18

Me despierto con Isis casi encima de mí, y veo que todavía quedan dos horas para entrar a clase, por lo que la despierto poco a poco, y me causa ternura ver cómo se frota los ojos y me sonríe calurosamente mientras se despereza.

—Buenos días –susurro con voz ronca.

—Hola.

Me paso una mano por la cara, y por mucho que haga no consigo despertarme, así que acuno la cara de Isis con mis manos y pego nuestros labios unos segundos sintiendo nuestros labios moverse juntos.

—Ahora sí son buenos.

Se quita la sábana de encima, y una sonrisa socarrona se instala en mi cara al ver cómo la camiseta se la ha subido y ahora se la ven las bragas negras de

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP