universidad. El me trata bonito, él es capaz de hacerme sonreír aun cuando mis días se han vuelto horribles, él es aquel arcoíris que sale después de la tormenta.
Por más que intente concentrarme en mis clases, no puedo hacerlo totalmente, aquel moreno no sale de mis pensamientos, además de la duda sobre su libreta y letra, no lo logro dejar de pensar que War puede ser él, suena tan ridículo aquello que siento que puedo ir a golpear mi cabeza.Ha pasado días desde aquel suceso con el chico, lo he tratado de buscar, pero no lo encuentro, tampoco se su nombre así que es más difícil querer encontrarlo, aunque me avergüenza admitir que también me estado escondiendo, así que buscarlo es complejo. Soy tan patético por huir de mis problemas y no afrontarlos.
Llamada entrante de War.Contestar Rechazar.—&ique
Llamada entrante de War.Contestar Rechazar.—Oye, ¿Te encuentras bien? — Mis lágrimas bajan por mis mejillas, él estaba de mi lado, otra vez.
Al llegar a mi habitación, solo me tiro a mi cama ahogando un grito, ya había votado mi maleta a un lado de la cama y mis energías esa noche eran las peores y mis ánimos estaban por el piso, no tenía intenciones de levantarme esa noche.Los recuerdos llegan a su cabeza, no puede evitar sentirse triste al recordar que War no estaba cuando el salió del baño, solo podía arrugar el papelito y desear en algún momento conocerlo, quiso buscarlo en algún cubículo de baño, pero no lo hizo, respeto su decisión y solo le queda esperar a que War sea quien desee presentarse.
Llamada entrante de War.Contestar Rechazar.— Estuviste increíble, Es bueno que te pudieras defender. Me siento tan feliz por ti — Entro a mi salón de clases, suspirando y sentándome en mi respectivo puesto, mis compañeros hacían distintas actividades y realmente a nadie le interesaba mi presencia y yo no tenía problema con ello, era lo que menos me preocupaba. Había un grupo de chicas que peinaban sus cabellos y reían tan escandaloso, otro grupo de chicos jugaba en el celular, otros reían, otros hablaban, pero yo, bueno yo solo puedo ver mis redes sociales o leer algún libro mientras el profesor llegaba. Erick Jasón por primera vez en toda su vida lectiva no logro concentrarse correctamente en una clase, y todo porque, por el compañero que tenía al lado. Erick quería gritar de frustración, no entendía ni sus sentimientos ni la maldita clase, solo quería que el profesor dejara de hablar, poder llegar a su habitación y gritar a su almohada, hasta ganas de pegarme a mismo sentía, era como si me hablara y me regañara por no concentrarme.Último capítuloCAPITULO 09
CAPITULO 10